Monday, June 25, 2018

Crisis en Venezuela


Jorge Cruz, Caracas 23 de junio de 2018

La economía tiene un funcionamiento que está resumida en este chiste:

Llega un millonario a un pueblo y entra en el único pequeño hotel del lugar. Pide una habitación. Pone un billete de 100 euros en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones. El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero. Éste toma el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos. Al momento éste sale corriendo para pagar lo que le debe al molino proveedor de alimentos para animales. El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con María, la prostituta a la que hace tiempo que no le paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito. La prostituta con el billete en mano sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete al dueño del hotel. En este momento baja el millonario, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice  que no le convence ninguna, toma el billete y se va.

Esta economía, que es así desde que apareció el dinero, una ilusión o valor de cambio que genera la sensación de que hay más de lo que es una unidad real existente, un ciclo que puede crecer y crecer sin un asimiento a lo palpable.

Otro ejemplo muestra claro ello.

En una partida de cartas hay 5 personas, cada uno de los jugadores comienza con un monto de 20 bolívares, a la hora, uno de ellos se queda sin dinero y pide prestado dinero a uno de los jugadores, 20 más que entran en circulación, sin existir, luego otro hace lo mismo, esta ronda de préstamos puede seguir, por un buen tiempo, que si realizamos un corte pudiéramos percibir que ahora no hay  100, como era al inicio, sino posiblemente 500 o más en juego. Si uno de ellos decide retirarse, nos encontraremos con que no hay suficiente dinero y si muchas deudas.

Algo similar a esto sucedió en la última crisis mundial del 2008. Había créditos sobre créditos de créditos…

También puede tener otra forma de manifestación: la temible hiperinflación.

Este es un evento que puede tener corta o larga vida dependiendo de las acciones que tome el gobierno de turno para paliar su acción y reducirla a un inflación controlable.

Tampoco se le puede señalar como nueva, ya muchos países la han sufrido, sin importar su supuesta tendencia ideológica, menos aún en Latinoamérica que tiene diversas experiencias en el pasado, como igualmente hay una lista de medidas que se han desarrollado para minimizar su actuar y llevarlas a formas controlables o menos castigadoras a la población.

Sus causas son por malas medidas económicas, por no tomar paliativos a tiempo, a continuación las señalaré:

·         Un excesivo gasto público.

·         Disminución de las producción en los productos exportables (petróleo)

·         Conflictos sociales esporádicos y aumento de la pobreza.

·         Emisión de dinero sin respaldo para financiar el déficit.

·         Una deuda externa de gran magnitud.

·         Falta de credibilidad hacia los entes políticos y económicos.

·         Control de precios.

·         Caída de la empresa privada e inversiones, llevando a una fuerte caída del PIB.


Pareciera que es sólo en Venezuela por la referencia al petróleo, pero lo real es que no es así, todas las que han padecido este flagelo ha sido principalmente por un déficit fiscal al disminuir los ingresos (generalmente por los productos de exportación, que bajan sus precios internacionales) y/o aumentar los gastos del Estado, ya sean financiado por emisión monetaria, deudas internas o internacionales, que genera una desconfianza en los usuarios o pobladores, provocando la fuga de divisas, la migración hacia una moneda fuerte y estable (dólar principalmente en Latinoamérica) o de la mercancía de mayor rendimiento: mano de obra, entre otras.

Veamos cada uno de los puntos citados arriba.

Venezuela está sobre un fenómeno parecido a lo descrito. El gobierno ha incrementado el gasto público por medio de medidas que en el corto plazo benefician a sectores necesitados, aunque algunas iban hacia otros sectores, pero que en el largo plazo han sido una carga porque no era solamente el bajar recursos, sino crear producción y/o fondos para cuando los precios de las materias primas de exportación bajaran su valor internacional, como ha sucedido con el oro negro, entre otras acciones. No era la función del Estado el crear más consumidores, sino productores, era como lo ilustra la parábola del cristianismo: enseñar a pescar, no regalar pescado.

Esta nación suramericana no solo ha disminuido su producción, sino que sumado a ello ha habido una caída del precio del producto más importante y lo peor, se ha vuelto más dependiente de sus ingresos como nunca antes.

La pobreza y pobreza extrema ha aumentado de manera exponencial, que ha generado, como es normal, mayor cantidad de conflictos, que a su vez se han agudizado porque parte importante de la población siente que el gobierno no escucha sus necesidades y que la justicia no es justa, porque en la granja todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros.

Para poder costear sus programas de ayuda a los habitantes de menores recursos ha recurrido permanentemente a la impresión de dinero y créditos, muchos de ellos dando como forma de pago cuotas de petróleo, en lo internacional. Se debe así mismo señalar que no podemos perder de vista que el Estado pasó a ser el gran empleador, por lo que su carga salarial ha crecido de forma importante.

Arriba acabo de mencionar que se ha recurrido a préstamos, son cuantiosos los montos involucrados, son más de 69 mil millones de dólares los que se aluden, por lo que se dice que se ha comprometido a varias generaciones en su pago.

La desconfianza entre el sector privado hacia el gobierno ha ido en crescendo, la última gran muestra es la diáspora, con números no precisos pero que ya se habla de más 4 millones y se espera que siga incrementado, al perder total credibilidad el alto mando. Podemos agregar el salto de talanquera continuo que ha tenido en su fila de simpatizantes, que es reflejado en los datos decrecientes de la votación.

Algo que no es recomendable por experiencias previas es el control de precios, todos los países que lo instrumentaron notaron que el proceso no recedía, sino lo contrario, por ejemplo, la república que más lo aplicó tuvo la más larga, temporalmente hablando, hiperinflación: Bolivia.

Por último, la falta de creencia en la eficiencia y eficacia hacia los gobernantes por parte de los inversionistas y productores privados se refuerza a cada momento, ya sea por las prácticas de expropiaciones, obligación a bajar los pecios a pérdidas (aún con facturas que demuestran que las mercancías fueron adquiridas a mayores costos), invasión de propiedades, si a ello sumamos la inseguridad personal, hay una bomba de tiempo que hace que no exista garantías para ninguna persona que piense en poner a trabajar su capital.

En pocas palabras,  el gobierno desde sus inicios no le prestó mucha atención a la inflación, luego, en un principio empezó a aumentar la liquidez con la emisión de dinero inorgánico, es decir, sin un respaldo en reservas, se imprimía más y más unidades de moneda, como en la ronda del juego descrito, a “préstamo” a futuro del mismo, especialmente para poder respaldar los incrementos salariales o la creación de “empleo” como sucedió con la Gran Misión Viivenda, ahora la Misión Chamba Juvenil; por otro lado, se creó un clima de inseguridad financiera que ha hecho que los empresarios no deseen poner su dinero a trabajar o producir; si a lo anterior sumamos que el control de cambio subsidió a mercadería foránea, al permitir su venta o competencia con un dólar estático y por debajo de los costos nacionales, tenemos como resultado una economía que viene pistoneando por largo rato, que se pudo mantener por los inmensos ingresos durante casi una década de precios altos del excremento del diablo, como se le ha llamado, pero que finalmente comenzó su efecto bola de nieve desde hace ya casi 5 años y que las erráticas políticas han hecho que de una inflación gradualmente aumentado, hasta alta y, finalmente, se haya llegado a una hiperinflación.

Por ello,  se ha visto que los últimos meses se han producido dos fenómenos que golpean a toda las personas que moran en el país: por un lado, al seguir agudizándose la crisis y no tener divisas para seguir adquiriendo el papel para imprimir, se comienza un proceso de aumento de dinero virtual o intangible, con las transacciones transferencias o pagos en línea, como también de los aumentos salariales con dinero inexistente y sin respaldo; y segundo, el dinero se ha hecho escaso por lo que de ser un valor de cambio se ha convertido en una mercancía más, regida por la oferta y demanda, ante su poca oferta se cambia por mayor valor al impreso en su unidad o que los precios de los productos tengan dos referentes: efectivo o transferencia.

 Lo peor de la historia es que  sigue esta actividad sin parar, por lo cual actúa en una forma terrible para los venezolanos: el efecto bola de nieve no se detiene y entre más se tarde para detener su avance, más profunda será la crisis y larga su recuperación.

 Se sabe que el oficialismo acusa al imperio y/o a la oposición, cuando ha sido la irresponsabilidad del gobierno la ÚNICA culpable. Mientras siga jugando a las cartas como arriba se describió esta nación caribeña seguirá su cuesta abajo y, la noticia más desagradable es que no hay fondo.