Jorge Cruz, Caracas, 15 de mayo de 2013
Hay una frase del gato Cheshire en Alicia en el país de las
maravillas que retrata el país: “Si no sabes a dónde vas cualquier camino te
lleva allá”.
Lo primero que lo confirma es que nunca se supo cuál era el
socialismo que se estaba construyendo, quien mejor retrató esto fue Juan Carlos
Monedero que una vez dijo: “No sabemos hacia dónde vamos, pero si sabemos que
no queremos”; menos aún el accionar del difunto presidente Chávez, tenía ideas
que cada cierto tiempo cambiaba, de allí surgieron cientos de proyectos,
inconclusos la gran mayoría.
La ilusión funcionó mientras el gran pretidigitador y controlador
de su rebaño, estaba vivo; pero como la realidad se alimenta de hechos no de
discursos, ahora se comienzan a ver más claramente las costuras.
Ya hay declaraciones que nos muestran o demuestran lo que
muchas veces he comentado: en un desastre es lo que se ha convertido el país: sin
producción, sin rumbo claro y pidiendo cacao.
Recientemente el Ministro Nelson Merentes afirmó o reconoció
que el gobierno de Chávez había destruido la industria nacional, antes de eso
Jesse Chacón comenzó expresando que Corpoelec estaba mal y que era culpa de su
anterior presidente, son muestras que
nos señalan que no es un saboteó de la oposición o de inocentes animales los
que nos han llevado a la situación actual, han sido las malas políticas
implementadas las causantes de tanta escases o cortes eléctricos, entre otros sufrimientos
de la población.
Que se ha paralizado la industria nacional, que se ha
mermado la producción, que ha crecido la importación, es un lugarcomún
afirmarlo. Hemos sido testigos de la dilapidación de los mayores recursos que
el petróleo nos ha podido dar en algo más que una década. Con un presupuesto
paralelo que maneja el presidente a su antojo, que en algunos años fue superior
al presupuesto de la nación, del cual no hubo control, ni un rendir cuentas de
su uso.
Algunos mencionarán que si había un programa, p.e. el Plan
Simón Bolívar, 2007-2013, yo les propondría que nos pusiéramos a revisarlo cada
uno de los numerales para ver cuales se cumplieron; de antemano advierto, si se
mencionaba las tres R, se crearon ministerios para la eficiencia, entre otros,
con toda seguridad que el balance va a ser negativo.
Ese saber que no se quería significó perseguir, expropiar,
acosar, a la empresa privada, especialmente a Polar (Helados Efe, estuvo en
huelga hasta que se reunió Mendoza con Maduro, con lo cual se demuestra que era
un saboteo del gobierno), pero muchas quedaron en el camino, muchos terrenos
que tenían fines para la protección de especies o investigación fueron
invadidos (aún recuerdo que en una reunión con personas de la Sociedad Venezolana
de Ciencias Naturales se quejaban de lo que estaba sucediendo con Pozo Blanco, como
luego de más de 20 años de funcionamiento, sus obreros, misteriosamente,
renunciaron en masa, con lo cual gran parte de sus siembras e investigaciones
se paralizaron, y casi simultáneamente se inició un proceso de parte del INTI
como terreno sin uso). Muchos fueron los métodos para acabar con lo que
existía, para un fin que nunca estaba claro, con el resultado que nuestra
producción de detuvo o retrocedió.
Ahora ya, los ingresos no son suficientes, hay problemas
para abastecer de dólares para la importación; sin embargo, se firman convenios
para traer mano de obra de Argentina y Uruguay para sembrar nuestros campos, se
compromete una cantidad importante de dinero para importar más, con lo cual
seguimos golpeando a nuestro productores.
En pocas palabras, cumplimos con las líneas del Banco
Mundial, a pesar de vociferar lo contrario, pasamos a depender de un producto
extractivo y seguiremos con otros como oro, diamantes, coltan, entre otros, ese
ha sido el rol encargado a los países latinoamericanos y Venezuela lo ha
llevado al extremo, por ello sus problemas son mayores.
Hemos tenido un proceso que ha funcionado como el Rey Midas
en versión venezolana, no era que convertía todo en oro, sino en una diarrea.