Jorge Cruz, Caracas, 18 de febrero de 2020
Nos prometieron tantas cosas nuevas, cambios, revolución y
otras ilusiones más, lo real es que terminamos peor que cuando se inició la
“transformación”.
Se impulsó a la participación, era un gobierno que sustituía
la representatividad por la participación, lo real fue neutralizar al
movimiento popular.
El movimiento vecinal, feminista, LGTB, cooperativo, entre
otros, fueron absorbidos o cooptados, la combatibidad que habían tenido en los
años previos al chavismo decayó, una gran mayoría fueron presas de la venta de
ilusiones de lograr reivindicaciones que no pasaron del papel, al solamente
estar presentes en la Constitución, pero que no se cumplen, en algunos casos se
llegó a tener una legislación favorable, pero sin reglamentos, por lo que
quedaron como letra muerta y, además, con el control social existente, más aún
se les ha limitado.
Uno de los grupos más guerreristas fueron los indígena, con
algunas ONG de mucha fuerza como CONIVE, Kuyujani, Coica, entre otras, casi
todas ellas han disminuido su potencial, algunas, incluso, se les ha perseguido
de manera taimada, pero efectiva. No podemos olvidar que dos de sus luchas
anteriores al chavismo, como fueron las llamadas Tendido Eléctrico en la Gran
Sabana y La Reserva Forestal de Imataca, ambas en campaña política para la
presidencia de Hugo Chávez, se comprometieron a respaldar las
reivindicaciones de los indígenas y ambientalistas, al asumir el poder se
traicionó tal promesa, en pocas palabras comenzó mal el gobierno y, a la larga,
ha demostrado sus propias intenciones.
La Constitución incluyó un capítulo sobre lo ambiental, de
allí al hecho hay mucho techo que no se ha recorrido, sino retrocedido. El
último golpe a la mesa ha sido el proyecto del Arco Minero del Orinoco, que fue
aprobado y se está ejecutando sin Estudios de Impacto Ambiental y
Sociocultural, tal como lo reglamente la Constitución.
En términos de infraestructura, la historia es similar.
Muchas propuestas, luego de asumir el poder, proyectos en cantidad, el
resultado son miles de obras sin concluir, mucho dinero sin paradero conocido
(o tal vez si), las vías que existían están en pésimo estado, edificios que han
sido invadidos lucen como pordioseros, otras edificaciones abandonadas a la
buena de dios, el resultado es triste, es el reino de las troneras o capas de
fachadas que parecen rompecabezas que le faltan piezas. Solo un ejemplo: se
propuso un gran plan ferrocarrilero que iba a cubrir partes importantes del
país, al día de hoy solo hay un tramo operativo, es decir, de varios miles de
kilómetros que estaban en el plan inicial, solo hay 41,5 en funcionamiento, en
diversos lugares de la geografía nacional se pueden ver pilares de lo que sería
un sistema, ahora es solo una hojarasca.
Los servicios fue otra promesa más, se anunciaba que iban a
ser de calidad: agua, luz, telefonía (con internet incluido). Para ilustrar un
solo servicio: agua. Desde el año 2009, posiblemente algunos recuerdan que
Chávez sugirió el bañarse con taparas, comienza el suplicio, ya para el 2010 se
mejoró, pero la alegría fue de tísico, en el 2014 se comienza un racionamiento
progresivo hasta el día de hoy, en un principio solo eran unas pocas horas de
corte, luego fue remplazado por lo contrario, solamente dos veces al día, en la
mañana y la tarde, en estos momentos solamente, donde resido, se recibe, cuando
contamos con suerte, un poco más de media hora por semana. ¡Sobran las
palabras!
La salud es uno de los aspectos más precarios. En el año
2004 se dio comienzo a la Misión Barrio Adentro, con centros de atención
primaria en diversos lugares de la geografía, fue de un impacto político
inusitado, se daba respuesta a una de las necesidades con mayor deficiencia;
pero todo eso se ha ido a la historia, solo recuerdos de un pasado “feliz”.
Desde hace ya varios años, los seguros privados no dan sino para pagar a medias
una consulta, no se puede pensar en unos exámenes de laboratorio y menos aún
una intervención quirúrgica. El Seguro Social es un servicio que da lástima,
generalmente no tienen medicinas, son cientos de casos de muertes por falta de
tratamientos y/o fármacos.
Derechos humanos, uno se los más sonados “logros” en la
Constitución, fue el incluir hasta derechos de tercera generación (primera:
civiles y políticos; segunda: económicos, sociales y culturales; y tercera:
justicia, paz y solidaridad). Sin embargo, como se puede percibir por lo antes
descrito, no ha sido más que letra muerta.
En lo económico, se nos ha vendido en diversas ocasiones que
seremos una potencia mundial, que gracias al petróleo, por tener las mayores
reservas del planeta, seríamos la envidia. Los desatinos han sido de marca
mayor, el chavismo emerge como respuesta a una crisis en los 80 y 90, pues
ahora estamos en condiciones peores a esos años, hemos retrocedido al menos
unas 80 décadas, según especialistas.
Quizás lo más evidente ha sido la política monetaria. Por un
lado, la moneda ha perdido ocho ceros, es decir, se ha devaluado cien millones
de bolívares, esa fallida política, que alimentada por emisión permanente de
dinero inorgánico, más un déficit fiscal, ha llevado al país a tener, por más
de dos años una hiperinflación (impuesto indirecto que paga especialmente los
que menos recursos tiene, pero que a su vez arrastra a otros sectores a la
pauperización).
Un reciente informe de uno de los organismos de las Naciones
Unidas (Programa Mundial de Alimentos) afirmó que 1 de cada 3 venezolanos
padece inseguridad alimentaria, a ese terrible dato tenemos que sumar los que
no tienen medicina; en pocas palabras, el chavismo ha repartido muerte por
hambre y enfermedades.
La expropiación de empresas agrícolas, fundos, edificios,
terrenos y compañías diversas, sumado a ello el subsidio a importaciones, que
hicieron que productos nacionales costaran más que los foráneos, generando que
los empresarios huyeran despavoridos, que la inversión privada casi
desapareciera y que nuestros hogares y despensas sufrieran desabastecimiento. Ello
ha provocado que la casi se dependa exclusivamente de lo que ingresa por
puertos, sean terrestres o marítimos. En un principio se dependía de las
divisas que por las ventas del oro negro
el país recibía, pero al suceder algo similar con esta industria, disminuyeron
los dólares, que aunado a restricciones para negociar afuera por el Estado, se
giró hacia permitir que los privados trajeran rubros variados y así dar la
apariencia de abastecimiento.
Con la agricultura y cría de animales ha sucedido algo
similar, nos prometieron tanto y tan seguido, con nombres rimbombantes como
Nudes, Fundos Zamoranos, gallineros verticales, entre otros; todos ellos no han
pasado que ser eso ¡pasado! Luego de expropiaciones, invasiones, destrucción de áreas productivas para justificar invasiones. Antes hubo momentos en los
cuales exportábamos arroz y escasamente hoy llega a cubrir un 20% de la demanda
nacional. Todo no pasó de ser más que un show, un acto de magia fallido.
Voy a tocar un último punto, que no debería ser él, porque
faltarían otros, pero llega el cansancio de tanto repetir la triste historia: producción.
Se nos dijo en diversas ocasiones que íbamos a ser una potencia, que
exportaríamos incluso. Los números de la desaparición de empresas es
espeluznante, quedan luego de 20 años en el poder, menos de un cuarto del parque
industrial, que significó a su vez la perdida de trabajo de miles de personas,
mucho talento que migró.
Como hemos podido apreciar, la soledad y los parlamentos que
se llevó el viento es lo único que queda con vida, un país arrasado, con
pequeños oasis; una nación con los dos extremos, a su vez los más vulnerables,
como población mayoritaria; un cementerio de proyectos que nunca supieron lo
que era cortar la cinta.
Por ello debemos hacer un gran esfuerzo en hacer salir a
esos vocingleros, buenos para nada, esos que experimentaron tanto y tan
seguido, con el derroche y desaparición de recursos incluidos, para terminar
con el suspiro final en la orilla, porque la ceguera ideológica no les permitió
aprender a nadar.
Ahora, andan intentando enmendar sus errores, tantas veces
señalados, permiten que la iniciativa individual sea la que dirija la economía, el dólar es casi libre, como sorpresa de hace pocos días, pidieron dinero a un ente del cual despotricaron
(FMI) y llenaron de tantos adjetivos a quienes en algún momento su dedo índice
apuntó como la ruta.
Hay que rescatar el poder de esos sátrapas, veo como vía la democrática:
elecciones, y comenzar con nuevos modelos la reconstrucción e innovación de esa
ave que parece muerta, que el sudor de muchos hará nuevamente que respire aire fresco y el brillo en sus ojos llenará nuestra cantimplora de esperanzas y sueños.