Jorge Cruz, Caracas 28 de
enero de 2018
“(...) José Arcadio Buendía, cuya desaforada imaginación iba siempre más
lejos que el ingenio de la naturaleza, y aún más allá del milagro y la magia,
pensó que era posible servirse de aquella invención inútil para desentrañar el
oro de la tierra. (…)
Este extracto de Cien Años de Soledad (Gabriel García Márquez) retrata lo
que voy a desarrollar a continuación.
El chavismo se vendió como una nueva aventura para el país, una forma nueva
de hacer política, un nuevo gobierno que reivindicaría a los excluidos y ha
terminado siendo una “invención inútil para desentrañar el oro de la tierra”,
una repetición de lo anterior, un espejo que resalta las malformaciones de lo
que se criticaba.
Voy a comenzar por señalar algunos aspectos o políticas, no son todas, que
sirven para exponer mi tesis.
Terror de Estado a persona mayores. Una
de las mayores críticas al periodo anterior al gobierno chavista fue el
tratamiento a las personas mayores, la represión hacia ellos, en especial se
difundió hasta el cansancio la imagen de una ballena disparando el chorro de
agua a una protesta en la cual participaba una diputada: Argelia Laya. Eso
quedó grabado para muchos de nosotros de unas medidas que no se deberían
repetir.
Este gobierno lo ha repetido en diversas ocaciones en diversas marchas, hace
ya cierto tiempo los reprimieron cercano al Silencio cuando protestaban por las
pensiones, luego en mayo del 2017 hay un video en el cual muestra a un agente represor
lanzando gas pimienta contra ancianos.
La última mal experiencia de amedrentamiento, de política de terror y
violación de los Derechos sucedió recientemente en El Paraíso. Antes de las 6
de la mañana un grupo de personas mayores todos ellos, se pusieron a hacer cola
a la entrada de una panadería para poder adquirir dos recién horneados, llegó
un grupo de guardias nacionales y sin mediar ningún tipo de palabras, se los
llevaron detenidos. Lo peor viene después, se les sentó en un lugar con la
acusación que estaba prohibido hacer cola en sitios públicos, allí no se les
permitió moverse, ni siquiera ir al baño hasta mediodía, no se les permitió
beber agua, a una de las abuelas que levantó su voz de protesta en ese lugar
por la violación de su DD.HH. se le mantuvo hasta la 2 de la tarde.
Como podemos notar, no se utiliza una ballena pero si hay violación,
amedetramiento, una política de terror.
Ajusticiamiento de opositores. Una
práctica común en los gobierno es el ajusticiar a los que protestan. Generalmente
se restringe a líderes por su capacidad de movilizar otras personas, en otros
casos han sido masacres de grupos de personas y ocasionalmente se ha dado el
caso de asesinatos de personas comunes y corrientes.
Con el chavismo ha tomado un rumbo similar, aunque con sus variantes. El 12
de febrero del 2014 se asesinó, grabado, con noticias en medios periodísticos y
finalmente sentenciados los autores materiales a quienes dispararon contra
simples jóvenes que protestaban. Hay otra muerte que nunca se investigó, Juan
Montoya, que era una militante del chavismo en un lugar cercano a donde cae
posteriormente Bassil da Costa, todo parece indicar que fue parte de una
emboscada que generó el gobierno para dos fines: generar una corriente de
opinión de culpar a opositores (hay unos presos por el hecho) y por el otro,
generar un enfrentamiento al haber muertos de ambos bandos.
Afortunadamente
esto no se da porque los muchachos de la oposición se retiran a otro lugar,
donde cae muerto otro chico más, que casualmente apareció en fotografías
ayudando en el deceso de Bassil da Costa, con la peculiaridad que portaba una
cámara, la cual nunca apareció luego de su muerte (¿sería para asegurarse que
no habían evidencias? Queda la duda).
Posteriormente son asesinados otros protestantes, con balas, perdigones en
la cara, entre otros, ninguno de los caídos tenía un liderazgo reconocido.
En las protestas del 2017 hay videos que muestra asesinatos por parte de las
fuerzas represivas. Si analizamos como fueron esos meses y el número de muertos,
vemos que se fue incrementado la violencia por parte del gobierno.
En la primera marcha, de alta participación, se disparó gases lacrimógenos
para dispersar, con lo recomendado para tal fin, un ángulo de 40°. Ya para la
segunda multitudinaria concentración se actúa con mayor virulencia, las bombas
lacrimógenas son disparadas al cuerpo de algunas personas, provocando bajas
entre los opositores. Esto se hace como algo común, además, ya no solamente
contra los que participan en las marchas sino contra los que cubrían los
noticias, lo que eleva el número de heridos a datos impensables.
Como las marchas seguían convocando grandes números, se pasa a una nueva
fase: ejecuciones anónimas, asesinan jóvenes que protestan sin autores
definidos, de allí pasan a la etapa final, ya no se esconden, disparan
abiertamente, la impunidad es la moneda que respalda todas esas violaciones y
asesinatos.
La máquina de propaganda oficial intenta vender la percepción que eran
ejecuciones en defensa propia, como el caso de Neomar, el gobierno alegó que
tenía una basuca, los videos demuestran que no portaba absolutamente nada.
En pocas palabras, el gobierno al perder la calle, al saber que tiene poco
respaldo ha apelado al terror. Varios edificios son testigos silenciosos de los
desmanes de esa línea política de apelar a crear pánico, paranoia, desconfianza
y miedo a los cuerpos represivos: Victoria, Conjunto Residencial Paraíso Plaza,
Los Verdes en Caracas, Montaña Alta, en Miranda, Barquisimeto, entre otros. Los
Verdes fueron los más vejados: 6 mil hombres participaron en el asalto,
rompieron equipos como televisores de gran tamaño, que no podían carga;
hicieron añicos lo vidrios de vehículos; reventaron vitrocerámicas de cocinas;
destruyeron ascensores; cámaras de y casetas de vigilancia; además de robos de
dinero, dólares incluidos, equipos de computación; cámaras, discos duros; lo
cumbre fue el asesinato de animales realengos y mascotas.
Populismo, tampoco es algo
novedoso, sino que tiene años en ser utilizada como forma de compra de
conciencias. Variadas son las medidas a implementar, generalmente se utiliza el
hambre como forma de control o sumisión (bozal de arepa). Por ello el gobierno
ha atacado a los productores y comerciantes como los malos de la película,
allanado el camino para expropiaciones, casi todas estos robos a productores o
comerciantes han terminado o exterminado la producción nacional, ya que la
sustitución por el supuesto pueblo solo logra sobrevivir corto tiempo al
desconocer los secretos o formas de gerenciar.
Claro está que al final de estas pésimas políticas lo que busca el cogollo
en el poder, es presentarse como salvadores, los redentores que solucionan el
hambre.
El clap ha sido lo último sacado de la chistera, luego de variados intentos
fallidos de distribuir alimentos, que son una versión de Corpomercadeo en los
ochenta, es decir, subsidio a productos, generalmente importados; aunque no se
puede negar que nunca a los niveles de traída del extranjero de tantos rubros
de la dieta del venezolano.
Otra forma es la compra de votos con “regalos” como bonos en carnet de la
patria. El bono para mujeres embarazadas, por ejemplo, busca incentivar la
procreación; racionalmente, se apela a ella en países de baja población o por
tasas de nacimiento negativas, no en países donde es positiva, eso a la larga
es una carga para el Estado, de políticas erradas en lo económico aunque
beneficiosa en lo político, para mantenerse en el poder.
Colectivos. Tampoco podemos
afirmar que sea algo novedoso, han tenido diversos apelativos a lo largo de la
historia venezolana: rompehuelgas y cabilleros. Tienen, sin embargo, sus
especifidades: están fuertemente armados, controlan territorios y venden
mercadería, son los verdaderos bachaqueros. Son un brazo paramilitar para
trabajos sucios, que en algunos casos implica asesinatos o simple
amedrentamiento.
Como señalé, tienen armas de guerra en su poder, hay fotos donde alardean de
ello, que lo demuestran, ese arsenal también les permite que ejerzan control de
espacios, con la conchupancia del gobierno; además, en esas áreas ejercen su
emprendeduría: son comerciantes de productos que escasean en los anaqueles de
los sitios tradicionales como mercados, supermercados o abastos, que son
negociados a precios por encima de los regulados y por debajo de los que se
encuentran con los revendedores a detal, por supuesto que muchas veces venden al
por mayor: pacas de harina, arroz, azúcar, entre otros.
Rentismo petrolero. Los adecos
entendieron que ese beneficio de tener petróleo les permitía generar un Estado
poderoso, un músculo económico con la que ninguna empresa nacional pudiera
competir; esto permitió que por muchos años el centralismo fuera el eje sobre
el que se movía la política nacional, los gobiernos locales (gobernadores y
alcaldes) eran electos a dedo por el presidente. Solo una larga lucha por la
sociedad civil, hizo que a finales de los 80 se deslindaran esos gobiernos
regionales y locales del poder presidencial y tuvieran que ser electos por el
voto popular.
Pero el Estado era quien dotaba de buena parte de los ingresos o
presupuestos para tales poderes, por medio del situado constitucional, que en
contadas ocasiones sirvió para castigar.
Ese vicio, gobiernos regionales y locales que básicamente esperaban por las
dadivas del poder central, era parte de lo que sucedía aguas abajo, buena parte
de la población se acostumbró a esperar que el máximo ente diera ayuda, porque
era una cultura que predicaba que la renta del petróleo era de todos, con lo
cual una parte importante del país solo esperaba que cayera el maná o de los
productos subsidiados.
El petróleo, entonces, era (y es) el producto principal del país, por lo que
otros sectores como el agrícola poco peso han tenido en la economía nacional,
igual destino para otros rubros, por lo que la importación ha tenido un papel
importante.
Con el chavismo la dependencia del petróleo se ha llevado a niveles de
paroxismo, una subordinación casi absoluta en las divisas que genera, ahora se
quiere diversificar con la explotación de otros géneros mineros, bajo el
proyecto que han llamado Arco Minero del Orinoco, que algunos autores han conceptualizado
como un modelo neoextractivista. En pocas palabras, no se ha acabado con el
rentismo ni con el extractivismo, sino todo lo contrario.
Depredadores ambientales. La
actividad minera, incluyendo la explotación del oro negro, ha sido el principal
motor de la economía venezolana desde los 40 del siglo pasado. En esos años se
comienza el cambio de país rural a urbano, algo que fue progresivo hasta
finales de los 50 cuando ya era mayoritaria la población en ciudades y se
multiplica con la migración en mayores números tanto nacional como foránea en
los 60 y 70.
Esta rápida conversión de rural a urbano generó que tierras de alta calidad
productiva se transformaran en centros urbanos, con alto impacto ambiental;
además de la que generaba la explotación petrolera, que por muchos años no tuvo
control de ningún tipo.
Por otro lado, los bajos costos de servicios ha llevado a un desperdicio
energético, un derroche que podemos simplificar con un ejemplo: en zonas
calurosas se utilizan aires acondicionados a tan bajas temperaturas que se hace
necesario el uso de cobijas para poder tener ambiente térmico adecuado.
Esta ha sido la tónica por muchos años, solo ligeramente paleada por las
luchas de la sociedad civil, especialmente ONG ambientales y por la
permeabilidad, en las altas esferas, de algunos estudiosos que señalaron la
necesidad de construir un sistema de parques nacionales para proteger
especialmente las nacientes de ríos y otros cuerpos de agua.
Las luchas han sido rudas, con victorias para la sociedad civil, como
también derrotas.
Al asumir el chavismo, muchas de estas capacidades se mermaron, a pesar que
la constitución aprobada reconoció derechos. Una de las formas de neutralizar a
las ONG fue la casi proscripción de ellas, pocas han sobrevivido la embestida
del gobierno. Por otro lado, se ha destruido la capacidad de control y supervisión
del Estado al casi desaparecer los equipos técnicos que se encargaban de tales
labores en el ministerio respectivo, al cual también le tocó su dosis de
inmovilización, primero lo sumaron a un ministerio que era contrario en sus
objetivos: construcción de viviendas, luego al reducirlo al manejo de cuerpos
de aguas (lo de ecosocialismo es sólo un eslogan).
Estas medidas iban, en primer lugar buscando poder explotar petróleo sin la
molestia de los Estudios de Impacto Ambiental y Sociocultural, pero que se extendieron
a, virtualmente, eliminarlas con la Gran Misión Vivienda y siguió con el arco
minero.
En resumen, se ha golpeado más que nunca la naturaleza y se seguirá a medida
que el arco minero siga creciendo en sus operaciones.
Corruptos. Otro mal que es de
larga data. Antes cuando se necesitaba un documento se tenía que recurrir a
gestores o los que tenían acceso a dinero del Estado generalmente se apropiaban
indebidamente de él. Incluso hay un decir popular que lo justifica: “Roban pero
dejan robar”.
Con el chavismo la corrupción ha sido impresionante, ha habido más dinero
disponible y hay menos distribución de dinero, alimento, medicina y mínima
calidad de vida, entre otros vicios. Se ha permitido el robo como forma de
buscar legitimidad, por ello los militares han sido los más implicados. La
importación de alimentos la realiza el Estado por medio de terceros, donde
muchos generales están a cargo, como forma de burla se les llama el general
caraota, maíz, cemento, cabilla y así por el estilo. Las importaciones se han
caracterizado por el sobreprecio o el vencimiento en galpones (pudreval).
Cogollito. Otro decir popular del
periodo adeco-copeyano era que gobernaba un cogollo. Un grupo de personas,
generalmente militantes del partido o familiares que se repartián el poder o
los más altos cargos.
Ahora no es un grupo, sino un grupito, la cantidad se ha reducido. Los que
están aferrados al poder, no es cogollo, es cogollito, son pocos los que están
allí, familiares entre sí. Tienen una variante ahora ejercen varios cargos.
Esta práctica ha contribuido a la ineficiencia del Estado, siempre han
instituciones o entes que son dejados como segunda prioridad y su deterioro es
visible al poco tiempo.
Justicia injusta. Ella siempre ha
beneficiado a los que tienen poder político o monetario. Lo que la hace
novedosa es como se ha vestido de legalidad actos anticonstitucionales o
legislativos. Tal vez el más evidente ha sido la conformación de Tribunal
Supremo de Justicia luego de la victoria de la oposición en la Asamblea
Nacional, se violó casi todos los reglamentos existentes para la elección de
los magistrados, lo que ha permitido que se tenga un TSJ que respalda cada una
de las transgresiones que se han hecho al tramado legal del país.
Tenemos así que
está más parcializada
que nunca, con, incluso, poderes paralelos como la ANC, contrafiguras de
gobernadores donde gobierna la oposición o que caen en desgracia, juicios
amañados, a personas civiles que protestan los procesan en tribunales militares
y una larga lista de burla o crear jurisprudencia.
Control de la información. Si
bien en algunos momentos se intentó o llegó a censurar en la era democrática,
nunca como la que estamos padeciendo ahora. Se han cerrado canales de
televisión o emisoras de radio alegando vencimiento (nuevamente volvemos a la
violación de la legalidad); se han comprado medios diversos sin transparencia
de propietarios, aunque su actuar no da pistas de quienes están detrás, también
se ha dado apropiación de los medios del Estado para el partido de gobierno;
acoso y amenazas que lleva a la censura o autocensura; se decretan, ilegalmente
por la ANC, una ley contra el odio que solo busca castigar al disidente, ya que
la ley llamada resorte no ha sido suficiente, también han castigado a los que
usan las redes sociales digitales y no dudaría que la amenaza de controlar sus
contenidos sea un hecho de facto en el futuro no muy lejano. Es decir, el
gobierno ha querido convertir a todos los medios en sus medios de propaganda
Diferencias:
Como no hay gobierno que se repita, el chavismo ha tenido sus
particularidades. Voy a numerar algunas: El robo ha sido una de ellas, muchas
veces vestida de legalidad, en otros casos no. El seguro social de los pensionados
en el exterior ya tiene más de dos años que no les ha sido pagado, no es una
dádiva, una gran mayoría de ellos cotizó y es un deber del Estado el
retribuirles sus derechos; también se
robaron las prestaciones a los trabajadores de PDVSA, es cierto que
participaron en un paro en una industria clave para el país, pero de allí a
violentar la ley del trabajo que dice que se les debe dar sus prestaciones y otros
derechos hay una distancia, en pocas palabras se les robó su beneficios por
ley; la expropiación de tierras, empresas y otros enseres ha sido una práctica
común a lo largo de estas casi dos décadas.
Por otro lado, la fuerza con la que se han reprimido o asesinado a las
protestas (más de 6 mil heridos y 4 mil (más los 2 mil en el 2014) detenidos,
con aún más de doscientos presos de conciencia o políticos, números que superan
con creces a los detenidos o heridos en casi todos los años desde los 60 hasta
la asunción por el chavismo, son números escalofriantes por su volumen. Que nos
reafirma que el terror de Estado ha sido una de sus banderas.
Otra acción que ha realizado es, gracias a la hegemonía en medios de
comunicación, es falsear sus medidas, por ejemplo, se ha estado realizando una reducción
del Estado, la migración ha hecho que muchos funcionarios abandonen el país y
sus cargos no han sido ocupados, tenemos así que una de las premisas
fundamentales del neoliberalismo; hacer del Estado casi un objeto de
decoración, se está instrumentando, pero sin decirlo como tal.
Otra práctica neoliberal ha sido el hacer que los bonos sean superiores al
salario, de esta manera se evita que los beneficios que contiene la ley no sean
contemplados o sumados.
En resumen, un gobierno que se tildó de cambio, que construiría un hombre
nuevo, que actuaría diferente a los gobiernos anteriores, como los cerdos en la
Rebelión en la Granja, concluyen comportándose como los humanos (adecos).
Entonces ¿de qué revolución hablamos? Si han sido peores depredadores del
ambiente, corruptos, destructores de la economía o condiciones de vida de la
población, que han profundizado el rentismo petrolero, que han desnaturalizado más
aún la justicia, un dominio mayor de los medios de comunicación (con ello la
libertad de expresión), entre otro temas ya arriba tratados.
No tengo un mínimo dato que me diga que debo considerar que están cambiando
el país, yo lo único que veo son un aceleramiento, un afianzamiento de los
vicios que más critiqué a los adecos copeyanos, tal como hemos podido percibir
en lo arriba escrito.
No han sabido conducir al país por una economía más adecuada por su
dogmatismo, repiten y repiten la fórmula de control cambiario, de precios,
aumentos de salarios con dinero inorgánico (sin respaldo o producción que lo
sustente) que ha significado más inflación (la real guerra económica que
estamos sufriendo y no viene por culpa externas o de los productores o
comerciantes); si sumamos mayores violaciones de los derechos humanos. Es
decir, es risible que sigan con la historieta de un cambio para mejor. Porque
en la granja todos somos iguales, pero hay animales más iguales que otros.
Todo ello lo vemos con la producción y comercialización de alimento está en
caída a lo interno y externo (por falta de divisas), peor aun cuando el mensaje
que envía el cogollito es que tendrás un Estado que te dará migaja, propagando
una cultura de mendicidad mucho más pronunciada que antes en la historia.
En otras naciones, muchas de las medidas que aquí se toman alegremente, van
acompañadas de otras acciones que aquí ni se mencionan, menos aún ejecutan, amparadas
en la improvisación. Voy a poner un ejemplo de ello, el sistema metro en
Caracas ha puesto a funcionar otros tipos de servicios, como metrocable, cabletren,
metrobus, tren de los Valles del Tuy
y
buscaracas, esos servicios que alimentan las líneas principales del sistema
metro, se han creado sin generar servicios paralelos para recoger el incremento
de pasajeros de unas líneas ya de por si colapsadas; se suma al ello lo barato
del servicio con relación al transporte público, como resultado tenemos un
servicio en picada (no genera suficiente dinero para dar mantenimiento, menos
aún para inversión en nuevos proyectos y su servicio con retraso es la norma
diaria).
Agregaría otro punto que he tratado en artículos anteriores: tenemos el más
injusto sistema de retiro para las personas, esa división entre pensión y
jubilación. Todo ello me dice que son por medidas internas y no por culpa del
imperio o los capitalistas explotadores. No se ha hecho ABSOLUTAMENTE NADA para
disminuir la "explotación del hombre por el hombre".
Un gobierno no debe llegar al poder para vengarse o basada su visión en la
envidia o resentimiento, la discrecionalidad está en el día a día, hará sus
labores basado en la exclusión, la guerra, el reconcomio, el robo, terrorismo,
el pase de facturas que pueden ir desde la expropiación, la detención o la
desaparición física o económica. El castigo es la principal premisa que está en
la agenda de quien asume el poder, violando un gran principio de la política:
negociar, llegar a acuerdos.
Como podemos apreciar el chavismo ha aplicado neoliberalismo de diversas
maneras: al poner un bono más alto que el salario, al retener el salario muy
por debajo de los precios reales, al dar libertades a las empresas en zonas
como las que participan en el Arco Minero y una lista extensa.
Sin embargo, el chavismo termina como José Arcadio Buendía gritando cuando
descubre el hielo: ¡¡“Este es el gran invento de nuestros tiempo”!!
Nota final: Este artículo no está
dirigido a los chavistas porque ellos tienen un muro que no les permite
comprenderlo, básicamente por tres razones: Resistencia al cambio (control
cultural), se afincan en el decir popular: “Más vale malo conocido que bueno
por conocer” o este otro, utilizado por Lina Ron contra Bernal: “Él es una
mierda, pero es nuestra mierda”; impronta de primera imagen (como los patos de Konrad
Lorenz), tal como nos dicen en este artículo:
https://elpais.com/elpais/2018/01/26/ciencia/1516965692_948158.html
; y demasiada inversión energética que no se quiere abandonar así nada más.