Wednesday, March 30, 2016

Economía, pueblo y mentiras



Jorge Cruz, Caracas 17-03-2016

El que tiene el poder siempre ha utilizado el lenguaje para encubrir acciones, ya sea mediante el eufemismo o la mentira, la lengua, en pocas palabras, es parte de los mecanismos de dominación. Las palabras adquieren nuevos significados, pongamos por ejemplo: escuálido, según la acepción de la Real Academia Española: “(Del lat. squalĭdus). 1. adj. Flaco, macilento. 2. adj. Sucio, asqueroso.”, como podemos notar todas tienen una carga negativa, pero al asumir Chávez al poder adquiere otra connotación: opositor, pero con una carga peyorativa de antipatriota, oligarca, contrario al pueblo, opuesto a la ideología dominante del oficialismo.

Sucede en otros ámbitos. El que ejerce la presidencia actualmente, Nicolás Maduro, y su equipo han seguido la misma línea de pensamiento.

Voy a demostrar como el discurso va por un lado y la realidad por otro, tomando como ilustración el aumento del salario mínimo que se realizó en febrero y entró en vigencia el primero de marzo del año en curso. 

El salario está compuesto, principalmente, por dos montos: el salario en sí y el bono de alimentación o Cestaticket.  El salario mínimo anterior era de Bs. 9.648,2 y el CT Bs. 6.750 para un total de Bs. 16.398,2; si a este monto le aplicamos el valor de cambio oficial de Bs. 6,30, nos daría que un trabajador principiante podría adquirir los productos de la Cesta Básica (importada en su totalidad) $2.602,88. Un pensionado solamente tiene derecho al salario mínimo señalado, por lo que tendría a disposición para comprar productos de la Cesta Básica por el monto de $1.531,46. 

El nuevo salario, en vigencia desde este mes, es de Bs. 11.577,81 y el CT a Bs. 13.275, para un total de: Bs. 24.852,81, si aplicamos la operación de dividirlo por el cambio oficial, ahora de Bs. 10, el mismo nos da que ahora tiene disponible: $2.485,28. Los pensionados tendrían solamente $1.157,78.
Si comparamos el poder adquisitivo de ambos ingresos con relación a los productos de la Cesta Básica, lo primero que salta a la vista es que ha habido una reducción de esa capacidad, para los trabajadores pasó de $2.602,88 a $2.485,28; es decir, que ha perdido $117,6, quiero quede claro que estamos hablando de dólares. Los pensionados salen en peores condiciones: de $1.531,46 pasa a $1.157,78, en breve, ha perdido $373,68.

Otro dato resaltante es que el CT, un bono, es mayor al salario, lo que significa que no cuenta para ninguno de sus beneficios.

Puedo concluir que de esta manera, el salario ha perdido capacidad de compra y además, el bono es el de mayor repunte, que significa a la larga un menor ingreso anual y al largo plazo.

El pueblo o no pueblo, he ahí el dilema
Se utiliza el término pueblo como un comodín, algo que han hecho muchos de los dictadores, desde Hitler hasta Stalin, para nombrar casos supuestamente opuestos. Como dije antes se juega desde el poder con su significado, en Venezuela hay pueblo y escuálidos, es decir, el pueblo sólo es tal cuando apoya el poder, al criticar, pasas la raya de la tolerancia y de tu identidad.

Como se quiere un solo discurso que han intentado copar todos los medios de comunicación: radio, prensa escrita, TV, e incluso las redes sociales, algo que es común en donde existe dictaduras (las socialistas también: China, Corea del Norte o Cuba). Otra forma de este dominio era hablar por horas, encadenado, o interrumpir algún acto de la oposición, con una cadena, que generalmente tiene la duración del acto contrario.

Este control de los medios busca controlar al emitir un solo mensaje y un solo lenguaje, el de la dominación.

Por ellos hemos escuchado, cuando se quiere hablar para seducir o, en otro contexto, ocultar, de manera general de PUEBLO; también se ha utilizado otros términos: soberano, el poder constituyente…, aunque cuando se quiere solamente referir al seguidor se le ha llamado poder popular, que ya de por si es un sometimiento como comunidad organizada bajo la tutela del gobierno (el poder popular está constituido por los Consejos Comunales, Comunas y Comités de Tierras Urbanas, no hay otra forma válida de reconocimiento). Las ONG son proscritas, al igual que las asociaciones de vecinos o cualquier otro tipo de organización, actúan al margen de la ley, se permite a regañadientes su presencia (muchos han sido los artilugios que se han utilizado para intentar desaparecerlas, desde leyes que coartan sus ingresos hasta la persecución abierta).

En pocas palabras, el concepto pueblo existe mientras tenga como significado a la población queme siga, que sea sumisa.

Este concepto ha sido también utilizado de manera similar por las dictaduras de cualquier ideología, desde el nazismo hasta el socialismo.

Mentiras, pararapapan…
La mentira es parte importante del mensaje, quien lo expuso de manera expresa fue Joseph Goebbles, el ideólogo de la publicidad nazi, es famoso uno de sus principios: Repetir una mentira hasta que se convierta en verdad.

La mentira es evidente en el discurso político, arriba señalé como un aumento salarial es vendido como un beneficio, cuando realmente es una desmejora, tampoco se señala que la inflación del año pasado fue de 180% y los incrementos salariales no llegan ni a 120%, este año se hace un incremento de un 20% y la inflación se sabe que ya pasó con creces ese porcentaje. Son mentiras que se camuflan bajo un discurso de ilusión y fragmentación (nunca los datos son expresados en conjunto, sino de manera aislada y diferentes contextos, para evitar que se unan las piezas).


Es mentiroso el gobierno cuando dice que gobierna para el pueblo, en su beneficio, sin embargo, arriba demostré que el ingreso de TODOS los trabajadores ha perdido capacidad de compra, que en el caso de los pensionados la historia es aún más crítica, que si se le sumara el CT, sería menor la disminución capacidad de compra, pero como esta ha sido una bandera que tomó la oposición, pues la posición del gobierno es negar esa posibilidad. Lo peor es que se alega que no hay dinero, cuando al mismo tiempo se sabe que se han hecho compras de armamentos por cantidades dos veces mayor que lo que significaría lo necesario para compensar este bono.

Tenemos así un gobierno que falsea la economía familiar, que intenta mentir sobre la realidad y cuando no la puede esconder apela al sacrificio del pueblo por el bienestar del país.

Con la generalización el mensaje que se intenta trasmitir es que todos somos iguales, cuando en realidad somos diferentes, no es por medio de la igualdad que crecemos sino cuando existe la equidad. El incremento salarial no busca la equidad, tampoco la diferenciación entre pueblo y escuálidos, menos aún con un discurso pleno de mentiras.

Sunday, January 31, 2016

Tender puentes y no la ponzoña



El contacto con los biólogos me ha enseñado mucho, entre ello he aprendido que TODOS somos segregacionistas instintivamente (me incluyo en ello), tendemos a buscar o reunirnos con los similares y señalar al otro. Unos ejemplos que he utilizado muchas otras veces sirven para ilustrar lo afirmado: un gorila albino en la naturaleza no sobrevive, como animal social (viven en grupos) es aislado y condenado a la muerte, los perros y gatos pelean porque conviven en el mismo espacio y son diferentes, no es por predación, para servir de alimento uno al otro. En todas las comunidades indígenas que he tenido contacto tienen esas variantes: ellos son los hombres o humanos y el resto son los extranjeros, los otros.
¡Claro! ¡Existe la educación! La cual permite que podamos suavizar, más no eliminar, esas conductas innatas; en casa podemos criar gatos y perros, no siempre es exitoso, pero pueden mantener una amistad cuando da resultados. En cambio, yo conocí el caso, de dos perros rotwailer machos que se criaron juntos, al llegar a la adultez no podían compartir áreas, tenían que tener barreras que los separaran.
También ese comportamiento lo podemos ver en quienes defienden ardorosamente algún sector o grupo humano, su discurso es segregacionista, supuestamente por buscar o proteger a uno minoritario, excluido o explotado o lo contrario; ya sea oriental contra el central, negro contra blanco, realmadrirista contra barcelonista, venezolano contra colombiano, chavista contra oposicionista y así por el estilo.
La política, el arte de negociar con el otro para poder convivir, no es ajeno a ello, especialmente cuando hay fanatismo o, su grado extremo, polarización.
Por ello me resulta ingenuo, insensato o poco serio el querer utilizar esta actitud como bandera, entre más lo utilices más das armas al contrario y a tus seguidores, la violencia (aunque sea verbal) solo crea más violencia y de allí a la física (con muerte en su ruta) solo hay un paso.
Si realmente queremos que las cosas cambien para la convivencia, si queremos reducir la intolerancia, no es echando más leña al fuego como se apaga. El silencio es de sabios, generalmente es preferible sepultar una matriz de opinión para que ella muera de mengua.

Monday, January 18, 2016

La injusticia de un Precio Justo

Recientemente estuve hablando con un amigo importador de diversos artículos, entre ellos zapatos.
Me comentaba de como el PRECIO JUSTO es una injusticia realmente.
 
Dos datos importantes me sañaló: el precio al que compro depende de la cantidad de un modelo, no es lo mismo 100 mil pares que 1 millón, este último sale más económico.
 
El otro, se tiene que pagar al momento de la compra en dólares, por ser artículos que no están regulados ni aparecen en niguna lista tiene que apelar al dólar paralelo.
 
Luego me explicó que el Precio Justo, que el gobierno "decreta" es en función del importador de mayor volumen, es decir, ya comienzan a reducirse sus ganancias.
 
Mientras llega el embarque a puertos venezolanos pueden pasar tres meses (por la preparación de la mercancía, despacho y tiempo que tarda en altamar), posteriormente pueden pasar de tres a cinco meses para que finalmente salga del puerto. En pocas palabras, pueden pasar hasta 8 meses que realizó un pago que del que no ha recibido un solo bolívar.
 
Finalmente tiene la mercancía, que pueden pasar otros meses más para venderla, hasta un año o más.
Pero a todo ello se agrega otro problema, del embarque de zapatos, los detallistas solicitan los de mayor demanda, por ejemplo para damas, tamaños entre 35 y 38, lo que hace que se le queda un lote de mercancía fría, que generalmente tiene que rematar aún por debajo de su costo inicial.
 
En resumen: Al aplicarse el Precio Justo tomando como referencia al mayor mayorista y de precio menor, pierde; su inversión puede tardar hasta un año para poder recuperarla (con una inflación de por medio que hace que su inversión se vea afectada por ella, en especial con la abultada del país) y, por útlimo, pierde al tener que rematar mercancía, para poder al menos recuperar algo.
 
Como vemos, la política del gobierno beneficia a los más poderosos (mayoristas de mayor peso); condena a todos los comerciantes a mantener un precio que puede haber sido aplicado un año antes, sin tomar en consideración que la inflación también afecta a la mercancía que está fría; al reducir los porcentajes de ganacia de 30% a 20%, aumenta lo riesgos de pérdida por lo antes señalado.

Lo peor de todo, es que el gobierno con tantos controles ha generado una cadena de gestores o alcabalas que piden coimas para adelatar el puesto en la línea de conteiners, para tramitar los papeles, para poder sacar del puerto, luego en la carretera, por parte de lo GN para no molestarlos a su paso, entre otros. Este es un costo que no está includio en la formación del Precio Justo y que debe asumir el imporador.
 
Si aplicaramos estos pasos a productos perecederos, como alimentos, medicinas y productos químicos, notamos que hay una huida por lo poco o nulo rentable.
 
Por ello el Precio Justo termina castigando al pueblo, por un lado saca del juego a importadores pequeños (capitalismo del duro); cada vez son menos los que desean invertir al ver que pueden perder por los márgenes de ganacias tan pequeños y todos los riesgos asociados; al reducirse la oferta, se incrementan los precios porque surge el mercado paralelo de artículos y las colas crecen.
 
No es entonces que el Precio Justo sea la solución, es una de las causas del desabatecimiento, de las colas, del mercado paralelo (mal llamado bachaqueros), de la salida del juego de importadores de menor peso (limpieza que hace el capitalismo cada cierto tiempo) y de que la oferta sea reucida, que nos ha llevado a esa Deseperaza Aprendida: esto es lo que hay.
 
La única guerra que existe es la que el gobierno nos está aplicando con el Precio Justo.

Saturday, January 16, 2016

¡Demócrata si, talibanes no!



Muchas veces o generalmente nos guiamos por los estereotipos sin mirar mucho más allá. Nos quedamos en la cornisa, detallar las columnas y mucho menos la fachada.

Tengo una anécdota. Hace muchos años unos amigos me invitaron a participar de una actividad de extensión de la Facultad de Odontología, ellos iban para Chuao, Aragua, a realizar una jornada de su especialidad con todos lo que quisieran ser “jurungados” en su boca de forma gratuita, era un grupo que tenía pocos años de andanza y estaban extendiendo sus acciones a comunidades a lo largo del país; como tenían sus tropiezos con comunidades, surgió la iniciativa interna de pedir asesoría a antropólogos. Yo acepté el convite con agrado.

El profesor coordinador del grupo, de manera deliberada, me mandó a unirme en el vehículo del subgrupo que se había opuesto a la participación externa. El viaje de Caracas a Puerto Colombia (Choroní) fue poco amistoso.  Creo que si me dirigieron la palabra dos veces, por varias horas, es mucho.

Llegamos a pueblo de Chuao, allí tuvimos una charla sobre el pueblo y sobre el trato con y de la comunidad. 

Algunas de las cosas que les comunicamos y advertimos que podrían suceder, sucedieron (no recuerdo los detalles), lo interesante fue el cambio de actitud de las personas que fueron mis acompañantes de ruta terrestre, querían saber más sobre la comunidad, demostrando con ello que un nuevo mundo se abría a sus pies, que cada especialista tiene importancia para lograr objetivos comunes y que no debes juzgar, por las apariencias (la de un hippy, mi persona). Me pidieron encarecidamente que regresara con ellos.

Toda esta larga perorata es porque tengo que confesar que Henry Ramos Allup siempre lo vi como un adeco más, esos que son amigos, pero si los puedo evitar mejor. 

En su alocución de cierre a la Memoria y Cuenta del presidente dijo varias cosas que me hacen valorarlo como un DEMOCRATA, principio que yo tengo en alta estima e intento practicar al máximo.

Él señaló que antes del golpe del 2002 advirtió que se estaba fraguando, que esta información le llegó a Chávez, quien la desechó por venir de un adeco. 

En pocas palabras, él dijo: No me tilden de golpista porque no lo soy, algo que reafirmó posteriormente en su intervención, cuando volvió a corroborar que los militares deben estar en el cuartel y los civiles en el poder.

De allí que sus llamados al debate debemos tomarlos como reales, que provienen de un hombre que cree en ellos, por ello mismo felicitó por el nombramiento de Aristóbulo Istúriz, persona negociadora, que cree también en el debate.

Quiero decir con ello que este fue un duro golpe para los intolerantes, fanáticos que piden por el rodar de cabezas. No es con la inquisición como saldremos de este “hueco”, no es señalando y acusando solo por vestir un color diferente que el país se recuperará, con estigmas y menos aún con eslóganes que podremos enrumbarnos. Se necesita escuchar al otro (algo que se ha perdido en el camino, que, especialmente los oficialistas practican, incluso dentro de sus propias filas, la cacería de brujas o el etiquetar ha sido algo permanente y excluyente); necesitamos sumar fuerzas, empujar todos en un mismo sentido o por lo menos la mayoría; debemos reconocer que el rumbo del país está perdido; que el modelo rentístico que se arreció bajo este gobierno, dependemos casi exclusivamente de la renta petrolera y un poco de los impuestos, porque acabamos con la producción nacional y como consecuencia con la exportación de productos diferentes al petróleo, es inviable; tenemos que entender que no ha habido una revolución sino el recrudecimiento de un capitalismo rentista.
El país necesita de demócratas en todo el sentido de la palabra y no de intolerantes talibanes.

Thursday, January 14, 2016

Salas sin luz



Jorge Cruz, Caracas 8 de Enero de 2016

Primero que todo quiero aclarar que no soy economista, simplemente voy a hacer este atrevimiento porque el ministro de economía recién nombrado tampoco lo es, él es sociólogo, algo muy emparentado con mi grado académico. Yo me dije, si él puede elucubrar sobre economía, pues yo también.

No puedo negar que al leer sus escritos me sentí que era ciencia-ficción científica sobre economía, que el grado de realidad es escaso. Me lo dice mi sentido común y lo poco que he estudiado en esa área: en pregrado y posgrado.

Voy a comenzar por analizar su folleto: “22 Claves para entender y combatir la guerra económica”.
En la clave 1 nos dice: “La inflación no es una distorsión de los mercados. Es una operación de transferencia de los ingresos y de la riqueza social desde un(os) sector(res) de la población hacia otro(s) por la vía del aumento de los precios. En lo fundamental, esta transferencia se produce desde los asalariados hacia los empresarios, pero también desde una fracción del empresariado hacia otra fracción de los mismos.”; en el punto 2 señala: “Pero también pasa que pequeños comerciantes especulan incluso muy por encima de las grandes empresas, aprovechándose de sus vecinos y conocidos, tal y como somos testigos tanto en zonas rurales como populares, pero también en zonas urbanizadas. Este último es uno de los efectos más perversos de las prácticas especulativas y acaparadoras como estrategia de captación de ganancias extraordinarias, y a su vez, una de las razones por las cuales es tan difícil combatirlas.”. En pocas palabras, quienes se aprovechan con mayor encono son los mal llamados bachaqueros y no los empresarios. 

Este acercamiento me parece una explicación alegre, no me responde algo que voy a utilizar un ejemplo: Hay pocos dólares en el mercado, yo tengo mil y decido venderlos, lo publico con mi teléfono, recibo una llamada, me pregunta por el precio, yo respondo que los vendo a Bs. 50 cada uno, la persona acepta y me dice que en media hora se comunicará para cerrar el negocio. Cuelgo y recibo otra llamada, la persona me dice que necesita los dólares, yo le respondo que ya están negociados, el insiste que los necesita con urgencia, su hijo está en el extranjero, no tiene dinero y está aguantando hambre y lo votarían a la calle donde está viviendo; me pregunta que por cuanto estoy vendiendo los dólares, yo le menciono el monto y el sube la oferta: Bs. 100 por cada uno. Yo acepto y quedamos que en media hora cerramos el negocio; cuelgo y otra llamada, con otra necesidad urgente: su madre está hospitalizada y con ello completaría el pago de la operación, me ofrece Bs. 200; así puede seguir incrementándose hasta que el mercado o los compradores no suben más (cuando la ganancia marginal es insignificativa).

Vemos allí dos cosas: el mercado (la mano invisible) incrementó el tipo de cambio al estar operando donde hay poca oferta para la demanda y, por otro lado, la escases si existe (no es un correlato), ya de antemano vivimos en un planeta limitado, con recursos limitados y con operadores productivos o compradores finales que tienen que manipular los recursos que se encuentran contados y con competidores que desean también adquirirlos.

Según este teórico eso no existe, es economía burguesa o solamente es una matriz de opinión o, mejor decir,  ilusión óptica

El autor señalado mezcla lo que ha llamado Iván Illich Trabajo Fantasma: “El trabajo fantasma es el complemento no-asalariado del trabajo asalariado. Es, por ejemplo,  la labor del trabajador asalariado como chofer de si mismo para llevarse a los lugares en los que se puede ofrecer como fuerza de trabajo. O es el trabajo del ama de casa que va en su carro al supermercado, escoge las mercancías, las apila en la cajuela del vehículo, las transporta a su casa, las descarga y la saca de sus envolturas antes de ponerlas en el microondas.”, con inflación; ya que no es plusvalía en sí, como la llamó Carlos Marx, sino especulación posterior a el proceso de producción, que quiere endilgar a los empresarios, pero que reconoce (a medias) sucede en las manos intermediarias entre el producto acabado y su consumidor final.

Él prefiere afirmar que: “(…) en el caso de las economías capitalistas están mediadas por el afán de lucro individual a través de la explotación del otro: el egoísmo, tal y como lo llamó bien temprano Adam Smith, o la “maximización de los beneficios”, tal y como lo dirían más tarde elegantemente los utilitaristas y neoclásicos.”; aunque no se niega que ello opere, no se puede negar lo por mi ilustrado: la oferta y demanda alteran el precio.

Posteriormente señala que por las condiciones oligopólicas y monopólicas del mercado venezolano son las que hacen que los precios son impuestos por los productores y comerciantes. Lo que no señala es que hay “precio justo”, que para el sector alimentos, en especial los REGULADOS, el gobierno interviene en toda la cadena: controla el precio (justo), es el encargado de pagar las compras de materia prima importada, conoce la cantidad de ella importada, la cantidad procesada y la que se distribuye por medio de las Guías de Movilización (estas guías son la bitácora de las gandolas que movilizan los rubros en sus diferentes estados.

El colmo llega en el punto 9: “El problema de los precios, dado lo anterior, deriva de otro problema: el de la distribución y acumulación de la riqueza una vez creada. Los precios altos no son un indicador de mercados distorsionados, es la expresión de la lucha de clases dentro de la sociedad capitalista venezolana.”, los precios que estamos padeciendo son distorsionados por la lucha de clases.

El simplismo marxista reduce todo a problemas de la lucha de clases. Un sequía genera que la cosecha de maíz (por ejemplo) sea mermada  sustancialmente y por ello la oferta del mismo, pero esto no distorsiona el precio, es la lucha de clases.

Claro que el objetivo de esta discursiva rebuscada es poder llegar a afirmar que hay una guerra económica de los poderosos (ya señalé, como el también lo dice que las mayores ganancias son en los peldaños bajos del comercio), también para justificar que se debe repetir el modelo del socialismo real (fracasó en donde se impuso) con mayor centralismo en manos del Estado.

Hay unos principios que no debemos olvidar, así funcionamos como seres humanos: Ante una demanda siempre habrá, al menos un oferente; segundo, entre mayor sea el margen de ganancia en una oferta mayor será el número de oferentes; tercero, los controles son eficiente entre menor sea lo controlado; cuarto, a mayor número y permanencia en el tiempo de los controles mayores son las rendijas por la cuales se violarían esos controles, si se cumplen el punto número uno y especialmente el segundo; quinto, se genera una economía paralela; y, sexto, si se cumple el número dos la posibilidad de que personas allegadas al poder o mafias que permean los funcionarios o personas cercanas a las cúpulas se incrementa de manera directa a las ganancias que pueda reportar.
De esto el nuevo ministro no sabe, ya que él es un teórico de la economía (le llamaríamos un epistemólogo de la economía) y no de la economía en sí.

¡¡Triste futuro nos espera!! Andamos como la lámpara de Diógenes, alumbrando donde no se necesita y buscando a quien nos pueda alumbrar.