Jorge Cruz, Caracas 17 de agosto de 2010
Cuando expropiaron a Almacenes Éxito, la verdad que no le presté mucha atención, me pareció que era otra medida más entre las tantas que adelantó el Presidente de INDEPABIS, Samán. Se alegó que estaban especulando con los precios.
Sin embargo, algo me creo dudas cuando pocos días se mencionó que el Grupo Casino, propietarios, en conjunto con empresarios minoritarios colombianos, del dichos almacenes y la cadena de supermercados CADA, se harían cargo de la administración, además no hubo mucha protesta por parte del GC, como tampoco mucha del gobierno francés (país originario del GC). Hace pocos días se confirmó la noticia este grupo mantiene el control de los Abastos Bicentenarios.
Me puse a reflexionar al respecto, aunque es simplemente una hipótesis creo que estoy absolutamente en lo cierto, todo fue un gran teatro, porque había mucha negociación de por medio.
Me explico, una medida como esta le traía beneficios al gobierno: se vendía la imagen de estar defendiendo los derechos del pueblo y su lucha contra la especulación, se obtenían una cadena de venta ya establecida (cosa que había naufragado con el proyecto de Mercal), se obtenía un flujo de abastecimiento ya conformado, entre otras.
Ahora que ganaba el GC: primero y principal buena parte de sus productos no perecederos venían de Colombia y Venezuela había casi cerrado el comercio con dicha nación, es decir, tenía tendencias al desabastecimiento de artículos, con la “expropiación” se podía garantizar la supervivencia, ya que el gobierno debería garantizar el mismo. Segundo, aunque posiblemente bajaran las ganancias, algo es algo pero es nada (esto no lo puedo asegurar totalmente, posiblemente no tengan bajones en sus ingresos y ahora más seguros porque ellos tendrán sus ingresos garantizados, mientras que el responsable de todas las pérdidas será el gobierno). Tercero y último, baja el nivel de responsabilidad.
En pocas palabras, lo que realmente se hizo fue una negociación con teatro y bombos y platillos de por medio, donde ambas partes ganaron, lo cual no me parece malo, lo que sí me parece sucio, IV república, es que me lo vendan como un gran logro en beneficio del pueblo cuando es para beneficio del gobierno. La letra chiquita no engaña. Hasta cuándo tendremos un gobierno que alega el cambio haciendo las misma cosas y con peor saña que los anteriores (disculpen realmente si hay cambio, lo acabo de decir, pero para mal).
Saturday, September 25, 2010
Friday, September 17, 2010
PORQUE NO VOTO POR EL CHAVISMO
Jorge Cruz, Caracas 16 de agosto de 2010
Desde que surgió el presidente Chávez como candidato tuve mis reservas, mi carácter antimilitarista me puso en una alerta, suave pero precaución al fin. Luego se dio una reunión con el movimiento ambiental, me pareció interesante que por primera vez un candidato tomara esa iniciativa, sin embargo mis dudas no terminaban de solventarse, a pesar del entusiasmo de muchos de mis compañeros de batalla. Decidí no votar.
Después, con Chávez como gobernante, comenzó la constituyente me uní de manera indirecta por medio de las reuniones del movimiento ambiental, aunque ciertas actitudes del presidente me dispararon nuevamente las alertas. Decidí no votar.
En el 2004 comienza a hacer crecer mis reservas con el gobierno. Luego de ganar el referéndum revocatorio, se comienza a gestar un cambio en su gobierno que se reafirma en con su victoria en el 2006, al repetir en la presidencia, y más aún cuando inicia un nuevo referéndum para modificar la constitución. Es un cambio en sus líneas políticas: ya no le interesa gobernar sino mantenerse en el poder. Profundizándose más aún su tendencia, solamente se gobierna para las elecciones: hay grandes inversiones en programas de infraestructura, creación de empleo parásito y populista (para poner un ejemplo, se emplean cientos de personas para la limpieza de calles, son manadas de barrenderos que atacan espacios donde pudiera ser necesario solamente la mitad de ellos), se potencias las misiones, entre otros.
En el 2007 voté en contra porque ya mis dudas no eran dudas, eran miedo de notar que se quería legalizar su permanencia en el poder con caramelitos compra votos como la reducción de la jornada laboral (diez años después no se ha aprobado una reforma necesaria de la Ley del Trabajo, aunque sea solamente para adaptarla a la Constitución vigente, a pesar de ser un gobierno que supuestamente defiende los derechos de los trabajadores), derechos para las personas con preferencias e identidad sexual diferente (tampoco se ha hecho nada al respecto), etc. Aunque al mismo tiempo había una profundización del centralismo en la persona del presidente. Yo consideré que lo que se pudo aprovechar para discutir en pleno el destino del país se intentó imponer por medio de un plebiscito y utilizando técnicas similares a las de la IV República para alcanzar tal fin.
Cualquiera que lee hasta el momento creerá que en ningún momento simpaticé con el proceso de cambios que se inició en el 1999 y es falso, yo creo en los procesos, en la participación, más no así en las divas. Creo que los liderazgos son necesarios y los líderes son prescindibles. No creo en esos movimientos aferrados a un líder, porque cercenan su participación.
Ahora estamos frente a otro proceso eleccionario, yo voy a plantear el porqué mi decisión.
Con este gobierno tenemos unos aspectos que no me gustan:
Impunidad. Cuando una persona percibe que sus actos no son condenables o no tienen castigo, continua estirando esa línea hasta que tenga reprensión, es la naturaleza humana, solo debemos ver a los niños como actúan para notar que así estamos siempre, retando las reglas. El problema es cuando un gobierno no hace nada o poco para controlar ello, solamente porque son “nuestra mierda” como dijo Lina Ron de ex alcalde Bernal. Solo tenemos que ver que los afectos al oficialismo presos por actos ilegales o que se les esté realizando alguna averiguación brillan por su ausencia. Esta actitud se refuerza en lo sucedido con las comidas podridas, está preso el “chinito de Recadi”. Otro aspecto en ese sentido han sido la cantidad de viajes de “negocios” alrededor del globo terráqueo y los convenios firmados son ciento o posiblemente miles, de los cuales unas decenas han sido o está en ejecución. Todo ello se hace porque no hay un ente regulador o controlador de las actividades de los funcionarios públicos y menos aún del presidente.
Conchupancia: El permitir que mis acciones estén por encima de la ley porque los otros poderes deben estar en sintonía con lo que el ejecutivo decida es nefasto. Traigo dos ejemplos que marcan precedentes legales: a los exempleados petroleros, no voy a discutir si es justo o no que se les haya votado, sino el no reconocimiento de sus prestaciones; solamente imagínese que su jefe, por una discrepancia decida votarlo y sin reconocer sus años de servicio, ya existe un precedente legal para ello. Un segundo caso, la participación en elecciones de funcionarios, solo debemos imaginar que sucedería en caso de perder el PSUV, esa vara con la que está midiendo ahora la puede utilizar para medirlo más adelante.
Personalismo. Decir que ha un centralismo excesivo en el presidente es una perogrullada, lo han reconocido incluso partidarios como los agrupados en el Centro Internacional Miranda. Solo debemos ver la publicidad del alcalde del municipio Libertador en Caracas: Caracas es de Chávez, es decir, ya no es el soberano la que construye el socialismo, es un derecho exclusivo de su líder. Debemos recordar que se ha esgrimido que la historia hasta ahora ha sido la que han escrito las élites, supuestamente se buscaba en este gobierno lo contrario, pero los hechos desdicen ello. Más claro imposible
Corrupción. Solamente con lo que ha sucedido con la comida podrida es suficiente para pensar en este vicio. Hubo comida compra vencida o a punto de vencer que fue comprada a precio de estar en perfecto estado. Es decir, se facturó a precio normal cuando se estaba pagado a precio de gallina flaca. Allí participaron muchas cabezas que han permanecido impunes. Me pregunto ¿Cómo es posible que el esposo de Lina Ron tenga acciones en un hara? ¿Con qué dinero puede adquirir caballos que cuestan miles de dólares? Definitivamente ser rico es malo, pero tener dinero es rico; así cualquiera es revolucionario.
Repitencia. Supuestamente es un gobierno nuevo que repite lo viejo: compra de votos con formas execrables como chantaje (si votas tendrás un trabajo), persecución a disidentes (quizás de la forma más despiadada, la empleada por McCarthy, te inhibo de tener un trabajo), gobernar para las elecciones (solo tenemos que visualizar lo que está sucediendo en estos momentos, arreglos de calles, muchos mercales y operativos gratis, algunos incluso de forma permanente como en la Plaza Caracas), entre otros. Es gatopardismo en pleno, supuestamente cambiar para que todo siga como antes.
Trasparencia. Uno de los logros en la Constitución vigente (artículo 28) es el acceso a información. Solo tenernos que ver como se manejan las cosas del gobierno para notar que esto no se cumple, los informes de los ministerios no están al día, un solo ejemplo, nos pone en claro ello, los informes sobre las muertes de personas no están actualizado desde hace varios años. Otro más, el presupuesto nacional ha estado compuesto por uno legal, aprobado por la AN y otro paralelo que depende de los ingresos no calculados, porque la tónica ha sido calcular el precio del petróleo siempre muy por debajo de su real; esto ha permitido al presidente tener a la mano un presupuesto que no ha estado sometido a ningún tipo de control. Por una conducta parecida Carlos Andrés Pérez fue apartado del poder, ahora no sucede nada, total impunidad.
Deuda. Algo que casi no se menciona es lo inmensa que es la deuda, tanto a lo interno como a lo externo, para solo recordar un número: los chinos han prestado al gobierno 40 mil millones de dólares, esa es una de tanta, sin contar la cantidad de contratos que no cancela PDVSA. Estoy convencido que ni CAP con su política de grandes inversiones en el Sur del país lo ha hecho tanto, pero lo peor es que eso no se ha visto en creación de trabajo productivo, sino por el contrario en experimentación de proyectos.
Despilfarro. Ningún gobierno nacional había tenido tanto ingresos generados por el precio del petróleo, son billones de dólares que el gobierno ha tenido a disposición; sin embargo, lo que ha reinado es el experimentar con proyectos de desarrollo: cooperativas, gallineros verticales, nudes, Empresas de Producción social, fundos socialistas y una larga lista más, todos ellos han movilizado personas, todos ellos han movilizados recursos, todos ellos han creado grupos de consultores, intermediarios y/o “emprendedores” que se han llenado los bolsillos pero con tristes resultados. Sin contar los simposios y otros tipos de encuentros para su promoción y menos aún la cantidad de proyectos sin conclusión.
Inestabilidad. Tal vez uno de los rasgos característicos de este gobierno es el cambio de humor o líneas políticas. Traigo a colación un solo ejemplo de los cientos que hay: hace unos años el presidente indirectamente aupó las invasiones; hace unos meses (posiblemente por un estudio de imagen) las prohibió, manifestó que serán castigados los que las realicen; hace pocos días volvió a aupar, ahora de manera abierta (esto es populismo barato y que solo tiene intensiones inmediatistas: voto, sin tomar en cuenta el daño que se produce). Tal vez la peor de todas es la amenaza de expropiar los camiones de las empresas Polar, será que no le han informado que esos vehículos no son de la compañía, sino de propiedad, generalmente, de su conductor. Es un permanente ir y venir en nuestra dirección como país, una permanente improvisación dependiendo de las ideas que le surjan en una madrugada como bien lo expresó el presidente.
Como se puede ver es un paisaje desolador, sin real tendencia de la producción nacional, con daños incontables al ambiente (se han invadido zonas boscosas, por ejemplo), con un experimentalismo permanente, con un endeudamiento creciente que serán las generaciones futuras las que tiene que pagar, con un cambio de los actores que se aprovechan de la riqueza del Estado para su propio beneficio y no del soberano, con un país regido por los cambios de temperamento del presidente y sin un solo ente del Estado que diga que hay que dar un parao.
En esta elecciones para la Asamblea Nacional votaré por un candidato de la oposición, además de las descritas arriba por dos razones, creo necesario airear dicha institución, pero principalmente porque yo quiero tener en frente a un lobo que sé que es tal, con el cual se que esperarme; no uno que está disfrazado de oveja.
Desde que surgió el presidente Chávez como candidato tuve mis reservas, mi carácter antimilitarista me puso en una alerta, suave pero precaución al fin. Luego se dio una reunión con el movimiento ambiental, me pareció interesante que por primera vez un candidato tomara esa iniciativa, sin embargo mis dudas no terminaban de solventarse, a pesar del entusiasmo de muchos de mis compañeros de batalla. Decidí no votar.
Después, con Chávez como gobernante, comenzó la constituyente me uní de manera indirecta por medio de las reuniones del movimiento ambiental, aunque ciertas actitudes del presidente me dispararon nuevamente las alertas. Decidí no votar.
En el 2004 comienza a hacer crecer mis reservas con el gobierno. Luego de ganar el referéndum revocatorio, se comienza a gestar un cambio en su gobierno que se reafirma en con su victoria en el 2006, al repetir en la presidencia, y más aún cuando inicia un nuevo referéndum para modificar la constitución. Es un cambio en sus líneas políticas: ya no le interesa gobernar sino mantenerse en el poder. Profundizándose más aún su tendencia, solamente se gobierna para las elecciones: hay grandes inversiones en programas de infraestructura, creación de empleo parásito y populista (para poner un ejemplo, se emplean cientos de personas para la limpieza de calles, son manadas de barrenderos que atacan espacios donde pudiera ser necesario solamente la mitad de ellos), se potencias las misiones, entre otros.
En el 2007 voté en contra porque ya mis dudas no eran dudas, eran miedo de notar que se quería legalizar su permanencia en el poder con caramelitos compra votos como la reducción de la jornada laboral (diez años después no se ha aprobado una reforma necesaria de la Ley del Trabajo, aunque sea solamente para adaptarla a la Constitución vigente, a pesar de ser un gobierno que supuestamente defiende los derechos de los trabajadores), derechos para las personas con preferencias e identidad sexual diferente (tampoco se ha hecho nada al respecto), etc. Aunque al mismo tiempo había una profundización del centralismo en la persona del presidente. Yo consideré que lo que se pudo aprovechar para discutir en pleno el destino del país se intentó imponer por medio de un plebiscito y utilizando técnicas similares a las de la IV República para alcanzar tal fin.
Cualquiera que lee hasta el momento creerá que en ningún momento simpaticé con el proceso de cambios que se inició en el 1999 y es falso, yo creo en los procesos, en la participación, más no así en las divas. Creo que los liderazgos son necesarios y los líderes son prescindibles. No creo en esos movimientos aferrados a un líder, porque cercenan su participación.
Ahora estamos frente a otro proceso eleccionario, yo voy a plantear el porqué mi decisión.
Con este gobierno tenemos unos aspectos que no me gustan:
Impunidad. Cuando una persona percibe que sus actos no son condenables o no tienen castigo, continua estirando esa línea hasta que tenga reprensión, es la naturaleza humana, solo debemos ver a los niños como actúan para notar que así estamos siempre, retando las reglas. El problema es cuando un gobierno no hace nada o poco para controlar ello, solamente porque son “nuestra mierda” como dijo Lina Ron de ex alcalde Bernal. Solo tenemos que ver que los afectos al oficialismo presos por actos ilegales o que se les esté realizando alguna averiguación brillan por su ausencia. Esta actitud se refuerza en lo sucedido con las comidas podridas, está preso el “chinito de Recadi”. Otro aspecto en ese sentido han sido la cantidad de viajes de “negocios” alrededor del globo terráqueo y los convenios firmados son ciento o posiblemente miles, de los cuales unas decenas han sido o está en ejecución. Todo ello se hace porque no hay un ente regulador o controlador de las actividades de los funcionarios públicos y menos aún del presidente.
Conchupancia: El permitir que mis acciones estén por encima de la ley porque los otros poderes deben estar en sintonía con lo que el ejecutivo decida es nefasto. Traigo dos ejemplos que marcan precedentes legales: a los exempleados petroleros, no voy a discutir si es justo o no que se les haya votado, sino el no reconocimiento de sus prestaciones; solamente imagínese que su jefe, por una discrepancia decida votarlo y sin reconocer sus años de servicio, ya existe un precedente legal para ello. Un segundo caso, la participación en elecciones de funcionarios, solo debemos imaginar que sucedería en caso de perder el PSUV, esa vara con la que está midiendo ahora la puede utilizar para medirlo más adelante.
Personalismo. Decir que ha un centralismo excesivo en el presidente es una perogrullada, lo han reconocido incluso partidarios como los agrupados en el Centro Internacional Miranda. Solo debemos ver la publicidad del alcalde del municipio Libertador en Caracas: Caracas es de Chávez, es decir, ya no es el soberano la que construye el socialismo, es un derecho exclusivo de su líder. Debemos recordar que se ha esgrimido que la historia hasta ahora ha sido la que han escrito las élites, supuestamente se buscaba en este gobierno lo contrario, pero los hechos desdicen ello. Más claro imposible
Corrupción. Solamente con lo que ha sucedido con la comida podrida es suficiente para pensar en este vicio. Hubo comida compra vencida o a punto de vencer que fue comprada a precio de estar en perfecto estado. Es decir, se facturó a precio normal cuando se estaba pagado a precio de gallina flaca. Allí participaron muchas cabezas que han permanecido impunes. Me pregunto ¿Cómo es posible que el esposo de Lina Ron tenga acciones en un hara? ¿Con qué dinero puede adquirir caballos que cuestan miles de dólares? Definitivamente ser rico es malo, pero tener dinero es rico; así cualquiera es revolucionario.
Repitencia. Supuestamente es un gobierno nuevo que repite lo viejo: compra de votos con formas execrables como chantaje (si votas tendrás un trabajo), persecución a disidentes (quizás de la forma más despiadada, la empleada por McCarthy, te inhibo de tener un trabajo), gobernar para las elecciones (solo tenemos que visualizar lo que está sucediendo en estos momentos, arreglos de calles, muchos mercales y operativos gratis, algunos incluso de forma permanente como en la Plaza Caracas), entre otros. Es gatopardismo en pleno, supuestamente cambiar para que todo siga como antes.
Trasparencia. Uno de los logros en la Constitución vigente (artículo 28) es el acceso a información. Solo tenernos que ver como se manejan las cosas del gobierno para notar que esto no se cumple, los informes de los ministerios no están al día, un solo ejemplo, nos pone en claro ello, los informes sobre las muertes de personas no están actualizado desde hace varios años. Otro más, el presupuesto nacional ha estado compuesto por uno legal, aprobado por la AN y otro paralelo que depende de los ingresos no calculados, porque la tónica ha sido calcular el precio del petróleo siempre muy por debajo de su real; esto ha permitido al presidente tener a la mano un presupuesto que no ha estado sometido a ningún tipo de control. Por una conducta parecida Carlos Andrés Pérez fue apartado del poder, ahora no sucede nada, total impunidad.
Deuda. Algo que casi no se menciona es lo inmensa que es la deuda, tanto a lo interno como a lo externo, para solo recordar un número: los chinos han prestado al gobierno 40 mil millones de dólares, esa es una de tanta, sin contar la cantidad de contratos que no cancela PDVSA. Estoy convencido que ni CAP con su política de grandes inversiones en el Sur del país lo ha hecho tanto, pero lo peor es que eso no se ha visto en creación de trabajo productivo, sino por el contrario en experimentación de proyectos.
Despilfarro. Ningún gobierno nacional había tenido tanto ingresos generados por el precio del petróleo, son billones de dólares que el gobierno ha tenido a disposición; sin embargo, lo que ha reinado es el experimentar con proyectos de desarrollo: cooperativas, gallineros verticales, nudes, Empresas de Producción social, fundos socialistas y una larga lista más, todos ellos han movilizado personas, todos ellos han movilizados recursos, todos ellos han creado grupos de consultores, intermediarios y/o “emprendedores” que se han llenado los bolsillos pero con tristes resultados. Sin contar los simposios y otros tipos de encuentros para su promoción y menos aún la cantidad de proyectos sin conclusión.
Inestabilidad. Tal vez uno de los rasgos característicos de este gobierno es el cambio de humor o líneas políticas. Traigo a colación un solo ejemplo de los cientos que hay: hace unos años el presidente indirectamente aupó las invasiones; hace unos meses (posiblemente por un estudio de imagen) las prohibió, manifestó que serán castigados los que las realicen; hace pocos días volvió a aupar, ahora de manera abierta (esto es populismo barato y que solo tiene intensiones inmediatistas: voto, sin tomar en cuenta el daño que se produce). Tal vez la peor de todas es la amenaza de expropiar los camiones de las empresas Polar, será que no le han informado que esos vehículos no son de la compañía, sino de propiedad, generalmente, de su conductor. Es un permanente ir y venir en nuestra dirección como país, una permanente improvisación dependiendo de las ideas que le surjan en una madrugada como bien lo expresó el presidente.
Como se puede ver es un paisaje desolador, sin real tendencia de la producción nacional, con daños incontables al ambiente (se han invadido zonas boscosas, por ejemplo), con un experimentalismo permanente, con un endeudamiento creciente que serán las generaciones futuras las que tiene que pagar, con un cambio de los actores que se aprovechan de la riqueza del Estado para su propio beneficio y no del soberano, con un país regido por los cambios de temperamento del presidente y sin un solo ente del Estado que diga que hay que dar un parao.
En esta elecciones para la Asamblea Nacional votaré por un candidato de la oposición, además de las descritas arriba por dos razones, creo necesario airear dicha institución, pero principalmente porque yo quiero tener en frente a un lobo que sé que es tal, con el cual se que esperarme; no uno que está disfrazado de oveja.
Friday, September 3, 2010
PARTICIPACIÓN Y PROTAGONISMO
Jorge Cruz
Caracas, 30 de agosto de 2010
Hablar de protagonismo y participación en Venezuela parece una perogrullada, porque en principio el gobierno alega que el poder está en el pueblo y es su participación y protagonismo lo que lo distingue de cualquier administración anterior.
Se dice que este es un régimen de izquierda (socialista) cimentado en el empoderamiento del soberano y en la presencia y construcción de la nueva sociedad por los reales protagonistas: el poder constituyente.
La realidad, sin embargo tiende a desdecir ello. El domingo 29 de agosto en Últimas Noticias apareció una entrevista a Fernando Coronil donde otro intelectual de izquierda más dice cosas como estas: “Si el proceso ha debido ser democrático y protagónico, creo que las prácticas están demostrando que no lo es. Que es un proceso demasiado concentrado en una persona.”
Es otro académico que se suma a las voces disonantes. Lo hicieron un grupo que fue financiado por el gobierno como teóricos en el Centro Internacional Miranda, cuando mencionaron el hiperliderazgo, los cuales tuvieron que negar esa afirmación cuando talibanes del chavismo le cayeron encima.
Ese mismo día apareció una articulista señalando que solo hay dos posiciones la de izquierda que representa el chavismo y la derecha, donde incluye a reconocidos izquierdistas, mezclados personas de públicas posiciones de derecha.
A eso se ha reducido el espectro de la política en el país, si estás con el PSUV o manifiestas tus simpatías por el chavismo eres de izquierda, no importa si has sido toda tu vida adeco o copeyano, NO, ahora lo importante es que rindes pleitesía a los que dice el presidente, ese es el salvoconducto para ser de izquierda.
Aquellos que fueron perseguidos o han mantenidos posiciones combativas contra los adecos y copeyanos, pero tampoco comulgan en estos momentos con el gobierno actual son de derecha, así de simple, es un decreto.
Tenemos entonces una participación mediatizada por cual partido tomas: oficial o en contra.
Esta línea con mayor peso por parte del gobierno porque es quien está en el poder y eso los hace que se apropien del lenguaje, formas de vestir y de excluir.
Menciono lenguaje porque como dije anteriormente los que están con el oficialismo decretan quien es de izquierda, para traer un ejemplo, o los descalifican como escuálidos.
Traigo a colación forma de vestir porque sabemos que ahora para estar uniformados y decir con quien simpatizas hay que vestir de un color: rojo.
Por último, señalé que excluir porque aunque se quiera negar, que no se utilizó en el país se realizó algo parecido a las deplorables limpiezas étnicas que cada tiempo vemos en los medios. Aquí se ha negado el derecho constitucional de trabajar por el simple hecho de aparecer en un listado, se han despedido o eliminado o negado contratos a empresas por el mismo motivo, no se les ha reconocido las prestaciones y otros derechos laborales a los ex empleados petroleros (ya se van a alegar que fueron despedidos por faltar al trabajo, pero ello no puede justificar que sus años de servicios sean desconocidos, que no perciban remuneración alguna), pero el peor de los casos es lo que sucedió recientemente, El presidente en vivo y directo desde un acto de entrega de títulos a médicos halla negado los recursos para un hospital (lo que significa que atiende a la población de menores recursos) en uno de los municipios más poblados del área metropolitana solamente porque la alcaldía que lo regenta es de oposición.
Queda entonces una pregunta en el aire, cómo se puede alegar por participación si para ser reconocido como tal tienes de vociferar contraseñas tales como: Patria, socialismo o muerte, los escuálidos son unos pitiyanquis, la oposición es de derecha y otras consignas más, que no importa si crees en ellas o no, pero son tu salvoconducto para entrar en el reino del oficialismo.
El último punto tiene que ver con el protagonismo. El gobierno y sus intelectuales han afirmado que hay que reescribir la historia porque la actual está hecha a la medida de las élites, por ello se debe rehacer para que sea el pueblo el real protagonista. Sin embargo, cuando se lee el eslogan que utiliza la alcaldía del municipio Libertador del Distrito Capital parece que no ha cambiado mucho: Caracas es de Chávez, es decir, no es del pueblo es de una persona, no es porque la están construyendo sus habitantes, sino porque tienen un presidente. Si revisamos otros aspectos del mismo vemos algo similar en la campaña electoral actual por la Asamblea Nacional, no hay candidatos hay un presidente que parece acompañado por personas, caemos en lo mismo, no son las personas quienes deben legislar sino es el presidente al que se va a elegir.
En pocas palabras, estamos en medio de un proceso que alega que está por el cambio, pero lo que se percibe en los hechos es más de lo mismo con otros actores, peor aún con más saña que en casos anteriores, nunca se excluyó a los disidentes o contrarios al gobierno como ahora, nunca la participación ha estado tan supeditada a la simpatía política, aunque si hemos tendidos muchos gobiernos personalistas y centralizadores como el actual.
Caracas, 30 de agosto de 2010
Hablar de protagonismo y participación en Venezuela parece una perogrullada, porque en principio el gobierno alega que el poder está en el pueblo y es su participación y protagonismo lo que lo distingue de cualquier administración anterior.
Se dice que este es un régimen de izquierda (socialista) cimentado en el empoderamiento del soberano y en la presencia y construcción de la nueva sociedad por los reales protagonistas: el poder constituyente.
La realidad, sin embargo tiende a desdecir ello. El domingo 29 de agosto en Últimas Noticias apareció una entrevista a Fernando Coronil donde otro intelectual de izquierda más dice cosas como estas: “Si el proceso ha debido ser democrático y protagónico, creo que las prácticas están demostrando que no lo es. Que es un proceso demasiado concentrado en una persona.”
Es otro académico que se suma a las voces disonantes. Lo hicieron un grupo que fue financiado por el gobierno como teóricos en el Centro Internacional Miranda, cuando mencionaron el hiperliderazgo, los cuales tuvieron que negar esa afirmación cuando talibanes del chavismo le cayeron encima.
Ese mismo día apareció una articulista señalando que solo hay dos posiciones la de izquierda que representa el chavismo y la derecha, donde incluye a reconocidos izquierdistas, mezclados personas de públicas posiciones de derecha.
A eso se ha reducido el espectro de la política en el país, si estás con el PSUV o manifiestas tus simpatías por el chavismo eres de izquierda, no importa si has sido toda tu vida adeco o copeyano, NO, ahora lo importante es que rindes pleitesía a los que dice el presidente, ese es el salvoconducto para ser de izquierda.
Aquellos que fueron perseguidos o han mantenidos posiciones combativas contra los adecos y copeyanos, pero tampoco comulgan en estos momentos con el gobierno actual son de derecha, así de simple, es un decreto.
Tenemos entonces una participación mediatizada por cual partido tomas: oficial o en contra.
Esta línea con mayor peso por parte del gobierno porque es quien está en el poder y eso los hace que se apropien del lenguaje, formas de vestir y de excluir.
Menciono lenguaje porque como dije anteriormente los que están con el oficialismo decretan quien es de izquierda, para traer un ejemplo, o los descalifican como escuálidos.
Traigo a colación forma de vestir porque sabemos que ahora para estar uniformados y decir con quien simpatizas hay que vestir de un color: rojo.
Por último, señalé que excluir porque aunque se quiera negar, que no se utilizó en el país se realizó algo parecido a las deplorables limpiezas étnicas que cada tiempo vemos en los medios. Aquí se ha negado el derecho constitucional de trabajar por el simple hecho de aparecer en un listado, se han despedido o eliminado o negado contratos a empresas por el mismo motivo, no se les ha reconocido las prestaciones y otros derechos laborales a los ex empleados petroleros (ya se van a alegar que fueron despedidos por faltar al trabajo, pero ello no puede justificar que sus años de servicios sean desconocidos, que no perciban remuneración alguna), pero el peor de los casos es lo que sucedió recientemente, El presidente en vivo y directo desde un acto de entrega de títulos a médicos halla negado los recursos para un hospital (lo que significa que atiende a la población de menores recursos) en uno de los municipios más poblados del área metropolitana solamente porque la alcaldía que lo regenta es de oposición.
Queda entonces una pregunta en el aire, cómo se puede alegar por participación si para ser reconocido como tal tienes de vociferar contraseñas tales como: Patria, socialismo o muerte, los escuálidos son unos pitiyanquis, la oposición es de derecha y otras consignas más, que no importa si crees en ellas o no, pero son tu salvoconducto para entrar en el reino del oficialismo.
El último punto tiene que ver con el protagonismo. El gobierno y sus intelectuales han afirmado que hay que reescribir la historia porque la actual está hecha a la medida de las élites, por ello se debe rehacer para que sea el pueblo el real protagonista. Sin embargo, cuando se lee el eslogan que utiliza la alcaldía del municipio Libertador del Distrito Capital parece que no ha cambiado mucho: Caracas es de Chávez, es decir, no es del pueblo es de una persona, no es porque la están construyendo sus habitantes, sino porque tienen un presidente. Si revisamos otros aspectos del mismo vemos algo similar en la campaña electoral actual por la Asamblea Nacional, no hay candidatos hay un presidente que parece acompañado por personas, caemos en lo mismo, no son las personas quienes deben legislar sino es el presidente al que se va a elegir.
En pocas palabras, estamos en medio de un proceso que alega que está por el cambio, pero lo que se percibe en los hechos es más de lo mismo con otros actores, peor aún con más saña que en casos anteriores, nunca se excluyó a los disidentes o contrarios al gobierno como ahora, nunca la participación ha estado tan supeditada a la simpatía política, aunque si hemos tendidos muchos gobiernos personalistas y centralizadores como el actual.
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