Tuesday, June 18, 2019

Neoadecos en el poder

Jorge Cruz, Caracas 17 de junio de 2019

La sabiduría popular nos dice que debemos guiarnos más por los hechos que por lo que se dice que se hace. El chavismo se ha caracterizado por mencionar una revolución, cambios en la forma de gobernar o incluso de un nuevo modelo de desarrollo, veamos que tenemos realmente.

Un pensador y presidente que ha influido en el devenir de Venezuela ha sido Rómulo Betancourt. En los años 50 inició un libro que solo en la década siguiente sería que vería luz como obra impresa, pero lo allí plasmado ya se había discutido e incluso comenzado a instaurar desde la década anterior, cuando a mediados de los 40 asume el poder los adecos, pero especialmente en los 40 años que transcurren desde la caída de Pérez Jiménez; su título: Venezuela, Política y Petróleo.

De varias de sus propuestas voy a rescatar 3 que considero vitales para entender nuestros días: En lo económico él sostuvo que era necesario anclar el desarrollo en el petróleo, en la renta petrolera; en lo político se necesitaba un Estado poderoso y en lo social, populismo, un Estado dadivoso.

El ingreso petrolero ha sido el que ha marcado el ritmo de crecimiento o decrecimiento de dicha nación, los flujos y reflujos. Desde los años 40 ha tenido dos picos de bonanzas, aunque desde la mencionada década hasta finales de los 70 fue una subida gradual, incluso entre mediados de los años 40 hasta los 50, la nación ocupaba el 1er. lugar en producción mundial. Los mayores beneficios al presupuesto han estado marcados por subidas extraordinarias en los precios, la primera en el año 1973, gracias a la presión de la OPEP, que fue un salto de $ 2 y algo de dólar el barril a más de $ 11, hasta finales de esa década donde tuvo un tope de más de $ 35. La segunda gran escalada la tiene desde mediado de los años 2000 hasta junio del 2014, donde tuvo una descenso fuerte y luego ha tenido un comportamiento de subida y bajadas de poca magnitud. En esta última escalada llegó a estar por encima de $ 100.

Este comportamiento inestable, especialmente desde principio de los 80, ha determinado los mejores años de esta república. Hay una excepción, la crisis que padece actualmente viene desde finales del 2012, que aún tenía precios altos, los cuales cayeron fuertemente a mediados del 2014.
En pocas palabras, la renta petrolera ha sido la guía de los repuntes o retrocesos de la conducta económica, con un solo momento, señalado al final del anterior párrafo.

Otro punto es el Estado centralista. La explotación del oro negro ha significado que los presupuestos sean abultados. Como la propiedad del subsuelo es del Estado, es él quien se ha beneficiado. Que consecuencias ha traído: Se ha sido laxo con los impuestos, es recientemente que se intenta mejorar la recaudación; Los servicios han sido subsidiados o controlados sus incrementos, por largos periodos la electricidad, el agua, el gas, telefonía, educación, transporte (la gasolina barata, o casi regalada, ha sido uno de los justificativos) han estado por debajo del costo de su generación; también podemos incluir aspectos culturales como publicación de libros de muy bajo costo; por último, que un sector importante es los que prestan servicios a la industria petrolera. El proceso de substitución de importaciones, en los años 60 y 70 fue financiado por las facilidades que brindó el Estado, con algunas empresas deficientes u otras directamente creadas con dinero público como todo el complejo de Guayana. Es decir, un Estado regalón, que ha mantenido hasta cierto punto, de manera ficticia la economía.

El populismo se deriva de lo arriba señalado. El Estado, al tener un billetera gigante, los gobiernos la han utilizado como comprador de conciencias o, como popular mente se le llama: bozal de arepa. Muchos han sido lo programas que ha adelantado, muchos de ellos de alto beneficio para la población, pero lo negativo es que se utilizaban como propaganda política, aunque han sido insuficientes, daban la ilusión de ser el próximo en tener el billete ganador de un premio. Otra rémora para la individualidad, es que se creó una cultura de mendigos, los programas que deberían ser temporales para crear iniciativas propias, por el largo plazo con que son implementadas, se convierten en una forma de vida, de esperar que el papá Estado me solucione todo.

Hemos visto como han operado los lineamientos cuyo diseñador fue R. Betancourt y que, en principio, dominaría los gobiernos adecos y copeyanos, aunque si revisamos cada uno de ellos bajo la "revolución" chavista, notaremos que solo ha habido una radicalización de los mismos.

Con relación al modelo rentista. Antes de subir Hugo Chávez al poder el presupuesto nacional dependía en un 70% de los ingresos petroleros, el resto, principalmente era producto de otras exportaciones, ahora la dependencia es de un 95%, el resto viene principalmente de lo recaudado en el Impuesto sobre la Renta. En breves palabras, se incrementó la dependencia en la renta del oro negro. A partir del año pasado, se intenta diversificar con la explotación de minerales en el proyecto llamado Arco Minero del Orinoco, especialmente porque la producción de energía fósil ha caído a números históricos, estamos casi a lo que era a mediados del siglo pasado. Del proyecto AMO no deseo extenderme, otros lo han hecho ya, solo afirmar que significa un atropello a los derechos ambientales de todos los venezolanos o que moran en su territorio y de los derechos de los grupos indígenas que se asientan en el área donde se está realizando dicha actividad. El resultado, entonces, es un Estado que tiene casi como única fuente de nutrición el excremento del diablo o el neoextractivismos de recursos naturales.

Sobre un Estado poderoso, lo que hemos visto es un recrudecimiento de centralismo, los controles son la tónica diaria, las luchas populares por la descentralización y desconcentración la han reducido a cero. Por ejemplo, la distribución de alimentos ha sido uno de los espacios que más ha sufrido esta escalada de control, la movilización de mercancía o productos agropecuarios deben primero sacar una guía de movilización, la cual es una bitácora con información sobre el vehículo, ocupantes del mismo, cantidad y tipo de objetos transportados, destino, entre otros ítems; con ello, se supone que pueden saber de dónde sale, hacia dónde se dirige, qué lleva, por lo cual, el desvió para acaparamiento debería estar controlado y no existir (no debemos olvidar que por un tiempo fue prohibido el llevar medicina o alimentos de manera individual de una ciudad a otra). Aunque no se restringe a ello, también ha habido un monopolio de los medios de comunicación, casi el 90% de los medios de comunicación están en manos del Estado, por cercano a altas figuras o transmiten con censura, ya que de otra forma son penados por multas exorbitantes o simplemente sacados de circulación. El uso de la fuerza de las fuerzas represivas ha sido también algo que han fortalecido, se han hecho grandes inversiones en artilugios para reprimir, como también la represión en si misma, son cientos de muertos, decenas de miles de heridos y miles de detenidos que luego salen, la gran mayoría, con restricciones de hablar a los medios, régimen de presentación a tribunales o el exilio.
Como se puede observar, ha sido un Estado más controlador y perseguidor de disidencias.

Si damos un vistazo a lo referente a populismo, no encontramos con la misma tónica, se ha superado lo que los adecos ejecutaron. Las misiones se han alimentado de necesidades básicas de la gente, tales como alimento, medicina, techo, entre otras (no voy a desarrollar cada una de ellas, en especial si tomamos en cuenta que Manfred Max-Neef y su equipo han presentado una matriz de 9 entradas por fila y 4 columnas, en su obra Desarrollo a Escala Humana), solo quiero anotar que por su longitud en el tiempo se han convertido en financistas de parásitos, mendigos, toda una población que solo puede sobrevivir de las dádivas que el Estado les brinda, ya sea gratis o manera subsidiada, donde el emprendimiento más prestigioso es como poder acceder a la mayor cantidad de esos “obsequios”. Además, los salarios han perdido su capacidad de compra que incluso, para un alto número de los que perciben ingresos por su trabajo, necesitan de tales regalías o descuentos.
Sin embargo, la parte oscura ha sido que ellas se han utilizado para mayor control de los habitantes, donde puedes ser execrado por no ser simpatizantes o manifestar una crítica a cualquier política que el régimen realice. En resumen, se ha disparado el populismo, usado como arma de control político y social.

En conclusión, el paradigma adeco goza de excelente salud, la doctrina propuesta por RB ha sido fortalecida en los más negativo, que niega el espíritu democrático que estaba presente en ella: la permanencia en el poder, con su otra arma: control social. Lo anterior lo vemos reflejado en varios aspectos: cooptación de los movimientos sociales, con la creación de nuevas figuras que están más sometidas a líneas gubernamentales; acoso y persecución a las ONG, ya sea de manera legal o ilegal; primero intento de sustituir los sindicatos por nuevos con membresía acolita, pero luego escarnio y encarcelamiento a líderes de ellos (resulta paradógico, que estos mismo movimiento entre sus principios está la reivindicación de los trabajadores y que los sindicatos fuero la punta de lanza hasta casi la toma del poder, ahora son enemigos acérrimos); y, por último, control de todos los poderes, en todos ellos sus miembros importantes han manifestado su militancia en el partido oficialista (la excepción es la Asamblea Nacional que perdieron hasta la mayoría absoluta en las elecciones de diciembre 2015, aunque ha sido desvalorizada, de maneras espurias, y reducida a una figura molesta que pones en el cuarto del olvido, aunque sabes que está allí, la formas “legales” e ilegales las he tratado en otros artículos).

Puedo afirmar que, a pesar de vender un discurso que supuestamente los diferencia de los adecos, el modelo de desarrollo y las políticas con similares, aunque más perversas.

Su discurso ha estado muy afinado a los principios propagandísticos de nazi Joseph Goebbels, como necesitaban una nueva marca, recogieron un discurso “subversivo” que han vendido como si fuera un detergente nuevo, donde nos dicen que es reforzado y lava mejor, pero sus resultados son similares o peores en ciertos aspectos. Son realmente unos neoadecos.

Por ello argumento que el eslogan que deben decir, no es Chávez vive, sino ¡Rómulo vive!

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