Jorge Cruz, Caracas 9 de enero de 2020
Luego de la publicación de Nada es gratis… algunas personas
me han preguntado sobre Venezuela, esta es la reflexión sobre ello.
Esta nación caribeña es la ilustración de un gobierno
fallido, como lo han llamado algunos autores e instituciones. Su modelo fue un
Estado poderoso, gracias a los ingresos del Petróleo.
Antes de iniciar quisiera recordar y ampliar algo que fue
señalado en el anterior texto: fuentes de ingresos del Estado: dos principales:
como productor (Venezuela ha tenido experiencia en ello, algunas fueron
exitosas, otras no tanto, hasta que llegó el chavismo donde todo se ha ido a la
borda) e impuestos, estas dos son las que pueden tener mayor trascendencia en
el tiempo (la primea con una buena gestión); hay otras fuentes: venta de
activos como empresas, terrenos, entre otras; venta de bonos de deuda u otro
tipo de acciones, emisión de dinero orgánico e inorgánico. Estas últimas son
limitadas en el tiempo, lo vendido se puede hacer una vez y depende de la
cantidad de activos disponibles para la venta; los bonos u otros papeles con
valor monetario no puede ser para siempre, su deuda no puede crecer hasta el
infinito; y, por último, el dinero debe tener una política monetaria clara, si
se apela al inorgánico, eso va a significar déficit e inflación.
Iniciando, este Estado poderoso se ha caracterizado por:
- Dependencia fluctuante de una materia prima de importancia mundial: petróleo. Desde la década de los 40 hasta los 70 del siglo pasado, el país recibió por regalías un ingreso importante, que le permitió realizar diversos tipos de inversiones, por ejemplo, en la de los 50 muchas obras de infraestructura (Pérez Jiménez). A casi principios de los 70 se da un salto impresionante de ingresos, los precios del petróleo subieron bruscamente, lo que permitió financiar con más fuerza la propuesta de Substitución de Importaciones. A comienzos de los 80 declina el precio y con ello los ingresos, por lo cual se entra en una crisis que va a perdurar hasta mediados de la primera década del nuevo siglo, periodo en el cual nuevamente se tiene un incremento importante de lo que el oro negro provee al presupuesto de la nación; luego, ya en la segunda década el valor ha estado bajo con relación a los picos que logró y la nación está en una profunda crisis. Como se puede percibir, si la factura por la venta era alta, había prosperidad; si declinaba, el deterioro era la moneda. En pocas palabras, la estabilidad y calidad de vida del venezolano ha dependido de afuera: el comportamiento de una mercancía.
- Creo un sector medio significativo. Desde los años 30 el petróleo fue substituyendo cualquier otro ingreso de divisas y paralelamente fue creciendo su importancia en el presupuesto nacional. Ese flujo de dólares, de forma continua y creciente, desde ese primeros días hasta la década de los 70 fue generando un sector medio de importancia: profesionales, comerciantes y empresarios que, gracias a la afluencia de dinero desde el Estado y otras medidas que comentaré adelante, vieron su calidad de vida mejorada.
No se puede negar, que esta
prosperidad también tocó, con menor grado, a sectores trabajadores, que muchos
lograron estándares de un incipiente sector medio (por ejemplo, los
trabajadores petroleros), aunque muchos de sus hijos si llegaron a ser
profesionales y, con ello, escalar socialmente.
- Una divisa fuerte y con muchos periodos anclado en su cambio. El bolívar llegó a ser una de las monedas más fuertes en los años 50, luego bajó algo su posición, pero continuó siendo un peso pesado, sobre todo en Latinoamérica. Esto sucedió con fuerza hasta el año 1983, cuando sufre una primera devaluación, desde allí hay periodos de control de cambios en diversos momentos, bajo el chavismo pasó a ser la normalidad, hasta el año 2019, cuando se da cierta libertad, aunque no total.
Esta capacidad de compra ha sido
una carga pesada para la nación, ya que, en especial en dos momentos: años 70 y
a mediados de la primera década del 2000, era más rentable adquirir bienes
fuera o dentro del país, pero importados, como también la fuga de divisas, con
la adquisición de viviendas o apertura de cuentas en el extranjero.
- Subsidio a servicios. Otra peculiaridad que ha vivido el venezolano ha sido, que en general, los servicios han estado subsidiados por el Estado, ya que muchas veces eran prestados por empresas públicas. Por ello, han tenido bajos costos, esto se profundizó bajo el chavismo, donde el la telefonía celular llegó a costar céntimos de dólar un plan mensual, que en naciones vecinas eran 10 o más veces mayor.
- Una industrialización sobredimensionada. Una característica de la industrialización es que es impulsada por el Estado, se crean zonas industriales en diversas partes de la geografía con la intensión de atraer empresas, muchas de esas iniciativas fracasaron, dejando cantidad de construcciones o galpones vacíos. Otro tema fue que se orientó a satisfacer el mercado nacional, de pequeño tamaño, que pronto llegó a su punto de saturación y las empresas, que habían hecho inversiones vieron como su capacidad instalada era mayor a la dimensión de compra, claro esto sucede por las ventajas que dio el Estado para instalar las empresas, como créditos o subsidios. No fue una industria que se dedicó a exportar o generar innovación que pudiera competir en otros mercados, sino hacia lo interno, dejando como papel principal de creador de divisas a los bienes primarios, en especial el petróleo.
- Un programa de jubilación-pensión diferenciado. Venezuela tiene un sistema peculiar para los que pasan al retiro: hay pensión, que es la que se acumula en el Seguro Social y la jubilación que corre por cuenta del ente o empresa empleadora. La realidad es que son contadas las empresas que pueden sostener una jubilación, por lo que es el Estado el máximo jubilador, casi exclusivo; con ello, podemos notar, que es un incentivo para que la población activa busque empleo en el Estado, por supuesto, esto tiene sus límites. Hay que aclarar que la jubilación en una compañía privada solo es posible luego de acumular, mínimo, más de 25 años de servicios en una sola de ellas, no se suman si has trabajado en diversas.
- Un sistema de salud bastante extenso. Si bien, es conocido la campaña de erradicación de la malaria en los 50, donde se viajó por buena parte del territorio, con el advenimiento de la democracia en los 60, se inicia la construcción de hospitales y dispensarios (lugares de atención primaria) con bastante cobertura. Este funcionó con relativa eficiencia hasta mediados de los 80, luego es reimpulsado a mediados del 2000 con la Misión Barrio Adentro. Para la segunda década del siglo XXI empieza a decaer otra vez.
- Un programa de formación amplio. Quizás una de los mayores beneficios han sido el programa de formación, desde los 60, pero especialmente en los 70, se crean muchos centros educativos a todos los niveles: primaria, secundaria y universitaria. En sus comienzos fue la educación pública de alta calidad, ya para los 80 se inicia un deterioro que sólo es parcialmente rescatado, nuevamente, a mediados de la primera década de este siglo, para posteriormente decaer por debajo de los niveles de los 80 y 90. No se puede pasar por alto la Fundación Gran Mariscal Ayacucho, que becó y dio créditos para formación universitaria (muy contada) y especialmente para posgrados. Lo cual creo un nivel respetado en toda Latinoamérica. También se debe apuntar que se atrajeron profesores de calidad para las universidades públicas. El costo de formación en ellas era casi simbólico por lo bajo, como lo fue el sistema de comedores dentro de tales centros educativos, algo que fue casi norma, por muchos años en los niveles inferiores.
Como podemos notar, la educación
tuvo alta estima por los gobernantes, incluso en los momentos de bajos
ingresos, hasta que el chavismo se dedica a perseguir a las universidades
públicas autónomas, ahogándolas con bajos presupuestos.
- Un PIB muy dependiente del Estado. Para finalizar, como se puede comprender la economía dependía de la industria petrolera, muchas empresas que vendían insumos y/o prestaban servicios a la misma. PDVSA (Petróleos de Venezuela, S.A.) la empresa del Estado del área petrolera llegó a estar considerada como la 4 en importancia mundial, ella era el motor principal de la economía, su influencia en el presupuesto nacional ha sido en general de alta dimensión.
Este rápido recorrido nos deja varias enseñanzas, la de
mayor peso: Un Estado poderoso no significa bienestar para su población, crea
más bien vicios, por ejemplo, una parte de la población considera que es él el
que debe solucionar su carencias, tal vez la muestra más representativa ocurrió
con los bancos que se crearon a la par de los Concejos Comunales: el Banco
Comunal, el Estado brindaba unos aporte para su inicio, ese dinero pudiera
tener variados fines, como financiar los proyectos de mejoras en la comunidad o
para brindar crédito a los miembros del CC. Conozco un caso, creo que hay más
de uno, donde una persona solicitó un préstamo, cuando se procedió a cobrar
simplemente respondió que ese dinero, como era del Estado era suyo, lo asumió
como una donación, no como un crédito, que fue el documento firmado.
El empresario también ha parasitado al Estado, los subsidio,
créditos, márgenes de ganancias (hasta un 30% es permitido); por ello su
tendencia a lo grande es mejor, a sobredimensionar. Pero también ha encaminado que
una buena porción de ellos dirijan sus esfuerzos a prestar servicios o venta de
insumos a la industria petrolera, la que más ganancia crea.
El control del Estado ha ahogado muchas iniciativas, ha
iniciado otras fallidas con pérdidas millonarias en inversiones que nunca
prosperaron, no han permitido que sea la iniciativa privada la que guié el
camino hacia donde se debe dirigir la producción.
El Estado venezolano ha dependido, básicamente, de los
ingresos que genera el petróleo, con ello ha producido otro vicio: se ha vuelto
dependiente de dicho recurso, tal como un drogadicto.
Esa dependencia hace que su economía esté atenida a la bonaza
que el precio del oro negro de, si es bajo, la economía va en caída, si sube,
mejoran los números.
Como nada es gratis, el Estado poderoso en su máxima
expresión ha sido con el chavismo y la realidad es que se ha llegado a los
peores datos en términos de salud, educación, bienestar en de la población, lo
que ha tenido como resultado muertes de personas de todas las edades por
desnutrición, falta de tratamientos médicos, rendimientos escolares bajos, los
entes públicos con deterioros impresionantes y migración de millones de
habitantes hacia futuros inciertos fuera de la frontera.
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