Saturday, February 3, 2018

El chavismo, el peor gobierno adeco



Jorge Cruz, Caracas 28 de enero de 2018
 
“(...) José Arcadio Buendía, cuya desaforada imaginación iba siempre más lejos que el ingenio de la naturaleza, y aún más allá del milagro y la magia, pensó que era posible servirse de aquella invención inútil para desentrañar el oro de la tierra. (…)

Este extracto de Cien Años de Soledad (Gabriel García Márquez) retrata lo que voy a desarrollar a continuación.

El chavismo se vendió como una nueva aventura para el país, una forma nueva de hacer política, un nuevo gobierno que reivindicaría a los excluidos y ha terminado siendo una “invención inútil para desentrañar el oro de la tierra”, una repetición de lo anterior, un espejo que resalta las malformaciones de lo que se criticaba.

Voy a comenzar por señalar algunos aspectos o políticas, no son todas, que sirven para exponer mi tesis.

Terror de Estado a persona mayores. Una de las mayores críticas al periodo anterior al gobierno chavista fue el tratamiento a las personas mayores, la represión hacia ellos, en especial se difundió hasta el cansancio la imagen de una ballena disparando el chorro de agua a una protesta en la cual participaba una diputada: Argelia Laya. Eso quedó grabado para muchos de nosotros de unas medidas que no se deberían repetir.

Este gobierno lo ha repetido en diversas ocaciones en diversas marchas, hace ya cierto tiempo los reprimieron cercano al Silencio cuando protestaban por las pensiones, luego en mayo del 2017 hay un video en el cual muestra a un agente represor lanzando gas pimienta contra ancianos.

La última mal experiencia de amedrentamiento, de política de terror y violación de los Derechos sucedió recientemente en El Paraíso. Antes de las 6 de la mañana un grupo de personas mayores todos ellos, se pusieron a hacer cola a la entrada de una panadería para poder adquirir dos recién horneados, llegó un grupo de guardias nacionales y sin mediar ningún tipo de palabras, se los llevaron detenidos. Lo peor viene después, se les sentó en un lugar con la acusación que estaba prohibido hacer cola en sitios públicos, allí no se les permitió moverse, ni siquiera ir al baño hasta mediodía, no se les permitió beber agua, a una de las abuelas que levantó su voz de protesta en ese lugar por la violación de su DD.HH. se le mantuvo hasta la 2 de la tarde.

Como podemos notar, no se utiliza una ballena pero si hay violación, amedetramiento, una política de terror.

Ajusticiamiento de opositores. Una práctica común en los gobierno es el ajusticiar a los que protestan. Generalmente se restringe a líderes por su capacidad de movilizar otras personas, en otros casos han sido masacres de grupos de personas y ocasionalmente se ha dado el caso de asesinatos de personas comunes y corrientes.

Con el chavismo ha tomado un rumbo similar, aunque con sus variantes. El 12 de febrero del 2014 se asesinó, grabado, con noticias en medios periodísticos y finalmente sentenciados los autores materiales a quienes dispararon contra simples jóvenes que protestaban. Hay otra muerte que nunca se investigó, Juan Montoya, que era una militante del chavismo en un lugar cercano a donde cae posteriormente Bassil da Costa, todo parece indicar que fue parte de una emboscada que generó el gobierno para dos fines: generar una corriente de opinión de culpar a opositores (hay unos presos por el hecho) y por el otro, generar un enfrentamiento al haber muertos de ambos bandos.

Afortunadamente esto no se da porque los muchachos de la oposición se retiran a otro lugar, donde cae muerto otro chico más, que casualmente apareció en fotografías ayudando en el deceso de Bassil da Costa, con la peculiaridad que portaba una cámara, la cual nunca apareció luego de su muerte (¿sería para asegurarse que no habían evidencias? Queda la duda).

Posteriormente son asesinados otros protestantes, con balas, perdigones en la cara, entre otros, ninguno de los caídos tenía un liderazgo reconocido.

En las protestas del 2017 hay videos que muestra asesinatos por parte de las fuerzas represivas. Si analizamos como fueron esos meses y el número de muertos, vemos que se fue incrementado la violencia por parte del gobierno.

En la primera marcha, de alta participación, se disparó gases lacrimógenos para dispersar, con lo recomendado para tal fin, un ángulo de 40°. Ya para la segunda multitudinaria concentración se actúa con mayor virulencia, las bombas lacrimógenas son disparadas al cuerpo de algunas personas, provocando bajas entre los opositores. Esto se hace como algo común, además, ya no solamente contra los que participan en las marchas sino contra los que cubrían los noticias, lo que eleva el número de heridos a datos impensables.

Como las marchas seguían convocando grandes números, se pasa a una nueva fase: ejecuciones anónimas, asesinan jóvenes que protestan sin autores definidos, de allí pasan a la etapa final, ya no se esconden, disparan abiertamente, la impunidad es la moneda que respalda todas esas violaciones y asesinatos.

La máquina de propaganda oficial intenta vender la percepción que eran ejecuciones en defensa propia, como el caso de Neomar, el gobierno alegó que tenía una basuca, los videos demuestran que no portaba absolutamente nada.

En pocas palabras, el gobierno al perder la calle, al saber que tiene poco respaldo ha apelado al terror. Varios edificios son testigos silenciosos de los desmanes de esa línea política de apelar a crear pánico, paranoia, desconfianza y miedo a los cuerpos represivos: Victoria, Conjunto Residencial Paraíso Plaza, Los Verdes en Caracas, Montaña Alta, en Miranda, Barquisimeto, entre otros. Los Verdes fueron los más vejados: 6 mil hombres participaron en el asalto, rompieron equipos como televisores de gran tamaño, que no podían carga; hicieron añicos lo vidrios de vehículos; reventaron vitrocerámicas de cocinas; destruyeron ascensores; cámaras de y casetas de vigilancia; además de robos de dinero, dólares incluidos, equipos de computación; cámaras, discos duros; lo cumbre fue el asesinato de animales realengos y mascotas.

Populismo, tampoco es algo novedoso, sino que tiene años en ser utilizada como forma de compra de conciencias. Variadas son las medidas a implementar, generalmente se utiliza el hambre como forma de control o sumisión (bozal de arepa). Por ello el gobierno ha atacado a los productores y comerciantes como los malos de la película, allanado el camino para expropiaciones, casi todas estos robos a productores o comerciantes han terminado o exterminado la producción nacional, ya que la sustitución por el supuesto pueblo solo logra sobrevivir corto tiempo al desconocer los secretos o formas de gerenciar.  

Claro está que al final de estas pésimas políticas lo que busca el cogollo en el poder, es presentarse como salvadores, los redentores que solucionan el hambre.

El clap ha sido lo último sacado de la chistera, luego de variados intentos fallidos de distribuir alimentos, que son una versión de Corpomercadeo en los ochenta, es decir, subsidio a productos, generalmente importados; aunque no se puede negar que nunca a los niveles de traída del extranjero de tantos rubros de la dieta del venezolano.

Otra forma es la compra de votos con “regalos” como bonos en carnet de la patria. El bono para mujeres embarazadas, por ejemplo, busca incentivar la procreación; racionalmente, se apela a ella en países de baja población o por tasas de nacimiento negativas, no en países donde es positiva, eso a la larga es una carga para el Estado, de políticas erradas en lo económico aunque beneficiosa en lo político, para mantenerse en el poder.

Colectivos. Tampoco podemos afirmar que sea algo novedoso, han tenido diversos apelativos a lo largo de la historia venezolana: rompehuelgas y cabilleros. Tienen, sin embargo, sus especifidades: están fuertemente armados, controlan territorios y venden mercadería, son los verdaderos bachaqueros. Son un brazo paramilitar para trabajos sucios, que en algunos casos implica asesinatos o simple amedrentamiento.

Como señalé, tienen armas de guerra en su poder, hay fotos donde alardean de ello, que lo demuestran, ese arsenal también les permite que ejerzan control de espacios, con la conchupancia del gobierno; además, en esas áreas ejercen su emprendeduría: son comerciantes de productos que escasean en los anaqueles de los sitios tradicionales como mercados, supermercados o abastos, que son negociados a precios por encima de los regulados y por debajo de los que se encuentran con los revendedores a detal, por supuesto que muchas veces venden al por mayor: pacas de harina, arroz, azúcar, entre otros.

Rentismo petrolero. Los adecos entendieron que ese beneficio de tener petróleo les permitía generar un Estado poderoso, un músculo económico con la que ninguna empresa nacional pudiera competir; esto permitió que por muchos años el centralismo fuera el eje sobre el que se movía la política nacional, los gobiernos locales (gobernadores y alcaldes) eran electos a dedo por el presidente. Solo una larga lucha por la sociedad civil, hizo que a finales de los 80 se deslindaran esos gobiernos regionales y locales del poder presidencial y tuvieran que ser electos por el voto popular.

Pero el Estado era quien dotaba de buena parte de los ingresos o presupuestos para tales poderes, por medio del situado constitucional, que en contadas ocasiones sirvió para castigar.

Ese vicio, gobiernos regionales y locales que básicamente esperaban por las dadivas del poder central, era parte de lo que sucedía aguas abajo, buena parte de la población se acostumbró a esperar que el máximo ente diera ayuda, porque era una cultura que predicaba que la renta del petróleo era de todos, con lo cual una parte importante del país solo esperaba que cayera el maná o de los productos subsidiados.

El petróleo, entonces, era (y es) el producto principal del país, por lo que otros sectores como el agrícola poco peso han tenido en la economía nacional, igual destino para otros rubros, por lo que la importación ha tenido un papel importante.

Con el chavismo la dependencia del petróleo se ha llevado a niveles de paroxismo, una subordinación casi absoluta en las divisas que genera, ahora se quiere diversificar con la explotación de otros géneros mineros, bajo el proyecto que han llamado Arco Minero del Orinoco, que algunos autores han conceptualizado como un modelo neoextractivista. En pocas palabras, no se ha acabado con el rentismo ni con el extractivismo, sino todo lo contrario.

Depredadores ambientales. La actividad minera, incluyendo la explotación del oro negro, ha sido el principal motor de la economía venezolana desde los 40 del siglo pasado. En esos años se comienza el cambio de país rural a urbano, algo que fue progresivo hasta finales de los 50 cuando ya era mayoritaria la población en ciudades y se multiplica con la migración en mayores números tanto nacional como foránea en los 60 y 70.

Esta rápida conversión de rural a urbano generó que tierras de alta calidad productiva se transformaran en centros urbanos, con alto impacto ambiental; además de la que generaba la explotación petrolera, que por muchos años no tuvo control de ningún tipo.

Por otro lado, los bajos costos de servicios ha llevado a un desperdicio energético, un derroche que podemos simplificar con un ejemplo: en zonas calurosas se utilizan aires acondicionados a tan bajas temperaturas que se hace necesario el uso de cobijas para poder tener ambiente térmico adecuado.
Esta ha sido la tónica por muchos años, solo ligeramente paleada por las luchas de la sociedad civil, especialmente ONG ambientales y por la permeabilidad, en las altas esferas, de algunos estudiosos que señalaron la necesidad de construir un sistema de parques nacionales para proteger especialmente las nacientes de ríos y otros cuerpos de agua.

Las luchas han sido rudas, con victorias para la sociedad civil, como también derrotas.
Al asumir el chavismo, muchas de estas capacidades se mermaron, a pesar que la constitución aprobada reconoció derechos. Una de las formas de neutralizar a las ONG fue la casi proscripción de ellas, pocas han sobrevivido la embestida del gobierno. Por otro lado, se ha destruido la capacidad de control y supervisión del Estado al casi desaparecer los equipos técnicos que se encargaban de tales labores en el ministerio respectivo, al cual también le tocó su dosis de inmovilización, primero lo sumaron a un ministerio que era contrario en sus objetivos: construcción de viviendas, luego al reducirlo al manejo de cuerpos de aguas (lo de ecosocialismo es sólo un eslogan).

Estas medidas iban, en primer lugar buscando poder explotar petróleo sin la molestia de los Estudios de Impacto Ambiental y Sociocultural, pero que se extendieron a, virtualmente, eliminarlas con la Gran Misión Vivienda y siguió con el arco minero.

En resumen, se ha golpeado más que nunca la naturaleza y se seguirá a medida que el arco minero siga creciendo en sus operaciones.

Corruptos. Otro mal que es de larga data. Antes cuando se necesitaba un documento se tenía que recurrir a gestores o los que tenían acceso a dinero del Estado generalmente se apropiaban indebidamente de él. Incluso hay un decir popular que lo justifica: “Roban pero dejan robar”.
Con el chavismo la corrupción ha sido impresionante, ha habido más dinero disponible y hay menos distribución de dinero, alimento, medicina y mínima calidad de vida, entre otros vicios. Se ha permitido el robo como forma de buscar legitimidad, por ello los militares han sido los más implicados. La importación de alimentos la realiza el Estado por medio de terceros, donde muchos generales están a cargo, como forma de burla se les llama el general caraota, maíz, cemento, cabilla y así por el estilo. Las importaciones se han caracterizado por el sobreprecio o el vencimiento en galpones (pudreval).

Cogollito. Otro decir popular del periodo adeco-copeyano era que gobernaba un cogollo. Un grupo de personas, generalmente militantes del partido o familiares que se repartián el poder o los más altos cargos.

Ahora no es un grupo, sino un grupito, la cantidad se ha reducido. Los que están aferrados al poder, no es cogollo, es cogollito, son pocos los que están allí, familiares entre sí. Tienen una variante ahora ejercen varios cargos. Esta práctica ha contribuido a la ineficiencia del Estado, siempre han instituciones o entes que son dejados como segunda prioridad y su deterioro es visible al poco tiempo.

Justicia injusta. Ella siempre ha beneficiado a los que tienen poder político o monetario. Lo que la hace novedosa es como se ha vestido de legalidad actos anticonstitucionales o legislativos. Tal vez el más evidente ha sido la conformación de Tribunal Supremo de Justicia luego de la victoria de la oposición en la Asamblea Nacional, se violó casi todos los reglamentos existentes para la elección de los magistrados, lo que ha permitido que se tenga un TSJ que respalda cada una de las transgresiones que se han hecho al tramado legal del país.

Tenemos así que  está más parcializada que nunca, con, incluso, poderes paralelos como la ANC, contrafiguras de gobernadores donde gobierna la oposición o que caen en desgracia, juicios amañados, a personas civiles que protestan los procesan en tribunales militares y una larga lista de burla o crear jurisprudencia.

Control de la información. Si bien en algunos momentos se intentó o llegó a censurar en la era democrática, nunca como la que estamos padeciendo ahora. Se han cerrado canales de televisión o emisoras de radio alegando vencimiento (nuevamente volvemos a la violación de la legalidad); se han comprado medios diversos sin transparencia de propietarios, aunque su actuar no da pistas de quienes están detrás, también se ha dado apropiación de los medios del Estado para el partido de gobierno; acoso y amenazas que lleva a la censura o autocensura; se decretan, ilegalmente por la ANC, una ley contra el odio que solo busca castigar al disidente, ya que la ley llamada resorte no ha sido suficiente, también han castigado a los que usan las redes sociales digitales y no dudaría que la amenaza de controlar sus contenidos sea un hecho de facto en el futuro no muy lejano. Es decir, el gobierno ha querido convertir a todos los medios en sus medios de propaganda

Diferencias:
Como no hay gobierno que se repita, el chavismo ha tenido sus particularidades. Voy a numerar algunas: El robo ha sido una de ellas, muchas veces vestida de legalidad, en otros casos no. El seguro social de los pensionados en el exterior ya tiene más de dos años que no les ha sido pagado, no es una dádiva, una gran mayoría de ellos cotizó y es un deber del Estado el retribuirles sus derechos; también se  robaron las prestaciones a los trabajadores de PDVSA, es cierto que participaron en un paro en una industria clave para el país, pero de allí a violentar la ley del trabajo que dice que se les debe dar sus prestaciones y otros derechos hay una distancia, en pocas palabras se les robó su beneficios por ley; la expropiación de tierras, empresas y otros enseres ha sido una práctica común a lo largo de estas casi dos décadas.

Por otro lado, la fuerza con la que se han reprimido o asesinado a las protestas (más de 6 mil heridos y 4 mil (más los 2 mil en el 2014) detenidos, con aún más de doscientos presos de conciencia o políticos, números que superan con creces a los detenidos o heridos en casi todos los años desde los 60 hasta la asunción por el chavismo, son números escalofriantes por su volumen. Que nos reafirma que el terror de Estado ha sido una de sus banderas.

Otra acción que ha realizado es, gracias a la hegemonía en medios de comunicación, es falsear sus medidas, por ejemplo, se ha estado realizando una reducción del Estado, la migración ha hecho que muchos funcionarios abandonen el país y sus cargos no han sido ocupados, tenemos así que una de las premisas fundamentales del neoliberalismo; hacer del Estado casi un objeto de decoración, se está instrumentando, pero sin decirlo como tal.

Otra práctica neoliberal ha sido el hacer que los bonos sean superiores al salario, de esta manera se evita que los beneficios que contiene la ley no sean contemplados o sumados.

En resumen, un gobierno que se tildó de cambio, que construiría un hombre nuevo, que actuaría diferente a los gobiernos anteriores, como los cerdos en la Rebelión en la Granja, concluyen comportándose como los humanos (adecos). Entonces ¿de qué revolución hablamos? Si han sido peores depredadores del ambiente, corruptos, destructores de la economía o condiciones de vida de la población, que han profundizado el rentismo petrolero, que han desnaturalizado más aún la justicia, un dominio mayor de los medios de comunicación (con ello la libertad de expresión), entre otro temas ya arriba tratados.

No tengo un mínimo dato que me diga que debo considerar que están cambiando el país, yo lo único que veo son un aceleramiento, un afianzamiento de los vicios que más critiqué a los adecos copeyanos, tal como hemos podido percibir en lo arriba escrito.

No han sabido conducir al país por una economía más adecuada por su dogmatismo, repiten y repiten la fórmula de control cambiario, de precios, aumentos de salarios con dinero inorgánico (sin respaldo o producción que lo sustente) que ha significado más inflación (la real guerra económica que estamos sufriendo y no viene por culpa externas o de los productores o comerciantes); si sumamos mayores violaciones de los derechos humanos. Es decir, es risible que sigan con la historieta de un cambio para mejor. Porque en la granja todos somos iguales, pero hay animales más iguales que otros.
Todo ello lo vemos con la producción y comercialización de alimento está en caída a lo interno y externo (por falta de divisas), peor aun cuando el mensaje que envía el cogollito es que tendrás un Estado que te dará migaja, propagando una cultura de mendicidad mucho más pronunciada que antes en la historia.

En otras naciones, muchas de las medidas que aquí se toman alegremente, van acompañadas de otras acciones que aquí ni se mencionan, menos aún ejecutan, amparadas en la improvisación. Voy a poner un ejemplo de ello, el sistema metro en Caracas ha puesto a funcionar otros tipos de servicios, como metrocable, cabletren, metrobus, tren de los Valles del Tuy  y buscaracas, esos servicios que alimentan las líneas principales del sistema metro, se han creado sin generar servicios paralelos para recoger el incremento de pasajeros de unas líneas ya de por si colapsadas; se suma al ello lo barato del servicio con relación al transporte público, como resultado tenemos un servicio en picada (no genera suficiente dinero para dar mantenimiento, menos aún para inversión en nuevos proyectos y su servicio con retraso es la norma diaria).

Agregaría otro punto que he tratado en artículos anteriores: tenemos el más injusto sistema de retiro para las personas, esa división entre pensión y jubilación. Todo ello me dice que son por medidas internas y no por culpa del imperio o los capitalistas explotadores. No se ha hecho ABSOLUTAMENTE NADA para disminuir la "explotación del hombre por el hombre".

Un gobierno no debe llegar al poder para vengarse o basada su visión en la envidia o resentimiento, la discrecionalidad está en el día a día, hará sus labores basado en la exclusión, la guerra, el reconcomio, el robo, terrorismo, el pase de facturas que pueden ir desde la expropiación, la detención o la desaparición física o económica. El castigo es la principal premisa que está en la agenda de quien asume el poder, violando un gran principio de la política: negociar, llegar a acuerdos.

Como podemos apreciar el chavismo ha aplicado neoliberalismo de diversas maneras: al poner un bono más alto que el salario, al retener el salario muy por debajo de los precios reales, al dar libertades a las empresas en zonas como las que participan en el Arco Minero y una lista extensa.

Sin embargo, el chavismo termina como José Arcadio Buendía gritando cuando descubre el hielo: ¡¡“Este es el gran invento de nuestros tiempo”!!

Nota final: Este artículo no está dirigido a los chavistas porque ellos tienen un muro que no les permite comprenderlo, básicamente por tres razones: Resistencia al cambio (control cultural), se afincan en el decir popular: “Más vale malo conocido que bueno por conocer” o este otro, utilizado por Lina Ron contra Bernal: “Él es una mierda, pero es nuestra mierda”; impronta de primera imagen (como los patos de Konrad Lorenz), tal como nos dicen en este artículo: https://elpais.com/elpais/2018/01/26/ciencia/1516965692_948158.html ; y demasiada inversión energética que no se quiere abandonar así nada más.

Wednesday, November 29, 2017

Econo que no es mía



Jorge Cruz, Caracas 27 de noviembre de 2017 

Los tabúes y mitos son parte de nuestra respuesta ante lo desconocido o lo preventivo. Por ejemplo, una comunidad indígena para evitar que se tale en las cabeceras de ríos, se generan tabúes y mitos sobre ese espacio. Por ello se puede convertir en un lugar sagrado, que prohíbe su intervención o se construyen leyendas para su preservación.

Es decir, son respuestas de la cultura para prevenir que algún tipo de actividad perturbe la continuidad de la misma.

Voy a ilustrar ello con varios casos:

El primero es relacionado a la teoría política de Carlos Marx. Dicho autor menciona dos tipos de valor, de uso y cambio; el primero es el que determina un intercambio, que está representado o imbuido por la fuerza de trabajo social, el segundo es cuando la mercancía satisface las necesidades de una persona.

Lo que realmente se está intercambiando es energía, no fuerza de trabajo. En la naturaleza se da transformación de energía, tal como se expone en las leyes de termodinámica, y nosotros como parte de ella, participamos en esas modificaciones.

Pareciera un diferencia mínima, pero esa sutil variación genera una acercamiento distinto, ya que no es que el trabajo sea un actividad exclusiva del ser humano, restrictiva a él para transformar la naturaleza, sino que es parte de la naturaleza en sí. Los animales también cambian su medio para poder obtener energía. Estudios diversos nos han demostrado que no es exclusivo del ser humano el generar herramientas, por ejemplo. También los robot trabajan, esto es algo que va más allá de la intensión de este artículo y, por lo tanto, no lo desarrollaré ahora.

Otro mito está relacionado al discurso del gobierno venezolano que hay una guerra económica que ha llevado a la población a sufrir una hiperinflación.

La realidad es que el fenómeno de subidas de precios de forma regular y que llegan a los tres dígitos no es algo exclusivo de a un régimen de “izquierda” como alegan. En Latinoamérica no es algo nuevo, ya lo han sufrido en el siglo pasado: Perú, Bolivia, Argentina y Brasil, algunos de ellos bajo dictaduras y otros en democracias; es decir, no es restrictivo a un tipo de ideología. Por lo tanto, alegar que es por culpa de ciertos grupos nacionales con el apoyo del imperio es una mentira que insulta la inteligencia.

Caso llamativo es que en casi ninguno de los países mencionados sufrieron un desabastecimiento severo como el que está padeciendo Venezuela. Tampoco la aparición de revendedores minoritas o como comúnmente se les ha llamado: bachaqueros. El control de cambio, la destrucción de la producción nacional, el control de precios y la exigua oferta de dólares por parte del gobierno, han llevado a surja una economía paralela, un mercado abastecido por cadenas de intermediarios, que van desde los altos niveles (importadores desde el extranjero a dólar subsidiado para un número importante de artículos de primera necesidad, con altas ganancias en esa negociación) hasta los minoritas que adquieren, desde en lugares de venta a precios regulados, hasta en ventas a mayoristas que luego suben los precios a niveles varias veces por encima del regulado.

Otro caso a señalar, es que en Venezuela no se han indexado los salarios, por lo que los incrementos del valor de los productos se hace cada vez más imposible de adquirir. Por último, la opacidad del gobierno ha hecho que no se conozca oficialmente la tasa de inflación, ni la esperada, ni la del momento, por lo cual se da pie para una especulación mayor por parte de los actores económicos, como tampoco la indexación arriba señalada. Esto si fue común en los otros países.

En pocas palabras, ha sido el gobierno con su medidas económicas: fijación de precios con base en cambio al que se adquirió por el importador o comerciante, con la consecuente descapitalizacion de tales actores económicos; salariales, solo está permitido el incremento por decreto presidencial; cambio, no se ha realizado una política eficiente al respecto, desde varios tipos de cambio, hubo momento de hasta tres de tipo oficial, hasta la poca oferta oficial; la persecución o acoso al productor nacional, lo que ha hecho que sean expropiado o abandonen la producción empresarios o, como resultado de lo primero apuntado: precios fijos, que ha llevado a la quiebra a comerciantes al no tener suficiente dinero para la reposición de su stock de productos; entre otras las que han llevado la nación venezolana a la situación en la cual está.

Otro mito: el gobierno no controla los precios. Generalmente reclamamos que el gobierno no está controlando, que el Sundde o cualquier otro organismo no supervisa y hace que se cumplan los precios regulados. Esta afirmación es falsa, primero, el gobierno es quien adquiere un número importante de los bienes que consumimos, pueden ser de la cesta básica como otros que consideran de valor publicitario como autobuses para el transporte, tanto los de empresas públicas como privadas. Segundo, para movilizar cualquier mercancía se debe tener una Guía de movilización que emite Sunagro, la cual es una bitácora (tiene información del conductor, vehículo y mercancía). Tercero, las carreteras, incluyendo autopistas (algo fuera de lo común) se han llenado de alcabalas (Antonio Ledezma comentó que pasó 29 desde Caracas a San Antonio y, yo en la vía local entre San Carlos y Valencia, casi 100 kilómetros, conté 5). Cuarto, los negocios no guardan mercancía para evitar que se les acuse de acaparadores (recientemente hubo un allanamiento a Makro de Naguanagua, su sorpresa fue que no encontraron mercancía en los galpones, solo la que estaba en exhibición, por ello no hemos escuchado nada luego de la intervención). Y quinto, los comerciantes son obligados a vender al precio del dólar con el cual adquirieron la mercancía.

Voy a comentar anécdotas personales. Hace ya un mes, estando de cacería de productos, me entero de un lugar que tiene azúcar, llego al lugar y pregunto por ella me señalan la cajera, a un lado de ella habían lotes de tal producto, pregunto por el precio y me da tres: Bs. 22, 25 y 30, yo me llevé las 4 que quedaban de Bs. 22, aunque antes de ello solicité el porqué de esas diferencias, su respuesta fue que fueron adquiridas en momentos distintos. Yo entendí que por ello el cambio a dólar era diferente. Luego de un tiempo visité a un amigo que comerciante, él manifestó que no sabía qué hacer, porque había vendido casi todo lo que tenía en existencia y el monto recaudado no le daba para poder reponer ni la mitad de los productos (eran productos no perecederos y por lo cual es más lenta su venta y necesidad de reposición, con un dólar disparado, saquen conclusiones ustedes).
Esto último no es ajeno a otros amigos comerciantes, piensan que no puedan abrir en enero o tengan que cerrar sus negocios antes, ello me lo comentaron: un dueño de un abasto con más de 30 años de funcionamiento, un propietario de una ferretería, un propietario de una venta de artículos deportivos, una dueña de una tienda de ropa. Todos ellos me han dicho lo mismo: son obligados y supervisados por el Seniat, contra factura de compra.

Como se puede percibir si hay control, más del que se cree o el mismo gobierno menciona (claro le es más sencillo culpar a otros de sus errores).

En pocas palabras, si eres productor, el gobierno sabe cuanta materia prima te llega, cuanto produces, hacia donde y que cantidad distribuyes; en algunos casos, como a Polar, le obliga que el 50% de la producción se la deba entregar al gobierno para abastecer los Clap. Si eres comerciante te están obligando a desaparecer con al vender a precios desactualizados.

El consumidor festeja que consiguió un precio regulado o viejo, pero es solo pan para hoy hambre para mañana, porque ese negocio, seguramente cerrará sus puertas y a llorar pa’l Valle.

La película recién mencionada me hace recordar un chiste: Está Napoleón en su pose más características (mano dentro de su chaqueta) y dice: me han robado la cartera; más allá está San Juan cerca de Jesucristo en la cruz, quien dice: él fue, Jesucristo responde: A mi que me revisen. El gobierno y San Juan tienen similitudes.

Tenemos así una econo que no es mía, ni de otros actores económicos exceptuando los que están en el poder y sus políticas, y los que están aliados, sacando beneficios pingues.

Wednesday, November 15, 2017

Cuando lo político hunde un barco


Jorge Cruz, Caracas, 14 de noviembre 2017
Desde niño me han encantado los trucos de magia, me llamaban y sorprendían que aparecieran o desaparecieran objetos, ahora son actos de magia, me siguen gustando y admiro a quienes se dedican a ello. Claro está que sé que es un show y que recordaré gratamente sus habilidades o capacidades en el arte del espectáculo.
Otra cosa es la vida real, solo la dedicación y empeño hacen que las metas sean logradas.
El chavismo desde que apareció en la presidencia ha hecho un alarde de trucos, poco de magia, mucho de espectáculo poco de actos reales, muchos de presencia en los medios poco de presencia en nuestra cotidianidad.
Su principal cometido ha sido arrasar con cualquier grupo que se les oponga, sea cercanamente ideológicamente o no, ha sido un secta que no acepta disidencia, todos son enemigos, nadie es contrincante u otra parte del debate.
Expresé en un artículo anterior, hace ya varios años en el ínterin, que el peor error del chavismo había sido confundir proyecto de partido con proyecto de país. El tiempo me ha enseñado que no ha sido un error sino que ha sido su propósito.
Desde sus inicios se han dedicado a destruir cualquier propuesta política que sea contraria, ya sea por la desaparición física o económica (la primera no necesariamente es la muerte, también puede ser el exilio, la cárcel o negación a los medios; la segunda es la prohibición de poder acceder a trabajos con empresas o entes del Estado o que le prestan servicios muy directamente) o por manipulación de las votaciones.
Si revisamos el actuar del chavismo en el poder es muy fácil percatarse que han tenido un continuidad en una de las áreas: la política y que las restantes: social, ambiental, infraestructura, jurídica, económica... han estado supeditadas a la primera mencionada, todo ha girado en torno a la permanencia, a expropiar la participación de contrarios, a vulnerar la democracia, a acaparar los poderes del Estado, a burlarse de lo estatuido en la Constitución y de allí para abajo.


Por partes
Voy a realizar un viaje rápido por cada una de las áreas arriba mencionadas:
Ambiental: A pesar que la Constitución reconoce la obligación de Estudios de Impacto Ambiental y Sociocultural la realidad es que el gobierno se ha burlado permanentemente de ello, primero desarticuló la dirección que realizaba el control de ello: Calidad en el ministerio que regía dicha materia: Ministerio del Ambiente, luego fue el mismo ministerio el que desapareció y pasa a ser hoy un muerto en vida.
Posteriormente siguió con la no presentación de los EIAS para los proyectos, especialmente los petroleros, luego en la GMV y por último, el Arco Minero del Orinoco, en la cual se han burlado varios pasos legales: información previa a las comunidades indígenas, no hay el estudio mencionado y, por último, una opacidad total en cuanto a las negociaciones o asignación de territorio.
No me extiendo más, ya que hay un trabajo de Chunikay en el informe anual de Provea que expone buena parte del accionar del gobierno, se puede ver en: https://www.derechos.org.ve/web/wp-content/uploads/05AmbienteSano-3.pdf .
Social: Es posiblemente donde más propaganda ha recibido, pero los resultados no son tan eficiente como la publicidad.
Las misiones han jugado un papel en ello, gran parte de ellas tuvieron ciertos logros cuando había suficiente presupuesto para paliar cualquier error, aunque básicamente han tenido más un propósito electoralista que realmente buscar solucionar el problema que deben atender. No podemos obviar, por ejemplo, Misión Barrio Adentro y el Referéndum del 2004 o Gran Misión Vivienda en el año 2012.
Más terrible ha sido los resultados con el pueblo, como los indígenas, se inició con mucho fervor el reconocimiento de sus derechos: una ley, un ministerio, reconocimiento de la convención 169, una demarcación de sus territorios (chuchutos pero al menos algo), con el pasar de los años queda todo ese esfuerzo en sal y agua y el golpe más claro ha sido con el proyecto minero del sur de la nación. Aunque para algunas comunidades ha sido peor la cura que la enfermedad, caso Yukpa de Perijá. Se puede revisar el informe de Provea al respecto, ya mencionado arriba. https://www.derechos.org.ve/web/wp-content/uploads/01cre%CC%81ditos-y-dedicatoria.pdf
Infraestructura: Aquí el accionar del gobierno ha sido desastroso, buena parte de las carreteras, calzadas y aceras están en pésimo estado, está en un estado que pareciera que fuera para una carrera de deporte extremo. En construcción de viviendas ha reinado la improvisación, muchas edificaciones han sufrido por ligeros desastres naturales: agrietamiento de estructuras o paredes, fracturas en columnas para el metro, pérdida de paneles que fungen como paredes, entre otros males.
Hay un gran cementerio de obras inconclusas, de inversiones perdidas (con la corrupción de por medio) a lo largo y ancho del país. Las que han concluido ha sido luego de muchos años y renovación de inversión: caso teleférico de Mérida, Metro de Caracas con la línea 4 (desde Capuchinos a Zona Rental) y extensión de la 3, para solo señalar dos casos.
Estas dos última obra es un gran ejemplo de lo determinante que ha sido lo electoral, ella fueron inauguradas a medio andar, para las elecciones del 2006, todas las nuevas estaciones estaban sin culminar.
Jurídico: Lo legal ha seguido la misma pauta, muchas leyes que quedan como piezas de museo y cuando se recuerdan es para violentarlas.
Comento una anécdota. Yo participé en la conformación de un Concejo Comunal, en lo que debería ser parte del territorio del mismo se realizó una invasión de un terreno, como fue en el proceso de conformación, se decidió en asamblea sacar a dicho espacio. El CC se legalizó, unos meses después me llaman a una reunión con personas del lugar invadido, la representante del lugar me dijo dos cosas: Querían que se anexara su zona a nuestro CC pues no tenía los requisitos mínimos de la ley en cuanto a la cantidad de viviendas y familias y, su argumento para la anexión, (ella trabaja con Fundacomunal) el gobierno facilitaría cualquier beneficio en aquellos CC que tuvieran comunidades de bajos recursos. En una decisión de la asamblea se reafirmó que no se aprobaría la propuesta, mi sorpresa es que poco tiempo después, no más de un mes, dicha área tenía su propio CC.
Como vemos se burlaban de la ley de diversas formas: no se cumplía con los requisitos mínimos para poder conformarlo, parte de sus voceros electos trabajaban con el gobierno (Fundacomunal la mayoría) y los argumentos nos decía que había en el país habitantes de primera y segunda, a pesar de cumplir con los deberes que la ley exige a esos considerados y tratados como de segunda.
Económica: Tal vez donde menos acción ha habido ha sido en esta área. Muchos proyectos truncos. Desde gallineros verticales, nudes, fundos zamoranos, ruta de la empanada, cooperativas, entre otros tantos experimentos que partieron de premisas equivocada o no contaron con el apoyo suficiente, como las cooperativas.
Otro esfuerzo ha sido en destruir lo existente, con la falsa bandera que son explotadores, supuestamente improductivos o cualquier otra excusa para invadir, expropiar o simplemente robar propiedades o espacios productivos, el colmo se ha dado donde el gobierno ha expropiado bienes del Estado (un solo ejemplo: el edificio Francia en Caracas, que pertenecía a una universidad).
Otra arista ha sido la inmovilidad del cambio. El dólar tiene años anclados en varios experimentos, ahora último solo hay un dólar oficial: Bs. 10 para importación de bienes esenciales y el dólar paralelo o negro, que en el día de hoy ya pasó los Bs. 60 mil. Ese abismo ha producido una catástrofe en los productores nacionales, ya que por muchos años se subsidió la mercadería traída del extranjero con un dólar de poco valor y se ponía a competir con lo nacional que no era subsidiada.
Desde la bonanza petrolera a principios de este siglo la economía se hizo más dependiente de las importaciones, algo que se radicalizó con las expropiaciones y acoso a los empresarios nacionales, ya que había un grupo de nuevos ricos (boliburgueses) que han actuado como intermediarios (gestores) de la importación, lo que ha significado negocio pingues para ese selecto grupo. Si antes había algo de exportación ahora básicamente dependemos del petróleo. Cada vez estamos siendo más un país neoextrativista de recurso mineros, al petróleo se le suma el arco minero.
Lo peor es la situación actual, nos hemos convertidos en ganadores de salarios de miseria, ya que aunque tenemos que pagar la mayoría de los productos a precio de dólar negro, aún estamos ganando en bolívares, el equivalente de un salario mínimo a menos de $10 al mes (hoy 15 de noviembre de 2017).
Esta situación actual es parte de medidas tomadas en el pasado. El país comenzó a recalentarse desde la crisis mundial del 2008, los precios del petróleo caen y con ello el ingreso de divisas, allí se continúa apoyándose en lo que quedaba de la casi década de altos ingresos, luego los precios se recuperan, pero ya se había gastado lo que se tenía y se incrementó la deuda pública, en el año 2012, Chávez viene perdiendo en los números para una elección, por ello embargó al país al iniciar una misión de alto costo monetario tanto para el fisco, en el corto y mediano plazo, como para la población en el largo: GMV, ella requería de altas cantidades de dinero, tanto bolívares, para pagar a las empresas subcontratadas para la construcción de viviendas, como de dólares para las extranjeras, por ello se vende en dos ocasiones las reservas de oro, un 10% en cada ocasión, y se imprimen cantidades ingente de bolívares; desde ese momento el dólar inicia una subida persistente que no se ha detenido, ni se detendrá en el corto plazo a menos que cambien las líneas políticas.
Político: Ya mencionaba que esta ha sido la arena principal del gobierno, aquí ha ido estrangulando a la oposición lentamente, en algunos momentos ha perdido su control, pero luego se ha valido de artimañas, marrullerías para poder robar votaciones o espacios perdidos (por ejemplo la Asamblea Nacional) o incluso sustituir la decisión del pueblo (otra vez la AN, con la elección de una Asamblea Constituyente, que supuestamente logró una votación de 8 millones de votos, que luego en las de gobernadores se redujo en casi dos millones, cuando sabemos que el chavismo cuenta con votos duros, que salen siempre a votar, sin incluir las trampas como las denunciadas y mostradas en el estado Bolívar, con la aparición de votos fantasmas).
También parte de la estrategia ha sido evitar el financiamiento, para ahogarlos económicamente, por ello se ha atacado, expropiado, arrinconado y eliminado empresas, ya que ellas tradicionalmente han financiado a los partidos.
En lo social han intervenido los movimientos existentes, creados nuevos, como los CC, que sustituyen a las Asociaciones de Vecinos, las ONG ha sido llevadas a su casi extinción (para ella también han utilizado una estrategia económica, se han creado fondos y leyes que obligan a los empresarios a dirigirlos a esos lugares y no directamente a las instituciones que ellos desearían apoyar, también por medio del cambio se les ha evitado que el financiamiento conseguido afuera solo pueda ser transformado en bolívares a la tasa de menor costo (Bs. 10)). También las Comunas que son, aparentemente, la unión de espacios coordinados por CC y últimamente están los Clap, cuya función principal ha sido distribuir productos de la cesta básica a precios subsidiados.
Otro aspecto atacado ha sido los símbolos. Conscientes del poder de comunicación que tienen los símbolos (va dirigida a lo emocional, al inconsciente) han intervenido varios de ellos: la bandera, el escudo, cambiaron la hora (que posteriormente volvieron a restablecer), lugares donde estaban empresas petroleras convertidas en universidades, cambio de nombres a estaciones del Metro u otros lugares o entes del Estado, incluyendo al lenguaje, donde han hecho énfasis en cierto significado de las palabras o cambiándolo en otras, es decir modificado su significante; por ejemplo, para la oposición hay ciertos términos que tienen una alta carga despectiva.
En cuanto a ejercicio del gobierno en sí, tenemos que una camarilla o cogollito se ha apropiado del poder, que cada cierto tiempo se enroca de un ministerio a otro diferente, en algunos caso incluso repiten; si pierdes en alguna elección, se te recicla, crean una nueva figura para mantenerte en el poder de ese espacio donde te botaron por mala gestión o se te da un cargo diplomático como una embajada. Es un grupete que donde existen los lazos familiares, hermanos, primos, tíos y padres que ejercen algún alto cargo o está en la plantilla, una especie de todo queda en casa. En otros casos tienen tantos cargos como medallas un general (mi abuela siempre decía que el que mucho abarca poco aprieta, nada más cierto).


Tareas pendientes
Como hemos visto y padecemos, esa inamovilidad, ese esperar, ese jugar con la desesperación de la oposición ha sido efectivo en el plano político, aunque en los otros planos ha sido deficiente. Hay decisiones que no se toman por su contenido simbólico, como dolarizar la economía, en especial los ingresos de los trabajadores y empleados; aplicar medidas de control fiscal y monetario para realizar un saneamiento de las finanzas públicas; permitir a la empresa privada producir sin el desasosiego de ser invadido, expropiado o simplemente robado su esfuerzo; procurar financiamiento externo de FMI (único ente que estaría dispuesto a dar montos tan significativos como los que necesita la república); en pocas palabras, el gobierno está atrapado en un discurso que no le permite o nunca se ha interesado en tomar acciones que puedan beneficiar al pueblo, ha tensado tanto la cuerda que ha llevado al colapso o crisis actual, solo por no reconocer que su modelo o estrategia de perseguir a los opositores y dejar que el resto vaya a la deriva no es lo acertado.
Recuerdo que un amigo, militante del oficialismo, cuando le apuntaba sobre algún error u omisión en las políticas me decía que ello era una tarea pendiente. No actuar es una decisión, que condena a la parálisis y como el mundo está permanentemente moviéndose, significa retroceder. Ha pasado casi una década de ello y todavía estamos con tareas pendientes, lo terrible es que ya son algo más que tareas, es que han reprobado varios años y el país no avanza, o si, retrocede.
En pocas palabras, la magia que alguna vez tuvo este movimiento se le ven las costuras, porque ya no es más que un pobre acto de tercera categoría.
El país ha andado sin norte en lo económico. Tomemos como caso Maduro, él ha pasado por dos grandes momentos económicos: al llegar al poder tenía los precios del petróleo alto, él continua, en menor escala, repitiendo las fallidas medidas tomadas por su tutor: improvisar dentro del corsé que se han labrado y, posteriormente, a la espera de una subida del precio del petróleo. Es una especie de Coronel que no tiene quién le escriba, que al final a todos nos manda a comer heces, el gran problema es que las heces no están alcanzando para todos.

Friday, November 10, 2017

Un país de mendigos guiados por un ciego

Jorge Cruz, Caracas 8 de noviembre de 2017

Normalmente relacionamos adicción con drogas, pero lo real es que hay otros tipos de “vicios”. Pavlov logró con una campana que hacia sonar para un perro, que al escucharla, por su relación con la comida, iniciaba un proceso de salivación.

Nos pueden condicionar a ciertos comportamientos, nos hacemos dependientes a ellos.

Los que poseen el poder económico y/o político saben de ello, lo utilizan, aunque en algunos casos abusan y podemos caer en la llamada desesperanza aprendida, momento en el cual comenzamos a aceptar todo (incluyendo la violación de nuestros derechos) como normal, como parte de nuestra cotidianidad.

En el país vivimos, con un Estado centralista, cada vez más afincado por las políticas de estos últimos 18 años de gobierno, con una empresa (PDVSA) que le ha generado dividendos que le da al gobierno un ingreso suficiente para subsidiar muchos servicios o políticas (en los circuitos académicos le llamarían políticas populistas) y un  pueblo que se ha acostumbrado a vivir de esas “bondades”.

Se ha creado una cultura del pedigüeño, mendigos, personas de manos extendidas esperando migajas (aunque no podemos negar que hay algunos que reciben más migajas que otros). Esta conducta se ha generalizado y profundizado con este gobierno, especialmente por los malos manejos de las políticas económicas (uno se pregunta si es a propósito).

Desde los años 60, donde se prosiguió, pero con números muy superiores a las anteriores décadas, el proceso de crecimiento de las ciudades, el asentamiento de la población cambió radicalmente, de un 20 % urbano en los 40 a un 70% a inicio de los 70. Este cambio poblacional hizo que la producción agrícola fuera deficiente en algunos rubros, no se dio por una transformación tecnológica o expulsión de los habitantes del campo sino por la atracción que brindaban ciudades con servicios y trabajo (necesidad de mucha manos de obra por todas las cantidades de construcciones y obras de infraestructura desde Pérez Jiménez en adelante).

El país se reafirmó en un modelo rentista, un modelo que generó un Estado poderoso, con grandes ingresos por los royalties petroleros y mucha gratuidad en servicios o de bajos costos (subsidiados). En los 70 esto se potencia con la nacionalización de la industria petrolera y la creación de PDVSA, una empresa que estuvo hasta principios de este siglo entre las 10 primeras del mundo.

Los ingresos del Estado han sido fluctuantes, desde finales de los años 40 hasta principio de los 70, Venezuela fue por varios años el principal productor de petróleo a escala mundial, con una moneda fuerte, de las más poderosas, gracias a lo generado por el petróleo. En los 70 este ingreso se multiplicó varias veces hasta finales de esta misma década, lo que permitió muchos programas sociales y ser el país líder en desarrollo en toda la región latinoamericana.

Luego viene unas décadas de menguados ingresos que hacen que muchos servicios o beneficios del Estado (el bienestar social) se deterioren.

En la primera década de este siglo se vuelve a tener un nuevo boom de los precios e ingresos, una bonanza que nuevamente es mal utilizada, el gobierno actuó como el ganador de un billete gordo de lotería: muchos programas sociales para redistribuir el chorro de dinero que entra, reparto entre países “amigos”, corrupción desmedida, entre otros males. Agregado a esto pésimas políticas económicas: las importaciones se dispararon.

Tenemos así que la bonanza del precio del petróleo hizo estragos en la producción nacional, se subsidió la importación por medio de diversos programas del Estado, por ejemplo Mercal, que importaba buena parte de su oferta, por lo que se ha hecho que se dependa cada vez más del exterior, algo que se ha extremado en estos últimos años.

Posteriormente viene una caída de los precios del petróleo, con ello la falta de divisas para importar, con una mayor crisis de producción en el territorio, por lo que la capacidad adquisitiva se desplomó a niveles nunca vividos, con terribles políticas fiscales y monetarias, por lo cual se tiene una inflación superior en mucha cantidad a la segunda a escala mundial.

Los rubros de la cesta básica son casi en su totalidad importados, que se pagan un alto número en dólares del mercado negro, toda esta tragedia ha tenido como resultado que la población se ha hecho más dependiente de los operativos o bolsas (Clap) con productos subsidiados (importados), ya que ellos garantizan que los deficientes salarios o ingresos puedan rendir hasta la siguiente quincena o semana.
He afirmado que nos hemos vuelto más mendigos, no solo por alimentos, como señalé arriba, sino por muchas otras cosas.

Por ejemplo, para cruzar una calzada, donde hay un paso para los peatones, tenemos que pedir que nos dejen pasar por el mismo, ya que generalmente esta invadido por los vehículos, nos hacemos dependientes de la buena voluntad de los conductores.
Muchos de los servicios son deprimentes como funcionan, por lo cual tenemos que rogar y rezar que funcione con el mínimo aceptable.

Andamos suplicando porque llegue agua por las tubería y de calidad suficiente, la luz sea continua, el teléfono esté operativo, Internet nos permita navegar, la basura sea recogida, para el trámite que podamos obtener una cita, para que quien nos atienda sea servicial y esté de buen humor, para que el cajero tenga efectivo, para que la medicina que nos recetaron esté en inventario y que su precio nos permita adquirirla, para que el hospital tenga cama para internarnos, para que el seguro nos cubra el tratamiento en una clínica; en fin, vivimos de súplica en súplica lo que debería ser una oferta normal.

No podemos olvidar la última migaja: regalo navideño a los que tienen carnet de la patria.

Nuestra dependencia ha crecido de manera exponencial, todo es un gran caos, un esperar que la suerte nos acompañe; un gobierno que se ha afincado en destruir las instituciones, la ley (desde la Constitución en adelante), las formas políticas de participar, en monopolizar la información que circula en los medios, en convertirnos en andrajosos que imploramos por mendrugos, en desear un operativo que castigue a los acaparadores o especuladores (que realmente son consecuencia de las malas políticas), en ser adictos a sus acciones de “buena fe” en el corto plazo…

Un gobierno que se ha aislado y convertido en ciego y sordo del acontecer diario.

Tengo que confesar que la única dependencia que padezco con absoluto fervor, la única mendicidad que practico religiosamente es ¡que se vayan!