Saturday, November 8, 2014

Encrucijadas de un ambientalista

Jorge Cruz, Caracas 7 de noviembre de 2014

Gracias a mi querido amigo y colega Manuel Lizarralde  me he topado con un libro escrito con algo de humor, pero muy interesante: El hombre del impacto cero, Las aventuras de una persona culpable que trata de salvar el planeta y el descubrimiento que él hace acerca de si mismo y nuestra forma de vida, durante el proceso, por  Colin Beavan, (Picador,2009).

 En él describe muchas preguntas que quienes hemos estado inmerso en eso del ambientalismo nos hemos hecho en múltiple ocasiones, desde ¿qué puedo hacer para “salvar” al planeta (yo diría más bien salvarnos nosotros como especie, porque el planeta puede seguir con o sin nosotros)? Hasta ¿lo estoy haciendo bien? ¿He hecho lo más posible que pueda hacer? Pero lo más interesante es como llegar a ser una persona que produzca cero impacto en el ambiente, proeza o epopeya imposible, aunque loable, especialmente por su cultura citadina, tal como podemos ver en los siguientes párrafos:


“Por el contrario Michelle y yo apelamos por los números de Big Enchiladas y pedimos un arroz con caraotas, Japonica por suchi, Bagel Bob’s para el desayuno (cuando queremos cambiar de The Adore) Soue Macrobiotic si nos sentimos culpable por toda la basura que comemos o Two Boots Pizza cuando somos realistas y nos preguntamos a quién engañamos con eso de comer sano. No me quejo de ello, porque salirte de ese círculo vicioso, los elementos que estoy describiendo son de una vida bella, con “alto estándar de vida”. La pregunta es si el círculo vicioso se detiene ¿Los “altos estándares de vida” son igual a una buena calidad de vida?

 Pero ¿quién hace preguntas por los estándares de unos padres nuyorkinos? nuestro ajetreado típico día parece normal. Podríamos pararnos en el parque de Washington Square Park y preguntar a nuestros amigos cuándo fue la última vez que cocinaron para los hijos y una sonrisa irónica será la respuesta; si, la broma pudiera seguir así: una vez que tu hijo de dos años ha aprendido a pedir calamares o ensalada de mango ya pasaste el punto de no regreso.

 Realmente la rutina de la bolsa plástica para llevar comida  en mi familia es parte de la gran cubierta de salsa de ajo que cubre la masa de carbohidratos y otros petroquímicos que, después de veinte minutos de uso, terminará en el basurero o incineradores, para botar químicos en el agua que bebemos o se evapora en el aire que respiramos.

Sin embargo, mucho de los fantasmas de mis abuelos se sorprenderán de mi forma de vida, no es que mi familia sea la única que se ha convertido en una monstruosa máquina de hacer basura, no es que sea un pobre diablo que tomó la senda equivocada o que me he transfigurado después de 25 años desde que mis abuelos me influenciaron. No es que sea un ingrato perezoso, que pensé que era, pero pudiera ser que como miembro del grupo de este gran barco que es nuestra cultura, yo he asumido algunas decisiones que causa que el barco completo tome una vía equivocada y posiblemente se hunda.”


Sus reflexiones van más allá, que más de uno nos la habremos  hecho: esa serpiente que se muerde la cola:

 “Continuando, toda esta comida empacada ayuda a recortar el tiempo que tengo que utilizar para mantener a mi familia y lo que me permite tener más tiempo de ocio, pero no es lo que realmente sucede, en mi familia ese recorte no significa más tiempo para compartir, sólo significa más trabajo. Realmente muchos gastamos cantidad de horas de transporte entre dos trabajos y rompernos las espaldas por 12 horas al día para tener más tiempo de “ocio”.

 Por ejemplo mi esposa Michelle, ella en su trabajo en el centro, en cada hora de almuerzo se une a cientos de miles de personas que, como hormigas de un hormiguero, bajan de sus rascacielos para comprar sus comidas para llevar de 15 dólares.

 Michelle, como muchosotros empleados, regresan en sus ascensores a sus puestos de trabajo a comer porque no se puede perder el tiempo. Ella necesita seguir trabajando para poder logar un mayor ingreso, ella necesita un mayor ingreso para poder invertir 5000 dólares en almuerzos que tiene que comprar para poder regresar a su escritorio que le permite obtener un incremento que le permita comprar sus almuerzos que le permitan regresar a su escritorio…”

Es una forma de hacer la vida, de ver el mundo (o no verlo) que nos ha sometido a un ritmo de consumo, usa una vez y bota de una vez; generando con ello alta contaminación en todo el proceso de un producto o ciclo de vida: impacto de donde viene, en su procesamiento y cuando nos deshacemos de los mismos. Su fase final, botar, son inmensas cantidades de empaques de los cuales no deshacemos en un dos por tres, pero que suman y suman en nuestra bolsa de basura.

Quizás nos suene pesimista, no es para menos, aunque también hay alternativas, muchas de ellas adelantadas en la cuna del consumo desmedido, los EE.UU.; las cuales van desde el autor del libro a otros libros en su página web: http://colinbeavan.com/ , a otros autores más recientes como: Amy Korst y su texto: The Zero-Waste Lifestyle; el cual intenta guiarnos por diversas experiencias, algunas de ellas señaladas seguidamente: http://zerogarbagechallenge.info/alternatives, http://www.motherearthliving.com/healthy-home/green-living/zero-waste-lifestyle-ze0z1305zpit.aspx,http://www.motherearthliving.com/healthy-home/green-living/zero-waste-lifestyle-e0z1305zpit.aspx#axzz3GiYATGupy http://trashfreeliving.com/

Todas ellas han intentado reducir el impacto que producimos diariamente,  cada uno lo hace a su manera, a su forma de ser. Lo interesante es que hay experiencias de parejas solas, con hijos,  con mascotas y sin hijos, con ambos, entre otros. Lo importante de estas prácticas es que han reducido considerablemente la cantidad de desechos, que generalmente producen sus propios alimentos o tratan de abastecerse de los mismos de productores cercanos (para reducir los kilometrajes que recorren nuestros productos en el traslado), de reusar los envases en los cuales compran y almacenas sus consumos.

El impacto cero no es posible, nos lo cuentan los experimentos mencionados, pero si lograr que podamos reducir a cantidades mínimas, algunos mencionan hasta generar solamente un kilo al año.

Debemos imitar esas iniciativas, son provechosas para nosotros y nuestros hijos

Thursday, October 23, 2014

Sin plan no hay pan

Jorge Cruz, Caracas 23 de Octubre de 2014
 
“Si no sabemos para donde vamos cualquier camino nos lleva allá”, esta frase dicha por el conejo a Alicia, el libro Alicia en el País de la Maravilla, algo que en términos venezolanos traduciríamos, también en boca del personaje Eudomar Santos en la telenovela Por estas Calles: “Como vaya viniendo vamos viendo”.
 
Esta es quizás una de las facetas que identifica al venezolano mal acostumbrado por el petróleo, podemos darnos el lujo de estar experimentando porque el chorro de dólares que el oro negro surte al país pareciera que nunca se va a acabar.
 
Por ello no hay generalmente planificación de largo aliento, nos llenamos de actividades, de acciones, que solucionan el ahora pero no para crecer como nación.
 
Recientemente participé en una reunión en la cual se planificaba realizar unos talleres, allí realice unas preguntas que fueron contestada de la forma como se mencionaba arriba. La misma era la siguiente: se van a realizar talleres por diversos puntos del país, en los cuales se dará entrenamiento a un grupo de personas para realizar un función puntual que pudiera ser completada en un lapso de unos dos o tres meses ¿y luego qué? ¿Qué otras ocupaciones podrán tener estas personas con sus nuevas habilidades? La respuesta fue algo como posiblemente puedan ser necesitadas en otras actividades.
 
Esto nos muestra lo que ha sido la norma en el país, se crean cursos, pero en muchos casos no se tiene pensado en el futuro, sino en resolver algo inmediato, un cómo vaya viendo vamos viendo.
 
Esto, no es nuevo, ya lo afirmé, pero los años de bonanza han más que agrandado ello; es parte de la venezolanidad, ese no administrar lo de hoy porque mañana nunca vendrán las vacas flacas;  ese realizar actividades, que llenan los informes de productos o metas, pero de corta vida; un experimentar para ver que sale.
 
Por eso hemos tenido en estos últimos tres lustros cientos de proyectos y programas, miles de talleres de formación, múltiples organismos (ministerios, viceministros, institutos, comisiones, misiones, entre otros), todos ellos han significado grandes sumas; muchos con resultados que dejan que desear.
 
Todos ellos no han sido más que búsquedas sin saber para donde ir, si lo pone en duda, nos tendríamos primero que preguntar hacia donde ha querido o ha dicho que va el gobierno: el socialismo, es algo vago; si preguntamos qué socialismo, quien mejor lo ha descrito fue Carlos Monedero: “No sabemos cuál, pero si sabemos que no queremos”; se imaginan lo que puede haber en eso de “no queremos”, ¡cuántas posibilidades hay!
 
Seguimos inventando nuevos cursos, proyectos, estructuras, en supuestamente invertir en lo social, en un aparente darle poder al pueblo, en una ilusión de construcción de país; a pesar que la realidad nos ha golpeado, mostrando que sólo tenemos un grupo de individuos que se han formado para pasar a ser con el tiempo en analfabetas funcionales, en mendigos por las migajas que baja el Estado, en un caos donde sólo impera la ley del más vivo, en más burocracia que pasa su tiempo pintándose las uñas, …
 
En ello hemos embarcado al país en un proyecto que no se sabe qué, donde se piensa que con buena voluntad se pueden lograr buenos resultados o un mejor futuro. Nos hemos caracterizado por ese voluntarismo a flor de piel, por un como vaya viniendo vamos viendo.
 
Ahora estamos entrampados en un ahora incierto que deja sin respiro al porvenir. En eso estamos, sin plan para tener pan

Saturday, September 27, 2014

La ilusión de soluciones



 Jorge Cruz, Caracas 25-09-2014

No puedo negar que yo disfruto enormemente de los actos de los magos. Puedo permanecer por horas viendo como descubren la carta que pensantes, aparecen animales de la nada, cambian de ropa en solo un tris, cortan a personas en partes que se mueven independientemente, y así por el estilo. Son posiblemente una de mis mayores debilidades. ¡Nunca termino de asombrarme!

Claro está, yo sé  que estoy viendo un show, algo que no afecta mi devenir, al terminar la función, todo regresa a su normal ajetreo. No hay secuelas, su presentación solo me deja sonrisas y recuerdo gratos de sus artilugios.

Caso contrario cuando mi vida, mi realidad se quiere manejar con actos de ilusionistas. Esos si generan problemas, peor aún si son para buscar soluciones, que al final solo potencias los anteriores, son, el decir popular: “Pan para hoy, hambre para mañana” o “Pan y circo”.

He iniciado estas letras con lo anterior, porque es lo que me trae a la memoria un titular del periódico; Ciudad Caracas en el día 25 de septiembre de 2014 en su página 6: “Optimizan abastecimiento de agua en Ciudad Caribia”.

Recuerdo que en una reunión previa a su fundación, cuando se estaba discutiendo su viabilidad, un experto en el tema del agua preguntó: “¿Con qué agua se va a abastecer ese proyecto habitacional?”, afirmando luego que, solo había disponible unos miles de litros de dos manantiales que no iban a ser suficiente para tantas personas. Tras esos argumentos se planteó como una alternativa traer una abducción desde la represa de Petaquire, que en principio se pensó pero casi descartó porque era costosa y significaba quitar agua destinada para la agricultura. La conclusión fue que ese proyecto era ya definitivo, que no se debía discutir sobre su viabilidad, era necesario construir en un área de la Zona Protectora de Caracas, cerca del Parque Nacional Ávila (ahora Wairara Repanao).

Es decir, no se tomaron en cuenta los argumentos técnicos, solo la voluntad política (debería afirmar: politiquería) de vender una ilusión de solución para un grupo de incautos, que como a Caballo regalado no se le mira el colmillo. Las penurias vienen después.
De eso se ha tratado el gobierno, vender propaganda sobre soluciones que no solventan nada, solo son medidas de corto plazo, de mucha improvisación, de no respetar los conocimientos o sugerencias técnicas, de perseguir o estigmatizar a todo aquel que levante la voz como pitiyanqui, antipatriota.

Como ahora el hombre-imagen no es tan fuerte como el anterior, la ilusión (y el pase de factura de una terrible gestión) han hecho que se tenga que utilizar otros medios: se convierte en un acto de terrorismo las protestas, se censura a quienes están presente en los medios de comunicación y se ridiculiza y persigue a cualquier persona que exprese medidas a tomar: por ejemplo, la emergencia sanitaria, se ha hostigado al presidente del Colegio Médico de Aragua, se anuncia que era un plan biológico, pero se hace fumigación a última hora en los colegios, se inicia una campaña para prevención, entre otras medidas ,que no dice que sí hay un problema grave de salud.

Han sido tantos los proyectos o ideas manifestadas no concretadas o concluidas. Hace un tiempo atrás dos periódicos se hicieron eco de ello: Las Verdades de Miguel a mediados de octubre de 2010, señaló:

“NÚMEROS. La década perdida. A Chávez le dijeron que en el área de Fuerte Tiuna se pueden construir 50 mil viviendas. Pues bien, que se sepa, las tres etapas de la urbanización 2 de Diciembre (rebautizada 23 de Enero) se construyeron en apenas 3 años y en una superficie mayor a la de Fuerte Tiuna. En el complejo se levantaron 56 superbloques de 15 pisos, unos con 150 y otros con 300 y 400 apartamentos para un total de 9.176; además de 42 bloques pequeños, así como también 17 preescolares, 8 guarderías, 25 centros comerciales, 5 escuelas primarias, 2 mercados, 2 centros culturales, estacionamientos, áreas verdes y de recreación para una población aproximada de 60 mil habitantes. Se trata del más grande de 10 complejos habitacionales (los otros son Urdaneta, Pro Patria, Cútira, Diego de Losada, Cotiza, Atlántico Norte, Simón Rodríguez y las unidades residenciales La Vega, Paraíso y Artigas). Todos construidos en 3 años. La pregunta: ¿adónde piensa el Gobierno meter 50 mil viviendas en Fuerte Tiuna? Vale recordar que obras como la Ciudad Socialista de Santa Rosa (avenida Libertador) y muchas otras se encuentran paralizadas.

EFICACIA. Domingo Alberto Rangel llegó a decirme que Pérez Jiménez fue el mejor ingeniero de nuestra historia. Para muestra un botón: algunas de las obras concluidas durante el trienio 1954-1957: Asistenciales: la Maternidad Concepción Palacios, la Clínica Santa Ana, Casa de Observación de Menores Retén de prematuros, la Emergencia de Salas; los Centros Pediátricos de El Valle y Salas; los hospitales Vargas (ampliación a 600 camas), J.M. de los Ríos, Rísquez, El Valle, Catia, Maiquetía, J. M. España, Eudoro González, Pediátrico de Catia, Vargas de la Guaira (con servicio pediátrico y de adultos), Universitario de Caracas y el Banco de Sangre. Avenidas: Andrés Bello, El Cementerio, Nueva Granada, Sucre, Victoria, Bolívar, Urdaneta, Este Oeste 6 y Oeste 8, Cota 905, Morán, San Martín, Cota Mil (primera etapa), Páez, Fuerzas Armadas, Libertador (primera etapa), Maripérez, Francisco de Miranda, España, México, Los Próceres, Los Ilustres y Paseo La Nacionalidad; la Ciudad Universitaria, el Centro Simón Bolívar; los teleféricos Maripérez/El Ávila/Macuto y Mérida; el Hipódromo de La Rinconada; los distribuidores El Pulpo y todos los de la autopista del Este. La avenida Soublette, en Vargas; las autopistas Caracas-La Guaira y la Regional del Centro (primera etapa); las carreteras Panamericana, El Junquito-Colonia Tovar-Carayaca. Los balnearios: Los Caracas, Playa Lido y el Club Puerto Azul. Los mercados populares: Quinta Crespo, La Pastora, Guaicaipuro, Prado de María, el Almacén Central de Coche, Punta de Mulatos y Maiquetía. Parques y plazas: Parque del Este, El Pinar; Plaza Venezuela y Los Símbolos. Hoteles: Maracay, Tamá, Llano, Alta Vista, Prado Río, El Moruco, Cumanagoto, Humboldt y Tamanaco; y muchas otras obras de interés nacional. Hubo unas que no pudieron ser inauguradas por el derrocamiento de MPJ, pero sí proyectadas e iniciadas durante su gestión: la Siderúrgica del Orinoco, el Puente sobre el Lago de Maracaibo Rafael Urdaneta, la Represa del Guri, los planos trazados para el Metro de Caracas, el cual estaba proyectado para construirse durante el periodo 1957-1962. ¿Qué ha pasado con la revolución cuyas obras públicas, en el mejor de los casos andan a paso de morrocoy, mientras que buena parte de ellas permanece inconclusa y abandonada? ¿La década pérdida? “

Posteriormente en el mes de abril publicó 61misterios, es decir, obras inconclusas de este gobierno, promesas no cumplidas (si desea saber más sobre esto puede revisar en:  http://yavenezuela.com/miguel-salazar-61-misterios-por-resolver-en-el-gobierno-chavista/) .

En el Bloomberg News del 28 de abril de 2014 se hace un listado de 4.381 proyectos, de diversa índole, que no se ha concluido, sin mencionar los que nunca pasaron de ser ideas (si desea saber más sobre esto puede revisar en:  http://www.finanzasdigital.com/2014/04/bloomberg-utopia-agricola-de-chavez-se-marchita-como-un-proyecto-abandonado/ ) .

Como podemos ver ha sido un gobierno que en más de década y media ha hecho menos que Pérez Jiménez en un poco más de 6 años, tal como se puede notar en la primera reseña del semanario Las Verdades de Miguel y con menos recursos por el petróleo.

Cuando los vendedores de ilusiones asumen el poder, luego no lo quieren soltar; tener a millones de seguidores, reales o no, es el mejor público, aunque la realidad golpee a ambos.

Yo deseo que los prestidigitadores se queden en los espectáculos, no que gobiernen un país, porque como el humo, luego queda todo como antes o peor, porque han pasado unos años; más rudo aún si la línea es destruir para supuestamente construir. Es preferible ¡qué se vayan con su circo para otra parte!

Por ello cada vez que se encadenan solo suena en mi esa canción cantada por Héctor Lavoe: ¡Mentiras! Tararatara..

Monday, September 8, 2014

¡¡Es el líder, es el liderazgo!! ¡¡Estúpido!!


Jorge Cruz, Caracas, 3 de septiembre de 2014


Algunas veces nos ponemos tan creativos que intentamos preparar una tortilla sin huevos, para después justificarnos buscando culpables porque no es una. La política y los políticos en Venezuela son una gran muestra de ello.

Nuestra oposición se ha caracterizado por criticar, muchas veces con razón, pero en un alto porcentaje sin argumentos reales. El oficialismo, por su lado, no se queda atrás en esta competencia al más inepto: siempre tiene a mano un chivo expiatorio, el o los culpables de sus desaciertos.

Últimamente se escucha con bastante insistencia que la culpa es porque no se ha seguido el dogma marxista de la necesidad de acabar con el Estado (burgués) y darle el poder al pueblo.

Para mi esta es una tesis errada de principio a fin.
El instinto manda
Voy a empezar aclarando que nos olvidamos de un principio fundamental: somos animales sociales y que tenemos comportamientos que se repiten en todas esas especies (insectos como abejas, hormigas…; mamíferos como primates, felinos, etc.), reseño dos de importancia para este tema: tendemos a construir estructuras de poder, las hormigas tienen reina, obreras, soldados, entre otras y, segundo, un líder que comanda el equipo (macho alfa).

Otro dato importante, hay líderes diversos y no todos son aptos en todos los ámbitos. Traigo un ejemplo para ilustrar. Creo que muchos recordarán el caso de los sobrevivientes de los Andes, del equipo de rugby uruguayo que tuvo un accidente aéreo en unos picos de los Andes. Ellos comentan que a pesar de que uno de los que quedó con vida fue el capitán del equipo, para esta nueva situación no dio la talla, como necesitamos de líderes, otro de los integrantes del equipo tomó las riendas y fue él quien armó la estrategia que los pudo sacar del entuerto.

Otra premisa a resaltar es la que he titulado economía energética; la cual consiste en lo siguiente: todos los animales se movilizan o hacen un desgaste de energía con tal de obtener a cambio una cantidad similar o mayor a la invertida en dicha acción. Si algún animal actúa en contra de ello, por largo tiempo, sólo garantiza su muerte por desnutrición.

Coprotagonistas que no participan
Para entrar en materia voy ahora a tocar la participación. La participación coprotagónica se ha convertido en un eslogan que vende mucho, pero que funciona poco; da caché político, pero los hechos son renuentes a demostrar tal dogma, que solo llega a ser un lema más.

Para analizar debemos observar a los Consejos Comunales, uno de los puntales de la revolución socialista que se ha intentado presentar como meta fundamental y base de la nueva Venezuela en construcción: hacia el Estado comunal.

Voy a aclarar que no voy a atacar todos los aspectos sobre este tema, solo algunos que son indispensables para mi planteamiento aquí.

El primer problema que encontramos, su estructura es horizontal, por lo arriba señalado, que nos demuestra la realidad de ellos, debe haber un liderazgo; más sincero sería tener una tendencia hacia lo horizontal, pero la ley es clara al respecto. Los CC que han funcionado o siguen funcionando es gracias a un líder fuerte y consecuente, las vocería cumplen más un papel legal que real, el líder necesita de algunos ayudantes que son su apoyo para llevar adelante los proyectos, aunque se debe señalar que siempre son pocas las manos amigas y voluntarias. En pocas palabras, los CC que han funcionado lo han hecho en contra de la ley, con una estructura ligeramente o altamente vertical.

El segundo punto es que los CC son electos por asambleas, como una forma de combatir el esquema de la representatividad, pero las vocerías también son formas de delegar, es decir, representatividad. Se puede esgrimir que son electos para ser vocero, pero quien, legalmente, dirige es la asamblea; caemos en otro punto, el asambleísmo. Quienes hemos estado inmersos en organizaciones de diversos tipo sabemos que las asambleas son numerosas en un principio y decrece la asistencia con el tiempo, aquí comienza a influir la economía energética, al inicio se tienen altas expectativas, si los logros no son inmediatos decrece la motivación y con ello la inversión energética, al final quedan unos pocos voceros presentes y con deseos de seguir trabajando, hasta notar que si no se logra nada reina la apatía incluso para los más proactivos. El asambleísmo desgasta, haciendo que cada vez se concentre más la toma de decisiones en los voceros (reales líderes), que también son contados. Esto sucede de manera instintiva, no es que los participantes van o sacan sus calculadoras para medir la cantidad de energía invertida menos la obtenida. Para algunos sus mediciones son de mayor alcance o lapsos de tiempo, eso son generalmente los líderes, el resto “realiza” mediciones de mediano y corto plazo, de ello depende su presencia. La gran mayoría de la población vive el día a día y no hacen planes tan largo en el tiempo.

Otra limitante que tiene la ley, que nos muestra el idealismo en ella presente, que es parte del punto anterior: las vocerías son voluntarias, tenemos dos condicionantes: si es voluntario, lo realizo en mi tiempo libre, primero está lo que implica mis ingresos, mi manutención y de mi familia y, luego, lo voluntario; el segundo, nuevamente aparece la economía energética. La realidad es, conozco de diversos casos en los cuales se viola la ley, los líderes, para poder garantizar una dedicación mayor a “mi tiempo libre”, son contratados por entes del Estado, especialmente Fundacomunal.

Tenemos otra variante de ese mismo fenómeno, lo voy a ilustrar con un ejemplo que conozco. En el lugar donde trabajo se han dado al menos 6 iniciativas organizativas desde abajo, promovida por los trabajadores, en lucha por sus derechos: laborales, seguridad industrial, ocio, entre otras, en todas ellas se encuentran cerca de 15 personas que han estado en su promoción y son participantes activos, algunos de ellos están en hasta cinco de ellas; el resto de personas, casi 400, hace apariciones puntuales, son apenas un 10% de todo el personal activo el que realmente se involucra en estas actividades que son para el beneficio de todos. Es decir, son pocos, que se repiten en las actividades. Yo propongo que se revise a los miembros de los CC y veremos que muchos de ellos eran desde tiempos de la IV participantes activos, con nuevas incorporaciones, pero muchos de ellos han sido luchadores y líderes por largo rato.

Un líder o los líderes de las comunidades son el motor de ellas, pero el liderazgo tiene límites, señalo uno, está demostrado que un líder que puede ser bueno para promover luchas reivindicativas, por un servicio, no necesariamente es bueno para administrar proyectos u otro tipo de labores comunitarias, son contados los casos en los cuales, por ejemplo, se puede encontrar un líder que es bueno como gerente o administrador y tenga un excelente conocimiento técnico sobre el área en la cual se desempeña; ellos son la excepción no la regla.

En pocas palabras, la participación o esa nueva estructura de gobierno donde es el pueblo el que manda, es un sofisma; lo real es que ella va a estar mediatizada por los logros, por las metas que se van alcanzando en el corto plazo para la gran mayoría, ha sido la historia de todos los movimientos sociales y seguirá siendo.

Estos problemas se magnifican con la propuesta del Estado Comunal, tal como lo señala María del Pilar García en su artículo El Estado Comunal y las divergencias alrededor del legado del Presidente Chávez (en: http://www.aporrea.org/ideologia/a194418.html). No es entonces el Estado Comunal o el poder popular los que deben asumir el poder para solucionar los problemas en Venezuela.

Realidad caprichosa
Me pregunto si alguien, de los proponente de estas iniciativas, ha revisado porqué se cayó la USRR, porque los chino o vietnamitas, entre otros, han cambiado sus estrategias de desarrollo; incluso los cubanos, se ha dado una apertura que está atrayendo a cubanos-estadounidenses para realizar negocios. Se tiene que revisar que factores internos hicieron que los movimientos de participación entraran en picada. Se necesita de un análisis serio sobre las causas de esa merma en la participación, posiblemente terminarán (yo tampoco lo he estudiado, por ello no puedo afirmar fehacientemente) por encontrar que la economía energética fue una de las causales.

Todos ellos han terminado en un centralismo, en una élite que gobierna, en un partido que se enquista en el poder, en algunos casos en su peor versión: dictaduras.

Por tal motivo, expreso que no se puede seguir apostando por utopías que están distante de nuestra naturaleza: animales, instintivos, que buscamos sobrevivir como comunidad e individuos, que necesitamos de líderes en los cuales delegar buena parte de nuestro futuro y expectativas.

Aceptemos que no va a ser el soberano quien masivamente tome el poder y que desde ese momento va a asumir su porvenir. Necesitamos de estructuras de poder y de líderes, cualquier otra elucubración sirve como ejercicio mental, pero para tenerla en el papel. El alto número de CC y Comunas me da la razón, son pocas las operativas realmente y no es por falta de reglamentos o por iniciativas individuales o incluso colectivas, es por la naturaleza de ese animal llamado ser humano.

Monday, August 11, 2014

Creo en mí mismo, creador…

Jorge Cruz,
Caracas, 9 de agosto de 2014

Últimamente he estado pensando  sobre mis principios y valores. Yo crecí en un hogar de padres católicos, mi primaria estuvo marcada por dos religiones: la católica y la protestante. En bachillerato mis primeros años la protestante y luego laico. Estando en bachillerato, mi mejor amigo era Testigo de Jehová y luego otro que era anglicano. También, con regularidad nos tocaba leer la Biblia.

A todos ellos escuché, cada uno presentándose como la verdad verdadera. El oír sus debates entre las diversas fe y mis lecturas de la Biblia, en la cual, recuerdo claramente,  un Dios “justo” destruía unos muro de fortalezas (Jericó) para que su “pueblo” masacrara a otro, por supuestamente ser impíos. El Viejo Testamento está lleno de guerras, de matanzas en nombre de un Dios. Todo ello me hizo entender que
ese Dios, no era tan justo como me lo intentaban vender, no era misericorde, ni tan justo, no prevalecía el perdón, sino el asesinato justificado en su nombre.

Por ello a temprana edad, decidí o me convencí que no existía un Dios, empecé a militar en el ateísmo. Años después aparece el marxismo hablándome de la religión como el opio de los pueblos.

El marxismo me mencionó la explotación del hombre por el hombre, de la lucha de clases. Comienzan mis años universitarios, con una formación básicamente marxista (o de izquierda, para los que les encanta
repartir etiquetas). Al mismo tiempo inicio unas reflexiones que me llevan a dudar del marxismo como teoría para aprehender la realidad. Comienzo mi periplo por estudios de 4 nivel, voy a Santo Domingo, allí, con una mayoría de profesores marxistas, incluso varios formados en la Unión Soviética de los setenta, con más ahínco me convenzo que el marxismo no me puede explicar la realidad que era mi “objeto de estudio” por mi formación.

Ya en mi paso por la universidad había tenido contacto con propuestas ambientalistas, estas se van consolidando y mi militancia en ONG ambientales no se hace esperar. Nuevamente el marxismo no me sirve para explicar mis apreciaciones de la naturaleza, las grandes enseñanzas con mis queridos amigos, biólogos en su gran mayoría. No encajaba eso de la lucha de clases con movimientos “culturales” como el ambientalismo o ese torrente de nuevas formas de acercarme a la realidad.

Es decir, fui poco a poco configurando mi verdad, la única que realmente existe para mí, las demás son solo interpretaciones de la realidad en la cual me desenvuelvo.
 
Es una verdad que me dice que las “luchas” son culturales, no son clases que se enfrentan, son liderazgos con seguidores de diversas “clases sociales”, líderes que atraen personas que van conformando una comunidad (algunas veces incluso bajo un solo partido político) que a su vez va creando una cultura (un lenguaje, un discurso, forma de vestir, redes de amistades, entre otras).  Siempre hablan de reivindicaciones: recuperar los derechos perdidos o no alcanzados por  la acción de una “clase” (capitalista para el marxismo), una “raza” (nazismo), una religión (cristianismo en todas sus variantes; islamismo, etc.), una cultura (blancos sobre afros, o grupos como los de Le Pen en Francia), una preferencia sexual (heterosexuales sobre homosexuales) ; basados en esas “razones” justifican el arrasar con el “enemigo”. Se les persigue hasta hacerlos desaparecer, sea físicamente (muerte o cárcel) o económicamente (no se les permite conseguir trabajo o fuente de ingresos).

Esa es mi verdad, ya no creo en izquierda o derechas, ni en dioses, ni clases sociales, solamente soy un humilde seguidor del credo de Aquiles Nazoa. 

Thursday, July 31, 2014

Una plusvalía para ti y la otra también

Friday, June 27, 2014

La intolerancia como marca



Jorge Cruz, Caracas 27 de Junio de 2014

En la puerta de un retén de recién nacidos se encuentra un nigeriano, un alemán y un argentino, la enfermera levanta a un bebe de color oscuro y pregunta por el padre, el alemán inmediatamente responde que es el suyo, el nigeriano sorprendido le pregunta ¿cómo que tuyo? A lo que el alemán responde ¿quieres que me toque el argentino?

Este antiguo chiste, como muchos otro, nos muestran con humor los estereotipos a los cuales nos hemos acostumbrados, con lo cual exteriorizamos nuestro segregacionismo. El segregacionismo no es ajeno a los animales, por ello no debe causar escozor el reconocer que somos participes de ellos, traigo un ejemplo de unas especies distantes que nos reflejan ello: las hormigas, está documentado que entre la alta diversidad de ellas no hay compatibilidad, una hormiga no puede “visitar” un hormiguero que no sea el propio, es repelida e incluso pueden causarle la muerte, aún dentro de una misma especie esto no es permitido. Por ello tenemos chistes de homosexuales, gallegos, negros, chinos, entre otros muchos.

Todos tenemos conductas segregacionistas, ya sean por el color de la piel, por la edad, por el sexo, por la preferencia sexual, por la religión, por la cultura, por el origen, por la afición deportiva, entre otros.

La formación o valores dados en casa son los que nos permiten minimizar este comportamiento, he dicho minimizar, porque nunca desaparece, es instintivo.

Ahora bien, se puede también exacerbar este instinto, muchos líderes lo han utilizado para ganar seguidores, para mantener en el redil a los mismos, para atacar a contrincantes o incluso, como en las hormigas, eliminar, ya sea física, económica, moral o políticamente.

Una de las formas más violenta de mostrar la intolerancia es la desaparición física del oponente, la cual puede ser desde la cárcel, con lo cual logran incomunicarlo con sus seguidores (algunas veces esto puede ser contrario a los objetivos deseados), hasta la muerte. Pero hay otra forma más sutil de desaparición, cuyo mayor representante has sido Joseph McCarthy, la económica: no se le permite trabajar o tener un ingreso, con lo cual puede generar que el asediado pueda cometer suicidio o migración (exilio) a un lugar donde pueda ejercer sus conocimiento y ser remunerado por ello.

En Venezuela en los últimos 15 años hemos estado involucrados en una agudización de nuestros instintos segregacionistas. El presidente Hugo Chávez (QEPD). Él utilizó su posición y los medios de comunicación (especialmente por medio de las cadenas nacionales u obligación de todos los canales de información, ya sea televisivo y radio, de transmitir sus alocuciones) para insultar, atacar o minusvalorar a todo aquel que no pensara como él, se uniformizaba cualquier tipo de crítica, se le tachaba de enemigo, no de crítico, generó diversos apelativos para denigrar: oligarcas, pitiyanquis, escuálidos, majunches, entre otros.

En pocas palabras, aquí operan dos factores, por un lado la personalidad del líder determina las conductas de sus seguidores, él es importante para moldear la conducta de los miembros. Por otro lado, cada grupo humano (comunidad) genera una cultura: forma de vestir o identificarse por su atuendos; un lenguaje propio para la comunicación hacia dentro y distinguir o minusvalorar a los contrarios; una estructura de poder, hay un líder al menos y posiblemente otros mandos medios; y así por el estilo. Las culturas cumplen un doble rol: son agrupadoras que permiten a sus miembros crecer dentro de sus códigos y valores; y es un muro de contención para evitar las fugas, quien manifieste “valores” diferentes es execrado o se auto execra.

Como resultado, en Venezuela la naturaleza de su líder marcó el destino de un partido que se apropió del Estado y desde allí utilizó la intolerancia como forma de poder, aplicando el principio maquiavélico de dividir para vencer o mantenerse en el poder.

Por ello hemos visto como se han destruidos hogares, peleado familias, acabado amistades de larga data, un permanente enfrentamiento entre quienes piensan diferente; así mismo, se ha extendido a otras áreas: recientemente salió un artículo en aporrea.org en la cual un funcionario del IVIC casi suplicaba que se le permitiera investigar con recursos biológicos, se culpan de los errores a los otros y con base en ello se encarcelan a los supuestos culpables, se persigue, tortura o incluso asesina a quienes protestan, todo bajo la misma premisa intolerancia, justificada como vendidos al imperio, antipatriotas o destructores de la ecología nacional.

También hemos sido testigos de la desaparición económica de muchas personas que vivían en esta república, ya por la famosa lista Tascón o las subsiguientes caza de brujas en los lugares de trabajo.

Cómo vemos mucho de estos argumentos o discursos son los mismos que escuchamos a quienes antes estuvieron en el poder, solo cambian los actores, aunque no se puede negar que la exacerbación que se han experimentado bajo el régimen chavista no tiene parangón.

Ha sido una intolerancia que funciona como la marca de un producto, ha sido la forma de gobernar diferente a sus antecesores, muchas de sus acciones están “legalmente” respaldadas, muchas son de golpe suave.

Yo he vivido en este país por más de 40 años, únicamente bajo este régimen, en cuatro ocasiones, me han expresado que debo abandonar este país.

La intolerancia y la segregación son familia, ellas han sido la marca de estos últimos años.