Friday, March 20, 2020

Escenarios para un cambio


Jorge Cruz, Caracas 19 de marzo de 2020

Un ejercicio para entender que puede pasar en el futuro es crear posibles escenarios. En Venezuela muchos se preguntan por el futuro y como se pudiera dar un cambio de gobierno. En este texto voy a analizar tres posibles, dos son locus interno y un locus externo. El interno tiene variables que se pueden manejar, el externo, no, ya que dependen del afuera.

Primer escenario: fuerzas externas realizan operaciones militares para derrocar o provocar la caída del régimen.

Aquí hay dos posibles vías: una sería un ataque centrado en lugares específicos, se le ha llamado una operación quirúrgica, que asesina o arresta a los que están en el poder o un grupo importante de ellos. La segunda es una invasión general con un ejército de miles de hombres.

Ambos requieren de la aprobación de un o unos presidentes foráneos, no de la oposición venezolana en sí.

Lo puntos fuertes que tendrían: grupos de militares profesionales y con equipos y armas de alta tecnología. Los débiles: requiere que haya cierto nivel de respaldo por, al menos, un presidente (que pudiera ser el de los EE.UU:) o una coalición donde pueden jugar diversos, desde los fronterizos: Colombia y Brasil hasta el los miembros del Grupo de Lima. Lo que se ha mostrado hasta este momento es que hay consenso, pero en el sentido contrario, son partidarios de vías no violentas (creo que pudieran haber dos razones: costos y lo que es bueno para la pava, es bueno para el pavo, ningún gobernante quiere que esa espada de Damoclés esté sobre ellos). Otra gran debilidad: costos, las dos operaciones requieren de una fuerte inversión, donde los implicados quisieran ver un “reembolso” ; de todos los países de América que pudieran participar, solo el coloso del norte pudiera estar con tales intereses, por el petróleo, pero si revisamos la historia, realmente ellos han estado adquiriendo el oro negro sin necesidad de un gasto de este tipo.

Segundo escenario: La oposición busca la ruta de la violencia, arma ejército o contrata mercenarios.
Si es con personal venezolano, lo primero que salta a la vista es que la población actual es de los dos extremos, tercera edad o cercano a ella y menores de edad, armar un ejército de esta naturaleza, da pena, solo en el cine se podría ver el enfrentamiento de dos grupos de milicianos (chavista y oposición).

La otra alternativa es contratar a mercenarios, los problemas son de dos tipos: costos y como mercenarios respaldan al mejor postor, no son garantía de lealtad.

Como vemos los pro y contras de este escenario son contados, el dinero que pudiera estar implicado es enorme y una victoria de milancianos de bando y bando es chaplinesco.

Tercer escenario: la democrática. Este es el que ha estado generalmente en boga por la dirigencia de la oposición. Se habla de un Consejo Nacional Electoral independiente, de elecciones libre y no solamente de unas elecciones parlamentarias, que por ley corresponden  a este año su renovación, sino presidenciales también.

Cuales serían la desventajas y ventajas: las primeras, participar en las condiciones actuales, sin cambio en el CNE es altamente riesgoso, las garantías de unas elecciones transparentes son escazas, pero queda el dilema ¿Se perderá el único espacio que tiene la oposición? (Con todo y la tramoya de una AN paralela como ahora existe). Se ha armado un arsenal de trampas que es como caminar en campo minado. A pesar de cantar que son ilegales todas las figuras electas: presidente, ANC, gobernadores y alcaldes con sus respectivos consejos, ellos, aparados en las armas, siguen usurpando el poder. Otro punto en contra son los militantes de la “oposición” que critican y no actúan, esos que están escudados por un dedo en la pantalla. Sus campañas son de un anarquismo total, no les gustan los dirigentes, que para el chavismo, frotándose las manos de placer, dice los enemigos de mis enemigos son mis amigos.

Ventajas, se podría demostrar que la fuerza está del lado de la oposición, que un alto porcentaje quiere que se vayan del poder. En el hipotético caso que se elijan nuevas autoridades para el ente árbitro de las votaciones, se debe realizar una campaña de persuasión a los electores que si se puede ganar sin utilizar otros escenarios.

En conclusión: los dos primeros tienen implícitos violencia, las guerras tienen fecha de inicio y no de final, pudiera ser de corto tiempo, como el caso Panamá y el apresamiento de Noriega, como de varios años, actualmente Siria.

Los costos son elevados y la pregunta es quién estaría dispuesto a financiar tal movimiento de recursos, pero además, entre mayor es la inversión mayor será lo que desean a cambio; ¿Qué puede ofrecer un país destruido sin ir a una guerra? ¿Sus recursos naturales? ¿Seguiremos en la misma ruta que profundizó el chavismo? Hay que tomar en cuenta que los estadounidenses tiene una producción de petróleo en alza, que en poco tiempo exportarían, por lo cual ¿Será atractivo para ellos invertir en algo que ya genera ganancias sin un guerra de por medio?

Por ello, considero que la opción real, no de ilusiones como las dos primeras, es la número tres.

Debemos trabajar para que ello ocurra, presionar para que se cumplan los pasos que exigen los líderes de la oposición y las naciones que lo secundan.

Participar en elecciones es la hoja de ruta, ¡no debemos perder el norte!

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