Monday, September 8, 2014

¡¡Es el líder, es el liderazgo!! ¡¡Estúpido!!


Jorge Cruz, Caracas, 3 de septiembre de 2014


Algunas veces nos ponemos tan creativos que intentamos preparar una tortilla sin huevos, para después justificarnos buscando culpables porque no es una. La política y los políticos en Venezuela son una gran muestra de ello.

Nuestra oposición se ha caracterizado por criticar, muchas veces con razón, pero en un alto porcentaje sin argumentos reales. El oficialismo, por su lado, no se queda atrás en esta competencia al más inepto: siempre tiene a mano un chivo expiatorio, el o los culpables de sus desaciertos.

Últimamente se escucha con bastante insistencia que la culpa es porque no se ha seguido el dogma marxista de la necesidad de acabar con el Estado (burgués) y darle el poder al pueblo.

Para mi esta es una tesis errada de principio a fin.
El instinto manda
Voy a empezar aclarando que nos olvidamos de un principio fundamental: somos animales sociales y que tenemos comportamientos que se repiten en todas esas especies (insectos como abejas, hormigas…; mamíferos como primates, felinos, etc.), reseño dos de importancia para este tema: tendemos a construir estructuras de poder, las hormigas tienen reina, obreras, soldados, entre otras y, segundo, un líder que comanda el equipo (macho alfa).

Otro dato importante, hay líderes diversos y no todos son aptos en todos los ámbitos. Traigo un ejemplo para ilustrar. Creo que muchos recordarán el caso de los sobrevivientes de los Andes, del equipo de rugby uruguayo que tuvo un accidente aéreo en unos picos de los Andes. Ellos comentan que a pesar de que uno de los que quedó con vida fue el capitán del equipo, para esta nueva situación no dio la talla, como necesitamos de líderes, otro de los integrantes del equipo tomó las riendas y fue él quien armó la estrategia que los pudo sacar del entuerto.

Otra premisa a resaltar es la que he titulado economía energética; la cual consiste en lo siguiente: todos los animales se movilizan o hacen un desgaste de energía con tal de obtener a cambio una cantidad similar o mayor a la invertida en dicha acción. Si algún animal actúa en contra de ello, por largo tiempo, sólo garantiza su muerte por desnutrición.

Coprotagonistas que no participan
Para entrar en materia voy ahora a tocar la participación. La participación coprotagónica se ha convertido en un eslogan que vende mucho, pero que funciona poco; da caché político, pero los hechos son renuentes a demostrar tal dogma, que solo llega a ser un lema más.

Para analizar debemos observar a los Consejos Comunales, uno de los puntales de la revolución socialista que se ha intentado presentar como meta fundamental y base de la nueva Venezuela en construcción: hacia el Estado comunal.

Voy a aclarar que no voy a atacar todos los aspectos sobre este tema, solo algunos que son indispensables para mi planteamiento aquí.

El primer problema que encontramos, su estructura es horizontal, por lo arriba señalado, que nos demuestra la realidad de ellos, debe haber un liderazgo; más sincero sería tener una tendencia hacia lo horizontal, pero la ley es clara al respecto. Los CC que han funcionado o siguen funcionando es gracias a un líder fuerte y consecuente, las vocería cumplen más un papel legal que real, el líder necesita de algunos ayudantes que son su apoyo para llevar adelante los proyectos, aunque se debe señalar que siempre son pocas las manos amigas y voluntarias. En pocas palabras, los CC que han funcionado lo han hecho en contra de la ley, con una estructura ligeramente o altamente vertical.

El segundo punto es que los CC son electos por asambleas, como una forma de combatir el esquema de la representatividad, pero las vocerías también son formas de delegar, es decir, representatividad. Se puede esgrimir que son electos para ser vocero, pero quien, legalmente, dirige es la asamblea; caemos en otro punto, el asambleísmo. Quienes hemos estado inmersos en organizaciones de diversos tipo sabemos que las asambleas son numerosas en un principio y decrece la asistencia con el tiempo, aquí comienza a influir la economía energética, al inicio se tienen altas expectativas, si los logros no son inmediatos decrece la motivación y con ello la inversión energética, al final quedan unos pocos voceros presentes y con deseos de seguir trabajando, hasta notar que si no se logra nada reina la apatía incluso para los más proactivos. El asambleísmo desgasta, haciendo que cada vez se concentre más la toma de decisiones en los voceros (reales líderes), que también son contados. Esto sucede de manera instintiva, no es que los participantes van o sacan sus calculadoras para medir la cantidad de energía invertida menos la obtenida. Para algunos sus mediciones son de mayor alcance o lapsos de tiempo, eso son generalmente los líderes, el resto “realiza” mediciones de mediano y corto plazo, de ello depende su presencia. La gran mayoría de la población vive el día a día y no hacen planes tan largo en el tiempo.

Otra limitante que tiene la ley, que nos muestra el idealismo en ella presente, que es parte del punto anterior: las vocerías son voluntarias, tenemos dos condicionantes: si es voluntario, lo realizo en mi tiempo libre, primero está lo que implica mis ingresos, mi manutención y de mi familia y, luego, lo voluntario; el segundo, nuevamente aparece la economía energética. La realidad es, conozco de diversos casos en los cuales se viola la ley, los líderes, para poder garantizar una dedicación mayor a “mi tiempo libre”, son contratados por entes del Estado, especialmente Fundacomunal.

Tenemos otra variante de ese mismo fenómeno, lo voy a ilustrar con un ejemplo que conozco. En el lugar donde trabajo se han dado al menos 6 iniciativas organizativas desde abajo, promovida por los trabajadores, en lucha por sus derechos: laborales, seguridad industrial, ocio, entre otras, en todas ellas se encuentran cerca de 15 personas que han estado en su promoción y son participantes activos, algunos de ellos están en hasta cinco de ellas; el resto de personas, casi 400, hace apariciones puntuales, son apenas un 10% de todo el personal activo el que realmente se involucra en estas actividades que son para el beneficio de todos. Es decir, son pocos, que se repiten en las actividades. Yo propongo que se revise a los miembros de los CC y veremos que muchos de ellos eran desde tiempos de la IV participantes activos, con nuevas incorporaciones, pero muchos de ellos han sido luchadores y líderes por largo rato.

Un líder o los líderes de las comunidades son el motor de ellas, pero el liderazgo tiene límites, señalo uno, está demostrado que un líder que puede ser bueno para promover luchas reivindicativas, por un servicio, no necesariamente es bueno para administrar proyectos u otro tipo de labores comunitarias, son contados los casos en los cuales, por ejemplo, se puede encontrar un líder que es bueno como gerente o administrador y tenga un excelente conocimiento técnico sobre el área en la cual se desempeña; ellos son la excepción no la regla.

En pocas palabras, la participación o esa nueva estructura de gobierno donde es el pueblo el que manda, es un sofisma; lo real es que ella va a estar mediatizada por los logros, por las metas que se van alcanzando en el corto plazo para la gran mayoría, ha sido la historia de todos los movimientos sociales y seguirá siendo.

Estos problemas se magnifican con la propuesta del Estado Comunal, tal como lo señala María del Pilar García en su artículo El Estado Comunal y las divergencias alrededor del legado del Presidente Chávez (en: http://www.aporrea.org/ideologia/a194418.html). No es entonces el Estado Comunal o el poder popular los que deben asumir el poder para solucionar los problemas en Venezuela.

Realidad caprichosa
Me pregunto si alguien, de los proponente de estas iniciativas, ha revisado porqué se cayó la USRR, porque los chino o vietnamitas, entre otros, han cambiado sus estrategias de desarrollo; incluso los cubanos, se ha dado una apertura que está atrayendo a cubanos-estadounidenses para realizar negocios. Se tiene que revisar que factores internos hicieron que los movimientos de participación entraran en picada. Se necesita de un análisis serio sobre las causas de esa merma en la participación, posiblemente terminarán (yo tampoco lo he estudiado, por ello no puedo afirmar fehacientemente) por encontrar que la economía energética fue una de las causales.

Todos ellos han terminado en un centralismo, en una élite que gobierna, en un partido que se enquista en el poder, en algunos casos en su peor versión: dictaduras.

Por tal motivo, expreso que no se puede seguir apostando por utopías que están distante de nuestra naturaleza: animales, instintivos, que buscamos sobrevivir como comunidad e individuos, que necesitamos de líderes en los cuales delegar buena parte de nuestro futuro y expectativas.

Aceptemos que no va a ser el soberano quien masivamente tome el poder y que desde ese momento va a asumir su porvenir. Necesitamos de estructuras de poder y de líderes, cualquier otra elucubración sirve como ejercicio mental, pero para tenerla en el papel. El alto número de CC y Comunas me da la razón, son pocas las operativas realmente y no es por falta de reglamentos o por iniciativas individuales o incluso colectivas, es por la naturaleza de ese animal llamado ser humano.

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