Jorge Cruz, Caracas, 8 de enero de 2019
El principio de la homeopatía es que una enfermedad se debe
curar con una dosis de la misma. También la sabiduría popular dice que un clavo
saca otro clavo, y Ítala Scotto nos dice en su libro: Los cuchillos de la ausencia que dentro del mismo sector social, el que
adquiere poder es más déspota que los patronos; es un principio de negación de sus orígenes.
Ello es una clara referencia al caso de Venezuela, el que
está al mando ha sido sindicalista, pues no hay nada más perjudicial para los sindicatos
y, por extensión, a los trabajadores que su gobierno: un exsindicalista que
quiere sacar del juego a otros sindicalistas y ha deteriorado la calidad de
vida de un alto porcentaje de los venezolanos.
Voy a referirme a experiencias propias en el lugar donde
trabajo para mostrar como las políticas de un “presidente obrero” han
perjudicado más que las de gobiernos anteriores.
En el lenguaje legal existe un principio que ampara al
trabajador: norma más favorable, mediante la cual NUNCA se debe
desmejorar sus beneficios, esto está contemplado en la Constitución, leyes e,
incluso, convenios internacionales.
Vamos al caso que estoy desarrollando: la Constitución, la
Ley del trabajo, el Convenio Marco, incluso una comunicación interna desde la
vicepresidencia al ministerio al cual el instituto está afiliado, reconocen que
no se puede reducir los beneficios vigentes; sin embargo, en el mes de julio
los acuerdos gremiales de la institución en la que laboro, sufrieron una
desmejora, se bajaron los correspondientes a grado profesional.
Desde hacia al menos unos cuatro años, se logro la siguiente
escala: 25% para los Técnicos Superiores, 30% para licenciados o ingenieros y
35% para los que tenían posgrado. La escala vigente, que es la que aparece en
el CM es: TSU= 12%, Licenciado= 14%, Especialista= 16%, Maestría= 18% t
Doctorado= 20%. Sin mencionar que ya hubo un intento con unas figuras que
llamaban Bono de guerra económica …., con los cuales se intentó substituir
estos montos, pero al final tuvieron que aceptar que no era legal. Por ello
esta última arremetida.
Con el nuevo incremento realizado en agosto, vigente a
partir del mes de septiembre vuelve y se vulneran los beneficios, se retoma en
la tabla los grados de profesionalización antiguos, contenidos en el CM, la
antigüedad sufre también una reducción en los porcentajes a calcular y lo,
último, es que un bono vacacional que estaba por el orden de los 55 días, ha
sido menguado a 50 días.
Pero antes de esas medidas había sucedido algo que me
comentó la representante del sindicato de trabajadores. El sindicato del
cual ella es representante había elaborado en conjunto con otros de
trabajadores públicos, una propuesta de convenio, el cual fue desechado por el
gobierno central, se aprobó uno ya mencionado arriba, que iba en detrimento de
buena parte de los beneficios que fue presentado por una federación de
sindicatos afines al oficialismo. En pocas palabras, el típico actuar de los
empresarios “capitalistas”.
Lo cumbre es que representantes de sindicatos, afines al
oficialismo, los grandes sindicatos que antes consideraban explotador a los
propietarios de empresas por intentar bajar los ingresos, con las nuevas
medidas, ahora cantan loas, porque al fin se logra una similitud en los
salarios de trabajadores y empleados. Es decir, ahora estos sindicalistas que
se abogan de representar al trabajador, son los primeros que celebran que se
estén cercenando los derechos de los mismos. ¡Cosas Veredes! Tendría que ver a
los DEFENSORES en el poder para conocer su verdadera calaña.
Una subida que causa más pánico que sonrisas. Desde hace
varios años, gobierno viene aplicando unas medidas que son un fracaso desde
antes de aprobarlas. Ha fomentado el caos fiscal-monetario y se espera que la
economía marche ordenadamente ¡nada más cínico! Lo cumbre es que se culpan a
los visibles, los de abajo, se les llama bachaqueros, o a los comerciantes
especuladores, sirve como campaña política, como bandera para ganar adeptos,
pero no para exponer el verdadero culpable de la escalada de los precios. Por
ello, no es que solamente se han minimizado los ingresos, con medidas como las
arriba señaladas, sino que su erradas políticas han disminuido aún más nuestros
escuálidos ingresos. Una revolución que prometió cambios y vaya forma de lograrlos:
robando desde el poder sin parangón, persiguiendo a los movimientos sociales
que no sean afines, reduciendo los salarios, como un vulgar explotador
capitalista, entre otras.
Si revisamos otras políticas aprobadas llegamos al mismo
llegadero.
Se argumenta que se han realizado planes sociales,
ciertamente, pero tan pésimamente instrumentados que han actuado como un
búmeran, resaltaré uno de ellos, las pensiones.
Por medio de una misión (Amor Mayor) se han incluido una
cantidad significativa de personas que luego de trabajar o no, cotizar
parcialmente o no, pudieron tener una pensión. Una acción que se pudiera
considerar justa, un qué acertado, pero su problema ha sido el cómo. Nunca se
implementó como un plan real de largo plazo, sino como una medida electorera,
cuando se tenían ingresos petroleros importantes, ahora son una carga al fisco
significativa, pero lo real es que desde su instauración, si vemos que ha sido
tomada como una porción del fisco, ello significa que otros programas que
posiblemente puedan beneficiar a muchos más ciudadanos no reciben recursos o se
ven disminuidos. Aunque allí no se quedan los despropósitos, los pensionados
que están en el extranjero no reciben paga desde hace ya tres años, en pocas
palabras, les han robado, sus cotizaciones para tener una vejez tranquila el
gobierno revolucionario se las desapareció.
Como vemos, presidente obrero, eslogan de campaña que ya no
quieren recordar más, el exdirigente sindicalista ha resultado en un
perseguidor de los que reivindican a los explotados, en un carnicero que con su
cuchillo bien afilado ha cortado los contratos y convenios colectivos, logrados
luego de luchas; el representante de la “izquierda” que toma medidas tan de
derecha, que causan pavor.
Con “amigos” como esos como que hubiera sido preferible
andar solo, porque al más mínimo descuido te dan puñaladas traperas.