Jorge Cruz, Caracas, 9 de marzo de 2012
Hace poco tuve una conversa con un amigo sobre el rol de la
justicia, en ella yo afirmaba que siempre ha estado al servicio de los que están
en el poder o los poderosos.
Un hecho reciente confirma lo dicho, el mismo lo voy a
comparar con otro famoso, por medio de ese pareo intentaré demostrar que la
razón está del lado de quien devenga el poder o tiene como pagar para que se
incline a su lado; las excepciones son cuando el poder popular presiona para
lograr decisiones contraria a esta tendencia.
El caso conocido es
el de la Jueza Afiuni. Ella está penando cárcel por la liberación de una persona
que supuestamente cometió unos delitos de estafa a la nación y personas (digo
supuesta porque nunca fue juzgado como tal). A los dos años de estar detenido,
momento en el cual la ley dice que tiene que haber un fallo para continuar con
su detención o ser liberado, si tal recurso no es presentado. Esta persona, que
tiene recursos, tuvo sus abogados presionando para una toma de decisión al
respecto por la ley venezolana, que significó su liberación y posterior huída
del país (menciono que tiene recursos, porque sabemos de muchos casos de personas
que no tienen recursos para hacer que sus casos sean decididos y permanecen por
mucho más de dos años en un penal.
La jueza decidió entre seguir la ley (liberar) o cometer el
delito de retener a acusado en contra de la justicia. Ella optó por la primera
lo que significó una gran molestia del presidente de la república (se menciona
que hay razones personales para ello) y dictaminó que la jueza debía pagar una
condena de 30 años. Ella lleva más de tres años detenida.
El otro caso es relacionado con una cantidad considerable de
comida traída al país que se pudrió (para señalar lo menor) en puertos o depósitos.
Fueron miles de toneladas, que implica miles de dólares que se esfumaron. Para este
caso, como es normal, se encarceló a los chinitos de Recadi: unos cuantos
funcionarios, pero quienes asesoraron y ganaron comisiones; por ejemplo, una
ministra cubana, fueron obviados.
Sin embargo, viene el porqué lo utilizo, recientemente se cumplió
el lapso de dos años y las personas detenidas fueron liberadas porque no se
presentaron los cargos para realizar el juicio.
En pocas palabras, en un caso una jueza es detenida y aún
cumple condena (recientemente se dijo que tiene que estar al menos dos años
más); para el otro, como no hubo un presidente que dictaminara una pena, como
tampoco ningún funcionario, salen libre y no hay juez detenido o culpable. En
ambos caso, supuestamente había delitos (el de la comida podrida era más que
evidente), pero solamente cumple condena quien no está con el poder, como es la
jueza Afiuni; los funcionarios de cierta categoría y manifiestos simpatizantes
con el chavismo, como eran parte del gobierno y cometieron o mejor dicho
participaron de una estafa al Estado se deja prescribir la condena y salen
libres, como si nada hubiera ocurrido.
Vemos pues, la ley no es ciega, ni sorda, aunque algunas
veces muda, ella tiene preferencia o consentidos que son los poderosos y/o quienes
están en el poder.
No comments:
Post a Comment