Saturday, September 10, 2011

El que tenga ojos que lea

Jorge Cruz, Caracas 9 de septiembre de 2011
Desde que comenzaron los levantamientos en el Medio oriente me percaté que era el pueblo arrecho, empoderado, gracias a las redes sociales que les permitió compartir información y buscaban un mundo mejor.
En el país no hubo mayor posición con relación a Egipto, era un país con el cual no se tienen muchas relaciones y su gobierno no estaba totalmente definido.
Sin embargo, aparecieron en el firmamento dos países con los cuales si hay estrechas relaciones por lo cual el presidente y por casi decreto todo sus seguidores cerraron filas con Libia y Siria; a pesar que ambos tienen muchos años en el poder, que han acumulado grandes riquezas en nombre del pueblo, porque las cuentas o inversiones congelados no están a nombre del pueblo de Libia, sino personales.
Cuando comenzaron las protestas en Libia, por ejemplo, Telesur un medio de comunicación creado y principalmente mantenido por Venezuela, estuvo allí. Primero tímidamente o incluso su analista estrella Walter Martínez tuvieron una posición tibia, hasta que hablo el Comandante Chavéz, allí se fijó la posición por el marcada, era un país amigo y había que hacer la contra ofensiva mediática, la guerra también se gana en los medios.
Los medios “imperialista” nos mostraban que habían protestas las cuales eran duramente reprimidas, incluso se “tomaron” ciudades que luego eran retomada por la fuerza oficial, donde desde el aire (no podemos sacar de esta fotografía a la fuerza aérea, que está casi totalmente compuesta por miembros de la tribu Gadafa, a la cual el dictador Gaddafi pertenece, además de fuerte presencia en otras fuerzas). Por ello, a diferencia de Egipto no se dieron tantas deserciones.
La reconquista se castigaba duramente, aunque la visión endulcorada de Telesur nos mostrara lo contrario. Era un ir y venir, con masacres, las protestas no se reprimen con flores, eso es claro y menos aún por un dictador que quiere permanecer en el poder, que llegó al mismo por Golpe de Estado.
Es posterior que las fuerzas “imperialistas” intervienen, que además significó los retrocesos reales de las fuerzas del dictador.
En un diario oficial de Venezuela Ciudad Caracas, el día 6 de este mes apareció una reseña de promoción a unos eventos sobre la “agresión a Libia”. En ella se confirma el recuento histórico por mi señalado. Stella Calloni, una de las invitadas señaló, cito: “La investigadora comentó que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitío ante medios de comunicación haber enviado un comando de la CIA a Libia cuando se enteró de que había conflictos en el país.”
Como podemos percibir no es que fue tramado por el imperio el levantamiento, sino que este fue a pescar en río revuelto.
Eso mismo está sucediendo en Siria, es el pueblo que grita abajo cadenas.
Pero hay otros hechos que reafirma mi hipótesis: quisiera que esos que actualmente sostiene que es la mano peluda del imperio la que está en esos países me dijera ¿Qué tipo de mano peluda o imperial está en las protestas de España, Inglaterra o Israel?
Cuando entendamos o mejor dicho aceptemos que el presidente está respaldando a dictadores y que las revueltas son revoluciones que intentan sacar del poder a tales bichos, habremos crecido como país. No podemos respaldar automáticamente cualquier postura del presidente, menos aún caer en la respuesta fácil de que el imperio tiene poder absoluto y es el culpable de todos los males (no puede ni siquiera controlar el ingreso de espaldas mojadas a su territorio, a pesar de la alta tecnología y grandes sumas de dinero invertida para su control).
En pocas palabras, es el pueblo empoderado, el que quiere cambios, es el pueblo molesto por la corrupción y explotación que se levanta en armas, es el pueblo arrecho y cansado de tener en el poder a dictadores que con discursos anti imperialistas (aunque según Wikileaks, Gaddafi colaboraba con la CIA a cambio de información sobre sus posibles revoltosos) y de gobernar para su propio beneficio mantenía una población reprimida, no con pétalos de rosa.
Abrir los ojos y respaldar el pueblo debe ser el fin de todo revolucionario, si es que realmente se considera como tal, de lo contrario se está ante el respaldo de dictadores solamente porque el líder lo manifiesta, o ¿será qué es algo más que un líder, que nunca se equivoca?

Sobre europocentrismo y movimientos populares

Jorge Cruz, Caracas 30 de mayo de 2011
En los años 70 un alemán, cuyo nombre no quiero publicar, lanzó la siguiente teoría: la pirámides egipcias, las construcciones precolombinas centroamericanas, Machu Pichu, Nasca, entre otras, habían sido hechas por extraterrestres. Ella demostraba su carácter racista, como los europeos, máximos representantes del avance de las culturas no tenía algo parecido, no podían haber sido hechas por culturas “menos inteligentes”.
Algo parecido sucede con los movimientos sociales. Cuando no son a favor del grupo en el poder, se culpa al imperialismo. No es posible que puedan surgir levantamientos desde abajo.
Los movimientos sociales que están creando inestabilidad y cambios en el medio oriente son una muestra  que si es posible, tildarlos de auspiciados por el imperialismo es negar sus capacidades.
Dictadores enraizados en el poder por varias decenas de años o algunos con al menos como en Irán, se aferran al poder y llaman a todo levantamiento popular como una intervención del imperialismo, como grupos de terroristas armados (lo que “permite” masacrar a los protestantes, porque quien tiene las armas realmente es el que está en el poder).
Es una burla a la capacidad de empoderamiento de la población, gracias a las redes sociales y otras formas de intercambio de información, es negar que la información asimétrica se ha disminuido por su velocidad, allende de fronteras, fácil acceso y bajos costos. Es negar que el soberano se cansa y gracias a tener otras posibilidades de comparación de gobierno, busca y pelea  por los cambios.
Luego surge otra protesta que desnuda el discurso de los dictadores: España. Allí no se puede hablar de intervención del imperio, de terrorismo, de estar armados o cosas por el estilo.
Lo peor que puede suceder es que gobierno de otros países secunden a los dictadores solo por que en algún momento ellos hablaron en contra del imperialismo.
En Venezuela estamos viviendo eso, nuestro gobierno decidió apoyar a dictadores como el empotrado en Libia o su similar en Siria.
Lo que más molestia me causó fue la actitud del presidente: un Poncio Pilatos cualquiera. Expresó algo parecido a esto: No puedo culpar a mis amigos de sus actos (masacres realmente). Pero si ha apoyado e incluso ha justificado por los medio de comunicación nacional sus actos.
En pocas palabras, es una línea que surge del presidente y sus idolatras, lo secundan inmediatamente. Hay un respaldo automático, sin pensar o ponerse a pensar que es un error tal actitud. Porque lo que dice el comandante es sellado en piedra, es la verdad absoluta.
Ahora vemos como los medios del Estado, tienen una línea editorial para justificar cualquier desafuero, con su grupo de “pensadores y analistas”.
Es triste ver que personas que tuvieron algo de coraje hace unos años atrás ahora se arrodillan y dan loas. No hay crítica, no se acepta, si algo parecido se asoma es considerada una herejía y por lo tanto debe salir del panteón, solamente la sumisión es considera como posibilidad.
No pondría en duda que dentro de poco también, si el “imperio” sigue con su rosario de problemas, se empiece a culpar a los alígenas de dotar de armas y malas ideas al pueblo arrecho.

¡Dios salve al imperialismo!

Jorge Cruz, Caracas 29 de mayo de 2011
Los últimos acontecimientos del imperialismo con relación a Venezuela nos muestra varias caras interesantes.
La primera, es la reacción o mejor dicho uso por parte del gobierno venezolano de la situación. Se habla de imperialismo, el imperio de EE.UU., de la intromisión al decidir de quien me hago amigo, entre otras. Sin embargo, no se menciona otros aspectos del mismo o se dicen de forma velada.
El primero, mi abuela siempre me decía que guerra avisada no mata soldado y si lo mata es por pendejo; pues en el país no mata si no que se utiliza para crear una línea de pensamiento proselitista: “el imperio ataca” pero nosotros vamos a comer ñame y sardinas.
Otra, el imperio decide mis amistades, esto es una verdad a medias. Cuando el golpe de Estado del 2002, algunos personeros del gobierno corrieron a las OEA y otros organismos internacionales a buscar apoyo, que lo obtuvieron casi por unanimidad, ahora a una resolución de la Organización de Naciones Unidas con relación a Irán se argumenta que nadie debe “intervenir” en las decisiones soberanas. Cuando me conviene lo que es bueno para el pavo no es bueno para la pava.
Otra más, el imperio nos ha castigado a la empresa más importante del país para hacer camino a una intervención. Hay que señalar que desde hace tiempo se le venía advirtiendo que podrían caer penalizaciones por incumplir con las resoluciones de las ONU, por ello el gobierno en su momento afirmó que no se le estaba proveyendo gasolina a Irán; además, se le hizo saber hace meses atrás que se estaba cocinando una decisión por ello en contra de la nación. Esta nueva “intervención” no debió sorprender sino todo lo contrario, pero si se desea utilizar políticamente es otra la historia.
Por último, las sanciones no perjudican el envío de petróleo  a EE.UU. sino a obtener crédito por parte de PDVSA con empresas estadounidenses. En pocas palabras, es más bien un aviso que una real penalización sino se aclara las actuaciones con relación a la resolución de la ONU.
Por ello toda la alharaca  al respecto no es sino humo. Nunca se toman las decisiones que sean verdaderamente anti imperialistas.
Por ejemplo, el gobierno venezolano se jacta de afirmar que está luchando contra la hegemonía del imperio, pero acepta malos tratos como por ejemplo, hace unos años EE.UU. puso en funcionamiento un trato violatorio de la privacidad al ingreso a los aeropuertos, son un grupo de medidas que tratan a toda persona que los visita como terroristas. De parte del gobierno no hubo ninguna reacción, hecho que si hizo el gobierno de un país vecino y menos “duro” en su política anti imperialista: Brasil.
Por otro lado, a pesar de toda la perorata con la Nación del norte de su política intervencionista e invasora, que posiblemente esté entre ellos Venezuela, el gobierno “revolucionario” de Venezuela sigue enviando petróleo; es decir, está alimentado a la maquinaria de guerra que posiblemente lo invada. ¡Vaya paradoja!
También hay mucho de gritos destemplados, como el decir que nos alimentaremos de ñame y sardina. ¿Cuáles sardinas? Si la producción de ellas viene cayendo desde hace años, que hemos tenido que importar desde Ecuador y otros países para abastecer el mercado nacional. O ¿Cuál ñame? Si caemos en lo mismo, nuestra producción escasamente nos alimentará, debemos recordar que ahora la demanda de ellos es reducida por sustitutos como el arroz o principalmente trigo que son importados.  Hay mucho de diretes que no son más que consignas políticas vacías de contenido real.
Tampoco podemos olvidar que Venezuela ha utilizado su producto estrella (petróleo) para chantajear  a otros países, por ejemplo hace unos años atrás se suspendió el envío del mismo a República Dominicana para obligarlo a que enviara a Carlos Andrés Pérez al país, amén de otras movidas similares en Centroamérica, el Caribe y Suramérica.
Es fácil señalar o utilizar la paja en el ojo ajeno, pero intentar hacernos olvidar de la viga en el propio no es ni debe ser la misma historia.

Sobre liderazgo y algo más

Jorge Cruz, Caracas, 16 de abril de 2011
Una de las estrategias de supervivencia que hemos optado los animales sociales, los que vivimos en manadas, es crear una estructura de poder y autoridad. Siempre nos organizamos en función de un líder, que es el vocero y quien guía y/o da las pautas para la ruta a seguir. Ejemplos hay muchos, desde los primates, equinos, incluso los insectos como hormigas, abejas, avispas…
Los beneficios que genera esta posición son muchos, que compensan los  riesgos;  la cual provoca luchas intestinas por estar en el tope.
Nosotros los humanos no escapamos a esa forma de organizarnos, siempre necesitamos que alguien tome la iniciativa y el resto de la manada sigue la propuesta, no siempre son exitosas como también puede suceder que en el camino hay remplazo (me viene a la mente lo que leí sobre los sobrevivientes de los Andes, era un equipo deportivo que se transportaba en un avión y tuvo un accidente en las cumbres de la cordillera de Los Andes, un entrevistado comentó que en un principio se delegó el liderazgo al capitán del equipo, pero al poco tiempo fue sustituido por otro que fue el que llevó al grupo a encontrar su regreso a casa).
Ahora puede también suceder que el que está en el poder utiliza artimañas para mantenerse, de eso hay miles de ejemplos:
  • Control de información, se alega que los opositores al régimen en el poder no dice la verdad, que la tergiversan; por ello es necesario crear un sistema comunicacional que sea quien se encargue  de difundir “la verdad”, que a su es el encargado de difundir los contenidos que el gobierno de turno quiere, mientras se persigue e incluso cierra los que no están bajo control.
  • Rehacer la historia y héroes. Se hace necesario el crear una nueva simbología: nuevas fechas “patrias”, reciclaje de figuras que tuvieron una relevancia menor por conveniencia que ahora lucen como dioses impolutos, cambios en los símbolos patrios (bandera, escudo, entre otros), rescritura de la historia y así por el estilo.
  • Represión, desde la más suave, inhabilitación política, hasta la cárcel, que a su vez tiene variantes: detención por delitos NO políticos, como corrupción, sexuales o cualquier otro que se pueda recabar y justificar como trasgresor (en muchos casos son fraguados, pero quien tiene el poder también tiene la justicia sin venda en los ojos) hasta los directamente políticos como en una actividad de protesta o apresamiento por una protesta en la cual no estuvo presente pero se acusa de ser el instigador. Recientemente tenemos varios ejemplos, en Libia Gadafi ha tildado de Terroristas los que se oponen y  como tal se puede permitir el lujo de masacrar la población (se sabe que quien tiene el armamento de calidad y un ejercito es el tirano en el poder, por ello ha podido tomar y solo retroceder cuando las fuerzas de la OTAN arremeten contra sus tanques y aviones); otro ha sucedido en China, se detuvo al artista Weiwei y se ha alegado que no es por cuestiones políticas sino administrativas, eufemismos que esconden la persecusión contra la disidencia.
  • Apropiación del lenguaje. Quizás el ejemplo más claro es de Joseph Stalin que escribió un artículo sobre la neutralidad del lenguaje, ampliamente utilizado en los medios que estudian la lingüística, cuyos fines están más que demostrados. En Venezuela tenemos infinidad de ejemplos: escuálidos, palabra utilizada para denigrar a los opositores; rojo rojito, simpatizantes del gobierno; proceso, cuando se intenta describir el “cambio”; entre otras.
  • Intolerancia, crear grupos de choque que van a acosar o producir violencia física, caso resiente en Venezuela con la agresión a un grupo de enfermeros que mantienen una protesta por varios días, siendo que protestar es legal y está incluso planteado en la Constitución como tal; hasta el acoso como el no permitir trabajar a quien tiene el conocimiento técnico pero no está de acuerdo con las decisiones gubernamentales, también podemos sumar el chantaje, en Venezuela, luego de una recolección de firmas para aprobar un revocatorio contra el presidente, a algunas personas que tenían amigos en el gobierno con cierto poder, se el acercaron ofreciendo trabajo a cambio de decir públicamente que habían sido engañados, que su firma había sido una coacción y alegatos similares. Estos grupos de choque (que incluyo a los grupos armados como los existentes en el 23 de Enero) pueden actuar sin control, por lo cual no es que necesariamente sean mandados directamente a perseguir, sino por decisiones de sus líderes inmediatos que consideran que así pueden ayudar al poder.
La lista puede crecer, pero creo que con esta podemos visualizar las formas que el que está en el poder utiliza para mantenerse.
Lo dicho hasta ahora me lleva a otro punto la participación y protagonismo del “pueblo”.  Como he expuesto, tendemos a delegar las decisiones, a que se ejerza el poder de forma representativa, por ello cuando hablamos de protagonismo o participación, generalmente nos referimos a los líderes de los grupos que se conforman en los diversos niveles, ellos son los voceros y quienes realmente participan en las convocatorias, en algunos casos acompañados por algunos miembros de su “manada”, que casi como regla son los que tienen intereses directos en la estructura de poder o son sus lugartenientes.
Una de las características del proceso actual es aludir que está siendo respaldado por el pueblo o peor aún que el presidente puede hacer y decir lo que sea, porque él lo hace en nombre del pueblo o que él es el pueblo en si mismo. Por lo que señalé antes, esto es un discurso político, pero que no es real, no es que habla como pueblo o que es el pueblo, es solamente una manera de apropiarse de un simbolismo.
Además, se habla de algo tan inasible como pueblo,  soberano, poder constituyente para esconder que se gobierna en nombre de ciertos grupos; es decir, no significa que sea la totalidad de la población, son los grupos cercanos al poder, son esa llamada boliburguesía que grandes provechos ha sacado en nombre de la “revolución”.  Es un juego con el lenguaje, pero de alta carga política que evade el problema al generalizar y banalizar el concepto, como una vez dijo Ryszard Kapuscinski: “Hay otra manipulación, más sutil, que es mostrar lugares donde hay hambre, no las zonas de la pobreza,  porque los primeros son pequeñas colonias cuyo problema se puede solucionar enviando aviones con alimentos y ya nos quedamos satisfechos; en cambio, la pobreza es más universal, no sabemos cómo arreglarlo, plantea interrogantes centrales sobre el sistema y angustias irresueltas”.
Cualquiera comenzaría pensar que yo estoy en contra de la participación o protagonismo, nada más distante, yo creo en el empoderamiento, pero no como discurso político. Yo creo que para poder hacer empoderamiento tenemos que aminorar la información asimétrica; en otras palabras, es con la distribución más uniforme de información que se puede hacer que el “pueblo” escoja a los líderes idóneos.
Nunca se me olvida que días antes del viernes negro, 18 de febrero de 1983, un amigo pidió prestado a todo el mundo dinero, desde pequeñas cantidades a mayores, todo ello lo convirtió en dólares, que pocos días después se había duplicado y pudo cambiar una parte para pagar las deudas y tener una ganancia sin mucho esfuerzo gracias al manejo de información privilegiada, esto es asimetría en la distribución de información.
En resumen, no es perverso tener un líder y un régimen representativo, es algo que es innato a nuestra animalidad, lo que se convierte en perverso es intentar mantenerse en el poder cuando no es el más apto, como también es perverso controlar la circulación de información con la excusa que no dice la verdad, porque el que está en el poder tampoco la dice, son solamente versiones, constructos para explicar y/o justificar su permanencia o acceso al poder, reprimir la distribución de información es contribuir a que la información asimétrica siga creciendo, lo que me lleva a afirmar que el fin real del poder es perpetuarse, no procurar su cambio y menos aún a liderar una revolución, como se vocifera en Venezuela.
Solo lograremos un cambio cuando se permita que la información sea más equitativa, cuando se rompan con los controles que no permiten la transparencia de la gestión pública o privada. Solo seremos otro país cuando se pueda tener acceso a los datos sobre servicios sin que sean desactualizados (muchos de ellos no son publicados sino años después o peor aún, PDVSA no dice cual es el real volumen de producción o consumo interno de gasolina o su costo de producción desde hace varios años), o en el caso que no se puede dar información si no se tiene autorización, lo cual no es más que una alcabala para no dar información o no permitir el acceso a fuentes de información y solo permitir la que genera el gobierno en el momento y  la que sea seleccionada. Solamente hay empoderamiento cuando hay manejo de información, el resto es discurso vacío que solamente busca permanecer en el poder.

Falta de ineficiencia

Jorge Cruz, Caracas, 26 de enero de 2011
Cantinflas en una de sus películas expresó lo siguiente: “Lo que es la falta de ignorancia”. En el país cada vez más cantiflérico, uno no sabe que actitud tomar: reir o protestar, porque al fin y al cabo, Mario Moreno dijo muchas de sus frases en el mundo del celuloide, el nuestro es el día a día.
Cuando se señala a un funcionario, a la acción del gobierno, a unas faltas de políticas para los servicios que debe brindar el Estado, inmediatamente se descalifica al proponente, se le endilgan epítetos: es pagado por el imperialismo, es un pitiyanqui, es un capitalista, oligarca, y su acción señalada es por culpa de la IV república, es un remanente del capitalismo, estamos en transición al socialismo, es la mano peluda del imperialismo.
Voy a citar situaciones que refrendan lo dicho:
Vivienda.  Son innumerables los proyectos, convenios y compra de casas prefabricadas que nunca se han materalizado. Se han presentado a los medios proyectos de Ciudades ejemplo, a partir del 2005, luego se les llamó socialistas, por su carácter de casi autosuficientes: tendrían todos sus servicios: salud, mercados e incluso sitios de trabajo. Los cuatro que recuerdo son Ciudad Camino de los Indios (entre Caracas y La Guaira), Ciudad Belén (Guarenas), Ciudad Lossada y uno en el estado Bolívar; además de Misión Villanueva, que su función principal era construcción de viviendas. Para solamente poner un ejemplo, Camino de los Indios tiene un grave problema: agua, los asesores cubanos no pensaron en todo y menos aún se escuchó a los técnicos venezolanos, lo que realmente importaba era la máquina resgistradora sonando.
Convenios con diferentes países y en variados momentos se han firmado: Cuba, Irán, China, Uruguay en años anteriores al 2010, la realidad es que escasamente se han materializado, poco se ha construido. De Uruguay vinieron unas casas prefabricadas que yacen en galpones desde hace años sin que sean utilizadas.
Quizás lo peor de la historia es que nuestra Constitución exige que para cualquier proyecto es necesario un Estudio de Impacto Ambiental y Sociocultural. Lo que estamos y hemos vivido es que los mandatos del presidente, sin estudios o con burlas a los estudios de EIAS y de factibilidad, se inician pero no culminan porque la factibilidad luego de la inversión demuestra lo costoso o poco factible del proyecto.
Ahora por la emergencia se han invadido (el gobierno llama expropiación) terrenos para la construcción de hogares, contraviniendo la idea de descentralizar Caracas, de crear otros polos de atracción para vivir, de no seguir colapsando una ciudad que no aguanta más habitantes. Puras cantifleradas es lo que vemos, un paso adelante y dos para atrás. Se dan pasos importantes como la Constitución y luego es dejada a un lado.
Otro es la nacionalización, ahora están en manos del Estado las cementeras y fabricación de cabillas, para las primeras el argumento principal era la exportación de parte de la producción del cemento (aunque había para el país) la realidad actual es que no hay cemento y menos aún cabillas, por ello no han podido cumplir las metas el gobierno por un lado y la empresa privada por el otro, además del incremento permanente de los precios de las viviendas en construcción por el mayor valor de la materia prima, cosas veredes mi querido Sancho.
Por otro lado, se han expropiados terrenos privados por la necesidad “urgente” de construir viviendas, sin embargo, hay terrenos en manos del Estado que no se tocan, pongo nada más un ejemplo, sobre la Av. Baralt a la altura de la estación del metro en Capitolio hay unas estructuras de unos edificios que nunca se han terminado de construir por los que dirigen la alcaldía, los cuales pudieran servir para albergar aunque sea temporalmente a damnificados. Al mismo tiempo, escuchamos que no se está haciendo esto por retaliación política. Hay que ver otra vez las películas de Cantinflas y se entendería mucho más que sucede en el país.
Deporte. En diversos momentos el presidente y algunos de sus seguidores han amenazados los campos de Golf que existen en varios puntos de la capital, esgrimiendo que es un deporte elitesco, de la burguesía. Recientemente un venezolano, Jhonattan Vegas, ganó un premio importante en este deporte a nivel profesional (valga la aclaratoria que este jugador es de origen pobre, se ganaba la vida como caddie y gracias al apoyo de los burgueses está donde está); esto ha motivado un cambio de postura del presidente ahora habla de apoyar este deporte.
Pero lo más cantinflesco es que por un lado se estaba atacando al Golf y al mismo tiempo se está financiado a un piloto venezolano para que compita en la Formula Uno, son millones de dólares que cuesta este patrocinio. La diferencia la marca que el piloto ha hablado a favor de la revolución, ni tonto que fuera. Me imagino que María la que vive en la punta del cerro añora que su hijo pueda tener un carro como el del piloto mencionado, claro esa miniatura de carrito para que su hijo tenga algo con que jugar, porque este no es un deporte burgués, cualquier pata en el suelo puede practicarlo.
Hay algo que quiero señalar porque posiblemente no se conozca mucho, algunos de los deportes de élites tienen facilidades para niños de escasos recursos, además del Golf donde no es la primera vez que descolla un caddie, se porque conocí los hijos de una conserje que sus hijos practicaban tenis con todo pago por la federación de Tenis: uniformes, raquetas, pelotas, viajes a campeonatos nacionales y otros aditamentos más. Son iniciativas privadas que han permitido a algunas personas de escasos recursos poder tener una forma de ingreso como el caso del golfista mencionado.
Impunidad. Muchos funcionarios y militantes del partido del gobierno gritan que los políticos que se oponen al gobierno tienen las manos manchadas de sangre (yo creo que tiene en parte la razón), pero es inaudito que cuando se manifiestan como partidarios del oficialismo se perdonan todas las masacres, digo esto porque se sabe que un diputado recientemente electo del PSUV participó en la matanza de miembros del partido Bandera Roja cuando estaban en la ilegalidad y en las montañas como guerrilleros. Ese tema no se toca, parafraseo  a una dirigente oficial: él es un asesino, pero es nuestro asesino”.
De la corrupción ni se diga, se han perseguido y dictado sentencia a diversas figuras de la oposición (pueden que sean corruptas o no), aunque aún espero que al menos se inicie un proceso contra figuras del oficialismo, porque que tienen las manos sucias no lo pongo en duda.
Hay una cuenta sencilla, en estos 12 años han ingresado al país más de un millardo de dólares, si lo dividimos por 30 millones nos tocaría a cada uno de los venezolanos unos 30 millones de dólares por cabeza. A mi que me registren porque no tengo ni siquiera una decena de ellos. ¿Dónde están entonces esas grandes sumas? Deben estar reposando en algún banco del exterior a nombre de gente cercana al gobierno, de eso no hay dudas. A pesar de ello no hay un funcionario procesado y menos aún preso.
Privatización. Una de las mayores críticas al neoliberalismo fue la privatización de casi todas las esferas de la vida. Este gobierno dice que está combatiendo a la misma por medio de un mayor control del Estado, sin embargo, uno nota pasos que van en sentido contrario. Voy a tomar dos ejemplo de lo que es una continuidad y vuelta a viejos tiempos. La seguridad no ha sido un tema dilucidado y menos aún intentado detener, por lo que el efecto bola de nieve lo ha hecho cada vez más difícil de manejar. Una de las propuestas es que los Consejos Comunales la asuman, que busquen soluciones, lo que ha generado cierres de calles con fondos dados por el mismo gobierno. Es decir, se “privatiza” un espacio porque el gobierno no ha podido dar una solución a la misma. El otro caso es la basura, este es un problema que ha desbordado al gobierno, muchas son las idas y venidas (se les quitó los contratos a empresas para dárselo a cooperativa, lo cual no ha funcionado por lo cual se vuelve a empresas y otros híbridos, se les quitó a las alcaldías para pasar a manos del ministerio del Ambiente, que antes lo tuvo a su cargo y no funcionó). Lo real es que no se ha solucionado para nada, la basura es un “tema pendiente”, lo último que se propuso a los centros comerciales es que busque por su cuenta quien transporte la basura hacia los vertederos, en pocas palabras, privatización del manejo de la basura; hay otros ejemplos más pero eso pudiera que lo tocara en otro artículo. PRIVATIZAR es también parte del Socialismo del Siglo XXI. Cantinflas se los explicaría mejor.
Estas idas y venidas nos demuestran que vivimos en un país rocambolesco, donde se ataca y luego recula, donde se expropia a ciertos grupos no afectos, pero no se tocan las propiedades de los simpatizantes; no se aceptan críticas o razonamientos técnicos, cualquier comentario es agredido como parte de la conspiración del capitalismo, pero al fallar en su accionar se abandona y despilfarran los recursos; no se deja actuar y tampoco se ejecutan las actividades necesarias.
Como resultado, el país anda con rumbo desconocido  (porque incluso el Socialismo de Siglo XXI no se sabe que es), ningún funcionario es culpable de nada. Lo que es la falta de ineficiencia.

El asombro al congelador

Jorge Cruz, Caracas 25 de enero de 2011
Hay días en que al leer una noticia uno no sabe que hacer, ¡Qué hacer, Dios mío!
Me rio o me pongo a llorar. Reírse por lo fantasiosa o jalabolismo (ambas dos a la vez, también es válido) de la misma o lloro al pensar que esa declaraciones fueron dadas por un alto funcionario del gobierno actual. Si esas son sus apreciaciones que se puede esperar de sus actuaciones.
El Metro de Caracas ha sufrido los embates de una improvisación y errática gerencia en los 12 años que ha estado en el poder Hugo Chávez. Ha tenido 13 o 14 presidentes (un promedio mayor a un año), algunos con breves estadías, como aquel célebre que a los pocos días de estar en el cargo tuvo el tupe de decir que se debían quitar unas estaciones del proyecto de extensión del Metro en Las Mercedes (área de comercio y contadas viviendas de clase media alta) porque sería utilizada por la burguesía. Este presidente nunca preguntó si existe una ruta del servicio integrado del Metrobus para la zona (realmente la cubren varios recorridos), la cantidad de usuarios y menos aún el estrato de los mismos. No se preguntó, menos aún pensó que los trabajadores de los comercios o casas y apartamentos son básicamente los que se movilizan en él o estudiantes de algunos centros educativos en la zona. Solamente disparó una burrada para ganarse la burla y posterior despido (fue tanta el agua al cántaro …).
Ahora hace pocos días fue el Ministro de Transporte y Comunicaciones, el jefe del presidente del Metro quien tomo la batuta para dar unas declaraciones desafortunadas: el Metro antes era del gobierno de Chávez era utilizado por la clase media alta.
Me vienen a la mente una pregunta: ¿será que este ministro ha utilizado el Metro antes del gobierno de Chávez? Por su formación no es clase media baja y menos aún baja, ojalá esté equivocado, de ser cierto que viene de clase baja, lo que quiere decir es que actúa en contra como retaliación por algo que no le permitieron disfrutar por su origen.
Sin embargo, yo puedo afirmar que soy clase media, he vivido en áreas de clase media media y media alta. Lo común es que todos, repito TODOS, tengan al menos un vehículo para desplazarse, que algunos de ellos NUNCA han utilizado el metro. Recuerdo al hijo de un amigo que para comenzar a estudiar en la universidad (privada, por cierto) comentaba de su estreno en un trasporte público y el regaño del conductor por pagar con un billete de alta denominación. Esas son la norma de mis vecinos, mientras están en primaria y bachillerato son transportados por sus padres al colegio o reuniones con los amigos. Mis amigos contemporáneos, en general, no han utilizado el Metro o lo hicieron en su época de estudiantes universitarios.
Yo regresé de Bogotá, Colombia, recientemente y utilicé con bastante frecuencia el Transmilenio. Este servicio es algo más costoso que el transporte de busetas, sin embargo es utilizado por la clase media y baja para movilizarse, especialmente para distancias largas y medianas.
Entonces, argumentar que el Metro, por su costo no lo utilizaba antes sino la clase media alta es una insensatez de marca mayor. Quienes lo utilizan son los trabajadores o empleados que no tienen un vehículo, que no pueden darse esos lujos, pero que si pueden buscar que sus desplazamientos al trabajo o incluso a juergas se realice por un medio que garantice ganancia de tiempo. Ellos tienen que madrugar para ir de un lugar a otro y no van a peder el tiempo en un medio que no tiene aire acondicionado (el Metro lo tuvo hasta esta gestión de gobierno), que puede encontrarse con un carro accidentado que formó una cola kilométrica, que tiene un poco más de seguridad y que el comportamiento de todos era más civilizado. Esa es la realidad.
Los usuarios del Metro no son ni han sido clase media alta, ellos tienen su transporte privado que les garantiza comodidad, independencia y no codazos, mal olor o aglomeración. Nuca vi en este medio de movilización un desfile de ropa o accesorios de marcas reconocidas, como acostumbra esa clase a utilizar, siempre vi a la secretaria o administrador de empresa, a estudiantes, a plomeros con sus herramientas, a cajeras de supermercados, en fin a simples empleados que necesitaban de este medio para ir a sus trabajos.
Si esas son sus apreciaciones sobre unas de sus atribuciones como ministro (transporte), sus diagnósticos serán también de la misma calidad y sus proyectos tendrán también ese sesgo. Por favor, trabaje y no haga política de cada acción que quiera hacer, porque el conocimiento técnico es muy importante.
Quisiera que me asombraran no con rimbombantes expresiones, sino con hechos que demostraran que aún hay eficiencia en los funcionarios del gobierno, mientras tanto la tendré en el congelador, para no sufrir de esquizofrenia o indecisión en mi conducta.

Yo opino, sin conocimiento pero opino

Jorge Cruz, Caracas 18 de enero de 2011
Sobre la ética periodística se ha estado escuchando bastante en Venezuela, por un lado los oficialistas alegan que son parciales, que no miran y menos reportan las buenas acciones que hace el gobierno, entre otras; por el lado de los antagonistas del gobierno, que no hay libertad de expresión, que no hay canales regulares para obtener información…; es decir, es más un debate político que profesional. El fanatismo falsea los datos y por ello lo que se escribe o dice en los medios.
Voy a utilizar el ejemplo de una periodista simpatizante del gobierno que escribe semanalmente en Últimas Noticias: Mariadela Linares en su artículo “Un pasito palante y otro pa’ tras” del 16 de enero de 2011.
Hace unos meses atrás llamaba la atención que los medios opositores no celebraran el decreto 7.401 que daba posibilidad a los que no hubieran cumplido con las cuotas para obtener el beneficio de una pensión poder acceder a ella mediante un pago que completara la diferencia que no pudieron cubrir mientras fueron personas activas. Yo le escribí que esa medida era populista porque a pesar de estar por 12 años en el poder no se ha reformulado el Seguro Social y se apelaba a una medida antes de unas elecciones para comprar consciencias.
En este último artículo vuelve a señalar el afincamiento de los medios en los que se quejan por las atenciones que están recibiendo cerca de 100 mil damnificados.
Nuevamente vemos ligereza en el tratamiento de una opinión. No es que le moleste la cobertura de un suceso, su posición resalta es el poco respaldo a las medidas del gobierno. Es decir, no es por el hecho periodístico en si, es por la no afiliación política que rechaza el periodismo de la oposición.
Si yo quiero opinar de algo, lo menor que debo hacer es informarme, investigar sobre el tema que voy a tratar, de otra manera no soy periodista que opina sino un vulgar político que escribe.
Digo lo anterior porque si comparamos el caso nuestro con el colombiano, hay muchas medidas que no son acertadas y que se nota como esos lamentos de “25 familias que se quejan que no les llega la comida a tiempo” y “las 30 que viven en un chiquero” si son importantes si se quiere utilizar las matemáticas.
En Colombia hay casi dos millones de personas que quedaron sin techo y pertenencias, contra las 100 mil aquí; hay que multiplicar casi por 20 para tener un número cercano. Sin embargo, las protestas han sido mínimas, luego de más de dos meses de estar refugiados. No hay que multiplicar por 20 para tener los implicados en acciones de calle allá.
Uno se pregunta porque han sido menores a pesar de estar mucho mayor cantidad de personas involucradas.
Tampoco ha habido invasiones a hoteles, viviendas y lotes que tenían uso pero sin construcción, tales como estacionamientos. No se ha necesitado de una Ley habilitante, solamente un “Estado de Emergencia” que garantiza medios y facilidades para gobernar al respecto, menos aún criticar a los medios por su cobertura.
El problema principal es que cualquier evento se politiza más allá de lo necesario, eso no es periodismo ni tampoco se puede ejercer bajo esa presión sin caer en fanatismos.
Cuando la cordura regrese, cuando la investigación sin apasionamiento político o la real investigación se adueñe de los medios en general  (no solamente en la oposición hay sesgo), cuando los funcionarios no tengan primero que pedir permiso para dar unas declaraciones (que generalmente nunca llega), cuando se pueda acceder a datos actualizados (aún se espera que se den los relacionados a homicidios por año desde 2006, si mal no recuerdo), entonces podremos pensar en ÉTICA. Mientras estaremos condenados a unos medios de comunicación tendenciosos, donde la politiquería es la que reina, como la misma articulista termina afirmando: “Viven en el sueño de que el tal 52 les durará para siempre. Cuando despierten los habrá vuelto a dejar el tren.”
Ahora se opina, aunque sea sin base, pero se hace porque es política.
Al final tenemos que no se informa ni se forma opinión, se divide las simpatías para mantenerse o sacar del poder, eso es el periodismo actual, con sus contadas excepciones.