Saturday, March 24, 2012

Mitos y ritos IV


Jorge Cruz, Caracas 24 de marzo de 2012
Cuando yo estaba pequeño mi mamá me dijo algo que marcó uno de mis hábitos alimenticios. Ella me expresó que si comía chucherías dulces en la mañana me iban a salir lombrices por los ojos, esa horrible imagen ha hecho que yo en las mañanas escasamente coma incluso mermelada hasta hoy día, cuando se que no es real.
Así funciona la cultura para represar a sus miembros, se crean mitos y tabúes que generalmente no intentamos desvelar y cuando lo hacemos, ya la conducta o rito está internalizada, es parte de nuestro devenir.
Con ello quiero decir que la censura ha estado presente en nuestra cultura siempre, es parte del funcionamiento de la cultura para contener los saltos de talanquera; sin embargo, hay otras que se implementan con el único propósito de reprimir para mantenerse en el poder quienes él detentan, esas son las que violan los derechos humanos como: protestar, disentir o simplemente desahogar un malestar.
Venezuela no escapa a esa “ley natural”, todos los gobiernos han censurado de diversas maneras, algunos con cargas policiales o de esbirros contra las protestas, otros con la cárcel o exilio, amenazas de diversa índole, desde la muerte al implicado y sus familiares cercanos, hasta más sutiles como despido del trabajo.
El gobierno actual ha recurrido a variadas formas de censura, las conocidas han sido el despido a miles de empleados de la industria petrolera por participar en una huelga (si es justa o no, no es el tema aquí abordado) sin pago de ninguna de sus prestaciones (violación total y absoluta de la Constitución, convenios internacionales y ley del trabajo); cierres “legales” como no renovación de contrato de medios de comunicación; la negación a publicitar en medios “oligarcas”; las multas por difundir noticias que ponen en entredicho al gobierno (caso El Rodeo recientemente para los que no se ubican), negación al ingreso a su lugar de trabajo a “escuálidos” como el caso del 8 de marzo (día de la mujer) contra Laure Nicotra en Telellanos; evitar que ONG puedan acceder a apoyos monetarios nacionales o internacionales por medio de la creación de Fondos que administran la distribución (petrolero para la industria petrolera, Fonacit para los provenientes de las empresas nacionales o para los fondos internacionales, multi o bilaterales); expropiación de medios para que pase a manos del gobierno; la prohibición a acceso a fuentes de información; la restricción de  voceros del gobierno y su negación a dar declaraciones en medio que no le son afines; lo tardío o negación de los datos completos de las memorias y cuentas o datos estadísticos de gestión; legislar sin investigar (caso de la masacre en el Táchira de unos jugadores de fútbol, donde el ministro de interior decidió el mismo día que esos eran paramilitares y caso cerrado); Lista Tascón, que ha significado el despido de miles de personas o la negación de un posibilidad a trabajar (nuevamente la Constitución en entredicho).
Como este gobierno tiene en sus manos los cuatro poderes: ejecutivo, legislativo, judicial y ciudadano, la capacidad de maniobra es mayor a casi todos los anteriormente existente; por ello, se ha caracterizado por intentar mostrar un rostro “legal” a todos esos actos de censura, se ha “amparado” en la interpretación de la ley. No voy a entrar en debatir sobre si lo afirmado es cierto o no, porque incluso la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia manifestó abiertamente que la justicia debía estar alineada con la revolución, en pocas palabras, el gobierno, no el Estado como debería ser. En pocas palabras, quienes manifiesten estar en contra de la revolución son ilegales.
Un caso reciente nos ilustra como se ha llegado a “sofisticar” torpemente la censura. Por una serie de denuncias sobre la potabilidad del agua, la Fiscal General manifestó que ahora toda denuncia tiene ser hecha con sustentos científicamente comprobados.
Esta afirmación tiene muchas aristas que posiblemente no se pensó o se hizo con alevosía; aunque no es la primera vez que un caso de crítica contra el gobierno se combate con una decisión de Estado. Traigo el caso de las ONG. En el año 2000 hubo una serie de críticas contra del gobierno de unas ONG del área política, la decisión del gobierno fue un decreto que consideraba a TODA ONG que recibiera dinero del extranjero, era considerada foránea, no importaba (el decreto no lo señalaba) si era por fondos con organismos internacionales como las Naciones Unidas o si eso no representaba más que un 1% de su presupuesto anual, no todas eran cortadas con un mismo rasero. Vemos entonces como un problema del gobierno con unas contadas ONG, afectó a todas las ONG del país: derechos humanos, ambientales, sociales, entre otras. Pero la historia no terminó allí, como señalé antes, se creó un fondo para castigar.
Tal vez lo peor de esas declaraciones es que se crea algo llamado JURISPRUDENCIA, es decir, que ahora se puede utilizar para cuando unos vecinos protesten por un bote de aguas negras, primero tiene que buscar un laboratorio que demuestre que es aguas negras aunque su olor y color lo diga a leguas, luego a expertos reconocidos o certificados para que justifiquen la condición del agua (quedaría en duda si tienen que ser del gobierno), luego si se puede proceder a protestar. Este es un caso hipotético, pero podemos extenderlos a muchos otros ámbitos.
Uno no sabe si son unos incompetentes que no saben lo que hacen o dicen, o si es con premeditación, creo este último es el caso, porque todas las declaraciones han sido hechas en momentos precisos y por voceros autorizados.
Para resumir, la censura a operado en el país con este gobierno, aunque el director del diario “privado” Últimas Noticias, ha dicho y expuesto en diversos ámbitos que aquí no hay porque no hay un solo preso por una información, porque no es solamente por la restricción de libertad que ella actúa, hay muchas de ellas, pero lo más trágico es que se está creado jurisprudencia (caso de Estado) por problemas del gobierno con ciertos círculos.
¡En un gobierno revolucionario seguimos pagando justos por pecadores!

Saturday, March 10, 2012

La justicia parcial o no parcial

Jorge Cruz, Caracas, 9 de marzo de 2012
Hace poco tuve una conversa con un amigo sobre el rol de la justicia, en ella yo afirmaba que siempre ha estado al servicio de los que están en el poder o los poderosos.
Un hecho reciente confirma lo dicho, el mismo lo voy a comparar con otro famoso, por medio de ese pareo intentaré demostrar que la razón está del lado de quien devenga el poder o tiene como pagar para que se incline a su lado; las excepciones son cuando el poder popular presiona para lograr decisiones contraria a esta tendencia.
 El caso conocido es el de la Jueza Afiuni. Ella está penando cárcel por la liberación de una persona que supuestamente cometió unos delitos de estafa a la nación y personas (digo supuesta porque nunca fue juzgado como tal). A los dos años de estar detenido, momento en el cual la ley dice que tiene que haber un fallo para continuar con su detención o ser liberado, si tal recurso no es presentado. Esta persona, que tiene recursos, tuvo sus abogados presionando para una toma de decisión al respecto por la ley venezolana, que significó su liberación y posterior huída del país (menciono que tiene recursos, porque sabemos de muchos casos de personas que no tienen recursos para hacer que sus casos sean decididos y permanecen por mucho más de dos años en un penal.
La jueza decidió entre seguir la ley (liberar) o cometer el delito de retener a acusado en contra de la justicia. Ella optó por la primera lo que significó una gran molestia del presidente de la república (se menciona que hay razones personales para ello) y dictaminó que la jueza debía pagar una condena de 30 años. Ella lleva más de tres años detenida.
El otro caso es relacionado con una cantidad considerable de comida traída al país que se pudrió (para señalar lo menor) en puertos o depósitos. Fueron miles de toneladas, que implica miles de dólares que se esfumaron. Para este caso, como es normal, se encarceló a los chinitos de Recadi: unos cuantos funcionarios, pero quienes asesoraron y ganaron comisiones; por ejemplo, una ministra cubana,  fueron obviados.
Sin embargo, viene el porqué lo utilizo, recientemente se cumplió el lapso de dos años y las personas detenidas fueron liberadas porque no se presentaron los cargos para realizar el juicio.
En pocas palabras, en un caso una jueza es detenida y aún cumple condena (recientemente se dijo que tiene que estar al menos dos años más); para el otro, como no hubo un presidente que dictaminara una pena, como tampoco ningún funcionario, salen libre y no hay juez detenido o culpable. En ambos caso, supuestamente había delitos (el de la comida podrida era más que evidente), pero solamente cumple condena quien no está con el poder, como es la jueza Afiuni; los funcionarios de cierta categoría y manifiestos simpatizantes con el chavismo, como eran parte del gobierno y cometieron o mejor dicho participaron de una estafa al Estado se deja prescribir la condena y salen libres, como si nada hubiera ocurrido.
Vemos pues, la ley no es ciega, ni sorda, aunque algunas veces muda, ella tiene preferencia o consentidos que son los poderosos y/o quienes están en el poder.

Thursday, March 8, 2012

Imperialista o comunista = exclusión y atropello

El cierre del acceso al noticiero Esta Mañana en Telellano, que conducia mi amiga Laure Nicotra en Barinas me ha traído a la mente las diferencias y similitudes en el accionar de los gobiernos y sus simpatizantes.
Las diferencias con la cuales realizan ciertas acciones se da en las palabras utilizadas, pero hay similitud en sus argumentos y mucho más aún en sus resultados.
Los conservadores o grupos de derecha han utilizado su fortaleza en el poder para perseguir y excluir a aquellos que llamaban comunistas, Joseph McCarthy en los EE.UU. es el ejemplo más vivo de ello, se llevó ante jurados a personas de las que se sospechaba simpatizaban con el apelativo antes mencionado, se les sometió al escarnio público, se les prohibió trabajar y algunos sufrieron cárcel. Hay una película: El Testaferro (Martin Ritt, 1976) que nos retrata el sufrimiento de aquellos acosados por tener un pensamiento diferente.
Los socialistas (según se han llamado los que practican el llamado Socialismo de Siglo XXI) no se ha quedado atrás al llegar al poder. En Venezuela ha habido diferentes términos para soslayar: proimperialista, pitiyanqui, vendepatria, oligarca, entre otros. Se han aplicados listas (Tascón) para botar o impedir la contratación de todas aquellas personas que difieren o están en contra de lo que dice el presidente y sus seguidores.
Como vemos, cambian los conceptos (si es que los podemos llamar así), más no los argumentos: son personas que están afiliadas o ligadas a otro país, Rusia para los simpatizantes con la “izquierda”; por un lado y por el otro, a EE.UU. (el imperio) para los que le hacen ojitos a la “derecha”.
Todos ellos son coartados de un derecho básico: disentir y se utiliza como medio principal el no acceso económico, para ahogarlo (una tortura no declarada) en sus ingreso y, por supuesto, pagos. Es una censura que se cierne, como espada de Damocles, para acallar las críticas. Cuando se quiere ser más directo se encarcela, por medio de cualquier falencia: si eres funcionario público se acusa de corrupto o evasor.
En resumen, duele que algunos amigos de Laure, compañeros de estudio y colegas, que compartimos diferencias ideológicas, partidistas u opinión, que pasamos juntos por varios años ratos de molestia, alegría o tristeza; ahora se hagan de la vista gorda, que no digan esta boca es mía, que incluso para algunos pareciera que alegrara que sucediera eso con esa “escuálida”. Definitivamente el poder ciega, envilece e incluso nos convertimos en aquello que tanto criticamos en nuestra juventud.
¡Qué triste tener que escribir esto el día de la mujer!