Jorge Cruz,
Caracas, 23 de Octubre de 2013
Dice la sabiduría popular que lo único seguro es la muerte,
pero para tener un momento, mientras estemos vivos, seguros de vivir dignamente
es preferible tener un seguro; un seguro
que nos trate decentemente, que nos sirva para tener atención médica, un retiro
justo y sin sobresaltos.
Venezuela no tiene un seguro social que se acerque a ello,
aún después de 15 años en el poder un gobierno que se ha autotitulado defensor
de los derechos de los trabajadores. Es una tarea pendiente según lo que alegan
sus defensores.
Muchos de los supuestos beneficios sociales que ha
adelantado el gobierno no han resultado en tal, se quedan en una tarea
pendiente.
La educación, se crearon misiones diversas y se abrieron
nuevas universidades, pero significó el acoso y deterioro de la universidades
anteriores; con la salud igual, Misión Barrio Adentro, solucionó un vacio, pero
se abandonaron los hospitales, el resultado lo sabemos, los MBA no pueden,
porque no se crearon para ello, atender muchos de los problemas de salud y en
los hospitales no ha con que; la producción expropiaron empresas de todo tipo,
ahora importamos mucho más que antes, ya que ninguna de las nacionalizadas está
produciendo como debe, entre otros desafueros. Pura tarea pendiente.
Regresando al seguro. Es injusto por diversas razones. La
primera que pudiera señalar es que aún continúan pagándose por separado la
pensión y la jubilación. La pensión es la que asigna el Seguro Social, salario
mínimo, aunque te descuentan un porcentaje de lo que percibes (segunda
injusticia) y la jubilación es la que asigna por cantidad de años acumulados en
un sitio de trabajo privado o similar cantidad en cualquier ente del Estado. Si
has trabajado en varios lugares privados o una combinación de privados y
públicos que no alcances el mínimo requerido en el público, pues nunca somos
jubilados. Los independientes nunca se jubilarán.
Tenemos dos injusticias entonces una división que hace
atractiva ser funcionario público, porque siempre acumulas, sin importar si
cambias de ente y la segunda se te descuenta para el SS un monto de tu salario
real y se te devuelve solamente el salario mínimo existente.
Allí no terminan, si bien es cierto que un número importante
de nuestras personas mayores no tenían pensión, no se justifica que la primera
oleada de personas que fueron pensionadas fueran aquellas que no habían
completado las cuotas, por lo tanto, se les abrió la posibilidad de pagar el
faltante, que muchas personas con dificultad o incluso préstamos pudieron
realizar; para luego pensionar a todas las personas sin haber cancelado ni una
sola cuota. Si la idea era llevar a todas las personas mayores a una pensión no
era necesario que las sometieran a tal penuria de conseguir dinero de donde no
se tenía.
Voy a finalizar con otro punto, no el último que existe,
para cancelar las pensiones se está utilizando dinero del fisco, no es un
dinero autogenerado por el SS; con ello se desvían recursos que pudieran ser
utilizados en otros fines o programas al pago de pensiones. Esto tiene otro
problema, el país está en cada nuevo censo reflejando que cada vez es mayor el
promedio de edad de la población es 26 año, en el anterior era de 23; si
existiera un política coherente se utilizaran estos años para que todos los
activos (incluso buhoneros, como independientes) cotizaran y el SS pudiera ir
acumulando para los años donde sea más vieja la población. No es como una
opción, lo último que se ajustó en la Ley del Trabajo vigente, sino obligatorio.
Pero hablar de planificación para un gobierno que se ha caracterizado por la
improvisación, las ideas que vienen a media noche, el actuar pensando en las
elecciones próximas, es como pedir mucho.
Por todo lo anterior, cuando me hablan que este es un gobierno
que tiene en mente a la población, de hacer énfasis en lo social, me da un
ataque de risa; lo concreto es que ha sido un gobierno que hace obras con fines
electorales, adornadas de mucha verborrea (ahora hasta con un interlocutor que
se expresa de tal forma que habla de cosas “mal decías”.
En conclusión, se ha intentado construir un país paralelo y
solo se ha logrado que se convierta en un país de tareas pendientes, parece ser
que la única tarea realmente pendiente, ante tanto desastre, es cambiar de gobierno.