Monday, February 16, 2015

Urbanismo con sello propio (Referencia Especial El Hatillo)

Soc. Rafael Delgado Osuna y Antr. Jorge Cruz O., Caracas, 11 de diciembre de 2007

Una de las formas más peculiares que hemos utilizado los seres humanos para identificarnos es crear unos códigos que se generalizan entre los de una misma comunidad o cultura, de esas tendencias surge la moda.

Esta forma de "unión" no es ajena al campo académico, hay "ismos" por doquier: relativismo, funcionalismo, positivismo, racionalismo, romanticismo, entre otros; claro está que esos ismos no quedan recluidos a una cultura o comunidad, especialmente cuando hay una industria de la difusión que "vende" patrones de comportamiento y más aún al convertirnos en una "aldea global".

Esa manera de conducta tiene sus pro y contras, por ejemplo, al copiar modelos foráneos nos hacemos (aparentemente) parte de una cultura mayor a la "parroquial" en la cual vivimos; pero toda copia es de menor calidad que el original y además nos olvidamos que esos códigos responden a realidades diferentes, que tienen una marca de fábrica, una cultura que la genera en función de sus principios y valores.

Venezuela no se ha querido quedar fuera de ese autobús y ha transitado por múltiples modas académicas o de otro género. Uno de los justificativos, o eufemismos que niegan nuestra condición de súbditos, que hemos utilizado, es que somos un país con muchas costas lo que nos "obliga" a recibir mucha información producida en otros ámbitos; lo cual es cierto, pero no suficiente para casi negar nuestra forma de ser, nuestra cultura.

Por lo anterior, revisar los principios que están guiando nuestra arquitectura y urbanismo es una necesidad impostergable. No se quiere negar que nos debamos alimentar de los conocimientos producidos en otras naciones, pero sí su implantación sin una consideración o adaptación a nuestra latitudes e idiosincrasia.

El municipio El Hatillo, en el estado Miranda, Venezuela, está realizando los pasos necesarios para diseñar y posteriormente aplicar un Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL), es nuestro deseo con estas reflexiones, enriquecer las ideas que están circulando en el equipo técnico así como en los vecinos que están contribuyendo con su participación activa y con sus propuestas o sugerencias en los foros vecinales que se adelantan a lo largo y ancho del municipio, en los censos o por medio de su visita a la página del PDUL o sus acercamientos a la sede de esta dependencia.

El Modelo Estadounidense

El funcionalismo es una tendencia sociológica que surge a finales del siglo XIX, pero que nutre a todas las otras formas de pensamiento académico. Por ejemplo, la "producción en cadena" que Henry Ford aplicó en la elaboración de sus vehículos está cimentada en este tipo de pensamiento. El urbanismo tampoco fue ajeno a ello, por ese motivo surge una escuela arquitectónica y urbanística el siglo pasado que se basa en tales principios, como lo expone Carme Miralles Guasch:
"El espacio urbano actual tiene una de sus raíces teóricas más consolidadas en los congresos internacionales de arquitectura moderna de los años veinte y treinta del siglo XX, cuando los racionalistas se plantearon un modelo de ciudad basado en cuatro funciones básicas: trabajo, 
residencia, ocio y circulación, especializando cada área urbana en una de esas funciones."(1)

Por lo tanto, los suburbios son la concreción de esta tendencia académica:
"La ciudad funcional se caracteriza por una localización diferenciada, fragmentada y desigual de las actividades urbanas y por la segregación social, todo ello dentro de una ocupación extensiva del territorio, lo que da lugar a una separación espacial y temporal de las diversas actividades cotidianas. La consecuencia es que el ámbito urbano vital de los ciudadanos, el lugar donde éstos desarrollan sus actividades cotidianas, es cada vez más amplio y distante. Amplificado por unos medios de transporte que incrementan la velocidad y cambian los tiempos conectivos y con ellos sus espacios. La distancia deja de ser una consecuencia directa de la necesaria distribución de las actividades sobre el territorio urbano y pasa a ser una derivada de los avances tecnológicos que han aumentado la velocidad. Aunque un incremento de ésta no haya significado un ahorro de tiempo sino un aumento de la distancia."(Ibídem)

Del párrafo anterior podemos visualizar dos valores culturales estadounidenses, ninguna producción académica desdice al substrato cultural que la crea: la segregación y la energía (básicamente fósil) es supuestamente ilimitada y barata. Este último factor se debió al lobby de grandes empresas petroleras, automotoras y constructoras, que con el devenir se convirtió en una parte integrante de la psiquis estadounidense.

No se puede ocultar que esta visión está regida por una concepción funcional del planeta: la actividad económica está por encima de las variables ambientales y sociales. Claro está que estas empresas aprovecharon las necesidades del Estado de revitalizar la economía (no se debe olvidar que estos son los años de la recesión económica de E.E.U.U.) y de su alta capacidad empleadora.

Tenemos entonces que a partir de los años 30, en los E.E.U.U. se da un crecimiento económico liderado por dos grandes motores: la construcción (con bienes raíces incluidos) y la industria automotriz, por ello hay una aparición de urbanizaciones con una relativa homogeneidad de sus habitantes, ya que se agrupan dependiendo se su capacidad de compra, cada urbanización está dirigida a ciertos sectores, que reafirma, una segregación social.

Las características más importantes de este modelo son: viviendas netamente residenciales, con otras áreas destinadas a los servicios, otras al parque industrial, al ocio, entre otros. Todo ello implica movilización por medio de carros hacia los centros de trabajo, a los lugares de compras (mall o shopping center) o trámites legales, a los sitios de diversión (Coney Island, Disney World y otros similares).

Como resultado:

"El automóvil, que representó en la cultura norteamericana por buena parte del siglo XX la máxima expresión de libertad individual, y que posibilitó el desplazamiento por el territorio a través de la flamante red vial, se ha convertido hoy en el medio obligado para efectuar las tareas diarias tales como el trabajo, educación, recreación, compras, etc."(2)

En pocas palabras, es indispensable el poseer un vehículo, ya que las distancias se alargan por medio del los ejes viales y la "especialización" del uso de las construcciones refuerza esta necesidad; que tiene como resultado el incremento del consumo energético, la contaminación que de su uso se genera, destinar espacios para su estacionamiento, permanente o transitorio, y largas colas en las vías públicas.

Efecto en Venezuela, caso El Hatillo

La traslación de líneas de pensamiento, sin un filtrado por nuestra cultura o una adaptación a nuestras condiciones geográficas y ambientales, ha generado aberraciones que no estaban en el guión original. 

Para ilustrar, en arquitectura, el Cubo Negro de Chuao y otras edificaciones de oficinas con iguales especificidades, nos hablan de una necesidad exorbitante de energía para su enfriamiento, con el fin de lograr un lugar habitable para el trabajo. En cuanto al urbanismo, hay un rasgo distintivo de nuestros "suburbios": la planificación urbana se realiza para las urbanizaciones; por tal motivo, los sectores de menores recursos apelan a la construcción informal sin control alguno por parte del Estado y al lado o entre los intersticio que dejan las urbanizaciones, ya que esa cercanía les garantizan fuentes de trabajo: servicio interno, jardinería, plomería, carpintería, chofer, entre otras labores. Porque al haber deficiencia de transporte público la "racionalidad economía" de estos sectores (nada criticable, sino lo contrario) es restringir su movilización o buscar desplazamientos cortos, en este caso intramunicipales. Los datos de dos censos realizado por Delgado & Suárez Consultores recientemente en el Barrio La Toma (5) y la Zona Rural (6), confirman este dato: más del 75 % de los jefes de hogar y las otras personas empleadas en el hogar se movilizan hacia Baruta y El Hatillo (en ambos casos para estos centros poblados la cercanía es real: La Toma está a la otra orilla de una quebrada que es el accidente geográfico referencial de la frontera municipal y en la Zona Rural la fila de la montaña es la línea divisoria municipal para una buena parte del área).

Entonces, el país importó esas tendencias académicas de urbanismo, tal vez uno de los casos más representativo es el del Municipio El Hatillo en el estado Miranda: una zona casi netamente residencial; con una alta posesión de vehículos, con un promedio de 2,38 carros por familia (3); pocos centros comerciales y la mayoría en el casco histórico; escasas oficinas (hay únicamente tres edificaciones dedicadas a tal fin y de muy poca oferta); los centros educativos son contados; las clínicas de amplia oferta de servicios u hospitales no existen; los lugares preferidos de ocio están también concentrados en el casco histórico, entre otras características.

La homogeneidad social y distribución espacial es reflejado por el arquitecto Marco Negrón: El Hatillo "…no registra graves problemas en lo referente a la estructura socio-económica, pues se trata de un municipio bastante homogéneo, constituido predominantemente por una población de clase media profesional, mientras que los grupos de bajos ingresos no sólo son relativamente reducidos sino que están localizados de manera puntual a lo largo del territorio" (4).

Otro dato de interés, El Hatillo, como municipio, tiene un peso poblacional de 2% dentro del marco del Distrito Metropolitano de Caracas, en un área de 100 Km.² aproximadamente, donde casi la mitad de estos kilómetros pertenecen a la llamada zona rural y habitan en ésta unos 8.000 habitantes. El crecimiento poblacional de El Hatillo ha sido cinco veces más que la tasa de crecimiento del Distrito Metropolitano, cuestión ésta que merece una atención importante en el tema de construcción de viviendas, la densidad y los permisos.

Para resumir, los aspectos resaltantes del modelo aplicado en el municipio El Hatillo son:

  • ·         Urbanizaciones relativamente homogéneas,

  • ·         Una población de los estratos A, B y C, mayoritariamente, con una relativa planificación y servicios aceptables.

  • ·         Barrios con poca planificación; pero conviven en espacios aledaños a las urbanizaciones, con contrastes más que visibles.

  • ·         Unos barrios con deficiencias en los servicios.

  • ·         Unos servicios que no ofrece el municipio o son escasos para la demanda: centros médicos (inexistentes); educativos (insuficientes); de trabajo, cercanos a cero, sólo garantiza un mínimo para la ubicación de los sectores populares: chóferes, servicio interno, jardinería, mantenimiento de las vivienda: plomería, electricidad, albañilería… o vendedores en las tiendas y supermercados.

  • ·         Dependencia casi total del automóvil (transporte individual) para el desplazamiento a lo interno y externo del municipio. Hay un promedio de 2,38 vehículos por habitante y una fuerte tendencia a mayor número en poco tiempo. Solamente entre 1990 y abril de 2007, ha habido un crecimiento vehicular del 57% (3).

  • ·         Un transporte público deficiente y poco atractivo para los sectores medios: parte del parque automotor está en mal estado, no ofrece comodidad para viajar, sin aire acondicionado (factor de gran diferencia con el vehículo privado), no ofrece la ventaja en cuanto a disminuir el tiempo para ir o venir del lugar de trabajo, las rutas no están planificadas para los lugares habituales de movilización de estos sectores, entre otros.

  •       Así mismo, existen otros aspectos no "programados":


Hay una indefinición, en cuanto a su perfil. Es básicamente residencial; pero con una imagen atractivo-turístico. El cual no ha sido tampoco desarrollado, por ejemplo no existen sitios para la pernocta; es decir, un perfil turístico deficiente.

Sus habitantes no cumplen con sus deberes, caso contrario es la deontología, (para ilustrar, casos de aplicación de los deberes son: Sergio Farjado en Medellín o Antanas Mockus en Bogotá). Son pequeños los números de ciudadanos o reales munícipes: no se paga el impuesto predial, tampoco el automotor, no se respetan los derechos del otro y así por el estilo.

Sin embargo, son exigentes en cuanto a sus derechos, servicios que debe garantizar el gobierno municipal: calles asfaltadas, policía de mayor número y eficiente, agua, entre otros. Aquí es acertado citar lo expresado por el arquitecto Víctor Artís, en su artículo PEDIR SI, APORTAR NO (7): "Los compradores de lotes obtienen precios bajos porque sólo adquieren el terreno, sin garantía de servicios. Una vez instalados en el sitio asumen el rol de "víctimas" y presionan a las autoridades municipales para que "resuelvan sus carencias", es decir, aspiran a que la colectividad representada por el Ayuntamiento complete las obras que debería tener su supuesta urbanización." Pero esto significa, "Sería condenar a quienes hicieron el esfuerzo de adquirir inmuebles completos a subsidiar a quienes no aportan…".

El municipio tiene tres edificaciones de oficinas.

Mínimos centros de servicios como salud, educativos, recreacionales, entre otros.

El TTV (tráfico, transporte público y vías) es visualizado como el mayor problema.

Se pierden horas en el traslado, tanto de ida como regreso, a los centros de trabajo.

Si echamos una ojeada a la Zona Rural de este mismo municipio, el modelo se torna extremo en cuanto a los peores vicios, tal como se puede visualizar en el Censo de la Zona Rural (6):

1. Un aspecto resaltante es la carencia de un perfil de la zona: lo rural-agrícola está decayendo por la presión que ejerce los centros urbanos cercanos sobre los precios de la tierra y la facilidad de encontrar un trabajo menos duro y con mejor salario; no es turística, a pesar de tener un gran potencial como tal; no es urbana per se, porque tiene una legislación de Zona Protectora de Caracas que le restringe su densidad. En pocas palabras, es un limbo socio-político que se refleja en la deficiencia de servicios, el crecimiento informal (invasiones) y caótico, presencia esporádica de los entes del Estado e impulso hacia la movilidad hacia El Hatillo o Baruta, especialmente, en busca de un ingreso.

2. Casi todas las áreas con pendiente menor a 45º han sido intervenidas, con pérdida de bosque considerable.

3. A pesar del esfuerzo de algunos de los grandes propietarios por regularizar la propiedad de la tierra de los ocupantes, hay un alto número de pisatarios; incluso se están dando casos de venta del espacio invadido.

4. Hay deficiencia en casi todos los servicios: agua, transporte público, vías en mal estado, falta de canchas deportivas, actividades culturales, recolección de basura, lugares cercanos para abastecerse de los alimentos, entre otros.

5. Los centros educativos se caracterizan por ser poco amigables para sus usuarios, estilo galpón, por ello urge una redefinición de sus construcciones.

6. Las fincas, fundos y haciendas sólo realizan una inversión para la reposición de los beneficios obtenidos de las escasas producciones.

7. Todos los grandes propietarios, excepto uno de ellos, no tienen pensado realizar inversiones en la zona; esto quizás se deba a la mala experiencia que han tenido en el pasado y a la actitud de no toma de decisiones por parte de los entes competentes, ni a la dotación de servicios para la zona, hasta el momento actual.

8. Una queja generalizada es la mínima presencia de la Alcaldía de ambos municipio (El Hatillo y Baruta).

9. Podemos resumir: actualmente existe la imposibilidad de producir riqueza a lo interno de la zona rural.

Para reflexionar

Este tipo de urbanismo tiene costos elevados, sobre todo en el largo plazo. Para comenzar, podemos revisar su tendencia hacia la exclusión.

La exclusión económica hace que el mercado sea pequeño y con un crecimiento marginal, ya que cerca de tres cuarta partes del país no reciben o viven en condiciones desde inadecuadas hasta infrahumanas. Además, las urbanizaciones tienen un contrapeso que afecta su cotización o que nunca puedan alcanzar un nivel esperado de precios, por tener como vecinos los cinturones de vivienda informal.

La exclusión social genera deficiencias educacionales, de servicios, nutricionales, entre otros, para sectores de la nación que a la larga TODOS debemos pagar, indirecta o directamente; ya sea en la forma de subdesarrollo o delitos, porque es una de las formas más "fáciles" de lograr superarse; porque un Estado que no satisface las necesidades básicas de sus habitantes o crea los mecanismos para tal fin, genera las condiciones para la ilegalidad como opción o miles de personas que viven en forma infrahumanas. Otra secuela es tener empleados con una calidad laboral baja, que nunca servirán para un real despegue de la nación.

La exclusión ambiental produce problemas de contaminación, deterioro de los paisajes y otros similares; que a su vez significa un deterioro de la calidad de vida para todos, sin excepción.
Por tal motivo, el modelo a repensar debe tener como objetivo el mejorar la calidad de vida de la urbanización y/o barrio y del municipio, como primeras áreas de influencia directa que los impactos ambientales y socioculturales sean lo menor posible y que en sus costos se obtenga la mejor relación valor-utilidad y, en términos temporales, el largo plazo.

Creemos que tenemos que desarrollar un urbanismo que se base en los siguientes valores: el ser humano es prioridad ante el automotor; la naturaleza es parte integral del hábitat y por lo tanto debe ser potenciada, respetada y conservada; la inclusión es afín al buen ejercicio de la democracia, por ello, debe ser asumida.

A continuación enumeramos unos principios que consideramos se tienen que incorporar (no son concluyentes) en los nuevos paradigmas de urbanismo:

1. Debe ser un modelo incluyente. Una réplica del modelo europeo: de zonas donde viven personas de diversos grupos sociales, en el cual la oferta de viviendas tiene variados precios, haciéndose accesible para los diversos ingresos existentes.

2. De uso mixto: comercial, servicios y residencial.

3. Con zonas para pasear o el encuentro vecinal; es decir, zonas verdes, tanto dentro como a los alrededores de las construcciones.

4. Zonas peatonales en el casco urbano como la prioridad principal para la movilización.
5. Ciclovías que garanticen la movilización por medio de bicicletas.

6. Transporte público de alta calidad, debe ser la prioridad como medio de movilización motorizado.

7. Que las viviendas tengan como objetivo minimizar el consumo energético, aprovechando la luz solar (bastante abundante en nuestro trópico), recolección y uso de las aguas lluvias (para las pocetas, por ejemplo), tratamientos de las aguas servidas, entre otros.

8. Por último, hacer la medición de la capacidad de carga de las diferentes zonas para minimizar los impactos ambientales y socioculturales que generan las nuevas edificaciones.

En cuanto a las zonas peatonales o para la movilización por medio de bicicletas Carme Miralles (1) tiene unas recomendaciones:

"En general, y al igual que sucede con los ciclistas, los itinerarios peatonales deben cumplir una serie de cualidades, debiendo ser:

- Funcionales, es decir, que conecten los principales focos de generación - atracción de viajes, sin obligar a rodeos o esperas innecesarias. Especialmente importante, en este sentido, es la conexión peatonal a las estaciones y paradas de transporte público, así como a los centros de empleo, escuelas, comercio, ocio, centros culturales, etc.

- Seguros, tanto con respecto a los vehículos (separación de calzada, cruces preferentes, etc.), como a posibles comportamientos antisociales (itinerarios autovigilados, ausencia de lugares ocultos, iluminación, etc.).

- Confortables, es decir, amplios, bien pavimentados, de pendientes moderadas, poco ruidosos, con zonas de sombra y protección frente a la lluvia, equipados (bancos, teléfonos, etc.).

- Atractivos, bien por atravesar zonas de actividad y animación, bien por las vistas y panoramas que proporcionan, bien por el ritmo y la secuencia de hitos, monumentos, etc."

Conclusiones parciales

De lo anterior podemos inferir que se hace impostergable la necesidad de un nuevo acercamiento al urbanismo y la arquitectura que se está desarrollando en el país, así como especialmente en el municipio El Hatillo. Debemos instrumentar una concepción que sea integral y sustentable; es decir, que tome en cuenta lo social, lo ambiental y lo económico en igualdad de condiciones. Porque la decisión del modelo debe estar pensada en el largo plazo, que sea eficaz en minimizar los costos sociales, ambientales y económicos en esos términos temporales.

Entonces, para el PDUL que se adelanta en El Hatillo se hace ineludible tomar como referente el reducir la movilidad extramunicipal por medio de un incremento de la oferta de empleo y construcciones destinadas a oficinas, que retengan a parte de la habitantes con todas las ganancias de dicha decisión: menor tráfico en busca de su lugar de trabajo, reducción drástica del tiempo que se pierde en colas, una contaminación en número más pequeños, un mayor tiempo para compartir con sus familias, entre otras. Además de impulsar el uso inteligente del automóvil; es decir, generar medidas que ayuden a la utilización del vehículo particular de forma racional.

Así mismo, hay que reforzar el perfil turístico a la zona, que aproveche la imagen de El Hatillo como polo de atracción, con la habilitación de lugares para la pernocta, incrementar la oferta de actividades para atraer público, diversificar los lugares de atracción; por ejemplo, la zona rural tiene gran potencial: zonas verdes con una flora y fauna aún presente y variada, clima benigno, zonas de producción de café orgánico, petroglifos de sus antiguos habitantes, presencia de algunos artesanos y músicos de renombre, entre otros; pero no se ha impulsado ni apoyado iniciativas particulares como una feria artesanal que solía celebrarse en Turgua.

También se puede impulsar o destinar espacios para prácticas deportivas no contaminantes como, por ejemplo, bicicletas montañeras; generando actividades con cierta regularidad.

Por otro lado, es necesario generar una nueva visión, de ciudadano, mas no de habitante; es decir, aquel que cumple con sus deberes, que paga los impuestos que le corresponden, para luego poder exigir por sus derechos con toda la razón, que es corresponsable de la gestión del municipio, que antes de apuntar y disparar se revisa donde ha fallado él, que acciones no ha realizado para que la situación esté donde está ahora.

En resumen, se proponen los siguientes aspectos para el municipio El Hatillo:

·         Apoyar la construcción de hospitales o clínicas de oferta amplia.

·         Apoyar la construcción de centros educativos, especialmente para secundaría y universitaria.

·         Apoyar la construcción de nuevas edificaciones para oficinas y servicios conexos.

·         Atraer empresas ligeras para asentarse en el municipio.

·         Ampliar y diversificar la oferta turística: nuevas zonas de atracción, auspiciar posadas o sitios de pernocta, entre otros.

·         Peatonizar el casco central del pueblo.

·         No seguir construyendo viviendas sin estudiar bien la capacidad de carga (densidad) y los espacios a ser intervenidos.

·         Incrementar o mejorar los espacios para el ocio: paseo u encuentro vecinal.

En cuanto a la Zona Rural del Hatillo:

·         Tomar en cuenta que es una de la pocas zonas de expansión del Área Metropolitana de Caracas, pero se debe:

·         Controlar el crecimiento informal que actualmente domina en varias áreas de la zona.

·         Mantener la zona con un perfil de: baja densidad poblacional, mucha área verde, bosques, una tendencia hacia la residencia (ocasional y/o permanente), agricultura y turismo; que además, es lo que la ley de zona protectora permite.

·         Construcción de "urbanizaciones" que conjuguen diversos estratos sociales, con viviendas accesibles para todos ellos.

·         Propiciar mayores atractivos turísticos: crear posadas, crear más campamentos vacacionales (spa), rutas ecológicas-históricas (visita de petroglifos, observación de aves y otros como fauna y vegetación), ferias artesanales, mercados con venta de productos orgánicos, competencias deportivas de bajos impacto ambiental, como bicicletas, propiciar los cultivos hidropónicos de alfalfa, champiñones, flores, hortalizas, hierbas medicinales …).

·         Propiciar la reforestación, ya sea con especies frutales comerciales (macadamia, por ejemplo) o madereras (roble, caobas, teca, entre otros); por medio de la Misión Árbol o iniciativas privadas.
·         Propiciar los cultivos orgánicos o de bosque: café, pimienta, especies, entre otros.

·         Impulsar la formación de viveros que produzcan flores o plantas ornamentales (orquídeas, bromelias, epífitas, cactáceas, flores, helechos) que puedan comercializarse en las ferias o mercados propuestos.
·         Crear áreas de servicios: bancos, supermercados y otros; así como servicios civiles: notarías, partidas de nacimiento, entre otras.

·         Crear y propiciar el establecimiento de talleres y academias para incentivar el asentamiento de artesanos, artistas, creativos o músicos en la zona.

·         Impulsar la mejora de viviendas de los actuales pobladores para que puedan ofrecer alquiler a los estudiantes y/o profesores de las universidades cercanas (USB, Instituto IDEA...).

Notas
(1) Miralles Guasch, Carme Ciudad y transporte, una perspectiva desde la geografía. Universitat Autónoma de Barcelona e Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona. 25 de enero de 2005. En:
(2) MAWROMATIS P., Constantino. "Movilidad en los suburbios dispersos y el Nuevo Urbanismo en los Estados Unidos de América: ¿importación irreflexiva desde Chile?", en: Revista de Urbanismo, N°5, Santiago de Chile, publicación electrónica editada por el Departamento de Urbanismo, F.A.U. de la Universidad de Chile, enero de 2002. En: http://revistaurbanismo.uchile.cl/n5/mawromatis.html
(3) Delgado y Suárez Consultores A.C. Encuesta de Opinión. Municipio El Hatillo. Abril 2007. Manuscrito.
(4) Negrón, Marco Municipio El Hatillo: Apuntes para definir un marco de referencia para el plan de desarrollo urbano (PDUL). Manuscrito. 20 de mayo de 2007.
(5) Delgado y Suárez Consultores A.C. Censo del sector La Guairita. Junio 2007. En: http://www.pdulenlinea.com/censos/cens0_la_guairita_2007_files/frame.htm
(6) Delgado y Suárez Consultores A.C. Censo de la Zona Rural de El Hatillo. Septiembre 2007. Manuscrito.

(7) Artís, Víctor Pedir si, Aportar no. El Universal, Septiembre 2007.

Wednesday, November 26, 2014

El Kino y la gerencia

Jorge Cruz, Caracas 26 de Noviembre de 2014
Recientes estudios han demostrado que en Europa el 80% de los que se han ganado el premio gordo de una lotería, en no muy lejano tiempo quedan en peor estado económico que ante del botín. Recuerdo que leí, ya hace varios años,  un artículo que el número era mayor a ese promedio, cerca del 85% en Venezuela.
A la pregunta ¿por qué sucede esto? La principal respuesta es: mala administración o gerencia.
El ganador al recibir el monto, una cantidad que nunca ha manejado, inicia un proceso de derroche y locura general: aparecen vecinos, amigos y familiares que necesitan obras de caridad, organiza rumbas interminables, adquiere numerosos objetos superfluos o poco necesarios, hace malas inversiones, abandona el trabajo, entre otras.
Al no tener una visión de largo plazo, creer que el dinero se reproduce o que es ilimitado, no siembra para recoger mañana, sino que gasta o regala a manos llenas con el agravante que puede comprometer el futuro, al abandonar el puesto de trabajo, por ejemplo, que le garantizaba cierta solvencia antes de caer del cielo tan exagerada fortuna. Por ello, luego de la francachela cae en una situación de peor estado que antes, sin real, ni trabajo y posiblemente lleno de deudas. Para ese momento ya no hay amigos, ni vecinos o familiares, aunque algunos hayan prosperado gracias a su ayuda.
Existen muchos casos de este comportamiento tan común.
Hace unos años atrás un amigo que trabaja en PDVSA, me comentó sobre la situación de los gandoleros que apoyaron el paro petrolero. Las gandolas fueron decomisadas y entregadas a cooperativas formadas por estos conductores, se les dieron algunos talleres y al cabo de 6 meses se les pagaría (era semestral que se les pagaba), en diciembre del 2004 se les pagó una inmensa suma (ellos percibían un salario creo que semanal), mayor que su salario (por ser los contratistas directos) y acumulado por 6 meses, ya para enero del 2005 no tenían dinero, todo se lo habían gastado en diciembre.
Hay muchos ejemplos como ese, quizás el mayor que hemos vivido ha sido la bonanza que generaron los altos precios petroleros, por cerca de 10 años Venezuela tuvo ingresos como nunca en su historia; pero una mala administración, que experimentó proyectos tras proyectos: gallineros verticales, cooperativas, núcleos endógenos, fundos zamoranos, bancos comunales, entre otros; que auspició proyectos de vivienda, hospitales, precios especiales por el petróleo y otros, en países foráneos; que expropió (más bien confiscó porque en general no se ha pagado por ellas) tierras y empresas, para hacer experimentos de manejos por lo trabajadores o por inexpertos gerentes; que despreció a los profesionales o empresas nacionales, que ha generado cierres o emigración; han llevado al país a un estado crítico.
Se ha hecho una regresión en lo económico al 1998, pero en peores condiciones, como los que tuvieron bonanza por el premio gordo. En eso estamos…

Saturday, November 8, 2014

Encrucijadas de un ambientalista

Jorge Cruz, Caracas 7 de noviembre de 2014

Gracias a mi querido amigo y colega Manuel Lizarralde  me he topado con un libro escrito con algo de humor, pero muy interesante: El hombre del impacto cero, Las aventuras de una persona culpable que trata de salvar el planeta y el descubrimiento que él hace acerca de si mismo y nuestra forma de vida, durante el proceso, por  Colin Beavan, (Picador,2009).

 En él describe muchas preguntas que quienes hemos estado inmerso en eso del ambientalismo nos hemos hecho en múltiple ocasiones, desde ¿qué puedo hacer para “salvar” al planeta (yo diría más bien salvarnos nosotros como especie, porque el planeta puede seguir con o sin nosotros)? Hasta ¿lo estoy haciendo bien? ¿He hecho lo más posible que pueda hacer? Pero lo más interesante es como llegar a ser una persona que produzca cero impacto en el ambiente, proeza o epopeya imposible, aunque loable, especialmente por su cultura citadina, tal como podemos ver en los siguientes párrafos:


“Por el contrario Michelle y yo apelamos por los números de Big Enchiladas y pedimos un arroz con caraotas, Japonica por suchi, Bagel Bob’s para el desayuno (cuando queremos cambiar de The Adore) Soue Macrobiotic si nos sentimos culpable por toda la basura que comemos o Two Boots Pizza cuando somos realistas y nos preguntamos a quién engañamos con eso de comer sano. No me quejo de ello, porque salirte de ese círculo vicioso, los elementos que estoy describiendo son de una vida bella, con “alto estándar de vida”. La pregunta es si el círculo vicioso se detiene ¿Los “altos estándares de vida” son igual a una buena calidad de vida?

 Pero ¿quién hace preguntas por los estándares de unos padres nuyorkinos? nuestro ajetreado típico día parece normal. Podríamos pararnos en el parque de Washington Square Park y preguntar a nuestros amigos cuándo fue la última vez que cocinaron para los hijos y una sonrisa irónica será la respuesta; si, la broma pudiera seguir así: una vez que tu hijo de dos años ha aprendido a pedir calamares o ensalada de mango ya pasaste el punto de no regreso.

 Realmente la rutina de la bolsa plástica para llevar comida  en mi familia es parte de la gran cubierta de salsa de ajo que cubre la masa de carbohidratos y otros petroquímicos que, después de veinte minutos de uso, terminará en el basurero o incineradores, para botar químicos en el agua que bebemos o se evapora en el aire que respiramos.

Sin embargo, mucho de los fantasmas de mis abuelos se sorprenderán de mi forma de vida, no es que mi familia sea la única que se ha convertido en una monstruosa máquina de hacer basura, no es que sea un pobre diablo que tomó la senda equivocada o que me he transfigurado después de 25 años desde que mis abuelos me influenciaron. No es que sea un ingrato perezoso, que pensé que era, pero pudiera ser que como miembro del grupo de este gran barco que es nuestra cultura, yo he asumido algunas decisiones que causa que el barco completo tome una vía equivocada y posiblemente se hunda.”


Sus reflexiones van más allá, que más de uno nos la habremos  hecho: esa serpiente que se muerde la cola:

 “Continuando, toda esta comida empacada ayuda a recortar el tiempo que tengo que utilizar para mantener a mi familia y lo que me permite tener más tiempo de ocio, pero no es lo que realmente sucede, en mi familia ese recorte no significa más tiempo para compartir, sólo significa más trabajo. Realmente muchos gastamos cantidad de horas de transporte entre dos trabajos y rompernos las espaldas por 12 horas al día para tener más tiempo de “ocio”.

 Por ejemplo mi esposa Michelle, ella en su trabajo en el centro, en cada hora de almuerzo se une a cientos de miles de personas que, como hormigas de un hormiguero, bajan de sus rascacielos para comprar sus comidas para llevar de 15 dólares.

 Michelle, como muchosotros empleados, regresan en sus ascensores a sus puestos de trabajo a comer porque no se puede perder el tiempo. Ella necesita seguir trabajando para poder logar un mayor ingreso, ella necesita un mayor ingreso para poder invertir 5000 dólares en almuerzos que tiene que comprar para poder regresar a su escritorio que le permite obtener un incremento que le permita comprar sus almuerzos que le permitan regresar a su escritorio…”

Es una forma de hacer la vida, de ver el mundo (o no verlo) que nos ha sometido a un ritmo de consumo, usa una vez y bota de una vez; generando con ello alta contaminación en todo el proceso de un producto o ciclo de vida: impacto de donde viene, en su procesamiento y cuando nos deshacemos de los mismos. Su fase final, botar, son inmensas cantidades de empaques de los cuales no deshacemos en un dos por tres, pero que suman y suman en nuestra bolsa de basura.

Quizás nos suene pesimista, no es para menos, aunque también hay alternativas, muchas de ellas adelantadas en la cuna del consumo desmedido, los EE.UU.; las cuales van desde el autor del libro a otros libros en su página web: http://colinbeavan.com/ , a otros autores más recientes como: Amy Korst y su texto: The Zero-Waste Lifestyle; el cual intenta guiarnos por diversas experiencias, algunas de ellas señaladas seguidamente: http://zerogarbagechallenge.info/alternatives, http://www.motherearthliving.com/healthy-home/green-living/zero-waste-lifestyle-ze0z1305zpit.aspx,http://www.motherearthliving.com/healthy-home/green-living/zero-waste-lifestyle-e0z1305zpit.aspx#axzz3GiYATGupy http://trashfreeliving.com/

Todas ellas han intentado reducir el impacto que producimos diariamente,  cada uno lo hace a su manera, a su forma de ser. Lo interesante es que hay experiencias de parejas solas, con hijos,  con mascotas y sin hijos, con ambos, entre otros. Lo importante de estas prácticas es que han reducido considerablemente la cantidad de desechos, que generalmente producen sus propios alimentos o tratan de abastecerse de los mismos de productores cercanos (para reducir los kilometrajes que recorren nuestros productos en el traslado), de reusar los envases en los cuales compran y almacenas sus consumos.

El impacto cero no es posible, nos lo cuentan los experimentos mencionados, pero si lograr que podamos reducir a cantidades mínimas, algunos mencionan hasta generar solamente un kilo al año.

Debemos imitar esas iniciativas, son provechosas para nosotros y nuestros hijos

Thursday, October 23, 2014

Sin plan no hay pan

Jorge Cruz, Caracas 23 de Octubre de 2014
 
“Si no sabemos para donde vamos cualquier camino nos lleva allá”, esta frase dicha por el conejo a Alicia, el libro Alicia en el País de la Maravilla, algo que en términos venezolanos traduciríamos, también en boca del personaje Eudomar Santos en la telenovela Por estas Calles: “Como vaya viniendo vamos viendo”.
 
Esta es quizás una de las facetas que identifica al venezolano mal acostumbrado por el petróleo, podemos darnos el lujo de estar experimentando porque el chorro de dólares que el oro negro surte al país pareciera que nunca se va a acabar.
 
Por ello no hay generalmente planificación de largo aliento, nos llenamos de actividades, de acciones, que solucionan el ahora pero no para crecer como nación.
 
Recientemente participé en una reunión en la cual se planificaba realizar unos talleres, allí realice unas preguntas que fueron contestada de la forma como se mencionaba arriba. La misma era la siguiente: se van a realizar talleres por diversos puntos del país, en los cuales se dará entrenamiento a un grupo de personas para realizar un función puntual que pudiera ser completada en un lapso de unos dos o tres meses ¿y luego qué? ¿Qué otras ocupaciones podrán tener estas personas con sus nuevas habilidades? La respuesta fue algo como posiblemente puedan ser necesitadas en otras actividades.
 
Esto nos muestra lo que ha sido la norma en el país, se crean cursos, pero en muchos casos no se tiene pensado en el futuro, sino en resolver algo inmediato, un cómo vaya viendo vamos viendo.
 
Esto, no es nuevo, ya lo afirmé, pero los años de bonanza han más que agrandado ello; es parte de la venezolanidad, ese no administrar lo de hoy porque mañana nunca vendrán las vacas flacas;  ese realizar actividades, que llenan los informes de productos o metas, pero de corta vida; un experimentar para ver que sale.
 
Por eso hemos tenido en estos últimos tres lustros cientos de proyectos y programas, miles de talleres de formación, múltiples organismos (ministerios, viceministros, institutos, comisiones, misiones, entre otros), todos ellos han significado grandes sumas; muchos con resultados que dejan que desear.
 
Todos ellos no han sido más que búsquedas sin saber para donde ir, si lo pone en duda, nos tendríamos primero que preguntar hacia donde ha querido o ha dicho que va el gobierno: el socialismo, es algo vago; si preguntamos qué socialismo, quien mejor lo ha descrito fue Carlos Monedero: “No sabemos cuál, pero si sabemos que no queremos”; se imaginan lo que puede haber en eso de “no queremos”, ¡cuántas posibilidades hay!
 
Seguimos inventando nuevos cursos, proyectos, estructuras, en supuestamente invertir en lo social, en un aparente darle poder al pueblo, en una ilusión de construcción de país; a pesar que la realidad nos ha golpeado, mostrando que sólo tenemos un grupo de individuos que se han formado para pasar a ser con el tiempo en analfabetas funcionales, en mendigos por las migajas que baja el Estado, en un caos donde sólo impera la ley del más vivo, en más burocracia que pasa su tiempo pintándose las uñas, …
 
En ello hemos embarcado al país en un proyecto que no se sabe qué, donde se piensa que con buena voluntad se pueden lograr buenos resultados o un mejor futuro. Nos hemos caracterizado por ese voluntarismo a flor de piel, por un como vaya viniendo vamos viendo.
 
Ahora estamos entrampados en un ahora incierto que deja sin respiro al porvenir. En eso estamos, sin plan para tener pan

Saturday, September 27, 2014

La ilusión de soluciones



 Jorge Cruz, Caracas 25-09-2014

No puedo negar que yo disfruto enormemente de los actos de los magos. Puedo permanecer por horas viendo como descubren la carta que pensantes, aparecen animales de la nada, cambian de ropa en solo un tris, cortan a personas en partes que se mueven independientemente, y así por el estilo. Son posiblemente una de mis mayores debilidades. ¡Nunca termino de asombrarme!

Claro está, yo sé  que estoy viendo un show, algo que no afecta mi devenir, al terminar la función, todo regresa a su normal ajetreo. No hay secuelas, su presentación solo me deja sonrisas y recuerdo gratos de sus artilugios.

Caso contrario cuando mi vida, mi realidad se quiere manejar con actos de ilusionistas. Esos si generan problemas, peor aún si son para buscar soluciones, que al final solo potencias los anteriores, son, el decir popular: “Pan para hoy, hambre para mañana” o “Pan y circo”.

He iniciado estas letras con lo anterior, porque es lo que me trae a la memoria un titular del periódico; Ciudad Caracas en el día 25 de septiembre de 2014 en su página 6: “Optimizan abastecimiento de agua en Ciudad Caribia”.

Recuerdo que en una reunión previa a su fundación, cuando se estaba discutiendo su viabilidad, un experto en el tema del agua preguntó: “¿Con qué agua se va a abastecer ese proyecto habitacional?”, afirmando luego que, solo había disponible unos miles de litros de dos manantiales que no iban a ser suficiente para tantas personas. Tras esos argumentos se planteó como una alternativa traer una abducción desde la represa de Petaquire, que en principio se pensó pero casi descartó porque era costosa y significaba quitar agua destinada para la agricultura. La conclusión fue que ese proyecto era ya definitivo, que no se debía discutir sobre su viabilidad, era necesario construir en un área de la Zona Protectora de Caracas, cerca del Parque Nacional Ávila (ahora Wairara Repanao).

Es decir, no se tomaron en cuenta los argumentos técnicos, solo la voluntad política (debería afirmar: politiquería) de vender una ilusión de solución para un grupo de incautos, que como a Caballo regalado no se le mira el colmillo. Las penurias vienen después.
De eso se ha tratado el gobierno, vender propaganda sobre soluciones que no solventan nada, solo son medidas de corto plazo, de mucha improvisación, de no respetar los conocimientos o sugerencias técnicas, de perseguir o estigmatizar a todo aquel que levante la voz como pitiyanqui, antipatriota.

Como ahora el hombre-imagen no es tan fuerte como el anterior, la ilusión (y el pase de factura de una terrible gestión) han hecho que se tenga que utilizar otros medios: se convierte en un acto de terrorismo las protestas, se censura a quienes están presente en los medios de comunicación y se ridiculiza y persigue a cualquier persona que exprese medidas a tomar: por ejemplo, la emergencia sanitaria, se ha hostigado al presidente del Colegio Médico de Aragua, se anuncia que era un plan biológico, pero se hace fumigación a última hora en los colegios, se inicia una campaña para prevención, entre otras medidas ,que no dice que sí hay un problema grave de salud.

Han sido tantos los proyectos o ideas manifestadas no concretadas o concluidas. Hace un tiempo atrás dos periódicos se hicieron eco de ello: Las Verdades de Miguel a mediados de octubre de 2010, señaló:

“NÚMEROS. La década perdida. A Chávez le dijeron que en el área de Fuerte Tiuna se pueden construir 50 mil viviendas. Pues bien, que se sepa, las tres etapas de la urbanización 2 de Diciembre (rebautizada 23 de Enero) se construyeron en apenas 3 años y en una superficie mayor a la de Fuerte Tiuna. En el complejo se levantaron 56 superbloques de 15 pisos, unos con 150 y otros con 300 y 400 apartamentos para un total de 9.176; además de 42 bloques pequeños, así como también 17 preescolares, 8 guarderías, 25 centros comerciales, 5 escuelas primarias, 2 mercados, 2 centros culturales, estacionamientos, áreas verdes y de recreación para una población aproximada de 60 mil habitantes. Se trata del más grande de 10 complejos habitacionales (los otros son Urdaneta, Pro Patria, Cútira, Diego de Losada, Cotiza, Atlántico Norte, Simón Rodríguez y las unidades residenciales La Vega, Paraíso y Artigas). Todos construidos en 3 años. La pregunta: ¿adónde piensa el Gobierno meter 50 mil viviendas en Fuerte Tiuna? Vale recordar que obras como la Ciudad Socialista de Santa Rosa (avenida Libertador) y muchas otras se encuentran paralizadas.

EFICACIA. Domingo Alberto Rangel llegó a decirme que Pérez Jiménez fue el mejor ingeniero de nuestra historia. Para muestra un botón: algunas de las obras concluidas durante el trienio 1954-1957: Asistenciales: la Maternidad Concepción Palacios, la Clínica Santa Ana, Casa de Observación de Menores Retén de prematuros, la Emergencia de Salas; los Centros Pediátricos de El Valle y Salas; los hospitales Vargas (ampliación a 600 camas), J.M. de los Ríos, Rísquez, El Valle, Catia, Maiquetía, J. M. España, Eudoro González, Pediátrico de Catia, Vargas de la Guaira (con servicio pediátrico y de adultos), Universitario de Caracas y el Banco de Sangre. Avenidas: Andrés Bello, El Cementerio, Nueva Granada, Sucre, Victoria, Bolívar, Urdaneta, Este Oeste 6 y Oeste 8, Cota 905, Morán, San Martín, Cota Mil (primera etapa), Páez, Fuerzas Armadas, Libertador (primera etapa), Maripérez, Francisco de Miranda, España, México, Los Próceres, Los Ilustres y Paseo La Nacionalidad; la Ciudad Universitaria, el Centro Simón Bolívar; los teleféricos Maripérez/El Ávila/Macuto y Mérida; el Hipódromo de La Rinconada; los distribuidores El Pulpo y todos los de la autopista del Este. La avenida Soublette, en Vargas; las autopistas Caracas-La Guaira y la Regional del Centro (primera etapa); las carreteras Panamericana, El Junquito-Colonia Tovar-Carayaca. Los balnearios: Los Caracas, Playa Lido y el Club Puerto Azul. Los mercados populares: Quinta Crespo, La Pastora, Guaicaipuro, Prado de María, el Almacén Central de Coche, Punta de Mulatos y Maiquetía. Parques y plazas: Parque del Este, El Pinar; Plaza Venezuela y Los Símbolos. Hoteles: Maracay, Tamá, Llano, Alta Vista, Prado Río, El Moruco, Cumanagoto, Humboldt y Tamanaco; y muchas otras obras de interés nacional. Hubo unas que no pudieron ser inauguradas por el derrocamiento de MPJ, pero sí proyectadas e iniciadas durante su gestión: la Siderúrgica del Orinoco, el Puente sobre el Lago de Maracaibo Rafael Urdaneta, la Represa del Guri, los planos trazados para el Metro de Caracas, el cual estaba proyectado para construirse durante el periodo 1957-1962. ¿Qué ha pasado con la revolución cuyas obras públicas, en el mejor de los casos andan a paso de morrocoy, mientras que buena parte de ellas permanece inconclusa y abandonada? ¿La década pérdida? “

Posteriormente en el mes de abril publicó 61misterios, es decir, obras inconclusas de este gobierno, promesas no cumplidas (si desea saber más sobre esto puede revisar en:  http://yavenezuela.com/miguel-salazar-61-misterios-por-resolver-en-el-gobierno-chavista/) .

En el Bloomberg News del 28 de abril de 2014 se hace un listado de 4.381 proyectos, de diversa índole, que no se ha concluido, sin mencionar los que nunca pasaron de ser ideas (si desea saber más sobre esto puede revisar en:  http://www.finanzasdigital.com/2014/04/bloomberg-utopia-agricola-de-chavez-se-marchita-como-un-proyecto-abandonado/ ) .

Como podemos ver ha sido un gobierno que en más de década y media ha hecho menos que Pérez Jiménez en un poco más de 6 años, tal como se puede notar en la primera reseña del semanario Las Verdades de Miguel y con menos recursos por el petróleo.

Cuando los vendedores de ilusiones asumen el poder, luego no lo quieren soltar; tener a millones de seguidores, reales o no, es el mejor público, aunque la realidad golpee a ambos.

Yo deseo que los prestidigitadores se queden en los espectáculos, no que gobiernen un país, porque como el humo, luego queda todo como antes o peor, porque han pasado unos años; más rudo aún si la línea es destruir para supuestamente construir. Es preferible ¡qué se vayan con su circo para otra parte!

Por ello cada vez que se encadenan solo suena en mi esa canción cantada por Héctor Lavoe: ¡Mentiras! Tararatara..

Monday, September 8, 2014

¡¡Es el líder, es el liderazgo!! ¡¡Estúpido!!


Jorge Cruz, Caracas, 3 de septiembre de 2014


Algunas veces nos ponemos tan creativos que intentamos preparar una tortilla sin huevos, para después justificarnos buscando culpables porque no es una. La política y los políticos en Venezuela son una gran muestra de ello.

Nuestra oposición se ha caracterizado por criticar, muchas veces con razón, pero en un alto porcentaje sin argumentos reales. El oficialismo, por su lado, no se queda atrás en esta competencia al más inepto: siempre tiene a mano un chivo expiatorio, el o los culpables de sus desaciertos.

Últimamente se escucha con bastante insistencia que la culpa es porque no se ha seguido el dogma marxista de la necesidad de acabar con el Estado (burgués) y darle el poder al pueblo.

Para mi esta es una tesis errada de principio a fin.
El instinto manda
Voy a empezar aclarando que nos olvidamos de un principio fundamental: somos animales sociales y que tenemos comportamientos que se repiten en todas esas especies (insectos como abejas, hormigas…; mamíferos como primates, felinos, etc.), reseño dos de importancia para este tema: tendemos a construir estructuras de poder, las hormigas tienen reina, obreras, soldados, entre otras y, segundo, un líder que comanda el equipo (macho alfa).

Otro dato importante, hay líderes diversos y no todos son aptos en todos los ámbitos. Traigo un ejemplo para ilustrar. Creo que muchos recordarán el caso de los sobrevivientes de los Andes, del equipo de rugby uruguayo que tuvo un accidente aéreo en unos picos de los Andes. Ellos comentan que a pesar de que uno de los que quedó con vida fue el capitán del equipo, para esta nueva situación no dio la talla, como necesitamos de líderes, otro de los integrantes del equipo tomó las riendas y fue él quien armó la estrategia que los pudo sacar del entuerto.

Otra premisa a resaltar es la que he titulado economía energética; la cual consiste en lo siguiente: todos los animales se movilizan o hacen un desgaste de energía con tal de obtener a cambio una cantidad similar o mayor a la invertida en dicha acción. Si algún animal actúa en contra de ello, por largo tiempo, sólo garantiza su muerte por desnutrición.

Coprotagonistas que no participan
Para entrar en materia voy ahora a tocar la participación. La participación coprotagónica se ha convertido en un eslogan que vende mucho, pero que funciona poco; da caché político, pero los hechos son renuentes a demostrar tal dogma, que solo llega a ser un lema más.

Para analizar debemos observar a los Consejos Comunales, uno de los puntales de la revolución socialista que se ha intentado presentar como meta fundamental y base de la nueva Venezuela en construcción: hacia el Estado comunal.

Voy a aclarar que no voy a atacar todos los aspectos sobre este tema, solo algunos que son indispensables para mi planteamiento aquí.

El primer problema que encontramos, su estructura es horizontal, por lo arriba señalado, que nos demuestra la realidad de ellos, debe haber un liderazgo; más sincero sería tener una tendencia hacia lo horizontal, pero la ley es clara al respecto. Los CC que han funcionado o siguen funcionando es gracias a un líder fuerte y consecuente, las vocería cumplen más un papel legal que real, el líder necesita de algunos ayudantes que son su apoyo para llevar adelante los proyectos, aunque se debe señalar que siempre son pocas las manos amigas y voluntarias. En pocas palabras, los CC que han funcionado lo han hecho en contra de la ley, con una estructura ligeramente o altamente vertical.

El segundo punto es que los CC son electos por asambleas, como una forma de combatir el esquema de la representatividad, pero las vocerías también son formas de delegar, es decir, representatividad. Se puede esgrimir que son electos para ser vocero, pero quien, legalmente, dirige es la asamblea; caemos en otro punto, el asambleísmo. Quienes hemos estado inmersos en organizaciones de diversos tipo sabemos que las asambleas son numerosas en un principio y decrece la asistencia con el tiempo, aquí comienza a influir la economía energética, al inicio se tienen altas expectativas, si los logros no son inmediatos decrece la motivación y con ello la inversión energética, al final quedan unos pocos voceros presentes y con deseos de seguir trabajando, hasta notar que si no se logra nada reina la apatía incluso para los más proactivos. El asambleísmo desgasta, haciendo que cada vez se concentre más la toma de decisiones en los voceros (reales líderes), que también son contados. Esto sucede de manera instintiva, no es que los participantes van o sacan sus calculadoras para medir la cantidad de energía invertida menos la obtenida. Para algunos sus mediciones son de mayor alcance o lapsos de tiempo, eso son generalmente los líderes, el resto “realiza” mediciones de mediano y corto plazo, de ello depende su presencia. La gran mayoría de la población vive el día a día y no hacen planes tan largo en el tiempo.

Otra limitante que tiene la ley, que nos muestra el idealismo en ella presente, que es parte del punto anterior: las vocerías son voluntarias, tenemos dos condicionantes: si es voluntario, lo realizo en mi tiempo libre, primero está lo que implica mis ingresos, mi manutención y de mi familia y, luego, lo voluntario; el segundo, nuevamente aparece la economía energética. La realidad es, conozco de diversos casos en los cuales se viola la ley, los líderes, para poder garantizar una dedicación mayor a “mi tiempo libre”, son contratados por entes del Estado, especialmente Fundacomunal.

Tenemos otra variante de ese mismo fenómeno, lo voy a ilustrar con un ejemplo que conozco. En el lugar donde trabajo se han dado al menos 6 iniciativas organizativas desde abajo, promovida por los trabajadores, en lucha por sus derechos: laborales, seguridad industrial, ocio, entre otras, en todas ellas se encuentran cerca de 15 personas que han estado en su promoción y son participantes activos, algunos de ellos están en hasta cinco de ellas; el resto de personas, casi 400, hace apariciones puntuales, son apenas un 10% de todo el personal activo el que realmente se involucra en estas actividades que son para el beneficio de todos. Es decir, son pocos, que se repiten en las actividades. Yo propongo que se revise a los miembros de los CC y veremos que muchos de ellos eran desde tiempos de la IV participantes activos, con nuevas incorporaciones, pero muchos de ellos han sido luchadores y líderes por largo rato.

Un líder o los líderes de las comunidades son el motor de ellas, pero el liderazgo tiene límites, señalo uno, está demostrado que un líder que puede ser bueno para promover luchas reivindicativas, por un servicio, no necesariamente es bueno para administrar proyectos u otro tipo de labores comunitarias, son contados los casos en los cuales, por ejemplo, se puede encontrar un líder que es bueno como gerente o administrador y tenga un excelente conocimiento técnico sobre el área en la cual se desempeña; ellos son la excepción no la regla.

En pocas palabras, la participación o esa nueva estructura de gobierno donde es el pueblo el que manda, es un sofisma; lo real es que ella va a estar mediatizada por los logros, por las metas que se van alcanzando en el corto plazo para la gran mayoría, ha sido la historia de todos los movimientos sociales y seguirá siendo.

Estos problemas se magnifican con la propuesta del Estado Comunal, tal como lo señala María del Pilar García en su artículo El Estado Comunal y las divergencias alrededor del legado del Presidente Chávez (en: http://www.aporrea.org/ideologia/a194418.html). No es entonces el Estado Comunal o el poder popular los que deben asumir el poder para solucionar los problemas en Venezuela.

Realidad caprichosa
Me pregunto si alguien, de los proponente de estas iniciativas, ha revisado porqué se cayó la USRR, porque los chino o vietnamitas, entre otros, han cambiado sus estrategias de desarrollo; incluso los cubanos, se ha dado una apertura que está atrayendo a cubanos-estadounidenses para realizar negocios. Se tiene que revisar que factores internos hicieron que los movimientos de participación entraran en picada. Se necesita de un análisis serio sobre las causas de esa merma en la participación, posiblemente terminarán (yo tampoco lo he estudiado, por ello no puedo afirmar fehacientemente) por encontrar que la economía energética fue una de las causales.

Todos ellos han terminado en un centralismo, en una élite que gobierna, en un partido que se enquista en el poder, en algunos casos en su peor versión: dictaduras.

Por tal motivo, expreso que no se puede seguir apostando por utopías que están distante de nuestra naturaleza: animales, instintivos, que buscamos sobrevivir como comunidad e individuos, que necesitamos de líderes en los cuales delegar buena parte de nuestro futuro y expectativas.

Aceptemos que no va a ser el soberano quien masivamente tome el poder y que desde ese momento va a asumir su porvenir. Necesitamos de estructuras de poder y de líderes, cualquier otra elucubración sirve como ejercicio mental, pero para tenerla en el papel. El alto número de CC y Comunas me da la razón, son pocas las operativas realmente y no es por falta de reglamentos o por iniciativas individuales o incluso colectivas, es por la naturaleza de ese animal llamado ser humano.

Monday, August 11, 2014

Creo en mí mismo, creador…

Jorge Cruz,
Caracas, 9 de agosto de 2014

Últimamente he estado pensando  sobre mis principios y valores. Yo crecí en un hogar de padres católicos, mi primaria estuvo marcada por dos religiones: la católica y la protestante. En bachillerato mis primeros años la protestante y luego laico. Estando en bachillerato, mi mejor amigo era Testigo de Jehová y luego otro que era anglicano. También, con regularidad nos tocaba leer la Biblia.

A todos ellos escuché, cada uno presentándose como la verdad verdadera. El oír sus debates entre las diversas fe y mis lecturas de la Biblia, en la cual, recuerdo claramente,  un Dios “justo” destruía unos muro de fortalezas (Jericó) para que su “pueblo” masacrara a otro, por supuestamente ser impíos. El Viejo Testamento está lleno de guerras, de matanzas en nombre de un Dios. Todo ello me hizo entender que
ese Dios, no era tan justo como me lo intentaban vender, no era misericorde, ni tan justo, no prevalecía el perdón, sino el asesinato justificado en su nombre.

Por ello a temprana edad, decidí o me convencí que no existía un Dios, empecé a militar en el ateísmo. Años después aparece el marxismo hablándome de la religión como el opio de los pueblos.

El marxismo me mencionó la explotación del hombre por el hombre, de la lucha de clases. Comienzan mis años universitarios, con una formación básicamente marxista (o de izquierda, para los que les encanta
repartir etiquetas). Al mismo tiempo inicio unas reflexiones que me llevan a dudar del marxismo como teoría para aprehender la realidad. Comienzo mi periplo por estudios de 4 nivel, voy a Santo Domingo, allí, con una mayoría de profesores marxistas, incluso varios formados en la Unión Soviética de los setenta, con más ahínco me convenzo que el marxismo no me puede explicar la realidad que era mi “objeto de estudio” por mi formación.

Ya en mi paso por la universidad había tenido contacto con propuestas ambientalistas, estas se van consolidando y mi militancia en ONG ambientales no se hace esperar. Nuevamente el marxismo no me sirve para explicar mis apreciaciones de la naturaleza, las grandes enseñanzas con mis queridos amigos, biólogos en su gran mayoría. No encajaba eso de la lucha de clases con movimientos “culturales” como el ambientalismo o ese torrente de nuevas formas de acercarme a la realidad.

Es decir, fui poco a poco configurando mi verdad, la única que realmente existe para mí, las demás son solo interpretaciones de la realidad en la cual me desenvuelvo.
 
Es una verdad que me dice que las “luchas” son culturales, no son clases que se enfrentan, son liderazgos con seguidores de diversas “clases sociales”, líderes que atraen personas que van conformando una comunidad (algunas veces incluso bajo un solo partido político) que a su vez va creando una cultura (un lenguaje, un discurso, forma de vestir, redes de amistades, entre otras).  Siempre hablan de reivindicaciones: recuperar los derechos perdidos o no alcanzados por  la acción de una “clase” (capitalista para el marxismo), una “raza” (nazismo), una religión (cristianismo en todas sus variantes; islamismo, etc.), una cultura (blancos sobre afros, o grupos como los de Le Pen en Francia), una preferencia sexual (heterosexuales sobre homosexuales) ; basados en esas “razones” justifican el arrasar con el “enemigo”. Se les persigue hasta hacerlos desaparecer, sea físicamente (muerte o cárcel) o económicamente (no se les permite conseguir trabajo o fuente de ingresos).

Esa es mi verdad, ya no creo en izquierda o derechas, ni en dioses, ni clases sociales, solamente soy un humilde seguidor del credo de Aquiles Nazoa.