Wednesday, July 8, 2020

Fanatismo religioso y laico (II)


Jorge Cruz, Caracas, 6 de julio de 2020

-¿Viste la nueva camioneta que adquirió Pedro?
-Sí, seguro debe estar en algún guiso, uno de esos negocios sucios.
-No vale, ese ha sido por su trabajo, varias veces lo he ido a visitar y me lo he encontrado con muchos proyectos, algunos andando otros armándolos. Yo he estado cocinando algo también para ver si puedo tener mejores ingresos.

Esa ficticia charla entre dos amigos nos muestras dos tipos de actitudes ante el bien material de otro, son muestras de un sentimiento: envidia.

La envidia puede ser constructiva o destructiva, para el primer caso se intenta imitar o superar al otro; lo contrario es que se intenta denigrar; acosar; quitar lo envidiado, si es un objeto; o eliminar, físicamente.

Que no dicen Wikipedia al respecto:
 “En el ámbito del psicoanálisis la envidia es definida como un sentimiento experimentado por aquel que desea intensamente algo poseído por otro. La envidia daña la capacidad de gozar y de apreciar lo que posee uno mismo. Es el factor más importante del socavamiento de los sentimientos de amor, ternura o gratitud. La envidia es un sentimiento enojoso contra otra persona que posee o goza de algo deseado por el individuo envidioso, quien tiene el impulso de quitárselo o dañarlo.”

“(… ) la envidia, según la psicología evolucionista, sería una emoción que nos motiva a mejorar, y de ahí su lógica en el mejoramiento de la evolución  Así se entiende que la comparación social juega un papel fundamental en la manera en que nos percibimos a nosotros mismos.”

“(…) Tristeza o pesar del bien ajeno.”

“De acuerdo a la primera definición, la envidia es sentir tristeza o pesar por el bien ajeno. De acuerdo a esta definición lo que no le agrada al envidioso no es tanto algún objeto en particular que un tercero pueda tener sino la felicidad en ese otro. Entendida de esta manera, es posible concluir que la envidia es la madre del resentimiento, un sentimiento que no busca que a uno le vaya mejor sino que al otro le vaya peor.” ¹

Como podemos ver, este sentimiento está casi a flor de piel, siempre tendemos a compararnos y al percibir diferencias, deseamos lo que el otro posee, ya sea su capacidad intelectual, física para el deporte, manual para manipular o crear objetos, monetaria, recursos (territorio, aguas, minerales…), entre otros;  es sentirse desvalido ante las potencialidades y habilidades que tiene el objeto que tomamos como espejo para medirnos, por tal motivo emergen diversos tipos de sentimientos y conductas.

Por otro lado, la envidia es un arma que los líderes manejan a su antojo, les sirve para buscar aliados o crear “enemigos”, para formar una grey y perseguir o saquear al “contrincante”o, en un sentido positivo, producir nuevas metas y logros. En pocas palabras, un líder es exitoso en la medida que sepa manipular la envidia de sus súbditos, puede ser utilizada en los dos sentidos señalados, un buen gerente saca lo mejor de los que tiene a cargo, generando una competencia sana.

En acción…

Envidiamos al exitoso, al que podemos tildar de corrupto o explotador, cuando vemos por el lente de lo destructivo. Este tipo de actitud está muy presente en los partidos políticos, iglesias, partidario de un deporte y en el grupo de fobias relacionadas a los que pertenecemos a la misma especie, aunque diferentes, tales como: xenofobia, homofobia, aporofobia, entre otras.

Generalmente tiene un carácter agresivo contra el envidiado o lo envidiado del otro, puede ser pasiva hasta que hay un disparador o catalizador, desde ese momento puede pasar de acciones “suaves”, como burlas, aunque algunas veces no se puede considerar como suave el ataque verbal, hasta el odio y desprecio que genera actividades físicas como destrucción de propiedades u objetos, robo, expropiación o invasión (las propiedades pueden ser terrenos de siembra, edificaciones de viviendas, galpones dedicados a la producción o incluso cosas menores como un bolígrafo, libro, ropa, utensilios, equipos, etc.) y el caso extremo que es la desaparición física del envidiado.

Aquí aparece un sentimiento poco amigable: odio. Si además, existe impunidad por parte de los que deberían legislar, los resultados pueden ser graduales o finales; de suave, puede saltar rápidamente a violencia. La impunidad es un gran alimento para la envidia y el odio, el sentirse alguien con poder para determinar los objetivos o rutas de otra persona y sin que tenga que rendir cuentas ante nadie, es una mezcla peligrosa, que, en muchos casos, concluye con el asesinato. La más sanguinaria de las opciones.

Tengo que aclarar que muchas veces pareciera que fuera otro el motivo, pero si analizamos a profundidad el origen de tales conductas nos lleva a la envidia como la fuente. De forma natural, siempre tendemos a comparar y en ese proceso puede aparecer la frustración de no ser similar o superior al otro, por lo cual se puede transformar en resentimiento, si es alimentado por discursos anti x.

Ya señalé arriba que también puede ser una actitud positiva, como la barra que debemos superar con mucho entrenamiento y un buen salto.

En el área de gerencia se tiene un término de origen idiomático inglés, benchmarking, que pudiera traducir como tener como faro el mejor en el área en el cual se desempeña una corporación para mejorar el logro, que pudiera ser para alcanzar un estándar de igual medida o por encima de la misma.

En pocas palabras, en este caso nos encontramos con dos términos: reto para superar la situación actual, mediante sus propias habilidades y capacidades y competencia, ese deseo de emular para superar al otro.

Resumiendo, la envidia puede ser un arma que permite destruir o una herramienta para erigir. El uso por los líderes, especialmente los políticos, es hacia lo destructivo, hay que dividir para reinar, tal como ha expuesto Maquiavelo en su famoso libro El Príncipe. Por ello, tenemos que realizar una introspección para determinar nuestras conductas hacia los otros, indagarnos porque tanta intolerancia hacia el otro.

Solo cuando lleguemos a descubrir el origen de nuestra envidia, podemos redirigirla y comenzar un nuevo rumbo que sea para el crecimiento, ser similares o mejores que nuestros maestros o guías.

Dejamos, además, de ser los borregos que seguimos fielmente a la masa y a los líderes podemos ponerlos en su sitio o luchar por cambiar el rumbo.

En ese día Pedro sólo será una meta a alcanzar.
__________

² Maquiavelo, Nicolás (1999) El Príncipe. El Aleph.com. En: https://mega.nz/file/PYcTABxa#rnXqmWAGWMw6SCYlKUGLESRFuxB5lAxXJofH6g34nWY 

Thursday, June 25, 2020

Fanatismo religioso y laico (I)


Jorge Cruz, Caracas, 22 de junio de 2020

El cielo es azul porque es un reflejo del color del mar.
Esta afirmación podría generar diversos comentarios o reacciones. Desde, yo respaldaría lo planteado porque lo dice una persona con autoridad, hasta los que ni leerán el artículo y sus puntos intermedios, o sea, dirán que es un hablador de paja, no le paren u algunos buscarán confirmar lo cierto de tal frase.

Yo prefiero el último grupo, pero aquí intentaré profundizar sobre el primer grupo.

Antes de iniciar voy a mencionar unos puntos importantes: el ser humano por su naturaleza es gregario, pertenecer a un grupo le sirve para compartir con otros, sentirse parte de una manada, le da seguridad ante un medio “hostil”; a esta membresía los sociobiólogos le llaman tribu. La tribu es un aro de identidad, que va desde la familia, el de menor cantidad de participantes o más inmediato, hasta el de la especie sapiens; con puntos intermedios como la comunidad (vecinos, compañeros de trabajo, practicantes de una iglesia, fanáticos de un equipo de deportes…), la ciudad (caraqueño, valenciano, maracucho…), regional (tachirense, aragüeño…), nacional (venezolano, español, australiano…).

Si nos preguntamos cómo esto opera, es sencillo, en la familia hay tíos que no se reproducen (no tienen hijos) para proteger, ya sea a sus sobrinos o progenitores, “sacrifican” su supervivencia como individuo, por el bien del grupo familiar. Otro ejemplo, al suceder una catástrofe natural, cuando un huracán arrasa con muchas viviendas en una isla del Caribe, un japonés, a cientos de miles de kilómetros de distancia y sin conocer el lugar, se siente identificado con las víctimas y hace donaciones para el bienestar y supervivencia de la especie sapiens.

Como se puede percibir, hay impulsos instintivos para la conservación de la tribu, eso sí, esto opera en mayor grado entre más cercano es el aro de identidad comprometido. Con ello también quiero afirmar que TODOS actuamos a dos niveles permanentemente: el individual y el grupal, algunas veces damos mayor peso a alguno de ellos, dependiendo de la situación. Cuando los dos se unen en nuestro accionar, mucho mejor nos sentimos, la “victoria” es superior.

Segundo, al reunirnos, por ser una especie con imaginación, como forma de cohesión de la asociación se crea cultura: símbolos, lenguajes… Hay discursos y narrativas que justifican y dan validez emocional a nuestras conductas; es decir, se genera una comunidad de fieles que se sienten identificados en lo sensorial, físico e intelectual.

Tercero, a pesar de los cambios que hemos tenido desde la aparición del Homo sapiens, lo animal aún domina nuestro actuar, la emoción ante que el raciocinio, lo instintivo prevalece sobre lo racional. Por ejemplo, somos territoriales, hay guerras, acuerdos, alianzas, asesinatos o construimos sitios inexpugnables para mantenernos a salvo de los otros. Voy a ilustrar con un hecho sucedido en el año 2000, el decreto 1011, que proponía cambios en el sistema educativo, el eslogan fue: “Con mis hijos no te metas”, liderado en un alto porcentaje, creo que más de un 80%, por mujeres; esta protesta pudiera parecer una de tantas, obtuvo una victoria y pareciera totalmente racional. Lo real, aunque fue con textos y movimientos muy “racionales” lo que sucedió fue la mamá leona defendiendo a su cría, es decir, instinto de protección al primer aro de identidad de la tribu.

Cuarto, lo que existe son interpretaciones de la realidad, que al final esta última es construida, es un constructo, cada quien tiene su “verdad” y en función de ella modela su accionar, parte de esa verdad limita o minimiza los instintos, pero nunca los elimina. El conocimiento adquirido a través de la educación (formal e informal, desde las entrañas de la madre hasta la muerte) es quien ordena y da sentido a todas las experiencias humanas, incluyendo las discrepantes y penosas.

Por último, esa pertenencia a una tribu, hace que defendamos nuestro aro contra el “acoso o ataque” de los otros, que pueden ser personas, otra especie (podemos incluir los virus) o fenómeno natural.

También quiero aclarar, que en este texto no intento analizar los fines, sino los disparadores conductuales.

Rechazo o aceptación.
Al inicio he expuesto que una afirmación puede tener diversos tipos de respuestas, esas conductas responden a lo instintivo o a la cultura de un nivel x de la tribu. Tomemos el caso de los que evitan leer la oración, ellos han bloqueado a su interlocutor, porque con anterioridad sus argumentos no son lo políticamente correcto para su verdad o hace tambalear sus dogmas y tabúes, como manera de conservación opta por evadir el contacto.

También está el que cree en lo allí anunciado, no confirma, no analiza, solamente acepta como cierta la afirmación, tiene fe en la fuente.

Estos son los fanáticos, los que pueden llegar a defender sin importar lo que defienden, es una reacción instintiva de tribu.

Analicemos un poco más esto. Comencemos por las características:

Un fanático se considera miembro de una tribu, aunque también la “tribu” tiene que aceptarlo como tal.

Él tiene un grado de identificación con los valores de dicho grupo, generalmente, extremadamente altos.

Disfruta de los logros del grupo y sufre en las derrotas, siente ambas situaciones como propias.

No importar su grado de instrucción, sector social al que pertenece o lugar donde viva.

Responde de manera instintiva ante los estímulos que envía el grupo, si es a marchar, se camina, si es a atacar, se agrede; si es a negar al otro, no se le escucha, lee o ve.

Respeta las jerarquías que se han conformado, aunque haya subgrupos en disputas por el poder y se alinee con alguno de los subconjuntos, siempre va a responder hacia los que lideran aunque sea tapándose la nariz.

Hay dogmas y ritos, los cuales se convierten en entes que son más que la suma de sus miembros.

Hay mucha confianza en la cultura del grupo y en especial en los líderes.

Quizás el rasgo de mayor valor es que para el fanático la verdad del grupo es inamovible, escrita en piedra, es un producto acabado y definitivo y definitorio. La visión que se ha construido dentro del grupo es la que única que puede explicar los fenómenos que acontecen fuera de si mismo. La información que se produce dentro, no es información es formación, es lo verdadero. Por ese motivo podemos apreciar como personas que tenían un tipo de comportamiento, al asumirse como parte de otra congregación devalúa, denigra o blasfema contra su pasado o los herejes que no participan de la nueva luz que guía sus pasos ahora.

Debo afirmar que, como se puede percibir, el fanatismo es una actitud que no distingue si se practica en lo laico o lo religioso, ambos responden a un mismo patrón.

 En pocas palabras se halla inmerso en una narrativa. Una narrativa donde hay victima(s) y victimario(s), y no puede faltar: el salvador.  Estos héroes no actúan solos, tienen apoyos, como también los victimarios.

Voy a terminar esta primera parte con una ilustración sobre este último tema, que además espero sirva para explicar el resto de lo señalado:

De un artículo anterior, titulado: Cuando el discurso es sólo palabras¹, voy a tomar una de las figuras allí resaltadas: los empresarios.

Para ciertos grupos, estas personas son tratadas como los enemigos, explotadores, que se roban la plusvalía, entre otros estigmas que se le han endilgado; es decir, son los victimarios o villanos. Estos villanos no actúan solos, tienen el apoyo del imperio y la oposición. Del otro lado, están las víctimas que hay que apoyar: los trabajadores, que a su vez cuentan con el respaldo, cuando el gobierno es revolucionario, del Estado. Nos falta una de los personajes en la narrativa: el salvador, el cual es el líder o cogollo que está en el poder.

Otro ejemplo nos los presentan las iglesias cristianas. Los practicantes entre si se llaman hermanos, donde no hay lazos sanguíneos o por alianzas nupciales; el líder es pastor o padre; es una forma de marcar que se está en una nueva familia unidos por la narrativa; el libro de cabecera es la biblia, la cual se lee y relee permanentemente, es una forma de refrendar la verdad del grupo, la lectura de puntos de vistas contrarios son anatema, el contacto con los otros (herejes) es básicamente para buscar su conversión o, en el peor de los casos, la agresión.

Como podemos apreciar, hay un discurso reductor, filtrado por la visión, en este caso revolucionaria. No nos menciona los salarios y beneficios que perciben los trabajadores en el área privada, pero esto lo señalaré, con mayor profundidad en la segunda parte.

Se pueden topar con datos que contradice esta narrativa, pero su respuesta es: negación, no cree nada de lo que ve, lee o escucha, se bloquea; si tiene alguna relación, responde con frases fáciles, prefabricadas o repite eslóganes que permanentemente fluyen en su grupo; algunos pocos intentan aprender, pero eso generalmente significa el abandono de ese castillo de naipes de la narrativa en la cual participa.

Por último, debo aclarar que el fanatismo tiene grados, tal como se puede apreciar en lo antes citado, el de mayor militancia bloquea; el de mediana creencia se da sus “visitas” al otro, pero generalmente va bloqueando, es un acercamiento más para conocer que para crecer; y el grupo light es el que menos arraigo tiene, en algunos momentos cierra filas con su feligresía y en otros solo mira los toros desde la barrera, como expuse, es el más propenso a abandonar, a saltar la talanquera.
__________
Notas: ¹ Cruz, Jorge (2020) Cuando el discurso es sólo palabras. En: http://jorgecruzo.blogspot.com/

Saturday, May 2, 2020

Cuando el discurso es sólo palabras


Jorge Cruz, Caracas, 2 de mayo de 2020

Si en algo fue eficiente Chávez fue en instigar a la confrontación, al odio, algo que estaba en el ambiente y él aprovechó.

Los tres temas fueron: antiempresarios, antigringo y antipolítica.

Los dos primeros son de larga data, el último era temporal, los ciudadanos nos hemos acostumbrado a una relación de amor-odio hacia las organizaciones políticas.

Los preceptos de eso que han dado en llamar izquierda, asumió lo que dijo uno de sus teóricos: Antonio Gramsci: penetrar desde la base, desde la cultura, crear acólitos que sin saberlos eran utilizados. Por ello, en casi todas las universidades públicas y algunas privadas, lo que dominaba era el marxismo, con lo cual encausaban desde esa  etapa de Rito de Pasaje, en la cual los jóvenes son irreverentes, en búsqueda de su ubicación social al estar prontos a ingresar al mercado de trabajo y su rebeldía; por ello, inculcaban o potenciaban un odio contra los diferentes, especialmente los adinerados, que fundamentalmente, en Venezuela se referían a los empresarios (en otras naciones pueden ser los oligarcas, ese sector que viene por tradición, incluso desde la nobleza, cercanos al poder, tanto político como económico). Se les tilda como burguesía y explotadores de la clase trabajadora. Son el objetivo a eliminar, por medio de la colectivización de las empresas al ser tomadas por los obreros.

El segundo término es relacionado con parte del anterior, hay un enemigo que siempre está afuera que es el que sabotea nuestra economía, ya sea robándose nuestros recursos naturales, vendiéndonos formas de vida (colonialismo cultural), convirtiéndonos en meros consumistas y gobernándonos, ya que ese ente foráneo es el titiritero. Le han llamado imperio.

El último es ese fantasma  que aparece y desaparece cada cierto tiempo. En esta república caribeña, en los 90 venían de capa caída por los problemas que aquejaba la nación y, que ahora está nuevamente flotando en el entorno, ya que por un lado, hay descontento con el chavismo, gracias al desacertado rumbo en el cual se haya el país y tampoco simpatizan con la oposición por no sacar al chavismo del poder.

Chávez y su sucesor han sacado provecho de esos estereotipos con los cuales se habían alimentado por años a la población venezolana, para simular un ataque a ellos, hay otros temas más pero no son de este artículo,.

Se cimentó en ese principio de Maquiavelo: "Divide y reinas", por ello atizó el odio o desprecio contra los empresarios, contra EE.UU. (permitiendo la injerencia de Brasil, Cuba, China…), los partidos políticos; puedo agregar entre chavismo y opositores, entre sectores sociales.

Su gran aliado han sido los medios de comunicación con sus interminables cadenas (obligación de todos los medios de comunicación en unirse a su transmisión), de horas despotricando contra todos esos OTROS, burlándose, minusvalorándolos, condenándolos, acusándolos de culpables de sus errores y desaciertos, de la destrucción que ha estado sufriendo la nación. Debo agregar, que bajo la premisa de que los medios privados solo trasmiten mentiras, se tiene buena parte de las televisoras y las radios, las que nos están directamente bajo su mando, están con una espada de Damocles, censura; los medios impresos casi totalmente desaparecidos, solo unos pocos afectos circulan. A las RRSS han intentado, hay un casi total monopolio de parte de la compañía del Estado (CANTV) que es la que distribuye internet, incluso a las privadas, hay bloqueos intermitentes o permanentes de acceso a páginas, hay leyes que penalizan con cárcel a quienes exponen textos que disgustan al establishment.

La realidad

El resultado real es que si bien atacó ciertos grupos, solamente era un “Quítate tú pa’ponerme yo”. Por ejemplo, se compró lealtad, en especial a los cuerpos castrenses; se atacó a Polar como capitalista y las empresas de ingeniería nacionales para dar contratos a transnacionales como Odebretch, entre otras; se gritaba a los cuatro vientos que se eran antimperialista, condenaba su maquinaria de guerra y acusaba de sus intereses injerencistas e invasionistas, pero nunca dejó de vender petróleo, ya que era la principal fuente de recursos (divisas) para el presupuesto nacional; por último, persiguió y vociferó hasta más no poder en contra de los partidos políticos (su intención real era la existencia de un solo partido, para garantizar su permanencia en las miles del poder), aunque hasta antes de su muerte pudo ver como crecían y sobrepasaban en elecciones al Polo Patriótico (PSUV, PCV y otros menores).

Resumiendo, el chavismo ha cumplido a cabalidad el decir popular: “Del dicho al hecho hay mucho trecho”. Se aprovechó de un terreno que había sido abonado por años desde los centros educativos; por artistas o celebridades, en sus críticas a la situación del momento; del malestar general por la condiciones económicas; de los movimientos reivindicativos de diversas índoles como: indígenas, ambientalistas, vecinales, DD.HH., feministas, nueva Constitución, democracia participativa, las diferencias sociales..., todos ellos fueron promesas de campañas que poco a poco fueron dejados al abandono a la vera del camino. Se experimentó un gatopardismo impresionante, mucho de ello obnubilado por la bonanza petrolera más larga en la historia nacional y con la mayor cantidad de dinero.

Hubo una bacanal de discursos que al día siguiente es cuando se padece la resaca o hechos, la cual parece interminable, porque cada día es peor que el anterior.

PD: He estado analizando el discurso del chavismo, algunos me van a masacrar con epítetos tales como proempresario o pitiyanqui. 

Les advierto, si vamos a hablar de propietarios de empresas, tendré que señalar que hay de todo, sino deben preguntarse dos cosas: ¿Por qué son los trabajadores de Polar los que  principalmente se han opuesto a que el chavismo tome sus instalaciones? ¿Cuál es la empresa, tanto privada como pública, que tiene mejores beneficios para todos sus trabajadores y empleados?

Segundo, todos los gobiernos de todos los países defienden sus intereses (incluyo al llamado imperio), que ha existido una exacción de recursos, no es falso, pero también hay que reconocer que los tiempos cambian, así como ha existido el esclavismo (aún ahora está presente, pero no es el tema aquí), ahora hay otra manera de obtener ganancias, son las transnacionales las que se encargan de ello, muchas de ellas tienen buenos beneficios para sus trabajadores, otras explotan donde los gobiernos les dan facilidades. En fin, no se puede generalizar que todo es blanco y negro, porque hay muchos colores intermedios.

Friday, May 1, 2020

Confianza y expectativas, dueto económico


Jorge Cruz, Caracas, 30 de abril de 2020

En economía hay dos términos que son directamente proporcionales, es decir, si uno sube, el otro sube y lo contrario. Tales conceptos son: confianza y expectativas.

Cuando la confianza en una nación es alta las expectativas son también altas. Si yo soy un productor y tengo confianza en el gobierno de turno invierto porque mis expectativas son que se va a crecer sin molestias por parte de los que están en el poder.

Voy a poner otro ejemplo que ilustra claramente ello: Si tengo un trabajo, el cual veo que tengo posibilidades de permanecer por largo tiempo, que mis ingresos mejoraran con el tiempo por las posibilidades de ascenso (en pocas palabras, tengo alta confianza en el futuro en dicha empresa), mis expectativas son altas y, por ello, es probable que realice inversiones (compra) en vivienda, vehículo u otras artículos para garantizar una mejor calidad de vida. Lo contrario es estar en un lugar que no te la llevas bien con el jefe, que tu ambiente de trabajo no es el preferido; como resultado, puede que, busques trabajo; si puedes ahorras para evitar una sorpresa de desempleo… Tu confianza y expectativas son bajas.

La confianza es bivalente, es decir, se tiene o no confianza, no hay confianza a medias. Yo creo que eres un hombre de palabra o no.

Las expectativas, en cambio, si tienen una gradación, puedo tener altas, bajas, medias, de corto plazo, de largo o mediano aliento…

Qué sucede cuando un gobierno permite invasiones a propiedades y robos o empresas; realiza expropiaciones; tiene una legislación que limita el actuar, como por ejemplo despedir a personal no productivo; la justicia es discrecional… pues, nadie confía en ese régimen, por ello, los empresarios no invierten, si lo hacen es con el mínimo para no arriesgar mucho, y la población en general, cada cierto tiempo aparecen ajusticiamientos, la toma de la ley por sus manos, Fuenteovejuna en acción o protestas con alta frecuencia, entre otras conductas.

Como he dicho esto algo común en nuestra vida y de ello van a depender decisiones, que no son exclusivamente económicas. En pocas palabras, determinan nuestra conducta de vida a seguir.


Un país, una desesperanza

Vamos ahora a un caso concreto, un país: Venezuela. Desde hace más de 20 años un “nuevo”  gobierno asumió el poder.

Empezó con cierta confianza y expectativas, con el tiempo se fue incrementado, hasta las elecciones del 2006, desde allí comienza un vaivén, sube y baja, hasta las presidenciales del 2012, último triunfo de Chávez. Debemos recordar que en el 2007 pierde el referéndum y en el 2010 pierde ante la oposición, en términos de votos, en las elecciones parlamentarias, aunque por un reciente cambio en el reglamento interno se queda con la mayoría de la AN.

Al perecer el comandante y aparecer su escogido en escena, los números siguen bajando, su victoria en el 2013 estuvo en entredicho, no se quiso realizar una auditoría profunda de los votos, en la última confrontación, donde participó abiertamente la oposición, se dio una derrota aplastante al escoger diputados (2015).

Esto es en términos políticos, en lo económico, se puede decir que las dos palabras han contado con poca suerte.

Ya por el año 2001 se inician los conflictos con el sector empresarial. Desde esos años no ha parado en acosar a los propietarios de compañías y haciendas, muchas de ellas han sido expropiadas, se dice que solamente Chávez lo hizo en más de 1600, se suma a ello invasiones, incluso a propiedades del Estado como tierras que eran zonas experimentales para instituciones tanto académicas como entes dedicados a la investigación agrícola. Todo este clima hizo que la confianza en producir se fuera a pique; que empresas productivas, manejadas por el Estado, terminaran siendo una carga, ya que su producción no era suficiente o nula; que haciendas con cultivos o ganaderas bajaran sus cosechas a números íngrimos o que buena parte su ganado desaparecieran por los robos o sacrificios para comer de sus invasores.

Para mostrar cuan profunda es la desconfianza, una investigación realizada en el año 2018 dio como resultado que de 526 empresas de propiedad del Estado, 467 estaban acusadas por corrupción, malos manejos, permanentes conflictos laborales… Es decir, casi un 90% de las empresas en manos públicas estaban reprobadas.

En pocas palabras, la economía es un fantasma que divaga sin rumbo conocido, se habla que el Producto Interno Bruto, más conocido como PIB, esté a niveles parecidos a los de los años 40 del siglo pasado. Nadie quiere invertir, nadie confía en la moneda nacional y apela a otras más duras como dólar, Euros o, incluso, pesos colombianos. Nadie o muy pocos ven con buenos ojos el futuro, por lo cual más de 5 millones han emigrado.

Lo más terrible de la historia es que por más que intente comprar conciencias, que soborne con comida (bolsas clap) hacia los sectores de menores recursos (que ahora es una gran mayoría según se puede percibir por el sueldo, el último incremento del salario mínimo integral equivale a cerca de $6, un ingreso que es considerado como de los más pobres en el mundo). Pero, entre los dueños de compañías el recelo es aún mayor, lo cual augura que el futuro, mientras los mismos sigan en el poder, no va a cambiar el panorama.

Ha sido un barbarazo que ha dejado solo tierra yerma y continuará hasta tanto no abandonen.

Donde no hay confianza, no hay expectativas y donde la ausencia de ambos existe, solo hay desesperanza. No se puede negar que la realidad pide un cambio a gritos.

Friday, March 20, 2020

Escenarios para un cambio


Jorge Cruz, Caracas 19 de marzo de 2020

Un ejercicio para entender que puede pasar en el futuro es crear posibles escenarios. En Venezuela muchos se preguntan por el futuro y como se pudiera dar un cambio de gobierno. En este texto voy a analizar tres posibles, dos son locus interno y un locus externo. El interno tiene variables que se pueden manejar, el externo, no, ya que dependen del afuera.

Primer escenario: fuerzas externas realizan operaciones militares para derrocar o provocar la caída del régimen.

Aquí hay dos posibles vías: una sería un ataque centrado en lugares específicos, se le ha llamado una operación quirúrgica, que asesina o arresta a los que están en el poder o un grupo importante de ellos. La segunda es una invasión general con un ejército de miles de hombres.

Ambos requieren de la aprobación de un o unos presidentes foráneos, no de la oposición venezolana en sí.

Lo puntos fuertes que tendrían: grupos de militares profesionales y con equipos y armas de alta tecnología. Los débiles: requiere que haya cierto nivel de respaldo por, al menos, un presidente (que pudiera ser el de los EE.UU:) o una coalición donde pueden jugar diversos, desde los fronterizos: Colombia y Brasil hasta el los miembros del Grupo de Lima. Lo que se ha mostrado hasta este momento es que hay consenso, pero en el sentido contrario, son partidarios de vías no violentas (creo que pudieran haber dos razones: costos y lo que es bueno para la pava, es bueno para el pavo, ningún gobernante quiere que esa espada de Damoclés esté sobre ellos). Otra gran debilidad: costos, las dos operaciones requieren de una fuerte inversión, donde los implicados quisieran ver un “reembolso” ; de todos los países de América que pudieran participar, solo el coloso del norte pudiera estar con tales intereses, por el petróleo, pero si revisamos la historia, realmente ellos han estado adquiriendo el oro negro sin necesidad de un gasto de este tipo.

Segundo escenario: La oposición busca la ruta de la violencia, arma ejército o contrata mercenarios.
Si es con personal venezolano, lo primero que salta a la vista es que la población actual es de los dos extremos, tercera edad o cercano a ella y menores de edad, armar un ejército de esta naturaleza, da pena, solo en el cine se podría ver el enfrentamiento de dos grupos de milicianos (chavista y oposición).

La otra alternativa es contratar a mercenarios, los problemas son de dos tipos: costos y como mercenarios respaldan al mejor postor, no son garantía de lealtad.

Como vemos los pro y contras de este escenario son contados, el dinero que pudiera estar implicado es enorme y una victoria de milancianos de bando y bando es chaplinesco.

Tercer escenario: la democrática. Este es el que ha estado generalmente en boga por la dirigencia de la oposición. Se habla de un Consejo Nacional Electoral independiente, de elecciones libre y no solamente de unas elecciones parlamentarias, que por ley corresponden  a este año su renovación, sino presidenciales también.

Cuales serían la desventajas y ventajas: las primeras, participar en las condiciones actuales, sin cambio en el CNE es altamente riesgoso, las garantías de unas elecciones transparentes son escazas, pero queda el dilema ¿Se perderá el único espacio que tiene la oposición? (Con todo y la tramoya de una AN paralela como ahora existe). Se ha armado un arsenal de trampas que es como caminar en campo minado. A pesar de cantar que son ilegales todas las figuras electas: presidente, ANC, gobernadores y alcaldes con sus respectivos consejos, ellos, aparados en las armas, siguen usurpando el poder. Otro punto en contra son los militantes de la “oposición” que critican y no actúan, esos que están escudados por un dedo en la pantalla. Sus campañas son de un anarquismo total, no les gustan los dirigentes, que para el chavismo, frotándose las manos de placer, dice los enemigos de mis enemigos son mis amigos.

Ventajas, se podría demostrar que la fuerza está del lado de la oposición, que un alto porcentaje quiere que se vayan del poder. En el hipotético caso que se elijan nuevas autoridades para el ente árbitro de las votaciones, se debe realizar una campaña de persuasión a los electores que si se puede ganar sin utilizar otros escenarios.

En conclusión: los dos primeros tienen implícitos violencia, las guerras tienen fecha de inicio y no de final, pudiera ser de corto tiempo, como el caso Panamá y el apresamiento de Noriega, como de varios años, actualmente Siria.

Los costos son elevados y la pregunta es quién estaría dispuesto a financiar tal movimiento de recursos, pero además, entre mayor es la inversión mayor será lo que desean a cambio; ¿Qué puede ofrecer un país destruido sin ir a una guerra? ¿Sus recursos naturales? ¿Seguiremos en la misma ruta que profundizó el chavismo? Hay que tomar en cuenta que los estadounidenses tiene una producción de petróleo en alza, que en poco tiempo exportarían, por lo cual ¿Será atractivo para ellos invertir en algo que ya genera ganancias sin un guerra de por medio?

Por ello, considero que la opción real, no de ilusiones como las dos primeras, es la número tres.

Debemos trabajar para que ello ocurra, presionar para que se cumplan los pasos que exigen los líderes de la oposición y las naciones que lo secundan.

Participar en elecciones es la hoja de ruta, ¡no debemos perder el norte!

Wednesday, March 18, 2020

¡QEPD! ¡Estabas en la orilla!


Jorge Cruz, Caracas, 18 de febrero de 2020

Nos prometieron tantas cosas nuevas, cambios, revolución y otras ilusiones más, lo real es que terminamos peor que cuando se inició la “transformación”.

Se impulsó a la participación, era un gobierno que sustituía la representatividad por la participación, lo real fue neutralizar al movimiento popular.

El movimiento vecinal, feminista, LGTB, cooperativo, entre otros, fueron absorbidos o cooptados, la combatibidad que habían tenido en los años previos al chavismo decayó, una gran mayoría fueron presas de la venta de ilusiones de lograr reivindicaciones que no pasaron del papel, al solamente estar presentes en la Constitución, pero que no se cumplen, en algunos casos se llegó a tener una legislación favorable, pero sin reglamentos, por lo que quedaron como letra muerta y, además, con el control social existente, más aún se les ha limitado.

Uno de los grupos más guerreristas fueron los indígena, con algunas ONG de mucha fuerza como CONIVE, Kuyujani, Coica, entre otras, casi todas ellas han disminuido su potencial, algunas, incluso, se les ha perseguido de manera taimada, pero efectiva. No podemos olvidar que dos de sus luchas anteriores al chavismo, como fueron las llamadas Tendido Eléctrico en la Gran Sabana y La Reserva Forestal de Imataca, ambas en campaña política para la presidencia de Hugo Chávez, se comprometieron a respaldar las reivindicaciones de los indígenas y ambientalistas, al asumir el poder se traicionó tal promesa, en pocas palabras comenzó mal el gobierno y, a la larga, ha demostrado sus propias intenciones.

La Constitución incluyó un capítulo sobre lo ambiental, de allí al hecho hay mucho techo que no se ha recorrido, sino retrocedido. El último golpe a la mesa ha sido el proyecto del Arco Minero del Orinoco, que fue aprobado y se está ejecutando sin Estudios de Impacto Ambiental y Sociocultural, tal como lo reglamente la Constitución.

En términos de infraestructura, la historia es similar. Muchas propuestas, luego de asumir el poder, proyectos en cantidad, el resultado son miles de obras sin concluir, mucho dinero sin paradero conocido (o tal vez si), las vías que existían están en pésimo estado, edificios que han sido invadidos lucen como pordioseros, otras edificaciones abandonadas a la buena de dios, el resultado es triste, es el reino de las troneras o capas de fachadas que parecen rompecabezas que le faltan piezas. Solo un ejemplo: se propuso un gran plan ferrocarrilero que iba a cubrir partes importantes del país, al día de hoy solo hay un tramo operativo, es decir, de varios miles de kilómetros que estaban en el plan inicial, solo hay 41,5 en funcionamiento, en diversos lugares de la geografía nacional se pueden ver pilares de lo que sería un sistema, ahora es solo una hojarasca.

Los servicios fue otra promesa más, se anunciaba que iban a ser de calidad: agua, luz, telefonía (con internet incluido). Para ilustrar un solo servicio: agua. Desde el año 2009, posiblemente algunos recuerdan que Chávez sugirió el bañarse con taparas, comienza el suplicio, ya para el 2010 se mejoró, pero la alegría fue de tísico, en el 2014 se comienza un racionamiento progresivo hasta el día de hoy, en un principio solo eran unas pocas horas de corte, luego fue remplazado por lo contrario, solamente dos veces al día, en la mañana y la tarde, en estos momentos solamente, donde resido, se recibe, cuando contamos con suerte, un poco más de media hora por semana. ¡Sobran las palabras!

La salud es uno de los aspectos más precarios. En el año 2004 se dio comienzo a la Misión Barrio Adentro, con centros de atención primaria en diversos lugares de la geografía, fue de un impacto político inusitado, se daba respuesta a una de las necesidades con mayor deficiencia; pero todo eso se ha ido a la historia, solo recuerdos de un pasado “feliz”. Desde hace ya varios años, los seguros privados no dan sino para pagar a medias una consulta, no se puede pensar en unos exámenes de laboratorio y menos aún una intervención quirúrgica. El Seguro Social es un servicio que da lástima, generalmente no tienen medicinas, son cientos de casos de muertes por falta de tratamientos y/o fármacos.

Derechos humanos, uno se los más sonados “logros” en la Constitución, fue el incluir hasta derechos de tercera generación (primera: civiles y políticos; segunda: económicos, sociales y culturales; y tercera: justicia, paz y solidaridad). Sin embargo, como se puede percibir por lo antes descrito, no ha sido más que letra muerta.

En lo económico, se nos ha vendido en diversas ocasiones que seremos una potencia mundial, que gracias al petróleo, por tener las mayores reservas del planeta, seríamos la envidia. Los desatinos han sido de marca mayor, el chavismo emerge como respuesta a una crisis en los 80 y 90, pues ahora estamos en condiciones peores a esos años, hemos retrocedido al menos unas 80 décadas, según especialistas.

Quizás lo más evidente ha sido la política monetaria. Por un lado, la moneda ha perdido ocho ceros, es decir, se ha devaluado cien millones de bolívares, esa fallida política, que alimentada por emisión permanente de dinero inorgánico, más un déficit fiscal, ha llevado al país a tener, por más de dos años una hiperinflación (impuesto indirecto que paga especialmente los que menos recursos tiene, pero que a su vez arrastra a otros sectores a la pauperización).

Un reciente informe de uno de los organismos de las Naciones Unidas (Programa Mundial de Alimentos) afirmó que 1 de cada 3 venezolanos padece inseguridad alimentaria, a ese terrible dato tenemos que sumar los que no tienen medicina; en pocas palabras, el chavismo ha repartido muerte por hambre y enfermedades.

La expropiación de empresas agrícolas, fundos, edificios, terrenos y compañías diversas, sumado a ello el subsidio a importaciones, que hicieron que productos nacionales costaran más que los foráneos, generando que los empresarios huyeran despavoridos, que la inversión privada casi desapareciera y que nuestros hogares y despensas sufrieran desabastecimiento. Ello ha provocado que la casi se dependa exclusivamente de lo que ingresa por puertos, sean terrestres o marítimos. En un principio se dependía de las divisas que  por las ventas del oro negro el país recibía, pero al suceder algo similar con esta industria, disminuyeron los dólares, que aunado a restricciones para negociar afuera por el Estado, se giró hacia permitir que los privados trajeran rubros variados y así dar la apariencia de abastecimiento.

Con la agricultura y cría de animales ha sucedido algo similar, nos prometieron tanto y tan seguido, con nombres rimbombantes como Nudes, Fundos Zamoranos, gallineros verticales, entre otros; todos ellos no han pasado que ser eso ¡pasado! Luego de expropiaciones, invasiones, destrucción de áreas productivas para justificar invasiones. Antes hubo momentos en los cuales exportábamos arroz y escasamente hoy llega a cubrir un 20% de la demanda nacional. Todo no pasó de ser más que un show, un acto de magia fallido.

Voy a tocar un último punto, que no debería ser él, porque faltarían otros, pero llega el cansancio de tanto repetir la triste historia: producción. Se nos dijo en diversas ocasiones que íbamos a ser una potencia, que exportaríamos incluso. Los números de la desaparición de empresas es espeluznante, quedan luego de 20 años en el poder, menos de un cuarto del parque industrial, que significó a su vez la perdida de trabajo de miles de personas, mucho talento que migró.

Como hemos podido apreciar, la soledad y los parlamentos que se llevó el viento es lo único que queda con vida, un país arrasado, con pequeños oasis; una nación con los dos extremos, a su vez los más vulnerables, como población mayoritaria; un cementerio de proyectos que nunca supieron lo que era cortar la cinta.

Por ello debemos hacer un gran esfuerzo en hacer salir a esos vocingleros, buenos para nada, esos que experimentaron tanto y tan seguido, con el derroche y desaparición de recursos incluidos, para terminar con el suspiro final en la orilla, porque la ceguera ideológica no les permitió aprender a nadar.

Ahora, andan intentando enmendar sus errores, tantas veces señalados, permiten que la iniciativa individual sea la que dirija la economía, el dólar es casi libre, como sorpresa de hace pocos días, pidieron dinero a un ente del cual despotricaron (FMI) y llenaron de tantos adjetivos a quienes en algún momento su dedo índice apuntó como la ruta.

Hay que rescatar el poder de esos sátrapas, veo como vía la democrática: elecciones, y comenzar con nuevos modelos la reconstrucción e innovación de esa ave que parece muerta, que el sudor de muchos hará nuevamente que respire aire fresco y el brillo en sus ojos llenará nuestra cantimplora de esperanzas y sueños.


Monday, March 9, 2020

Con mis bolívares no te metas

Jorge Cruz, Caracas, 9 de marzo 2020

Muchas veces me he preguntado quiénes serán los asesores del régimen, ¡es que se ve cada cosa!
Finalmente la inflación está estabilizándose, no es gracias a una política coherente, sino a que no le tocó más que aceptar que nos dolarizaramos.

Si bien, la presencia de los verdes han sido frecuentes, hace dos día y un año que Venezuela en su totalidad quedó a oscuras por varios días, al no haber ningún tipo de servicio bancario la moneda del imperio fue la que monopolizó las transacciones (cabe recordar que la falla eléctrica fue desde más de dos días hasta más de 5 en las zonas fronterizas con Colombia). Desde ese aciago día las divisas foráneas fueron las que iniciaron a monopolizar los intercambios, en especial el dólar, para estar hoy cercano a un 80%.

Luego de esa cruenta “guerra económica” que ha sido especialmente liderada por una página web (Dólartoday), tras varios años en esa pelea de sombras, muchos discurso incendiario y leyes habilitantes, a finales del año pasado reconocieron que estaban contra la lona, no por los gringos sino por su fanatismo que los ha llevado a tantos desatinos, que ha significado miles de muertes por hambre y falta de medicamentos, como también el exilio forzado de millones. Ese extremismo, similar al de los Testigos de Jehová, que prefieren que muera una persona a que reciba una transfusión de sangre, por ejemplo.

Para poder alimentar a sus radicales seguidores y mostrar que está peleando contra el impero, decidieron que el ente que fiscaliza el “respeto” a los consumidores, Sundee, debía multar o amenazar a miles de comercios y colegios privados por realizar sus cobros en el sucio billete norteño y no en bolívares.

El argumento principal para tal acoso es que la Constitución expone que la moneda que debe dominar las operaciones de compra y venta, no debe ser otra que el alicaído bolívar.

Lo primero que salta a la vista es la falta de coherencia. El régimen ha impuesto el “bitcoin” petro (no se si los directivos y fiscales han leído una parte que yo no recuerdo en la carta magna) y, segundo, son selectivos en esa persecución, una de las grandes tiendas por departamentos y cercanos a las altas esferas, la prorevolucionaria y reino del consumismo: Traki, tiene todos sus productos señalados en dólares, Es cierto que estos almacenes acepta la moneda venezolana, pero como apunté arriba, son una minoría, porque se realizan en petros o verdes. Como también nos demuestra que los métodos revolucionarios son iguales a los que han criticado: selectivo es sus víctimas, aplican el eslogan: Con mis panas capitalistas revolucionarios no te metas.

En pocas palabras, este patético régimen, que gracias a la circulación de divisas duras como dólar, euro, real brasilero y pesos colombianos, la economía ha iniciado su estabilización, pero el fanatismo puede más o simplemente tiene que ser “coherente” con sus simpatizantes, aunque eso pueda significar caer nuevamente en la espiral ascendente de la inflación y todas las otras secuelas como muertes y exilios.

¡Patria, Traki o muerte!