Monday, December 7, 2015

La bendita Guerra Económica



Jorge Cruz, Caracas 8 de diciembre de 2015



No puedo negar que cada vez que escucho a alguien intentando culpar de la crisis actual a Maduro y que Chávez si era un presidente, me da un sentimiento de pesar por análisis tan infantiles.

Un solo ejemplo me puede servir para demostrar que no es tan negro y blanco.

Estoy seguro que muchos recordarán que él mandó a que todos los partidos cercanos a su pensamiento se sumaran al PSUV, lo cual causó molestias por parte de muchos de ellos tradicionales como PCV, MEP, MAS, entre otros, por lo que tuvo que aceptar, la creación del Polo Patriótico.

Esa simple anécdota nos demuestra que él tenía un visión monopolista de la política: Un solo partido, algo que repetía el modelo de sus tutores: los Castro. Con lo cual la permanencia en el poder estaba garantizada.

Lo anterior lo realizó con sus simpatizantes, con los opositores la fórmula fue otra: ahogar sus recursos económicos. Hay leyes que controlan las finanzas para ONG (desde ambientales hasta políticas) o partidos que vengan del exterior, se les aplica el cambio de menor monto: Bs. 6,30; con lo cual, se reducen enormemente los montos de las donaciones, este es un lado; el otro fue cercenar los ingresos internos ¿Cómo? Destruyendo la industria nacional, ya que los empresarios podrían desviar parte de sus ganancias hacia esos partidos, es decir, financiarlos.

El resultado es lo que tenemos: importamos como nunca en la historia y escasamente tenemos productos nacionales.

Hay otros más, pero creo que este rebate el decir que hay una guerra económica, la única guerra que hemos sufrido es la destrucción del aparato productivo, como también demuestra que no todo es culpa de Maduro, que quiso ser una imitación de su maestro, pero como toda copia, siempre salen de peor calidad que el original.

El desastre, la inflación, la corrupción comenzó antes del 2012 y Chávez fue el mayor promotor de lo que estamos padeciendo.”

II
Seguir culpando al desabastecimiento y la inflación de un supuesto saboteo por los industriales o comerciantes es de un análisis pueril. Es quedarse en los mensajes y no profundizar o leer la letra chiquita.

Uno de los mayores males que estamos padeciendo: una economía de puertos, exportamos petróleo (con precios en declive) e importamos lo que comemos; ese es uno de los problemas que nos lleva a donde estamos.

Señalo otro error,  no se si decir mala intensión porque su autor ya sabía que estaba enfermo y le quedaba poco tiempo de vida: En el año 2012, para ser más específicos, en agosto, el gobierno vendió un 10% de las reservas de oro, (esto se repitió un mes después) es decir, se disminuyó las reservas internacionales, por un lado; por el otro, se imprimió grandes cantidades de efectivo, todo esto para pagar la campaña electoral y, especialmente, la Gran Misión Vivienda, que era un proceso gran consumidor, porque se necesitaba pagar a empresas y sus obreros, en grandes cantidades y, para las foráneas,  en dólares (la venta del oro permitió ello). Estos dos (menores reservas internacionales e impresión de dinero o mayor liquidez) son factores que afectan el cambio con monedas internacionales. Como resultado, el dólar, que había estado estable por más de dos años en Bs. 9,50 comenzó la escalada, para finales de agosto estaba en Bs. 13, ya para finales de año estaba en Bs. 25 y de allí, hasta los momentos actuales. Hay otros factores que influyen en la escalada, pero estos son los dos principales.

Al mismo tiempo,  el precio del petróleo comenzó un descenso, con lo cual los ingresos del país en dólares, comenzaron una franca disminución. Con lo cual el Estado no tenía la misma cantidad de esa divisa a la mano; por ello los cambios diferenciales, de Bs. 6,30 para algunos rubros, Bs. 12  para otros y casi Bs. 200 para otros. Esto significó que un grupo importantes de rubros salieran del dólar preferencial y migraran hacia el de Bs. 200, aunque principalmente al mercado negro.
Por ello medidas efectistas como dakazo o precio justo, no son de largo plazo, son medidas con carácter electoral (ambas se han implementado previo a ello), ella no reflejan los costos reales de los comerciantes (pongo un ejemplo, la coima que se tiene que pagar en los puertos para agilizar el despacho de su mercancía) o si son productores, el caso del huevo es ilustrativo, el alimento de las aves está regido por el dólar negro (lamentablemente no producimos nada ahora y generalmente es importado), el gobierno intentó poner los costos en dólar preferencial (nunca disponible para ello, por eso luego dijo que se iba a pagar el diferencial a los productores afectados, es decir otra cadena de trámites y coimas).

 Otro dato aparecido en Aporrea:

"El culto a la personalidad y el hiperliderazgo cerró toda posibilidad al proceso llamado revolucionario y para colmo socialista. Todo se esfumó en el discurso, que no concretó nada, y la herencia positiva del pasado, por la absoluta negación de ese pasado, destruyó por ejemplo: la caficultura nacional al desmontar la estructura organizativa creada por los propios caficultores en años de lucha. Esa estructura organizativa estaba formada por la Asociación Venezolana de Caficultores (AVC) como gremio; y por las cooperativas, Paccas y Foncafé como estructura económica. Llegó el neoliberalismo implementado por Carlos Andrés Pérez y a continuación la denominada Revolución Bolivariana que, en lugar de rechazar los planes neoliberales, los asimiló, los profundizó al eliminar la organización gremial y la estructura económica de Cooperativas, Paccas y Foncafé. La destrucción de la caficultura nacional forma parte del proceso de "guerra económica" implementada por el propio gobierno. Ejemplo entre muchos." (En: http://www.aporrea.org/actualidad/a218570.html )

Entonces, el resultado de toda esta historia es que, no son los productores, ni los distribuidores son los culpables; son erráticas medidas, como disminuir las reservas internacionales (recientemente salió en la prensa el retiro de una cantidad que se tiene en el FMI), amentar la liquidez, controlar por muchos años el cambio a dólar, el tirar la casa por la ventana en cada elección (donde ya no hay ni olla para raspar), perseguir a los productores o comerciantes (no son santos, pero tampoco tan demonios como se les quiere pintar.

En pocas palabras,  se necesita recuperar la producción nacional, sincerar el dólar a un precio más cercano a la realidad (muchos argumentarán que eso es más inflación, si y no, porque un buen pedazo de la economía funciona con el dólar negro, tal vez su sinceración podría bajar el cambio de este último y con ello los precios de los productos) y, luego, llevarlo a su precio real, parar el consumo de las reservas internacionales, el endeudamiento y el incremento de la liquidez. Eso no es tarea de dos días, tampoco lo puede hacer todo la próxima asamblea, es el ejecutivo el que tiene que abocarse a ello, claro, el poder legislativo puede hacer presión o acuerdos en ello. 

Necesitábamos un cambio en los desatinos políticos: Si, pero especialmente sacarnos de la mente que hay una guerra económica.

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