Jorge Cruz, Caracas 5 de julio de 2021.
Un martillo es un
instrumento que sirve para incrustar clavos
Lo peor que le
puede pasar a una población es tener en el poder a fanáticos, esos que se creen
dueños de la verdad absoluta…
¿Por qué es
terrible?, pues somos animales gregarios, hemos necesitado de la manada para
sobrevivir, sumar energías, capacidades y habilidades. Esto es algo que se ha
potenciado con las nuevas tecnologías, los intercambios y alianzas de
investigación y desarrollo de innovaciones son mucho más frecuentes o
permanentes.
Además, como
toda la fauna social, tendemos a construir estructuras de poder, liderazgos.
Los grupos delegan ciertas labores a uno o un pequeño número de integrantes
para que sean los que tomen las decisiones que los implique.
Sin embargo, hay
una característica importante entre los humanos: generamos un discurso que nos
sirva de amalgamador. El mismo no es inmutable, sino que puede cambiar en el
tiempo, tiene fuerza por periodos de tiempo, creando manadas numerosas o fragmentadas en subgrupos que se pueden ir diferenciando en su cultura.
El discurso puede
derivar en fanatismo, ya lo he desarrollado en anteriores artículos: el cual no
se puede distinguir por ideologías, son cosmovisiones que trasgreden esa
arcaica y espuria división de izquierda-derecha.
El problema
emerge cuando el discurso pasa de ser un fusionador de la grey a radical, donde
cualquier diferencia es considerada un ataque, peor aún si llegan a asumir el
poder, entonces se utilizan epítetos como “terrorismo”, que ha sido una palabra
maleable y útil para calificar cualquier acción contraria, lo que permite justificar,
“legalmente”, el condenar, perseguir o asesinar.
Es decir, no pueden
haber disidencias, todos debe ir por un solo carril, quien, aunque sea
ligeramente, tome otro rumbo es
considerado enemigo al que hay que destruir, sea física, intelectual o
económicamente.
Voy a ilustrar
con algunos casos lo dicho anteriormente.
Elias Jaua fue un ministro en varios despachos, además de otros cargos
de peso con Chavez y Maduro. En su última función ha criticado ciertas líneas
políticas, pues recientemente, mes de junio, se realizaron “elecciones” para
seleccionar los candidatos a las próximas elecciones regionales y municipales,
EJ no pudo inscribirse, no se lo permitieron. Sigue siendo chavista con
posiciones críticas ello es suficiente para ser defenestrado, apartado.
Javier Tarazona
es la cabeza visible de la ONG Fundaredes, la cual ha estado muy activa en este
año por los ataques de la disidencia de la FARC en Apure y las acusaciones de
presencia permanente de otros grupos en Venezuela. Según Sebastiana Barraez lo
que disparó la molestia para ser detenido y acusado de TERRORISMO fue una foto
de un personaje de peso en el PSUV*
En el año 2004 la
oposición recogió firmas para solicitar un revocatorio a Chávez, las rúbricas y
los datos de identificación se entregaron para avalar el documento, el ente
(Consejo Nacional Electoral) que debía ser imparcial permitió el acceso a tales
papeles al chavismo, con lo cual se elaboraron una lista negra en un programa
informático que llamaron Maisanta, que implicó (aún de vez en cuando la sacan
al ruedo nuevamente) que muchas personas fueran despedidas de sus trabajos con
el Estado o incluso en contratistas, a otras no se les permitió ingresar a
prestar servicios, en pocas palabras, sirvió para una cacería de brujas,
reviviendo etapas como el Macartismo en los EE.UU.
Por último, si
revisamos la historia nos toparemos con que han habido representantes tanto de
un “bando” como del otro (para aquellos que les encanta colocar etiquetas):
Hitler, Mussolini, Franco de un supuesto lado y del otro: Lenin, Stalin, Mao… o
de más actuales como Trump, Bolsonaro y los Castros, Ortega y Chávez-Maduro. Su
actuar es similar: atacar los medios de comunicación, recomponer la historia,
crear neolenguaje, perseguir a ONG o sus miembros, reprimir con virulencia las
protestas, tratar de monopolizar todos los entes del Estado, el monopolio de un
solo partido, entre otras.
La naturaleza
La tribu es parte
de la estrategia de la naturaleza para aumentar la resiliencia de las especies
sociales, al incrementar la diversidad de tribus, se agrandan las posibilidades
que algo que ataque a un grupo no tenga similares resultados en otro.
En el último
artículo señalaba que hay tribalismo de nuevo cuño potenciado por las redes, el
cual ha perdido la referencia geográfica, está en cualquier parte del mundo.
Una de las mayores expresiones de ello fue lo sucedido en las elecciones de
noviembre del año pasado en los EE.UU. los foros estaban llenos no solamente de
gringos, sino de habitantes de muchas naciones, donde habían dos posiciones
irreconciliables, que aún se mantienen, en la cual se percibía radicalismo
aunque no fuera un votante y menos aún viviera en dicho país.
El tribalismo se
alimenta de las incertidumbres que reinan, de los cambios violentos y rápidos
que está provocando la irrupción de la inteligencia artificial y sus
algoritmos, de las grandes migraciones de personas, el aumento de los riesgos
ambientales provocados por el cambio climático, entre otros factores.
Esas
inseguridades hacen que nos intentemos aferrar a cualquier liderazgo, a militar
en sectas que como ya he descrito anteriormente, pueden que vayan en contra de
nuestros principios y valores, pero nos un ancla al cual asirnos. Lo cual es
peligroso y crea aún mayores ambivalencias.
Guadalupe Nogués
nos dice en un audio** que cuando solo se escucha a los similares las opiniones
tienden a ser extremas y homogéneas y con ello el diálogo no existe.
Concluyendo
He intentado
demostrar que la militancia o simpatía por una tribu tiene sus pro y contras,
minimizar los efectos negativos es tarea de cada uno de nosotros.
Como el martillo,
tiene su parte positiva y negativa, puede unir cosas, darle sentido, identidad,
pertenencia, y, a su vez, puede ser un arma que destruye al otro, que intenta
acabar con la diversidad.
Permitir que el
tribalismo sea dominante nos exponemos a sufrir las consecuencias de la
exclusión en su sentido más extremo, que muchas veces puede ir acompañado de
destrucción del tejido social, ambiental, jurídico, institucional y económico
Armando Rojas Guardia en la
Universidad Metropolitana (UNIMET) el 16-10-2013 pronunció un discurso
que podemos tener como objetivo de vida (agradezco al poeta y maestro José
Pulido por reproducirlo en su muro de FB): “Vivir poéticamente es vivir desde
la atención: constituirse en un sólido bloque sensorial, psíquico y espiritual
de atención ante toda la dinámica existencial de la propia vida, ante la
expresividad del mundo, ante la sinfonía de detalles cotidianos en los que esa
expresividad se concreta (ello implica un refinamiento orquestal de la vida de
nuestros sentidos y un esfuerzo consciente por aquilatar nuestra percepción de
los objetos que pueblan nuestro entorno).”
Debemos vivir,
entonces, poéticamente, no tribalmente, no dejarnos dominar por la intolerancia
y el fanatismo. Ciertamente, necesitamos de la tribu, también de la diversidad,
mas no del tribalismo y la homogeneidad, revisarnos es nuestra propia decisión.
Podemos usar el martillo para destruir los fortines que construimos y con ellos
procurar que la democracia tenga larga vida.
Bibliografía
*Barraez,
Sebastiana (2021) La fotografía que desató la
furia del régimen de Maduro contra Javier Tarazona, el activista detenido e
imputado por terrorismo e instigación al odio. Infobae, 4 de julio 2021. En: https://www.infobae.com/america/venezuela/2021/07/04/la-fotografia-que-desato-la-furia-del-regimen-de-maduro-contra-javier-tarazona-el-activista-detenido-e-imputado-por-terrorismo-e-instigacion-al-odio/ . (Consultado el 4 de julio de 2021)
**Nogués,
Guadalupe (2019) Cómo
hablar con otros que piensan distinto.
TEDxRiodelaPlata
18 noviembre. https://www.youtube.com/watch?v=ESwDIXXyh_Y