Las respuestas fáciles son las más preciadas por los pocos conocedores de temas o por los interesados en dar discursos políticos ante que razonados. Por ejemplo, a las protestas de los estudiantes se les ha satanizado: son producto del imperio, son parte de un plan de la burguesía, son unos niñitos de papá, entre otras.
Todas ellas ocultan algo que es común a todas, óigase bien, TODAS las culturas, los antropólogos la hemos titulado “el rito de pasaje”. Es esa etapa en la cual el adolecente está en proceso de convertirse en adulto, está labrando su espacio como sujeto en la sociedad, es un antisistema en general, porque entre sus esfuerzos está el rechazo a la estructura de poder y autoridad establecido. Claro la reacción de los que están en el poder es intentar someterlos, sea de manera violenta: represión, desaparición física o escarnio público, o pacífica: ganárselos para su causa.
Por ese motivo me parece pueril que se siga acusando de que ellos responden a una línea del imperio. Eso me recuerda el chiste ese de la acción de respuesta ante una esposa infiel de un izquierdoso: va tira piedras a la embajada de los EE.UU. El imperio es el culpable de todos los males.
En mi época de protestón, yo estaba consciente de mis luchas, no era guiado por el imperio ruso (como lo tildaban los maoístas), ni por ser prochino, ni por el castrismo; peleaba por un mundo mejor, más justo, que no era lo que estuvo o está en estos momentos. Creo que algunos de los que están en el gobierno también pasaron por esas etapas (menos los que estuvieron en el ejército o que formaron filas de los grupos de derecha y ahora son conversos). Pero como bien lo señala la sabiduría popular: “No se acuerda el cura de cuando fue sacristán.”
Más claro se encuentra en las declaraciones que dieron tres de los líderes de dicho movimiento a un periodista de El Nacional, aparecido el domingo 7 de febrero, veamos:
Rodrerick Navarro, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (pública) expresa lo siguiente: “Muchos de los que están incorporados al movimiento son jóvenes desilusionados de la oferta gubernamental. Nosotros no somos de oposición y rechazamos que se nos califique de esa manera. Somos un movimiento democrático que propone nuevas formas de hacer política, porque entendemos que hay que oír a la gente y poner al país por encima de las diferencias.”
Nicolás Cárdenas, presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Metropolitana (privada): “El presidente Chávez no es nuestro objetivo, sino, más bien, la defensa de la democracia. Sin embargo, no podemos acompañar a alguien que se cree el único capaz de gobernar al país y que cierra medios de comunicación. No creemos que eso sea revolución”
Roberto Patiño, presidente de la Federación de Centros de Estudiante de la Universidad Simón Bolívar (pública): “…estamos dispuestos a seguir acompañando el justo reclamo de los ciudadanos por una mejor calidad de vida. La idea es contribuir con propuestas concretas…”
Por ello me resulta patético que se les reprima con tanta fuerza o permita que sean grupos motorizados fieles al gobierno los que lo realicen, que los muertos de realizar un acto legal como protestar nunca son investigado quiénes son sus autores, que el presidente diga a esas manitos blancas se les pudiera responder con las armas (simbolismo contradictorio, contra manos vacías serán utilizadas las armas), es un lenguaje que llama a la violencia, que las protestas se conviertan en el tema de quien gobierna, no hay acaso algunos más importantes; y que se continúe afirmando que son manipulados, no son niños de pecho, ellos marchan porque lo desean, porque es su manera de hacerse espacio, porque está en su cantidad de hormonas que de alguna forma tienen que explotar, porque en última, quieren ser escuchados.
Por lo tanto, creo que el presidente debe hacer menos política y más gestión de la república. El día que esa sea la agenda se enrumbará Venezuela por el camino que debe reconstruirla. No es expropiando como se llama a los inversionistas, no es reprimiendo o jugando con todas las cartas a favor como se llama al diálogo, no es con un lenguaje violento como se busca la paz y construcción del país, no es con la aniquilación del otro como se gobierna en democracia, no es dividiendo al Venezuela en ese maniqueísmo barato de amigo-enemigo que tiene futuro la nación, no es con creer que el país es un cuartel del ejército y sus ideas son decretos como podemos avanzar.
En últimas, no creo que el presidente Chávez vaya a cambiar, su formación personal, su manera de ser, su egolatría alimentada por su séquito de focas y su visión de cómo debe ser el cambio, permitan nuevos rumbos. ¡Qué Dios nos agarre confesados!
Una primera aproximación conlleva a reflexionar a que hubo un triunfo compartido entre el oficialismo y la oposición. El chavismo logró un triunfo cuantitativo (17 gobernaciones) y la oposición logró un triunfo cualitativo, cinco gobernaciones y la alcaldía metropolitana de Caracas. Estos últimos espacios son los de mayor importancia poblacional, industrial y turística en el país. La frase que acompaña al triunfo cualitativo es “quién gana el área metropolitana de Caracas gana las elecciones”. Además, estos últimos mantuvieron los 4.500.000 votos del 2D-2007. Entre el triunfo cuantitativo y cualitativo MAYOR es el triunfo cualitativo en unas elecciones donde existe una fuerte polarización política y una alta confrontación mediática.
Una segunda reflexión, es que la estrategia de Chávez de asumir ser “el papá de todos los candidatos del Psuv” en unas elecciones regionales, es algo que va contra toda lógica de descentralización, pero tuvo un efecto político que no permitió que se diera un deslave en el proyecto político del chavismo. Si Chávez no asume ser el “Gran Elector” del chavismo el triunfo cuantitativo de 17 gobernaciones no hubiese pasado. Venía una debacle del chavismo que fue frenado, por ahora, por Chávez. En abril de este año en la mayoría de las gobernaciones del chavismo tenía fuerza una matriz de cambio, que fue revertido en gran parte. Incluso está estrategia ayudó a recuperar al chavismo estados donde gobernadores disidentes se pasaron a la oposición: Aragua, Sucre y Trujillo o de otro partido chavista diferente al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV): Guárico y Portuguesa. Este dato de la recuperación está expresado estadísticamente con más de un millón de votos hacia el chavismo en relación con el 2D-2007.
Pero se mueve…
Existe una polémica sobre la utilidad de las encuestas para hacer proyecciones. Una señala que los estudios de opinión sólo reflejan la posición del encuestado en el momento en que se le interroga, “es como una fotografía” y su respuesta puede cambiar al siguiente día, por lo que no pueden ser utilizadas para proyectar el futuro. La otra tendencia es de la opinión que las encuestas sí son efectivas para conocer de antemano quien o quienes resultarán ganadores en una contienda electoral.
Una tercera es la intermedia: estas sirven en la medida que la encuestadora tenga continuidad en el tiempo. Es decir, requieren de un financiamiento que permita una permanencia dentro del escenario e incluso realizar tracking pool (encuestas diarias) las dos últimas semanas antes de la elección. De esta manera sí se pudiera estar haciendo pronósticos, sin embargo estos se caen cuando las líneas están muy cerca, dentro de los márgenes de error y/o cuando dos candidatos tienen la misma velocidad de crecimiento.
En cuanto al comportamiento electoral en si existe dos modelos, uno indica que los candidatos que se presentan en la contienda electoral tienen una intención de voto que no varía en la campaña, está respaldada por un gran carisma, un gran apoyo de la población o tiene tras de sí el respaldo de un partido con arraigo en el tejido social, aquí estamos hablando de “intención dura de voto”. Un ejemplo es el caso del municipio Sucre en el estado Miranda, con Carlos Ocaríz que estuvo en primer lugar desde la primera encuesta en las mediciones del 23N.
El otro, es el efecto tijera: un candidato que punteaba en algún momento de la medición termina siendo rebasado por otro en los últimos días de confrontación.
Varianzas Opinión (VO) tiene varios ejemplos que ilustran dicho efecto en las mediciones que realizó en la contienda electoral del 23 de noviembre pasado.
En El Hatillo, estado Miranda, meses antes de la contienda Delsa Solórzano lideraba los números, para el mes de octubre había un empate y el 17 noviembre Miriam Do Nascimento ganaba por 5 puntos de diferencia. Tendencia y números que fueron definitivos.
Las mediciones que Varianzas realizó en Chacao son también un ejemplo de ello, hasta el 6 de octubre Liliana Hernández lideraba la intención de voto en este municipio, pero una última medición del 16 de noviembre dio como resultado que Emilio Graterón empataba a LH en la intención de voto. Esto llevó a VO plantear en un escenario donde, tomando en cuenta la velocidad de crecimiento de EG, este sería el ganador y Liliana la derrotada.
Los otros datos allí confirman que el estudio era acertado: por ejemplo, el candidato chavista obtuvo los votos cercanos, (10%, dentro del margen de error) a los logrados en campo. Ramón Muchacho alcanzó 27% de la votación, en el último estudio los números decían que pudiera tener 20%, pero la encuestadora manifestó que por ser una votación tan compleja la “marca de Primero Justicia” iba a dominar; es decir, RM debería crecer a los puntos recolectado por PJ, 25% (el número real debe estar dentro el rango que nos permite el margen de error: 4,37 por encima y por debajo del dato dado).
El resultado mostró un fenómeno, dentro del efecto tijera, que se debe resaltar: “migración intrapartido”, es decir, los simpatizantes de Un Nuevo Tiempo decidieron dar su voto a EG y la caída libre de LH a un cuarto lugar. Con esa “migración” la lealtad a UNT y Leopoldo López (alcalde saliente del municipio y muy altamente evaluado, miembro de UNT, pero que respaldó a su ficha, EG), quedaba garantizada.
Sobre los elegidos
Regresando a los resultados, el chavismo debe revisarse totalmente. Primero su fin es motorizar una revolución, sin tener que utilizar los peores vicios de los gobiernos anteriores para mantenerse en el poder, artimañas tan populista como el regalo de artefactos (neveras, lavadoras, colchones, entre otros), títulos de propiedad de la tierra o “créditos” de dudoso retorno son deplorables; la revolución se hace con un cambio de conciencia de sus electores (en el cual no se ha hecho mucho esfuerzo) y con gobiernos eficientes que mejoren la calidad de vida de la población (algo que ha fallado en su generalidad).
Porque hay que ser claro, casi totalidad de los gobernadores y alcaldes han sido evaluados como un gran fracaso por sus electores, tanto para los del chavismo, que eran mayoría, y para la oposición. Los tres candidatos chavistas que sacaron altos porcentajes es porque tienen detrás una gestión bien vista: Henry Falcón en Barquisimeto, capital del estado Lara; el gato Briceño al frente de la gobernación de Monagas; Jorge García Carneiro (tanto cuando el deslave de Vargas en el 99 como al frente del Ministerio de Interior). El resto, 9 gobernadores (si restamos los 5 en manos de los disidentes, tres de la oposición y dos de un partido chavista), fueron raspados en su gestión y obtuvieron la reeleción o ganó el chavismo gracias al portaviones de Chávez, más no por méritos propios.
Esto contradice el artículo de James Petras aparecido recientemente en Rebelión, donde argumenta que las gobernaciones que se perdieron eran porque sus gobernantes eran poco revolucionarios (socialdemócratas del centro) y/o que Chávez no remolcó a nadie. La realidad es otra.
La oposición mantuvo sus dos gobernaciones, con gestiones bien evaluadas, conquistó tres, más la alcaldía metropolitana y perdió tres, así como un número importante de alcaldías.
Los estudios de VO nos mostraron que el efecto tijera fue el más común, a principio del año casi todos los candidatos chavistas no tenían vida, es posterior a la elección por medio de unas primarias dentro del PSUV donde algunos de ellos comienzan a subir y posteriormente, impulsados por la campaña (por momentos desequilibrada por Chávezal utilizar o aprovecharse de su magistratura, depende del cristal con que se vea) donde se empiezan a cruzar las líneas y generalmente rebasar a los contrincantes. También en ello ayudó la oposición, muchos de los candidatos de la oposición eran “bates quebrados”, que se enfrentaban al carisma del presidente, más no a sus contrincantes reales. Sin embargo, hubo casos de un ganador que se mantuvo a lo largo de la campaña, especialmente en las gobernaciones exitosas de la oposición (en las cuales, a pesar de Chávez dedicar mucho esfuerzo, tiempo e improperios para desacreditar al candidato de la oposición no pudo revertir), o las chavistas ya mencionadas.
Puedo decir, en resumen, que la gestión de muchos de los gobernadores y alcaldes no tuvo aprobación. El chavismo en las gobernaciones y alcaldías y la oposición en alcaldías. Las gobernaciones de la oposición, disidente del chavismo, también tuvieron problemas en su evaluación, aunque allí hay que anotar que ellas llegaron al poder de la mano de Chávez y él las recuperó.
Este es un balance desolador para un país que ha tenido ingresos, por el petróleo, superiores a los presupuestos anuales calculados por más de tres veces a lo largo de casi diez años, con gobernaciones y alcaldías con cantidades inmensas de dinero para mejorar la calidad de vida de la población; pero con una corrupción desatada, con gobernantes, pareciera que estaban más preocupados por las campañas políticas o las tajadas a lograr en los contratos que de trabajar por el pueblo, con un cuerpo de militantes que responden más al gobierno central que a su poder regional, con un masa de votantes que participó por la compra de conciencia (regalos y obtención de beneficios a última hora).
Ojala que la nueva reconfiguración del poder sea para ganancia de la población, ya que la oposición debe demostrar que es eficiente al frente del gobierno (lo ha hecho, por lo menos en dos gobernaciones y unas contadas alcaldías, según sus electores) y el chavismo, que debe mejorar mucho, para poder fortalecerse si desea perdurar y no depender única y exclusivamente de Chávez. Claro está que algunos de esos desordenes o ineficiencias son creados por el mismo Chávez, pero eso es otra historia, la cual ya comencé desgranar en un artículo anterior.