Jorge Cruz, Caracas 30 de julio de 2010
La política se ha reducido a su aspecto más pueril: rating televisivo, un producto de mercado (Ace) que se mide por su venta (voto).
Algunos pueden pensar que estoy hablando únicamente de los grupos que se oponen al gobierno en Venezuela, se les ha acusado de hacer política de medios; pero que se puede decir del lado del presidente, si es quien más ha abusado de los medios audiovisuales, cuántas cadenas o horas ha estado al frente de los micrófonos, varios miles, casi se pudiera decir que ha gobernado desde los medios: ha quitado y reciclado ministros, ha presentado ideas (diferentes a propuestas o proyectos), ha regañado a quien lo considere necesario…
Quizás el uso más perverso ha sido para bajar o subir, un tema (o subtrama culebrezca) del rating.
Voy a utilizar la figura del presidente porque como acabo de decir es quien mejor encarna mis argumentos.
Lo más reciente ha sido la rotura de relaciones con Colombia. Por un lado, se ha manifestado como parte de la política de hostigamiento y posible invasión del imperio. Voy a revisar un poco esto. Que el imperio utiliza estas vías es absolutamente cierto, la última invasión fue Irak y un poco antes Afganistán. Creo, sin embargo, si se tuvieran deseo se hubiera realizado hace unos años atrás cuando la línea dura en Washington era gobernante, un época marcada por las dos guerras mencionadas, una raya más en una cebra no se notará.
Esto tiene dos aristas: Venezuela no es TAN peligrosa como Irán o Corea del Norte, si es que tiene deseos de un enemigo que pone en entredicho la estabilidad; además, el presidente Chávez se ha caracterizado por un perro que ladra mucho y de allí no pasa, pregunto: ¿por qué no se ha cortado el envío de petróleo al imperio? ¿No se está apoyando a la maquinaria de invasiones que tanto se critica? ¿Entonces, dónde estamos?
Por otro lado, la presencia de la guerrilla y paramilitares es de larga data, es cierto, pero nunca habían actuando con tanta impunidad. Voy a comentar una anécdota y reportes de amigos. En el año 1992 yo visité con personal de INPARQUES al Parque Nacional Tamá, que colinda con otro parque del lado colombiano. En nuestra caminata nos tropezamos con unos “militares” eran un grupo de seis personas, nos saludaron y siguieron su ruta hacia una de las zonas más poblada del parque. Los funcionarios me comentaron que eran guerrilleros, que era algo común que ellos cada cierto tiempo venían a hacer negocios de este lado. Sin embargo, el año pasado casi simultáneamente me comentaron por varias fuentes (biólogos, antropólogos, entre otros) del cobro permanente de vacuna en ciertas zonas, del control con alcabalas incluidas por fuerzas ilegales e incluso la advertencia de parte de un alcalde a una ONG (que iba a realizar labores por las quela alcaldía la solicitó) que no se movilizaran en sus vehículos, que ellos los iban a recoger a ciertos puntos y luego facilitar sus desplazamientos para evitar “problemas” con la guerrilla. En pocas palabras, los argumentos del gobierno colombiano no son totalmente falsos. Debido a ello hemos visto los cambios de los mensajes del gobierno. Primero cortó relaciones por acusaciones sin sentido, después se afirmó que las incursiones de la guerrilla han sido frecuentes y un llamado a el cambio de actitud y conducta de los grupos irregulares y por último, no queremos la guerra, solo la paz (no se debe olvidar que meses atrás se hizo movilización de batallones a la frontera de parte nuestra).
Por último, también es cierto que el presidente Uribe ha utilizado esta cortina de humo para distraer el cierre de su ciclo de acusaciones sobre violación permanente de los derechos humanos, con masacres incluidas y le ha servido (hasta donde es un favor retribuido de Uribe por ayudar Chávez a la victoria de Santos, no lo sé, pero todo es posible) al presidente de Venezuela para cambiar la agenda dominante en los últimos meses de la ineficacia, corrupción y pérdida considerable de alimentos. Como podemos ver hay un manejo de la imagen sobre este tema, que dice siempre medias verdades.
Otro tema que es sobre los que se manejan directamente en los medios de comunicación. Cuando surgió el problema de la comida podrida y ante la avalancha de noticias y descubrimientos, el gobierno intentó desviar la atención hacia otros temas: el encuentro en el más allá de unos adúlteros (Bolívar y Manuela), el manido tema de la muerte de Bolívar (ahora nos dicen que posiblemente nunca sabremos la verdad porque él consumió arsénico para curar su tuberculosis, es decir, toda la inversión se va por el caño de aguas servidas), la visita de un terrorista que venía a un magnicidio (un hecho que dejó más dudas que explicaciones, ¿Cómo una personas que ingresa con pasaporte falso puede ser descubierta? Aquí los chinos están entrando en cantidades sin ser detectados y, además ¿por qué fue sacado inmediatamente de circulación y enviado a Cuba?), entre otras. Todas ellas tienen un lugar común se buscaban nuevos temas que entraran en los medios. (Por cierto, me parece pueril que se hayan quejado de la poca acogida de los medios de comunicación sobre ellos porque el gobierno tiene varios canales de televisión, cadenas de radio y periódicos, no era suficiente con ellos o eran que querían tener a TODOS por el rating).
Hay otro tema que ha sido atacado por el presidente: consumismo. Aquí hay una línea ni fu ni fa. Me explico, uno de los símbolos del capitalismo y consumismo es el vehículo privado (creo que aquí salen raspado todos los diputados y gran parte de los funcionarios públicos); sin embargo, vemos que ha sido una de las líneas que más se ha apoyado, Venezuela móvil por ejemplo, ahora viene lotes de Irán y Argentina a precios módicos. Esto me hace acordar una entrevista que le hicieron a ese extraordinario músico llamado Frank Zapa en la promoción de uno de sus discos. Él con un lenguaje mordaz y combatiente atacó al capitalismo y el consumismo a lo largo de la misma, pero al final nos dijo: “no se olviden de comprar mi disco…”. Yo me quedé en la duda si compraba o no. Pudiera tocar otros artículos, pero creo que este es bastante bueno para ilustrar.
Otro más, que nos muestra la misma perversidad es el relacionado a la ineficiencia. El Metro de Caracas ha tenido un deterioro como nunca antes visto. Creo que once presidentes de dicha institución en once años de gobierno. Ahora, después de una revuelta de usuarios, se comienza una serie de medidas para poder “arreglar” el sistema. Uno se pregunta ¿por qué se esperó hasta ahora para meter mano? ¿Por qué se inician las perforaciones de los túneles que estuvieron paralizadas por varios años? Pura imagen, puro rating.
Yo recuerdo que entre las escusas esgrimidas estaba la de un deterioro del sistema por treinta años de uso. Yo puedo decir que en los años ochenta por casi dos años diariamente utilicé el subway de Nueva York en las vías que iban de Manhattan al Bronx, con trenes que tenía como mínimo unos 80 años en funcionamiento y su servicio nunca tuvo problemas de no tener aire acondicionado o calefacción, tampoco de estar paralizado por media hora por causa de fallas; esas son excusas pueriles, pero que pueden convencer a muchos que no tiene información de referencia.
Ahondo aún más, el año pasado y a Semana Santa de este año se hicieron mantenimiento de las líneas que van de Chacaito a Los Dos Caminos por tres ocasiones. ¿Por qué tantas veces en un solo tamo? ¿Cuáles son realmente las causas de ello? Algunos comentarán que se hizo en otras partes (de Agua Salud hasta Caño Amarillo en una ocasión).
El último tema las elecciones. No hay mejor excusa para estar midiendo el rating que unas próximas elecciones, por ello no hay casi un año que no tengamos unas, que además no es la contienda entre posibles alcaldes, gobernadores, diputados, entre otros; sino entre los candidatos de la oposición y el presidente. Pero lo más doloroso es que se gobierna en función de ellas. El presente año (2010) ha sido una retahíla de problemas de desgobierno: Metro, inseguridad creciente, Barrio Adentro y su retroceso, crecimiento de las importaciones, devaluación, comida podrida y otros más, si no preguntamos por qué tantos y tan seguidos: la respuesta, el año pasado hubo elecciones a principio de año, por ello no se gobernó, se estuvo pendiente de temas como nuevas leyes, el problema con Colombia, el imperio posiblemente contra ataca y la agenda nacional brilló por su ausencia. Es un gobierno que actúa en función de una nueva contienda electoral, solamente de esa manera se siente estimulado para invertir. Lamentablemente esta es una visión cortoplacista que ha estado presente desde que se asumió el poder.
Como pudimos ver el gobierno y en especial el presidente, han hecho de los medios de comunicación su estrado, todo se maneja en función de rating, si un tema se convierte en contrario se busca su sustituto. Ya no se gobierna, se mide la audiencia sobre su respuesta y en función de ello se continúa actuando. Me pregunto ¿Cuándo tendremos un gobierno que se dedique a gobernar y no a buscar agendas que sean llamativas?
Sunday, August 15, 2010
Saturday, May 15, 2010
LA CULPA NO ES DEL TOMATE
Jorge Cruz O.
Caracas, 14 de mayo de 2010
Una de las grandes “virtudes” del venezolano es actuar como San Juan, cualquier accidente que provocamos levantamos el dedo para señalar a otro. Porque la culpa es del tomate.
Que quiero decir con el tomate. Si yo tengo una planta procesadora de pasta de tomate, lo primero que debo tener claro es el abastecimiento del necesitado fruto. Como el tomate es muy sensible a las lluvias, en el país la mayor cosecha se concentra en los meses de enero a mayo, luego viene otra que es más cara, de invernaderos. Como mi planta debe producir todo el año y con los precios más económicos, yo debo planificar mi producción, adquirir la mayor cantidad para los primeros meses del año y luego envasar en los meses subsiguientes. Si mi empresa se desabastece de dicho vegetal, la culpa es mía no del tomate.
Con diversos aspectos del país a sucedido esto: como vamos viendo vamos haciendo.
El primer caso es la electricidad. Lo primero que hizo el gobierno fue culpar al fenómeno El Niño. Esta “anomalía” climática tiene una regularidad entre tres y siete años, es altamente conocida y estudiada. Si fue culpable la naturaleza porque se corrió tardíamente a comprar lo que se debió hacer antes. Si por escasez de lluvia me quedo sin luz y/o agua no debemos culpar a la naturaleza. No es el tomate.
El siguiente es lo sucedido el dólar y su control. No soy economista, pero mi sentido común me dice si yo tengo algún dinero que puedo ahorrar, no lo debo hacer en el país porque las tasas de interés que puedo obtener serán por debajo de la inflación, lo que significa que mi dinero se hace menor; entonces busco una moneda más estable. Si a esto le agregamos la inestabilidad de que algún día me pueden quitar lo mío. Lo que el gobierno debe hacer es disminuir la inflación y respetar la propiedad privada, para que yo recupere la confianza; pues la culpa no es del tomate.
Yo sé que este caso tiene otros ingredientes, si deseo tener unas vacaciones tranquilas (sin inseguridad) y con un gasto moderado, los destinos foráneos me ofrecen paquetes con precios menores o igual de económicos que los locales y mayor paz, yo no lo pienso dos veces, ya sé cual es la opción que tomaré. Mientras no disminuya la inseguridad y los precios nuestros sean competitivos buscaré otros aires.
Otro punto del mismo caso, la producción no ha crecido, sino lo contrario, lo cual nos ha obligado a tener una importación creciente, si el ente que los autoriza no dota de los verdes necesarios, el comerciante buscará la forma de tenerlos, sean regulados o no. Todos ellos apuntan a que la demanda de dólares no se parará con acusar a las agencias intermediarias o intentar controlar por vías punitivas. Se creará un mercado negro oculto. Yo recuerdo mucho a amigos de los países de Europa Oriental que conocí en los años setenta y ochenta y sus narraciones de cómo se evadía los controles, era un contrabando impresionante a pesar de tanta militarización. Se crearán mafias y no será por culpa del tomate.
Otro más, la producción nacional no ha despegado, ni siquiera con la devaluación a principios de este año 2010, que nos alegaron que una de las razones era exactamente el impulso de ella. Pongo un ejemplo, Mercal desde su creación en el año 2004 (hace seis años) ha estado importando pollo. Uno se pregunta ¿Por qué no ha sido sustituido aún por aves nacionales? No es una inversión que requiera de mucho tiempo para ser productiva porque los pollos a los dos meses son descuartizados. ¿Cuál es la verdadera razón? No es del tomate.
El caso contrario al anterior es que un gobierno que se autotitula de socialista ha dado tanto impulso a un artículo que es el símbolo de la privacidad capitalista: el automóvil. Primero fue con el programa Venezuela Móvil y posteriormente con diversos convenios para traer vehículos económicos. Son contradicciones que no entiendo, pero estoy claro que la culpa no es del tomate.
El siguiente es la minería. Este no es un problema nuevo donde la falta de gobierno ha permitido su crecimiento descontrolado. Yo he estado en contacto con esta depredadora actividad desde hace varias décadas. He visto en primera fila varios de los diversos operativos o “planes” para su erradicación o legalidad. Lo primero que debo aclarar es que esta es una actividad económica que genera empleo e ingresos, a pesar de la ilegalidad y el daño ambiental que producen; por lo tanto, la manera de acabar con ella, es antes que siga creciendo, sustituyéndola con otra actividad que produzca ingreso, sino similares por lo menos que permita la supervivencia, no se puede crear un vacio porque el resultado es la ilegalidad y corrupción. Por ejemplo, en el Caura, desde hace más de cuatro años los indígenas Ye’kwana han denunciado la misma. Me pregunto ¿por qué se tardó tanto en actuar? Sin embargo, el ejercito, nuevo encargado de proteger la zona, ha creado un espacio para la corrupción. Quien ha visto un monitor, que se utiliza para la lavar y arrasar con bosques, sabe que es imposible que por su tamaño pase desapercibido. La coima es lo que ha reinado, es como un salario paralelo que se hace a ciertos funcionarios por parte de los que están en el poder, para que se mantengan fieles. Entonces, la culpa no es del tomate.
Mi próximo tema es convenios. Yo no tengo la cuenta de los cientos (posiblemente cercano a los miles) de convenios que se han firmado con naciones amigas para impulsar el país en vivienda, construcción de líneas férreas, instalación de empresas, apoyo a la actividad agropecuaria, entre otras; lo más triste de la historia es que luego de esos costosos viajes o recepciones pocos son los que tiene frutos reales. Nuevamente, la culpa no es del tomate.
Nosotros los humanos hemos necesitado de jerarquías para poder organizarnos como animales sociales, pero a su vez quienes están en el poder tiene que ser supervisados para evitar la tiranía, es la manera como se pueden autocontrolar las estructuras organizativas. Recuerdo que hace un tiempo atrás leí a una articulista que se asombraba de la imagen de soledad que transmitía el presidente cuando manifestaba que el problema eléctrico era grave. Yo me pregunto, si un presidente no tiene entes que lo supervisen, que pidan cuentas por los presupuestos paralelos, por los resultados de los convenios; sino por el contrario corren a cumplir la orden (idea) que el presidente tiene y luego, si él aparece como un guerrero derrotado y abandonado no podemos culpar al tomate.
Por último, la aplicabilidad de las leyes. Una de nuestras debilidades es crear leyes para todo, pero que en general adolecen de un ingrediente principal: su aplicación. Con la Constitución vigente se generó un espacio para conocerla y discutirla, sin embargo ese conocimiento nos lleva a saber que el gobierno se ha burlado de ella. Por ejemplo, las leyes ahora tiene un adjetivo que no está contemplado en la misma: socialismo. Mis padres me enseñaron que no es con la palabra que se enseña sino especialmente con el ejemplo, si el gobierno marca la pauta de la ilegalidad que se puede esperar del resto. Te absuelvo tomate, no eres el culpable.
La falta de civismo es una de las pautas que con el pasar de los años se ha enraizado de una manera insoportable. No se respetan ni siquiera las normas más simples, como detenerse en una luz en rojo, en la noche tenemos la excusa de la inseguridad y en el día por ser un reflejo condicionado o viveza, se ha convertido en norma. La respuesta fácil es necesitamos una campaña de educación; pero la realidad nos ha demostrado que cuando se hace cumplir la ley las cosas cambian, el ejemplo es lo que sucedió hace meses en la Av. Baralt, comenzó a circular con mayor velocidad al disponer vigilantes. Podemos seguir culpando al tomate, pero él es inocente.
Mientras continuemos señalando al carnoso, jugoso y rojo vegetal, como la causa de nuestros males o justifiquemos que se necesita más educación, o como decía Cantinflas: “falta de ignorancia”, andaremos por el camino que nos ha estado conduciendo cuesta abajo; porque aquí lo que sucede es por abundancia de gobierno.
Caracas, 14 de mayo de 2010
Una de las grandes “virtudes” del venezolano es actuar como San Juan, cualquier accidente que provocamos levantamos el dedo para señalar a otro. Porque la culpa es del tomate.
Que quiero decir con el tomate. Si yo tengo una planta procesadora de pasta de tomate, lo primero que debo tener claro es el abastecimiento del necesitado fruto. Como el tomate es muy sensible a las lluvias, en el país la mayor cosecha se concentra en los meses de enero a mayo, luego viene otra que es más cara, de invernaderos. Como mi planta debe producir todo el año y con los precios más económicos, yo debo planificar mi producción, adquirir la mayor cantidad para los primeros meses del año y luego envasar en los meses subsiguientes. Si mi empresa se desabastece de dicho vegetal, la culpa es mía no del tomate.
Con diversos aspectos del país a sucedido esto: como vamos viendo vamos haciendo.
El primer caso es la electricidad. Lo primero que hizo el gobierno fue culpar al fenómeno El Niño. Esta “anomalía” climática tiene una regularidad entre tres y siete años, es altamente conocida y estudiada. Si fue culpable la naturaleza porque se corrió tardíamente a comprar lo que se debió hacer antes. Si por escasez de lluvia me quedo sin luz y/o agua no debemos culpar a la naturaleza. No es el tomate.
El siguiente es lo sucedido el dólar y su control. No soy economista, pero mi sentido común me dice si yo tengo algún dinero que puedo ahorrar, no lo debo hacer en el país porque las tasas de interés que puedo obtener serán por debajo de la inflación, lo que significa que mi dinero se hace menor; entonces busco una moneda más estable. Si a esto le agregamos la inestabilidad de que algún día me pueden quitar lo mío. Lo que el gobierno debe hacer es disminuir la inflación y respetar la propiedad privada, para que yo recupere la confianza; pues la culpa no es del tomate.
Yo sé que este caso tiene otros ingredientes, si deseo tener unas vacaciones tranquilas (sin inseguridad) y con un gasto moderado, los destinos foráneos me ofrecen paquetes con precios menores o igual de económicos que los locales y mayor paz, yo no lo pienso dos veces, ya sé cual es la opción que tomaré. Mientras no disminuya la inseguridad y los precios nuestros sean competitivos buscaré otros aires.
Otro punto del mismo caso, la producción no ha crecido, sino lo contrario, lo cual nos ha obligado a tener una importación creciente, si el ente que los autoriza no dota de los verdes necesarios, el comerciante buscará la forma de tenerlos, sean regulados o no. Todos ellos apuntan a que la demanda de dólares no se parará con acusar a las agencias intermediarias o intentar controlar por vías punitivas. Se creará un mercado negro oculto. Yo recuerdo mucho a amigos de los países de Europa Oriental que conocí en los años setenta y ochenta y sus narraciones de cómo se evadía los controles, era un contrabando impresionante a pesar de tanta militarización. Se crearán mafias y no será por culpa del tomate.
Otro más, la producción nacional no ha despegado, ni siquiera con la devaluación a principios de este año 2010, que nos alegaron que una de las razones era exactamente el impulso de ella. Pongo un ejemplo, Mercal desde su creación en el año 2004 (hace seis años) ha estado importando pollo. Uno se pregunta ¿Por qué no ha sido sustituido aún por aves nacionales? No es una inversión que requiera de mucho tiempo para ser productiva porque los pollos a los dos meses son descuartizados. ¿Cuál es la verdadera razón? No es del tomate.
El caso contrario al anterior es que un gobierno que se autotitula de socialista ha dado tanto impulso a un artículo que es el símbolo de la privacidad capitalista: el automóvil. Primero fue con el programa Venezuela Móvil y posteriormente con diversos convenios para traer vehículos económicos. Son contradicciones que no entiendo, pero estoy claro que la culpa no es del tomate.
El siguiente es la minería. Este no es un problema nuevo donde la falta de gobierno ha permitido su crecimiento descontrolado. Yo he estado en contacto con esta depredadora actividad desde hace varias décadas. He visto en primera fila varios de los diversos operativos o “planes” para su erradicación o legalidad. Lo primero que debo aclarar es que esta es una actividad económica que genera empleo e ingresos, a pesar de la ilegalidad y el daño ambiental que producen; por lo tanto, la manera de acabar con ella, es antes que siga creciendo, sustituyéndola con otra actividad que produzca ingreso, sino similares por lo menos que permita la supervivencia, no se puede crear un vacio porque el resultado es la ilegalidad y corrupción. Por ejemplo, en el Caura, desde hace más de cuatro años los indígenas Ye’kwana han denunciado la misma. Me pregunto ¿por qué se tardó tanto en actuar? Sin embargo, el ejercito, nuevo encargado de proteger la zona, ha creado un espacio para la corrupción. Quien ha visto un monitor, que se utiliza para la lavar y arrasar con bosques, sabe que es imposible que por su tamaño pase desapercibido. La coima es lo que ha reinado, es como un salario paralelo que se hace a ciertos funcionarios por parte de los que están en el poder, para que se mantengan fieles. Entonces, la culpa no es del tomate.
Mi próximo tema es convenios. Yo no tengo la cuenta de los cientos (posiblemente cercano a los miles) de convenios que se han firmado con naciones amigas para impulsar el país en vivienda, construcción de líneas férreas, instalación de empresas, apoyo a la actividad agropecuaria, entre otras; lo más triste de la historia es que luego de esos costosos viajes o recepciones pocos son los que tiene frutos reales. Nuevamente, la culpa no es del tomate.
Nosotros los humanos hemos necesitado de jerarquías para poder organizarnos como animales sociales, pero a su vez quienes están en el poder tiene que ser supervisados para evitar la tiranía, es la manera como se pueden autocontrolar las estructuras organizativas. Recuerdo que hace un tiempo atrás leí a una articulista que se asombraba de la imagen de soledad que transmitía el presidente cuando manifestaba que el problema eléctrico era grave. Yo me pregunto, si un presidente no tiene entes que lo supervisen, que pidan cuentas por los presupuestos paralelos, por los resultados de los convenios; sino por el contrario corren a cumplir la orden (idea) que el presidente tiene y luego, si él aparece como un guerrero derrotado y abandonado no podemos culpar al tomate.
Por último, la aplicabilidad de las leyes. Una de nuestras debilidades es crear leyes para todo, pero que en general adolecen de un ingrediente principal: su aplicación. Con la Constitución vigente se generó un espacio para conocerla y discutirla, sin embargo ese conocimiento nos lleva a saber que el gobierno se ha burlado de ella. Por ejemplo, las leyes ahora tiene un adjetivo que no está contemplado en la misma: socialismo. Mis padres me enseñaron que no es con la palabra que se enseña sino especialmente con el ejemplo, si el gobierno marca la pauta de la ilegalidad que se puede esperar del resto. Te absuelvo tomate, no eres el culpable.
La falta de civismo es una de las pautas que con el pasar de los años se ha enraizado de una manera insoportable. No se respetan ni siquiera las normas más simples, como detenerse en una luz en rojo, en la noche tenemos la excusa de la inseguridad y en el día por ser un reflejo condicionado o viveza, se ha convertido en norma. La respuesta fácil es necesitamos una campaña de educación; pero la realidad nos ha demostrado que cuando se hace cumplir la ley las cosas cambian, el ejemplo es lo que sucedió hace meses en la Av. Baralt, comenzó a circular con mayor velocidad al disponer vigilantes. Podemos seguir culpando al tomate, pero él es inocente.
Mientras continuemos señalando al carnoso, jugoso y rojo vegetal, como la causa de nuestros males o justifiquemos que se necesita más educación, o como decía Cantinflas: “falta de ignorancia”, andaremos por el camino que nos ha estado conduciendo cuesta abajo; porque aquí lo que sucede es por abundancia de gobierno.
HISTORIA DE UNA INTOLERANCIA
Caracas, 4 de diciembre de 2009
En el año 2005, si mal no recuerdo, en una fenecida revista, Edgardo Lander hacia un análisis del gobierno de Chávez que era esclarecedor en aquel momento y mucho más ahora.
Allí él afirmaba que el presidente tenía un proyecto político bastante claro, pero no así el económico, no había un proyecto de desarrollo de país.
Hoy día es evidente que aún después de casi 11 años en el poder se continúa sin proyecto. Es lamentable porque siempre la cuerda se revienta por la parte más débil, los sectores de menores recursos.
Voy a hacer un rápido vuelo desde la subida al poder en el año 1999 hasta nuestros días.
Un inicio supuestamente promisorio
En diciembre de 1998 Chávez gana la presidencia con un respaldo de un 62% de los que ejercieron el voto. Llega al poder al tomar banderas de muchas de las necesidades sentidas y no satisfechas: inseguridad, crisis económica, desempleo, derechos humanos (indígenas entre ellos); aunque muy especialmente, incomunicación con los sectores del poder, los partidos políticos. Mucho de esto se sintetizaba en una nueva constitución para la nación.
Fueron inicios muy esperanzadores. Por un lado, se comienza el proceso que lleva a una nueva Constitución, una nueva identidad de país; aunque, valga recordarlo, Chávez dio muestra de intolerancia en algunos de los temas allí recogidos, los impuso por que le dio la gana y punto, no hay mayor discusión al respecto. También habló de freír la cabeza de los dirigentes políticos de los partidos caídos en desgracia.
Por el otro, no había claridad hacia donde se iba en lo económico, el presidente dijo que seguía los principios de “la tercera vía”, muy popular por el entonces primer ministro británico Tony Blair.
En pocas palabras, había deseos de cambios, de solidaridad con los sectores de menos recursos, pero sin líneas claras. Lo anterior hace que grupos de mucho poder económico y sectores medios que se siente desplazados, empiecen a radicalizarse, que culmina con el golpe de Estado en el año 2002.
Este año marca un viraje en Chávez, se radicaliza en su discurso e intolerancia, esto hace que desde la otra acera también se haga una confrontación mayor, esta ola en crescendo culmina con el paro petrolero. Donde se acrecienta el maniqueísmo, dos bandos enfrentados en términos políticos, sin ninguna propuesta de desarrollo.
La guinda se da con el primer revocatorio del presidente en ejercicio que culmina con la derrota de la oposición al mismo. Allí se culmina la sentencia del juego suma cero: el ganador toma todo. Gana gracias a unas propuestas que eran paños calientes para solventar las necesidades de buena parte de la población: Misiones. Ellas encierran en si el rumbo de los años subsiguientes.
Engolosinado con el éxito de las misiones se crean más, es un experimentar permanente, pero sin un norte de país. Ellas van a intentar destruir las estructuras existentes de forma paralela, pero al final terminan siendo absorbidas y con gastos inmensos que nunca tenían un control de ejecución y menos aún de evaluación de resultados.
El discurso político tiene una cara diferente: Socialismo de Siglo XXI.
En lo relacionado al desarrollo también se experimenta, hay proyectos, propuestas que así como aparecen desaparecen: Fundos Zamoranos, gallineros verticales, hidroponía, cooperativas, empresas de producción social, cogestión empresarial, núcleos endógenos, entre otros; es un ir y venir de ideas, de experimentos que tienen un solo sello: despilfarro de recursos. Como lo dijo el analista político Fausto Masó: el presidente ha construido el socialismo que el petróleo le ha permitido.
A lo largo de todo este proceso, hay un cambio en el destino político, de intentar buscar solución a gran parte de la población a mantenerse en el poder. Todo ello amparado en un principio: sin no tengo contendores reino para siempre. Lo más patético lo expresó José Vicente Rangel, siendo vicepresidente: no hay una oposición seria; es decir, tiene que haber una oposición que cumpla con lo que el gobierno consideran debe ser.
En pocas palabras, la intolerancia por parte del gobierno crece, la lista de Tacón y su versión refinada Maisanta son aplicada verticalmente, se le niega trabajo, contrato o cualquier relación con entes del Estado, a todo aquel que haya manifestado rechazo a la línea política del presidente (en algunos casos son políticas, pero en otros de políticas públicas, de cómo se estaban haciendo las cosas).
El socialismo permitió defenestrar o estigmatizar a cualquier contrincante: capitalista u oligarca. Sin importar el grado de crítica o sus propuestas, solamente se descalifica. Lo que dice el presidente se ejecuta, es la verdad.
El resultado de ello es la profunda crisis que estamos viviendo, como nunca hubo una línea clara del destino del país, poco a poco se fueron acumulando los desatinos y al bajar los ingresos petroleros se ven mucho más abiertamente las costuras.
A pesar que se cacareó de una soberanía alimentaria, nunca en historia del país estamos dependiendo de la importación de los alimentos de la cesta básica como ahora: más de un 80%. Pasamos de ser exportadores a importadores de rubros como: café, arroz, chocolate, cítricos, entre otros; de algunos incrementamos las cantidades: azúcar, pollo, carne, leche, maíz, atún enlatado, y de otros simplemente aumentaron porque no se producen, pero si se han incrementado su consumo en detrimento de otros productos de producción nacional: trigo. 11 años en el poder y el país solo ve como meta un barranco.
Eso es en el área agrícola, pero si revisamos otros aspectos el esquema es similar. El Ministerio del Ambiente, el año pasado dejó de ejecutar cerca de un 25% de su presupuesto, lo que significa que para este año se le calculó la asignación en basados en el 75%, pero el ajuste que se hizo a principios de año, por la caída de los precios del petróleo, también toco las puertas del ministerio y a casi finalizar el año se habla de una ejecución cercana al 70%. En pocas palabras, hay una desinversión en este sector. Parte de la culpa la tiene la intolerancia, no se contrata empresa que pertenezca o tenga en sus filas personas que aparecen en la “Lista Tascón”.
En infraestructura la historia se repite. Voy a señalar transporte, es rápida sin muchos detalles ni un agotamiento del tema. Por ejemplo, el metro de Caracas tuvo en el año 2006 la inauguración de dos líneas o extensiones: Líneas 2 y 4. Ambas se inauguraron a medias, pero era necesario por la inminente elección presidencial de ese año. Hoy en la línea dos, que debió contar con cuatro nuevas estaciones, solo fue inaugurada una, para la conexión al tren de los Valles del Tuy, tres años después se menciona que serán abiertas las otras tres. El metrocable para San Agustín del Sur ha sido anunciado su puesta en servicio por varias ocasiones, la última fue previo a las elecciones de alcaldes y gobernadores, aún espera por su funcionamiento al público. El tren Acarigua- Puerto Cabello tiene más de cinco años en el mismo estado, la conexión con Tejería, tiene retrasos sustanciales, esta es apenas una pequeña muestra. En Caracas no se ha construido ninguna nueva vía, una solución al transporte público, Buscaracas estuvo en estudio por más de tres años (el alcalde de aquel entonces Bernal, lo mencionaba en eventos) comenzó su construcción en el último año en el poder y se paralizó a su salida.
Como se puede notar, muchos proyectos iniciados pocos concluidos, mucha intolerancia, un futuro incierto (no he tocado la crisis financiera, ni la corrupción galopante). Un despilfarro de los mayores ingresos petroleros que ha tenido la historia del país, por casi ocho años consecutivos, un endeudamiento (del país y de PDVSA) con muchos ceros a la derecha.
Algunos alegaran que este ha sido un gobierno que ha beneficiado a los desposeídos, esto es parcialmente cierto, Carlos Andrés Pérez, en otro de las mejores época de precios del petróleo, impuso la política de pleno empleo que llevó a casi cero el desempleo (mucho improductivo, es cierto); pero también fue uno de los gobierno que empeño al país de una manera bestial, en ello también se parecen. Se diferencian que CAP impulsó una industria que estaba basada en la exportación de materia prima poco tratada y la disidencia era parcialmente tolerada, aunque perseguida de manera más brutal, física; este gobierno no tiene eso: no hay un modelo o modelos a seguir. Solamente intolerancia, la persecución es económica, pero también hay otros como supuestos casos legales (hay líderes indígenas acusados de corrupción sin base) o incluso política.
Para finalizar, la crisis que estamos padeciendo no es por culpa del imperialismo o saboteo de la oposición, es el resultado de no tener rumbo, de un estadista que no cumple su función, pero especialmente por el clima de terror que se ha generado con la intolerancia, que tiene su mayor expresión en esa confusión “no planificada” de Estado y gobierno.
En el año 2005, si mal no recuerdo, en una fenecida revista, Edgardo Lander hacia un análisis del gobierno de Chávez que era esclarecedor en aquel momento y mucho más ahora.
Allí él afirmaba que el presidente tenía un proyecto político bastante claro, pero no así el económico, no había un proyecto de desarrollo de país.
Hoy día es evidente que aún después de casi 11 años en el poder se continúa sin proyecto. Es lamentable porque siempre la cuerda se revienta por la parte más débil, los sectores de menores recursos.
Voy a hacer un rápido vuelo desde la subida al poder en el año 1999 hasta nuestros días.
Un inicio supuestamente promisorio
En diciembre de 1998 Chávez gana la presidencia con un respaldo de un 62% de los que ejercieron el voto. Llega al poder al tomar banderas de muchas de las necesidades sentidas y no satisfechas: inseguridad, crisis económica, desempleo, derechos humanos (indígenas entre ellos); aunque muy especialmente, incomunicación con los sectores del poder, los partidos políticos. Mucho de esto se sintetizaba en una nueva constitución para la nación.
Fueron inicios muy esperanzadores. Por un lado, se comienza el proceso que lleva a una nueva Constitución, una nueva identidad de país; aunque, valga recordarlo, Chávez dio muestra de intolerancia en algunos de los temas allí recogidos, los impuso por que le dio la gana y punto, no hay mayor discusión al respecto. También habló de freír la cabeza de los dirigentes políticos de los partidos caídos en desgracia.
Por el otro, no había claridad hacia donde se iba en lo económico, el presidente dijo que seguía los principios de “la tercera vía”, muy popular por el entonces primer ministro británico Tony Blair.
En pocas palabras, había deseos de cambios, de solidaridad con los sectores de menos recursos, pero sin líneas claras. Lo anterior hace que grupos de mucho poder económico y sectores medios que se siente desplazados, empiecen a radicalizarse, que culmina con el golpe de Estado en el año 2002.
Este año marca un viraje en Chávez, se radicaliza en su discurso e intolerancia, esto hace que desde la otra acera también se haga una confrontación mayor, esta ola en crescendo culmina con el paro petrolero. Donde se acrecienta el maniqueísmo, dos bandos enfrentados en términos políticos, sin ninguna propuesta de desarrollo.
La guinda se da con el primer revocatorio del presidente en ejercicio que culmina con la derrota de la oposición al mismo. Allí se culmina la sentencia del juego suma cero: el ganador toma todo. Gana gracias a unas propuestas que eran paños calientes para solventar las necesidades de buena parte de la población: Misiones. Ellas encierran en si el rumbo de los años subsiguientes.
Engolosinado con el éxito de las misiones se crean más, es un experimentar permanente, pero sin un norte de país. Ellas van a intentar destruir las estructuras existentes de forma paralela, pero al final terminan siendo absorbidas y con gastos inmensos que nunca tenían un control de ejecución y menos aún de evaluación de resultados.
El discurso político tiene una cara diferente: Socialismo de Siglo XXI.
En lo relacionado al desarrollo también se experimenta, hay proyectos, propuestas que así como aparecen desaparecen: Fundos Zamoranos, gallineros verticales, hidroponía, cooperativas, empresas de producción social, cogestión empresarial, núcleos endógenos, entre otros; es un ir y venir de ideas, de experimentos que tienen un solo sello: despilfarro de recursos. Como lo dijo el analista político Fausto Masó: el presidente ha construido el socialismo que el petróleo le ha permitido.
A lo largo de todo este proceso, hay un cambio en el destino político, de intentar buscar solución a gran parte de la población a mantenerse en el poder. Todo ello amparado en un principio: sin no tengo contendores reino para siempre. Lo más patético lo expresó José Vicente Rangel, siendo vicepresidente: no hay una oposición seria; es decir, tiene que haber una oposición que cumpla con lo que el gobierno consideran debe ser.
En pocas palabras, la intolerancia por parte del gobierno crece, la lista de Tacón y su versión refinada Maisanta son aplicada verticalmente, se le niega trabajo, contrato o cualquier relación con entes del Estado, a todo aquel que haya manifestado rechazo a la línea política del presidente (en algunos casos son políticas, pero en otros de políticas públicas, de cómo se estaban haciendo las cosas).
El socialismo permitió defenestrar o estigmatizar a cualquier contrincante: capitalista u oligarca. Sin importar el grado de crítica o sus propuestas, solamente se descalifica. Lo que dice el presidente se ejecuta, es la verdad.
El resultado de ello es la profunda crisis que estamos viviendo, como nunca hubo una línea clara del destino del país, poco a poco se fueron acumulando los desatinos y al bajar los ingresos petroleros se ven mucho más abiertamente las costuras.
A pesar que se cacareó de una soberanía alimentaria, nunca en historia del país estamos dependiendo de la importación de los alimentos de la cesta básica como ahora: más de un 80%. Pasamos de ser exportadores a importadores de rubros como: café, arroz, chocolate, cítricos, entre otros; de algunos incrementamos las cantidades: azúcar, pollo, carne, leche, maíz, atún enlatado, y de otros simplemente aumentaron porque no se producen, pero si se han incrementado su consumo en detrimento de otros productos de producción nacional: trigo. 11 años en el poder y el país solo ve como meta un barranco.
Eso es en el área agrícola, pero si revisamos otros aspectos el esquema es similar. El Ministerio del Ambiente, el año pasado dejó de ejecutar cerca de un 25% de su presupuesto, lo que significa que para este año se le calculó la asignación en basados en el 75%, pero el ajuste que se hizo a principios de año, por la caída de los precios del petróleo, también toco las puertas del ministerio y a casi finalizar el año se habla de una ejecución cercana al 70%. En pocas palabras, hay una desinversión en este sector. Parte de la culpa la tiene la intolerancia, no se contrata empresa que pertenezca o tenga en sus filas personas que aparecen en la “Lista Tascón”.
En infraestructura la historia se repite. Voy a señalar transporte, es rápida sin muchos detalles ni un agotamiento del tema. Por ejemplo, el metro de Caracas tuvo en el año 2006 la inauguración de dos líneas o extensiones: Líneas 2 y 4. Ambas se inauguraron a medias, pero era necesario por la inminente elección presidencial de ese año. Hoy en la línea dos, que debió contar con cuatro nuevas estaciones, solo fue inaugurada una, para la conexión al tren de los Valles del Tuy, tres años después se menciona que serán abiertas las otras tres. El metrocable para San Agustín del Sur ha sido anunciado su puesta en servicio por varias ocasiones, la última fue previo a las elecciones de alcaldes y gobernadores, aún espera por su funcionamiento al público. El tren Acarigua- Puerto Cabello tiene más de cinco años en el mismo estado, la conexión con Tejería, tiene retrasos sustanciales, esta es apenas una pequeña muestra. En Caracas no se ha construido ninguna nueva vía, una solución al transporte público, Buscaracas estuvo en estudio por más de tres años (el alcalde de aquel entonces Bernal, lo mencionaba en eventos) comenzó su construcción en el último año en el poder y se paralizó a su salida.
Como se puede notar, muchos proyectos iniciados pocos concluidos, mucha intolerancia, un futuro incierto (no he tocado la crisis financiera, ni la corrupción galopante). Un despilfarro de los mayores ingresos petroleros que ha tenido la historia del país, por casi ocho años consecutivos, un endeudamiento (del país y de PDVSA) con muchos ceros a la derecha.
Algunos alegaran que este ha sido un gobierno que ha beneficiado a los desposeídos, esto es parcialmente cierto, Carlos Andrés Pérez, en otro de las mejores época de precios del petróleo, impuso la política de pleno empleo que llevó a casi cero el desempleo (mucho improductivo, es cierto); pero también fue uno de los gobierno que empeño al país de una manera bestial, en ello también se parecen. Se diferencian que CAP impulsó una industria que estaba basada en la exportación de materia prima poco tratada y la disidencia era parcialmente tolerada, aunque perseguida de manera más brutal, física; este gobierno no tiene eso: no hay un modelo o modelos a seguir. Solamente intolerancia, la persecución es económica, pero también hay otros como supuestos casos legales (hay líderes indígenas acusados de corrupción sin base) o incluso política.
Para finalizar, la crisis que estamos padeciendo no es por culpa del imperialismo o saboteo de la oposición, es el resultado de no tener rumbo, de un estadista que no cumple su función, pero especialmente por el clima de terror que se ha generado con la intolerancia, que tiene su mayor expresión en esa confusión “no planificada” de Estado y gobierno.
LA PALMADITA EN EL HOMBRO
Jorge Cruz
Caracas, 26 de abril de 2010
Hace más de dos décadas el gran músico venezolano Diego Silva me dijo una expresión que cada vez que escucho el concepto Socialismo de Siglo XXI, me brota de inmediato. La frase es la siguiente: “Indio cada vez te pareces más a nosotros” acompañada por una palmadita en el hombro.
Aclaro el porqué de esa cita tan añeja. En mis años de estudiante de bachillerato se inició mis estudios del marxismo, que continuaron en la universidad y posteriormente en dos posgrados. Sin embargo, ya desde la universidad, luego de un caer en mis manos la famosa carta del Jefe Seattle, mis derroteros cambiaron de rumbo, mis inquietudes y preguntas tomaron una vía que aún no termino de responder pero si tener claro mis intenciones y proyecto de vida.
Inicio mi perorata con una pregunta que versa sobre un tema para demostrar porque no creo en ello: ¿Qué socialismo ha sido consecuente con el ambiente? La respuesta es evidente: ninguno, ni el soviético, ni el chino, ni el coreano, ni el cubano… han tenido un comportamiento diferente al capitalista con relación a la naturaleza.
¿Por qué? Contesto con otra pregunta: ¿Dónde se “creo” el modelo capitalista y dónde se creó el modelo socialista? En Europa. Otra interrogante más ¿qué une, entonces a ambas propuestas? Una cultura, la occidental. Por lo tanto, todos ellos han respondido a la misma lógica explotadora de la naturaleza, porque detrás está la cosmovisión que la ha creado, nutre y constriñe. Por ello la mejor definición que he escuchado fue la respuesta de alguien, perdí su nombre, que le preguntaron sobre las diferencias del capitalismo y socialismo, a lo cual dijo: el capitalismo es la explotación del hombre por el hombre y el socialismo lo contrario.
Recomiendo la lectura de un texto de otro gran pensado venezolano: Edgardo Lander, su libro: Una Contribución Crítica al Socialismo Realmente Existente, para entender como el pensamiento de Carlos Marx está absolutamente permeado de su cultura occidental.
Es decir, en Venezuela desde nuestro presidente hasta sus loritos están buscando la aprobación de ser integrado a una cultura, la palmadita en el hombro. Hablamos de independencia, pero solamente estamos repitiendo el mandato de una cultura colonizadora y homogenizadora como la occidental.
Por ello seguimos insistiendo como palanca de nuestro desarrollo al uno de los elementos que más contribuye al calentamiento global, a la contaminación, a la extinción de especies: el petróleo.
Quizás algunos me argumentarán que es necesario para lograr el despegue. Yo alego que dese la misma frase de Uslar Pietri: “sembrar el petróleo” está errado el modelo. El petróleo no se puede sembrar, es altamente contaminante y extermina cualquier tipo de vida donde toca un suelo lleno de flora y fauna.
Voy a utilizar otro ejemplo: tampoco creo que para construir un mundo mejor se deba hacer con la siembra de droga, porque de por sí está negando el mundo que se quiere construir, no se puede construir algo mejor con personas adictas.
Lamentablemente hasta ahora el modelo sobre el que estamos basando nuestro futuro es en mayores dosis de energía fósil, somos adictos al petróleo, cada vez somos más dependientes de él; esa es la triste realidad.
Sin embargo, lo más triste de la historia es que seguimos la tónica de nuestros colonizadores, bajo un supuesto cambio radical, de una revolución, que cada vez toma más tintes gatopardianos: Cambiar las cosas para que todo siga igual.
Definitivamente, si queremos hacer un real cambio del país debemos leer menos a Marx y mucho más a Iván Illich.
Caracas, 26 de abril de 2010
Hace más de dos décadas el gran músico venezolano Diego Silva me dijo una expresión que cada vez que escucho el concepto Socialismo de Siglo XXI, me brota de inmediato. La frase es la siguiente: “Indio cada vez te pareces más a nosotros” acompañada por una palmadita en el hombro.
Aclaro el porqué de esa cita tan añeja. En mis años de estudiante de bachillerato se inició mis estudios del marxismo, que continuaron en la universidad y posteriormente en dos posgrados. Sin embargo, ya desde la universidad, luego de un caer en mis manos la famosa carta del Jefe Seattle, mis derroteros cambiaron de rumbo, mis inquietudes y preguntas tomaron una vía que aún no termino de responder pero si tener claro mis intenciones y proyecto de vida.
Inicio mi perorata con una pregunta que versa sobre un tema para demostrar porque no creo en ello: ¿Qué socialismo ha sido consecuente con el ambiente? La respuesta es evidente: ninguno, ni el soviético, ni el chino, ni el coreano, ni el cubano… han tenido un comportamiento diferente al capitalista con relación a la naturaleza.
¿Por qué? Contesto con otra pregunta: ¿Dónde se “creo” el modelo capitalista y dónde se creó el modelo socialista? En Europa. Otra interrogante más ¿qué une, entonces a ambas propuestas? Una cultura, la occidental. Por lo tanto, todos ellos han respondido a la misma lógica explotadora de la naturaleza, porque detrás está la cosmovisión que la ha creado, nutre y constriñe. Por ello la mejor definición que he escuchado fue la respuesta de alguien, perdí su nombre, que le preguntaron sobre las diferencias del capitalismo y socialismo, a lo cual dijo: el capitalismo es la explotación del hombre por el hombre y el socialismo lo contrario.
Recomiendo la lectura de un texto de otro gran pensado venezolano: Edgardo Lander, su libro: Una Contribución Crítica al Socialismo Realmente Existente, para entender como el pensamiento de Carlos Marx está absolutamente permeado de su cultura occidental.
Es decir, en Venezuela desde nuestro presidente hasta sus loritos están buscando la aprobación de ser integrado a una cultura, la palmadita en el hombro. Hablamos de independencia, pero solamente estamos repitiendo el mandato de una cultura colonizadora y homogenizadora como la occidental.
Por ello seguimos insistiendo como palanca de nuestro desarrollo al uno de los elementos que más contribuye al calentamiento global, a la contaminación, a la extinción de especies: el petróleo.
Quizás algunos me argumentarán que es necesario para lograr el despegue. Yo alego que dese la misma frase de Uslar Pietri: “sembrar el petróleo” está errado el modelo. El petróleo no se puede sembrar, es altamente contaminante y extermina cualquier tipo de vida donde toca un suelo lleno de flora y fauna.
Voy a utilizar otro ejemplo: tampoco creo que para construir un mundo mejor se deba hacer con la siembra de droga, porque de por sí está negando el mundo que se quiere construir, no se puede construir algo mejor con personas adictas.
Lamentablemente hasta ahora el modelo sobre el que estamos basando nuestro futuro es en mayores dosis de energía fósil, somos adictos al petróleo, cada vez somos más dependientes de él; esa es la triste realidad.
Sin embargo, lo más triste de la historia es que seguimos la tónica de nuestros colonizadores, bajo un supuesto cambio radical, de una revolución, que cada vez toma más tintes gatopardianos: Cambiar las cosas para que todo siga igual.
Definitivamente, si queremos hacer un real cambio del país debemos leer menos a Marx y mucho más a Iván Illich.
Wednesday, May 12, 2010
CUATRO MENOS UNO SON TRES
Jorge Cruz O.
Caracas, 17 de abril de 2010
Una regla de las matemáticas nos dice que si a una cantidad le quitamos unas unidades el resultado es menor. Venezuela vive restando.
Hace poco vi, por iniciativa de una joven vecina y apoyada por el Consejo Comunal del cual soy vocero, la película Invictus. Varias lecturas surgieron de allí, pero mi interés es básicamente rescatar una de las subtramas que se pueden percibir: Sudáfrica era otra nación más, al momento de asumir el poder Mandela; en nuestros días esa nación es la economía más poderosa de África y una de las 5 potencias emergentes a nivel mundial.
A la par de ir construyendo una estrategia para unir al país, la película menciona reuniones con diferentes naciones. Esta es la visión de un líder, sumar en todos los frentes posibles.
En nuestra república sucede lo contrario. Desde esa irresponsable consigna: “si no te gusta vete del país” hasta la lista Tascón.
Migrar no es una decisión sencilla, sino todo lo contrario, es dejar atrás toda una experiencia de vida, por un futuro incierto. Sin embargo, la fuga de cerebros (personas de alta calificación) o simple mano de obra con gran experiencia desde Venezuela ha llamado mucho la atención en otros destinos. Hace un año Newsweek le dedicó un espacio. Se habla de cerca al millón de personas, muchas de ellas con grandes capacidades, habilidades y formación. Para sólo poner un ejemplo, en Colombia la empresa de petróleo más exitosa es Pacific Rubiales, una empresa Canadiense que en el año 2009 logró duplicar la producción: más de 125.000 barriles de petróleo por día y 60 millones de pies cúbicos de gas diarios, su tren ejecutivo está integrado casi totalmente por venezolanos.
Esta es una sangría que estamos padeciendo. Por un lado, se marchan personas que fueron formadas y entrenadas en el país; es decir, el Estado invirtió recursos para elevar y llegar a sus capacidades actuales. Cada una de esas personas posiblemente significan cientos de dólares que se dispusieron para su educación, si los multiplicamos por el número dado, estamos hablando de cientos de millones de dólares que se esfumaron, sin sumar la riqueza que están produciendo en otro país.
Por otro lado, se ha perdido un capital humano que pudiera ser valioso para el desarrollo del país. Restar da como resultado menos.
Esto me lleva a otro punto, muchos individuos con experiencia, por ejemplo, gerencial se han ido. Un gerente debe combinar al menos dos habilidades: visión de futuro y saber administrar el presente. Este es un proceso que requiere de formación. Una de las experiencias más dolorosa y costosas en los últimos años han sido las cooperativas. Se asumió que con unos talleres y un diploma se tenían personal capacitado para operarlas. La realidad nos golpeó en la cara, de miles se pasó a unos pocos cientos que aún funcionan.
Es que no aprendemos, en los años 80 el CENDES realizó un estudio sobre las cooperativas agrícolas que se crearon durante la Reforma Agraria, los números son escalofriantes (mi memoria me traiciona ahora) de mil y tantas fundadas solamente unas pocas, que se podían contar con los dedos de una mano, existían. Hemos disminuido nuestro cuerpo de gerentes y por esta razón notamos la improvisación permanente en la cual vivimos, tampoco han funcionado las empresa reconvertidas en cogestión o propiedad de los trabajadores. Una cosa es querer y otra poder. Los gerentes tienen que aprender haciendo, especialmente los que lo hacen desde niños; por ello es una política en muchos lugares del mundo que a un emprendedor se le capacita y luego supervisa por uno o dos años, para que aprenda haciendo.
Lo peor de esta línea es que se ponen en cargos directivos a quienes se consideran militantes del PSUV y no a los más idóneos. Los resultados ya los sabemos: improvisación, despilfarro de recursos económicos, naturales y humanos.
Otro aspecto que resta es el discurso divisionista y guerrerista, que nos ha hecho pasar de una exclusión clasista a una partidista, estaremos restado, nuestra economía seguirá dando tumbos cuesta abajo y nuestra calidad de vida no tendrá un punto de retorno o mejoría.
Yo aún no entiendo como una persona que pudo estar nuevamente en libertad por el perdón, no pueda entender que se debe sumar para crecer.
Además, generalmente se acusa a factores golpistas de ser los culpables de esta intolerancia, pero no hemos revisado que quien primero rompió el pacto o los caminos de la Constitución fue el presidente.
Si miramos hacia atrás para indagar cuándo surgen los primeros malestares de ciertos grupos de la oposición, notaremos que fue con las primeras leyes habilitantes. Allí se obvió uno de los acuerdo de la Constitución: este sería un gobierno participativo y protagónico, pues la habilitación es una vía para evadir el protagonismo y la participación, la discusión en la Asamblea Nacional.
Una ruptura del pacto llevó a otras posiciones peores, más anticonstitucionales: el golpe o el paro.
Desde entonces hemos continuado restando, algunas veces la oposición, anquen generalmente el presidente y sus partidarios. Es una senda que ha conducido a la separación entre familias o amigos, la ansiedad y malestar, la intolerancia, la violencia…
En resumen, hemos estado restando, hemos creado un batallón de asilados políticos-económicos que están prestando sus habilidades a otras naciones, hemos pasado de una exclusión a otra (por ello he dicho que este es un socialismo para los panas: los boliburgueses y camaradas rojos rojitos), no se ha perdonando sino por el contrario el discurso y la persecución es cada vez más agresiva; con el agravante de pasar de una situación de exclusión aritmética a una exponencial: no hemos acabado con las brechas de clase social y se suma la profesional, la de productores exitosos, entre otras.
Caracas, 17 de abril de 2010
Una regla de las matemáticas nos dice que si a una cantidad le quitamos unas unidades el resultado es menor. Venezuela vive restando.
Hace poco vi, por iniciativa de una joven vecina y apoyada por el Consejo Comunal del cual soy vocero, la película Invictus. Varias lecturas surgieron de allí, pero mi interés es básicamente rescatar una de las subtramas que se pueden percibir: Sudáfrica era otra nación más, al momento de asumir el poder Mandela; en nuestros días esa nación es la economía más poderosa de África y una de las 5 potencias emergentes a nivel mundial.
A la par de ir construyendo una estrategia para unir al país, la película menciona reuniones con diferentes naciones. Esta es la visión de un líder, sumar en todos los frentes posibles.
En nuestra república sucede lo contrario. Desde esa irresponsable consigna: “si no te gusta vete del país” hasta la lista Tascón.
Migrar no es una decisión sencilla, sino todo lo contrario, es dejar atrás toda una experiencia de vida, por un futuro incierto. Sin embargo, la fuga de cerebros (personas de alta calificación) o simple mano de obra con gran experiencia desde Venezuela ha llamado mucho la atención en otros destinos. Hace un año Newsweek le dedicó un espacio. Se habla de cerca al millón de personas, muchas de ellas con grandes capacidades, habilidades y formación. Para sólo poner un ejemplo, en Colombia la empresa de petróleo más exitosa es Pacific Rubiales, una empresa Canadiense que en el año 2009 logró duplicar la producción: más de 125.000 barriles de petróleo por día y 60 millones de pies cúbicos de gas diarios, su tren ejecutivo está integrado casi totalmente por venezolanos.
Esta es una sangría que estamos padeciendo. Por un lado, se marchan personas que fueron formadas y entrenadas en el país; es decir, el Estado invirtió recursos para elevar y llegar a sus capacidades actuales. Cada una de esas personas posiblemente significan cientos de dólares que se dispusieron para su educación, si los multiplicamos por el número dado, estamos hablando de cientos de millones de dólares que se esfumaron, sin sumar la riqueza que están produciendo en otro país.
Por otro lado, se ha perdido un capital humano que pudiera ser valioso para el desarrollo del país. Restar da como resultado menos.
Esto me lleva a otro punto, muchos individuos con experiencia, por ejemplo, gerencial se han ido. Un gerente debe combinar al menos dos habilidades: visión de futuro y saber administrar el presente. Este es un proceso que requiere de formación. Una de las experiencias más dolorosa y costosas en los últimos años han sido las cooperativas. Se asumió que con unos talleres y un diploma se tenían personal capacitado para operarlas. La realidad nos golpeó en la cara, de miles se pasó a unos pocos cientos que aún funcionan.
Es que no aprendemos, en los años 80 el CENDES realizó un estudio sobre las cooperativas agrícolas que se crearon durante la Reforma Agraria, los números son escalofriantes (mi memoria me traiciona ahora) de mil y tantas fundadas solamente unas pocas, que se podían contar con los dedos de una mano, existían. Hemos disminuido nuestro cuerpo de gerentes y por esta razón notamos la improvisación permanente en la cual vivimos, tampoco han funcionado las empresa reconvertidas en cogestión o propiedad de los trabajadores. Una cosa es querer y otra poder. Los gerentes tienen que aprender haciendo, especialmente los que lo hacen desde niños; por ello es una política en muchos lugares del mundo que a un emprendedor se le capacita y luego supervisa por uno o dos años, para que aprenda haciendo.
Lo peor de esta línea es que se ponen en cargos directivos a quienes se consideran militantes del PSUV y no a los más idóneos. Los resultados ya los sabemos: improvisación, despilfarro de recursos económicos, naturales y humanos.
Otro aspecto que resta es el discurso divisionista y guerrerista, que nos ha hecho pasar de una exclusión clasista a una partidista, estaremos restado, nuestra economía seguirá dando tumbos cuesta abajo y nuestra calidad de vida no tendrá un punto de retorno o mejoría.
Yo aún no entiendo como una persona que pudo estar nuevamente en libertad por el perdón, no pueda entender que se debe sumar para crecer.
Además, generalmente se acusa a factores golpistas de ser los culpables de esta intolerancia, pero no hemos revisado que quien primero rompió el pacto o los caminos de la Constitución fue el presidente.
Si miramos hacia atrás para indagar cuándo surgen los primeros malestares de ciertos grupos de la oposición, notaremos que fue con las primeras leyes habilitantes. Allí se obvió uno de los acuerdo de la Constitución: este sería un gobierno participativo y protagónico, pues la habilitación es una vía para evadir el protagonismo y la participación, la discusión en la Asamblea Nacional.
Una ruptura del pacto llevó a otras posiciones peores, más anticonstitucionales: el golpe o el paro.
Desde entonces hemos continuado restando, algunas veces la oposición, anquen generalmente el presidente y sus partidarios. Es una senda que ha conducido a la separación entre familias o amigos, la ansiedad y malestar, la intolerancia, la violencia…
En resumen, hemos estado restando, hemos creado un batallón de asilados políticos-económicos que están prestando sus habilidades a otras naciones, hemos pasado de una exclusión a otra (por ello he dicho que este es un socialismo para los panas: los boliburgueses y camaradas rojos rojitos), no se ha perdonando sino por el contrario el discurso y la persecución es cada vez más agresiva; con el agravante de pasar de una situación de exclusión aritmética a una exponencial: no hemos acabado con las brechas de clase social y se suma la profesional, la de productores exitosos, entre otras.
Friday, March 19, 2010
¿QUÉ PUEDE HABER DETRÁS DE LAS EXPROPIACIONES?
Jorge Cruz O.
Caracas, 19 de marzo de 2010
Cada acción que realizamos tienes sus impactos positivos y negativos, eso lo dice la segunda ley de la termodinámica, al encender una astilla me produce energía lumínica y calórica, pero también genera cenizas, un tipo de energía que no es beneficiosa de por sí, sino que se que se convierte en entropía, contaminación.
La teoría del caos la trató de otra manera, el efecto mariposa, un batir de alas a nuestro lado puede producir un monzón en el sureste asiático.
Por ello me he estado preguntando porque, el presidente Chávez ha radicalizado el proceso, atacando una de nuestras necesidades básicas: la propiedad. Seguramente algunos colectivistas saltarán a acusarme de pequeño burgués o cosas por el estilo; por ello paso a explicarme.
Los animales, nosotros somos una de las tantas especies que habitan este planeta, marcan límites de su territorio, muchos con micciones (todos tenemos, con seguridad la imagen de un perro levantando la pata) y cualquier “invasión“ a él es repelida primero con conductas amenazadoras, mostrar los dientes, por ejemplo, y luego con violencia, si notamos que podemos ganar.
Los que somos padres hemos, más de una vez, reaccionado contra el hurto de alguna de las cosas de nuestros hijos o cualquier otra acción que sintamos que están violentando su propiedad (o nuestra). Eso es instinto animal. Por ello una de las mejores campañas, que paralizó una puesta en vigencia a una ley por este gobierno fue: “Con mis hijos no se metan”, liderada, por cierto básicamente por mujeres. Todos nos hemos sentido identificado con ese mensaje en algún momento de nuestra vida.
Pongo otros dos ejemplos, los locos, personas que han “perdido” el uso de la razón tienen algo que es considerado de su pertenecía, puede ser un paquete de periódicos viejos, un juguete o cualquier otro objeto que se nos ocurra. Ese es un artículo que no puede ser tocado, porque esa persona siente que están violando su propiedad.
Las sociedades “primitivas” como las llamó Marx, para describir unas comunidades donde imperaba la propiedad colectiva y no la privada, solo existen en el papel. La realidad es otra, todas las comunidades indígenas que he conocido o estudiado tienen dos tipos de propiedad, la de una familia y la comunal. La primera para consumo propio de su hogar y la segunda para compartir en las festividades, esa es la realidad, sino los invito a que lean o visiten a una comunidad indígena que tiene poco contacto con el exterior o mantiene aún su subsistencia básicamente en la producción agrícola y la caza y pesca.
Por ello esos mismos “revolucionarios” que apoyan las expropiaciones, cambiarían de parecer si se llegara realizar en alguna de sus propiedades como un vehículo, un apartamento, entre otros.
Esto me lleva al motivo de este artículo, porque las expropiaciones.
En los últimos meses posiblemente la palabra que dice con mayor placer el presidente es EXPROPIESE.
En esta fiebre por expropiar se han dado aberraciones o justificaciones más que reprobables. En pleno centro de Caracas se “expropió” una propiedad del Estado. Luego, para enmendar el desafuero, intentaron alegar que no era de una universidad sino del ministerio de Educación, pero lo real es que en ambos casos es del Estado. Algo rocambolesco, no les parece.
Otro caso, hace pocos días atrás una Consejo Comunal, decidió invadir una finca de cerca a tres Hectáreas, los argumentos para demostrar lo justo de su accionar eran variopintos: el gobierno prometí viviendas y no ha cumplido, por eso tomamos estas tierra, estamos recuperando una tierra que era de nuestros antepasados y pare de contar. Posteriormente los invasores “decidieron” abandonar el terreno tomado; pero inmediatamente el Instituto Nacional de Tierras (INTI) declaró esos terrenos como nacionales (¡vaya coincidencia!).
Voy a exponer porque me preocupa esta acción. Primero, el terreno es cercano a las 3 Ha. Un campesino que vive básicamente de lo que produce la tierra, cultiva generalmente entre 4 Ha. a 4 ½ ; tienen una a toda cosecha que es la que están interviniendo en ese año, y dos en barbecho (con producción mermada que son de años anteriores). Decir que esto es por latifundismo es una barbaridad, porque un alto porcentaje de los que viven en el campo serían latifundistas. Tampoco se puede aplicar que era tierra improductiva, porque cortaron los árboles que allí habían. Que sea para quitarle el dinero a unos ricachones, es conocido que las dos hijas del matrimonio, echado de su zona de habitación, son dos profesionales que se han ganado sus churupos con mucho trabajo de por medio.
En las leyes esto se dice crear un presente que puede justificar cualquier acción parecida, lo cual es supremamente peligroso, a pesar de que con ello se obtengan algunos votos de los que invaden.
Por otro lado se han expropiado terrenos de grandes empresas (como Polar) y pequeñas (la carretera del Junquito); toda ellas bajo el argumento de la necesidad de terrenos para construir viviendas.
Aquí viene otra duda, ¿es culpa de esos empresarios la incapacidad para el gobierno tener una política de vivienda acertada? ¿Por qué se ha mermado sustancialmente la construcción de casas? ¿Qué ha pasado con la infinidad de convenios, firmados y voceados públicamente, con Irán, Rusia, China, Cuba, otros más y ahora recientemente con Bielorusia? ¿Dónde están los resultados de las viviendas que se debieron construir?
Pero hay más, el gobierno tiene varios proyectos que están paralizados por años: cerca a Caracas: La Fila del Indio, en Guatire Ciudad Belén. En los cuales se hicieron grandes movimientos de tierra, se iniciaron la construcción y luego, dejados al olvido. Hay otros más similares, que nos muestra que las intensiones son de otro tipo, pero ¿Cuáles serán?
Yo tengo una hipótesis que ojalá no sea cierta. Quiero aclarar que el presidente no actúa de forma improvisada como pareciera
Algo de lo que estoy seguro es que Chávez está dirigiendo su mensaje a sus votos duros, sus seguidores patria o muerte, sus focas. Los números nos dicen que allí hay un número cercano a 30% de votantes, estos son número peligrosos, porque puede significar que puede hasta perder la mayoría simple de la Asamblea Nacional. El sabe que con estos votos puede contar totalmente, pero no son suficientes, está en el filo de la navaja.
Necesita capitalizar algo más si quiere obtener al menos la mayoría simple, para esos se están creado los gobiernos paralelos: el Consejo Federal. Los cuales funcionaran como una oficina de compra de votos, de clientelismo en el más puro sentido de la palabra. Sin embargo, eso no es suficiente, porque esto puede tener una acción no controlable, pueden ir o no a votar.
Entonces, ¿Cuál es el fin último que se busca con las expropiaciones y otras líneas duras del presidente? Yo creo que es caldear los ánimos de la población, hasta el momento, la oposición no ha seguido el guión del presidente, como sucedía generalmente, por ejemplo, el presidente y un grupo importantes de sus acólitos han retado para llamar a un referéndum revocatorio, la oposición no ha dado señales de vida sobre el tema.
La resistencia pasiva está llevando al presidente a posiciones que todos vamos a lamentar, porque una de las vías posibles para poder mantenerse en el poder es provocar una situación de violencia que pueda justificar sacar al ejercito a la calle.
Ya lo intentó con los estudiantes, pero su actitud en líneas generales fue de protestas pacíficas. También está en proceso la intervención a Internet, o por lo menos a algunas de las páginas donde predomina la oposición, en otro momento mencionó a Twiter y facebook, lo cual también se demostró que era imposible; pero si se está montando que toda la navegación pase por manos de CANTV, la empresa de telecomunicaciones del Estado.
Espero y deseo que esta intolerancia (no es inconsciente, sino adrede) no desemboque en una guerra civil o en un intento de Golpe de Estado o cualquiera otra acción que signifique derramamiento de sangre. Ya que por este medio también puede justificar la no realización de las elecciones y por lo tanto, evitar una derrota. Quisiera desde lo profundo de mi corazón que esto no sea cierto.
Caracas, 19 de marzo de 2010
Cada acción que realizamos tienes sus impactos positivos y negativos, eso lo dice la segunda ley de la termodinámica, al encender una astilla me produce energía lumínica y calórica, pero también genera cenizas, un tipo de energía que no es beneficiosa de por sí, sino que se que se convierte en entropía, contaminación.
La teoría del caos la trató de otra manera, el efecto mariposa, un batir de alas a nuestro lado puede producir un monzón en el sureste asiático.
Por ello me he estado preguntando porque, el presidente Chávez ha radicalizado el proceso, atacando una de nuestras necesidades básicas: la propiedad. Seguramente algunos colectivistas saltarán a acusarme de pequeño burgués o cosas por el estilo; por ello paso a explicarme.
Los animales, nosotros somos una de las tantas especies que habitan este planeta, marcan límites de su territorio, muchos con micciones (todos tenemos, con seguridad la imagen de un perro levantando la pata) y cualquier “invasión“ a él es repelida primero con conductas amenazadoras, mostrar los dientes, por ejemplo, y luego con violencia, si notamos que podemos ganar.
Los que somos padres hemos, más de una vez, reaccionado contra el hurto de alguna de las cosas de nuestros hijos o cualquier otra acción que sintamos que están violentando su propiedad (o nuestra). Eso es instinto animal. Por ello una de las mejores campañas, que paralizó una puesta en vigencia a una ley por este gobierno fue: “Con mis hijos no se metan”, liderada, por cierto básicamente por mujeres. Todos nos hemos sentido identificado con ese mensaje en algún momento de nuestra vida.
Pongo otros dos ejemplos, los locos, personas que han “perdido” el uso de la razón tienen algo que es considerado de su pertenecía, puede ser un paquete de periódicos viejos, un juguete o cualquier otro objeto que se nos ocurra. Ese es un artículo que no puede ser tocado, porque esa persona siente que están violando su propiedad.
Las sociedades “primitivas” como las llamó Marx, para describir unas comunidades donde imperaba la propiedad colectiva y no la privada, solo existen en el papel. La realidad es otra, todas las comunidades indígenas que he conocido o estudiado tienen dos tipos de propiedad, la de una familia y la comunal. La primera para consumo propio de su hogar y la segunda para compartir en las festividades, esa es la realidad, sino los invito a que lean o visiten a una comunidad indígena que tiene poco contacto con el exterior o mantiene aún su subsistencia básicamente en la producción agrícola y la caza y pesca.
Por ello esos mismos “revolucionarios” que apoyan las expropiaciones, cambiarían de parecer si se llegara realizar en alguna de sus propiedades como un vehículo, un apartamento, entre otros.
Esto me lleva al motivo de este artículo, porque las expropiaciones.
En los últimos meses posiblemente la palabra que dice con mayor placer el presidente es EXPROPIESE.
En esta fiebre por expropiar se han dado aberraciones o justificaciones más que reprobables. En pleno centro de Caracas se “expropió” una propiedad del Estado. Luego, para enmendar el desafuero, intentaron alegar que no era de una universidad sino del ministerio de Educación, pero lo real es que en ambos casos es del Estado. Algo rocambolesco, no les parece.
Otro caso, hace pocos días atrás una Consejo Comunal, decidió invadir una finca de cerca a tres Hectáreas, los argumentos para demostrar lo justo de su accionar eran variopintos: el gobierno prometí viviendas y no ha cumplido, por eso tomamos estas tierra, estamos recuperando una tierra que era de nuestros antepasados y pare de contar. Posteriormente los invasores “decidieron” abandonar el terreno tomado; pero inmediatamente el Instituto Nacional de Tierras (INTI) declaró esos terrenos como nacionales (¡vaya coincidencia!).
Voy a exponer porque me preocupa esta acción. Primero, el terreno es cercano a las 3 Ha. Un campesino que vive básicamente de lo que produce la tierra, cultiva generalmente entre 4 Ha. a 4 ½ ; tienen una a toda cosecha que es la que están interviniendo en ese año, y dos en barbecho (con producción mermada que son de años anteriores). Decir que esto es por latifundismo es una barbaridad, porque un alto porcentaje de los que viven en el campo serían latifundistas. Tampoco se puede aplicar que era tierra improductiva, porque cortaron los árboles que allí habían. Que sea para quitarle el dinero a unos ricachones, es conocido que las dos hijas del matrimonio, echado de su zona de habitación, son dos profesionales que se han ganado sus churupos con mucho trabajo de por medio.
En las leyes esto se dice crear un presente que puede justificar cualquier acción parecida, lo cual es supremamente peligroso, a pesar de que con ello se obtengan algunos votos de los que invaden.
Por otro lado se han expropiado terrenos de grandes empresas (como Polar) y pequeñas (la carretera del Junquito); toda ellas bajo el argumento de la necesidad de terrenos para construir viviendas.
Aquí viene otra duda, ¿es culpa de esos empresarios la incapacidad para el gobierno tener una política de vivienda acertada? ¿Por qué se ha mermado sustancialmente la construcción de casas? ¿Qué ha pasado con la infinidad de convenios, firmados y voceados públicamente, con Irán, Rusia, China, Cuba, otros más y ahora recientemente con Bielorusia? ¿Dónde están los resultados de las viviendas que se debieron construir?
Pero hay más, el gobierno tiene varios proyectos que están paralizados por años: cerca a Caracas: La Fila del Indio, en Guatire Ciudad Belén. En los cuales se hicieron grandes movimientos de tierra, se iniciaron la construcción y luego, dejados al olvido. Hay otros más similares, que nos muestra que las intensiones son de otro tipo, pero ¿Cuáles serán?
Yo tengo una hipótesis que ojalá no sea cierta. Quiero aclarar que el presidente no actúa de forma improvisada como pareciera
Algo de lo que estoy seguro es que Chávez está dirigiendo su mensaje a sus votos duros, sus seguidores patria o muerte, sus focas. Los números nos dicen que allí hay un número cercano a 30% de votantes, estos son número peligrosos, porque puede significar que puede hasta perder la mayoría simple de la Asamblea Nacional. El sabe que con estos votos puede contar totalmente, pero no son suficientes, está en el filo de la navaja.
Necesita capitalizar algo más si quiere obtener al menos la mayoría simple, para esos se están creado los gobiernos paralelos: el Consejo Federal. Los cuales funcionaran como una oficina de compra de votos, de clientelismo en el más puro sentido de la palabra. Sin embargo, eso no es suficiente, porque esto puede tener una acción no controlable, pueden ir o no a votar.
Entonces, ¿Cuál es el fin último que se busca con las expropiaciones y otras líneas duras del presidente? Yo creo que es caldear los ánimos de la población, hasta el momento, la oposición no ha seguido el guión del presidente, como sucedía generalmente, por ejemplo, el presidente y un grupo importantes de sus acólitos han retado para llamar a un referéndum revocatorio, la oposición no ha dado señales de vida sobre el tema.
La resistencia pasiva está llevando al presidente a posiciones que todos vamos a lamentar, porque una de las vías posibles para poder mantenerse en el poder es provocar una situación de violencia que pueda justificar sacar al ejercito a la calle.
Ya lo intentó con los estudiantes, pero su actitud en líneas generales fue de protestas pacíficas. También está en proceso la intervención a Internet, o por lo menos a algunas de las páginas donde predomina la oposición, en otro momento mencionó a Twiter y facebook, lo cual también se demostró que era imposible; pero si se está montando que toda la navegación pase por manos de CANTV, la empresa de telecomunicaciones del Estado.
Espero y deseo que esta intolerancia (no es inconsciente, sino adrede) no desemboque en una guerra civil o en un intento de Golpe de Estado o cualquiera otra acción que signifique derramamiento de sangre. Ya que por este medio también puede justificar la no realización de las elecciones y por lo tanto, evitar una derrota. Quisiera desde lo profundo de mi corazón que esto no sea cierto.
Tuesday, March 9, 2010
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD VENEZOLANA ES MERA COINCIDENCIA
Jorge Cruz O.
Caracas, 8 de marzo de 2010
Leyendo el texto de un pensador que marcó y, creo, sigue marcando a muchos de los que nos formamos en las ciencias sociales o humanas, Humberto Maturana, me evocó muchas de las anteriormente dudas pero que ahora son convicciones: el régimen de Pinochet no tiene muchas diferencias con el momento actual venezolano en lo político.
HM es un chileno, biólogo por formación pero que incursionó en muchas otras áreas del saber, como debe ser. Uno de sus textos de mayor importancia es: Emociones y Lenguaje en la Educación y Política. Este fue producto de la transcripción de dos charlas dadas en el año 1988; es decir, en plena efervescencia política por la sacar del poder a Pinochet y un retorno a la democracia, hecho que se logra en octubre de 1989.
Voy citar varios párrafos de dicho libro, porque su lectura nos refleja los momentos que vivimos en el país, cuando la democracia está en peligro. No quiero extenderme más, sino que sea HM quien nos sirva de referencia.
“Cuando un gobernante dice que otro gobierno fundado en una ideología política o económica distinta de la suya es el caos, tiene razón. Por supuesto que es el caos, ya que desde la perspectiva de las coherencias operacionales de un sistema ideológico, las coherencias operacionales de otro sistema ideológico constituyen un desorden total.” Debemos ubicarnos, estos argumentos fueron utilizados por los pinochetistas para desvalorar los demócratas. En el país el argumento es contra todo lo existente porque representa la IV República, supuestamente el capitalismo no tiene NADA bueno, todo es blanco y negro.
“… cuando digo: "esto es así", lo que estoy haciendo es decir al otro que si no está de acuerdo conmigo, está mal y que debe hacer lo que yo digo para estar bien y que si no lo hace, no me queda otro recurso que exigirle obediencia o negarlo tarde o temprano de una manera definitiva.” Aquí un Vicepresidente llegó a decir que la oposición que existía no era una real oposición, lo que quiere decir que debería comportarse como el gobierno cree que es conveniente.
“Los seres humanos inventamos discursos racionales que niegan el amor y así hacemos posible la negación del otro, no como algo circunstancial, sino como algo culturalmente legitimo porque en lo espontáneo de nuestra biología estamos básicamente abiertos a la aceptación del otro como un legítimo otro en la convivencia. Esta disposición biológica básica es básica en nosotros, porque es el fundamento de nuestra historia homínida.” Somos animales sociales, nuestra supervivencia ha sido gracias a la unión, al amor (como le llama HM), para cazar necesitábamos de un grupo, así como de otras que se quedaran al cuidado de los neonatos, la cooperación de todos era y sigue siendo fundamental.
“El fracaso de las dictaduras y de los sistemas totalitarios y estatistas de carácter socialista o no, no es un fracaso económico sino espiritual. Su fracaso es el fracaso del sistema de diseño ontológico que busca imponer un orden social imponiendo un deber ser que niega al individuó como ser social consciente y responsable de su participación en la construcción del mundo que trae consigo en su convivencia con otros.”
“En otras palabras, la tarea de crear una democracia comienza en el espacio de la emoción con la seducción mutua para crear un mundo en el cual continuamente surja de nuestras acciones la legitimidad del otro en la convivencia, sin discriminación ni abuso sistemático. Tal empresa es una obra de arte, un producto del deseo de convivencia democrática, no de la razón. Si no aceptamos la presencia del fluir emocional en un discurso, no lo comprendemos, y si no nos hacemos cargo del propósito creativo del discurso democrático, si no nos damos cuenta de que la democracia pertenece al deseo y no a la razón, no seremos capaces de vivir en democracia, porque lucharemos por imponer la verdad. La democracia es una conspiración social para una convivencia en la cual la pobreza, el abuso y la explotación son errores por corregir y se corrigen porque se tiene el deseo de hacerlo.”
Si actuamos desde emociones diferentes los resultados o interpretaciones son diferentes, un tropezón entre dos personas puede ser concebido como agresión o accidente. La respuesta depende de la emoción que domine. Nuestras acciones son un fluir permanente de emociones y racionamientos, donde las emociones son lo fundamental y constituyen un alto porcentaje de nuestro ser y hacer.
“La democracia es una obra de arte político cotidiana que exige actuar en el saber que no se es dueño de la verdad y que el otro es tan legitimo como uno. Más aún, tal obra exige la reflexión y la aceptación del otro, y, por sobre todo, la audacia de aceptar que las distintas ideologías políticas deben operar como distintos modos de mirar los espacios de convivencia que permiten descubrir distintos tipos de errores, en la tarea común de crear un mundo de convivencia en el cual la pobreza y el abuso son errores que se quiere corregir. Esto es una cosa distinta de la lucha por el poder.”
“El poder no es algo que uno u otro tiene, es una relación en la que se concede algo a alguien a través de la obediencia, y la obediencia se constituye cuando uno hace algo que no quiere hacer cumpliendo una petición. El que obedece se niega a sí mismo, porque por salvar u obtener algo hace lo que no quiere a petición del otro. El que obedece actúa con enojo, y en el enojo niega al otro porque lo rechaza y no lo acepta como un legítimo otro en la convivencia.”
Posteriormente en las charlas se abre el derecho a preguntas y respuesta:
“P. Se ha dicho que la democracia depende fundamentalmente de las emociones. Pero las emociones a uno le pasan; yo no las controlo y pienso que esto le ocurre a todas las personas. Por ejemplo, hace poco participé en un foro radial con un economista de gobierno; yo iba con un ánimo muy abierto, pero me encontré con un clima belicoso; me puse tenso y pasó algo completamente distinto de lo que yo quería hacer. Ahora comprendo más lo que ocurrió gracias a lo que tú has dicho respecto de las emociones, pero me pregunto, ¿cómo cambiar si éstas no dependen de mí?
R. Las emociones le pasan a uno, como todo lo demás, pero ocurren dos cosas al mismo tiempo: Primero existe un trasfondo de semejanza y aceptación mutua fundamental entre los seres humanos en la biología de lo social. Esto se hace aparente en circunstancias más extremas, cuando los discursos justificativos de la negación del otro pierden presencia y sólo nos queda el encuentro fundamental, como ocurre frente a una catástrofe material o relacional. Normalmente tenemos discursos en los que negamos la legitimidad del otro desde una perspectiva ideológica, religiosa o económica que define la validez de nuestro argumento dándole un carácter trascendente racional.
Cuando nos encontramos con otra persona en la agresión, por ejemplo, yo diría que lo más probable es que ambos o uno de los dos tengamos un discurso que puede ser un soliloquio, a través del cual justificamos la negación del otro. Por ejemplo, pensamos: "ese otro es un extremista y todo lo que dice se funda en su ideología de la lucha de clases, lo único que quiere es atacarme".”
Continua con la respuesta: “La verdadera tarea de la convivencia democrática está, primero, en desearla y, segundo, en generar una conspiración en la que no se den de manera sistemática conversaciones que llevan a la negación mutua. Yo pienso que no son los intereses materiales o ideológicos los que juntan a las personas en la creación de una convivencia en el mutuo respeto, porque cuando así ocurre, las uniones son tan inestables como el fluir de las ventajas comparativas que esos intereses ofrecen. Pienso que la convivencia democrática parte de la aceptación mutua y no la genera, porque es sólo desde la aceptación mutua que puede darse una conspiración ontológica que defina un modo de convivencia que no lleve al abuso.”
“Esto es lo que quería decir Gabriel Valdés cuando sostenía que no podía negar al comunismo desde un punto de vista meramente ideológico, porque de hacerlo se encontraría negando muchos múltiples modos de pensar, algunos de los cuales no conoce, y tendría que negarlos a priori, por si aparecen. Perseguir las ideologías nos conduce a esa situación. De ahí que él proponga un criterio de acción que permita reconocer de manera particular si tales personas quedan o no al margen de la legalidad acordada en la constitución. Si no hacemos esto de acordar un espacio de convivencia, pronto terminaremos viviendo según los caprichos de uno de nosotros, al que obedeceremos por miedo o por las ventajas secretas o visibles que nos trae.”
Lo anterior es muy común en estos tiempo en Venezuela, se denigra a alguien con solamente llamarlo: oligarca, escuálido, fascista u oposición; sin definir que oponerse tiene muchos matices que van desde un rechazo no a la esencia del proyecto chavista pero si a la forma como se está implementando hasta la ultraderecha que simpatiza con un golpe de Estado.
“La tarea democrática es generar un conversar en el cual el borde de aceptación sea tan amplio que nos abarque a todos en un proyecto común como un deseo básico de convivencia que es nuestro ámbito de libertad y nuestra referencia para nuestro actuar con responsabilidad social.”
“Las acciones que constituyen una sociedad democrática no son la lucha por el poder ni la búsqueda de una hegemonía ideológica, sino la cooperación que continuamente crea una comunidad donde los gobernantes acepten ser criticados y eventualmente cambiados cuando sus conductas se alejan del proyecto democrático con que fueron elegidos. De aquí nuestra responsabilidad como chilenos; la historia social de Chile la hacemos los chilenos.”
Lamentablemente estamos en un momento donde pareciera que intencionalmente se confunden los conceptos para poder sacar provecho del caos causado. Los que están en el poder permanentemente “confunden” Estado con gobierno de turno, construcción de un país con eliminación de lo existente, aferramiento en el poder con revolución, destruir, perseguir o impedir trabajar en funciones del Estado a los que no son chavistas o “revolucionarios” con hacer democracia, entre otros.
Por ello debemos preguntarnos: ¿Qué estamos construyendo? ¿Es una democracia o algo distinto?
Recomiendo la relectura, para quienes lo tuvieron en sus manos antes o su descubrimiento para los nóveles, de Humberto Maturana ¡Qué buenas lecciones tiene!
Caracas, 8 de marzo de 2010
Leyendo el texto de un pensador que marcó y, creo, sigue marcando a muchos de los que nos formamos en las ciencias sociales o humanas, Humberto Maturana, me evocó muchas de las anteriormente dudas pero que ahora son convicciones: el régimen de Pinochet no tiene muchas diferencias con el momento actual venezolano en lo político.
HM es un chileno, biólogo por formación pero que incursionó en muchas otras áreas del saber, como debe ser. Uno de sus textos de mayor importancia es: Emociones y Lenguaje en la Educación y Política. Este fue producto de la transcripción de dos charlas dadas en el año 1988; es decir, en plena efervescencia política por la sacar del poder a Pinochet y un retorno a la democracia, hecho que se logra en octubre de 1989.
Voy citar varios párrafos de dicho libro, porque su lectura nos refleja los momentos que vivimos en el país, cuando la democracia está en peligro. No quiero extenderme más, sino que sea HM quien nos sirva de referencia.
“Cuando un gobernante dice que otro gobierno fundado en una ideología política o económica distinta de la suya es el caos, tiene razón. Por supuesto que es el caos, ya que desde la perspectiva de las coherencias operacionales de un sistema ideológico, las coherencias operacionales de otro sistema ideológico constituyen un desorden total.” Debemos ubicarnos, estos argumentos fueron utilizados por los pinochetistas para desvalorar los demócratas. En el país el argumento es contra todo lo existente porque representa la IV República, supuestamente el capitalismo no tiene NADA bueno, todo es blanco y negro.
“… cuando digo: "esto es así", lo que estoy haciendo es decir al otro que si no está de acuerdo conmigo, está mal y que debe hacer lo que yo digo para estar bien y que si no lo hace, no me queda otro recurso que exigirle obediencia o negarlo tarde o temprano de una manera definitiva.” Aquí un Vicepresidente llegó a decir que la oposición que existía no era una real oposición, lo que quiere decir que debería comportarse como el gobierno cree que es conveniente.
“Los seres humanos inventamos discursos racionales que niegan el amor y así hacemos posible la negación del otro, no como algo circunstancial, sino como algo culturalmente legitimo porque en lo espontáneo de nuestra biología estamos básicamente abiertos a la aceptación del otro como un legítimo otro en la convivencia. Esta disposición biológica básica es básica en nosotros, porque es el fundamento de nuestra historia homínida.” Somos animales sociales, nuestra supervivencia ha sido gracias a la unión, al amor (como le llama HM), para cazar necesitábamos de un grupo, así como de otras que se quedaran al cuidado de los neonatos, la cooperación de todos era y sigue siendo fundamental.
“El fracaso de las dictaduras y de los sistemas totalitarios y estatistas de carácter socialista o no, no es un fracaso económico sino espiritual. Su fracaso es el fracaso del sistema de diseño ontológico que busca imponer un orden social imponiendo un deber ser que niega al individuó como ser social consciente y responsable de su participación en la construcción del mundo que trae consigo en su convivencia con otros.”
“En otras palabras, la tarea de crear una democracia comienza en el espacio de la emoción con la seducción mutua para crear un mundo en el cual continuamente surja de nuestras acciones la legitimidad del otro en la convivencia, sin discriminación ni abuso sistemático. Tal empresa es una obra de arte, un producto del deseo de convivencia democrática, no de la razón. Si no aceptamos la presencia del fluir emocional en un discurso, no lo comprendemos, y si no nos hacemos cargo del propósito creativo del discurso democrático, si no nos damos cuenta de que la democracia pertenece al deseo y no a la razón, no seremos capaces de vivir en democracia, porque lucharemos por imponer la verdad. La democracia es una conspiración social para una convivencia en la cual la pobreza, el abuso y la explotación son errores por corregir y se corrigen porque se tiene el deseo de hacerlo.”
Si actuamos desde emociones diferentes los resultados o interpretaciones son diferentes, un tropezón entre dos personas puede ser concebido como agresión o accidente. La respuesta depende de la emoción que domine. Nuestras acciones son un fluir permanente de emociones y racionamientos, donde las emociones son lo fundamental y constituyen un alto porcentaje de nuestro ser y hacer.
“La democracia es una obra de arte político cotidiana que exige actuar en el saber que no se es dueño de la verdad y que el otro es tan legitimo como uno. Más aún, tal obra exige la reflexión y la aceptación del otro, y, por sobre todo, la audacia de aceptar que las distintas ideologías políticas deben operar como distintos modos de mirar los espacios de convivencia que permiten descubrir distintos tipos de errores, en la tarea común de crear un mundo de convivencia en el cual la pobreza y el abuso son errores que se quiere corregir. Esto es una cosa distinta de la lucha por el poder.”
“El poder no es algo que uno u otro tiene, es una relación en la que se concede algo a alguien a través de la obediencia, y la obediencia se constituye cuando uno hace algo que no quiere hacer cumpliendo una petición. El que obedece se niega a sí mismo, porque por salvar u obtener algo hace lo que no quiere a petición del otro. El que obedece actúa con enojo, y en el enojo niega al otro porque lo rechaza y no lo acepta como un legítimo otro en la convivencia.”
Posteriormente en las charlas se abre el derecho a preguntas y respuesta:
“P. Se ha dicho que la democracia depende fundamentalmente de las emociones. Pero las emociones a uno le pasan; yo no las controlo y pienso que esto le ocurre a todas las personas. Por ejemplo, hace poco participé en un foro radial con un economista de gobierno; yo iba con un ánimo muy abierto, pero me encontré con un clima belicoso; me puse tenso y pasó algo completamente distinto de lo que yo quería hacer. Ahora comprendo más lo que ocurrió gracias a lo que tú has dicho respecto de las emociones, pero me pregunto, ¿cómo cambiar si éstas no dependen de mí?
R. Las emociones le pasan a uno, como todo lo demás, pero ocurren dos cosas al mismo tiempo: Primero existe un trasfondo de semejanza y aceptación mutua fundamental entre los seres humanos en la biología de lo social. Esto se hace aparente en circunstancias más extremas, cuando los discursos justificativos de la negación del otro pierden presencia y sólo nos queda el encuentro fundamental, como ocurre frente a una catástrofe material o relacional. Normalmente tenemos discursos en los que negamos la legitimidad del otro desde una perspectiva ideológica, religiosa o económica que define la validez de nuestro argumento dándole un carácter trascendente racional.
Cuando nos encontramos con otra persona en la agresión, por ejemplo, yo diría que lo más probable es que ambos o uno de los dos tengamos un discurso que puede ser un soliloquio, a través del cual justificamos la negación del otro. Por ejemplo, pensamos: "ese otro es un extremista y todo lo que dice se funda en su ideología de la lucha de clases, lo único que quiere es atacarme".”
Continua con la respuesta: “La verdadera tarea de la convivencia democrática está, primero, en desearla y, segundo, en generar una conspiración en la que no se den de manera sistemática conversaciones que llevan a la negación mutua. Yo pienso que no son los intereses materiales o ideológicos los que juntan a las personas en la creación de una convivencia en el mutuo respeto, porque cuando así ocurre, las uniones son tan inestables como el fluir de las ventajas comparativas que esos intereses ofrecen. Pienso que la convivencia democrática parte de la aceptación mutua y no la genera, porque es sólo desde la aceptación mutua que puede darse una conspiración ontológica que defina un modo de convivencia que no lleve al abuso.”
“Esto es lo que quería decir Gabriel Valdés cuando sostenía que no podía negar al comunismo desde un punto de vista meramente ideológico, porque de hacerlo se encontraría negando muchos múltiples modos de pensar, algunos de los cuales no conoce, y tendría que negarlos a priori, por si aparecen. Perseguir las ideologías nos conduce a esa situación. De ahí que él proponga un criterio de acción que permita reconocer de manera particular si tales personas quedan o no al margen de la legalidad acordada en la constitución. Si no hacemos esto de acordar un espacio de convivencia, pronto terminaremos viviendo según los caprichos de uno de nosotros, al que obedeceremos por miedo o por las ventajas secretas o visibles que nos trae.”
Lo anterior es muy común en estos tiempo en Venezuela, se denigra a alguien con solamente llamarlo: oligarca, escuálido, fascista u oposición; sin definir que oponerse tiene muchos matices que van desde un rechazo no a la esencia del proyecto chavista pero si a la forma como se está implementando hasta la ultraderecha que simpatiza con un golpe de Estado.
“La tarea democrática es generar un conversar en el cual el borde de aceptación sea tan amplio que nos abarque a todos en un proyecto común como un deseo básico de convivencia que es nuestro ámbito de libertad y nuestra referencia para nuestro actuar con responsabilidad social.”
“Las acciones que constituyen una sociedad democrática no son la lucha por el poder ni la búsqueda de una hegemonía ideológica, sino la cooperación que continuamente crea una comunidad donde los gobernantes acepten ser criticados y eventualmente cambiados cuando sus conductas se alejan del proyecto democrático con que fueron elegidos. De aquí nuestra responsabilidad como chilenos; la historia social de Chile la hacemos los chilenos.”
Lamentablemente estamos en un momento donde pareciera que intencionalmente se confunden los conceptos para poder sacar provecho del caos causado. Los que están en el poder permanentemente “confunden” Estado con gobierno de turno, construcción de un país con eliminación de lo existente, aferramiento en el poder con revolución, destruir, perseguir o impedir trabajar en funciones del Estado a los que no son chavistas o “revolucionarios” con hacer democracia, entre otros.
Por ello debemos preguntarnos: ¿Qué estamos construyendo? ¿Es una democracia o algo distinto?
Recomiendo la relectura, para quienes lo tuvieron en sus manos antes o su descubrimiento para los nóveles, de Humberto Maturana ¡Qué buenas lecciones tiene!
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