Wednesday, December 14, 2016

A otro perro con ese hueso

Jorge Cruz, Caracas 14-12-2016

Me decía mi abuela, cuando cometía un error: “No expliques tanto que lo enredas”; esto me lo recordó las declaraciones del General Reverol.

El gobierno, sin ton ni son, decidió que para “sanear” la economía debía retirar los billetes de más alta denominación días antes de poner en circulación su remplazo y otros de mayor peso.

Supuestamente la medida es para darle un golpe a las mafias que operan en la frontera con Colombia, que están jugando con el “marrón”. Esto sucede un domingo, a horas tempranas de la tarde, lo que genera un caos con los venezolanos que estaban cruzando la frontera para adquirir los productos en el vecino país, que no se consiguen o a precios mayores con los revendedores.

Al día siguiente da declaraciones el general Reverol, tan patéticas que producen sentimientos encontrados: no sabía si reírme por la historia tan de ciencia-ficción, llorar por la confirmación de una desgracia más para el país y un ¡hasta cuándo! Dando vueltas en mi cabeza, buscando salida por medio de un grito que seguía conteniendo.

El gobierno alega que unas mafias estaban sacando bolívares fuera del país, que compraban los billetes a $ 0,80 o incluso $ 1,30 (dólares), estas inmensas cantidades eran transportadas por ONG, que luego guardaban en galpones en el extranjero, especialmente Europa y que eran retenidos en espera que el gobierno cayera para su retorno.

Vamos por partes: Que existan mafias en la frontera, no lo pongo en duda, de ese contrabando menudeado que tiene años allí pasó a uno con mayor organización, en especial por los bajos precios de ciertos productos nuestros como gasolina y los regulados, lo que permitía o permite márgenes de ganancia enormes. Ahora, que ellas estén en una conspiración internacional para tumbar el gobierno suena como rebuscado; primero, a ellas les conviene el caos nacional, la baja producción, el mantener ciertos productos regulados y un cambio inamovible, todas ellas son banderas de este gobierno, porque por un lado se hace necesario buscar productos en Colombia y otro países como Brasil para abastecernos de alimentos, el contrabando de gasolina es rentable (da para pagar toda la corrupción que sea necesaria) y mientras exista un dólar anclado y productos regulados hace que los mismos sean poco competitivos con los precios internacionales, que ha golpeado y sigue golpeando a los empresarios nacionales y segundo, la impunidad ha crecido apoyados por el gobierno, ya sea por conchupancia o por incapacidad. En pocas palabras, ellas deben estar apoyando que siga este gobierno en el poder.

La compra de Bs. 100 por 0,80 o mejor aún por 1,30 dólar es un gran negocio para la población venezolana, cambiar un billete que escasamente sirve para comprar algo a escala nacional, se convierte en casi un dólar que luego puede cambiar en cerca de los 5 mil bolívares, que si le permite comprar un kilo de arroz es un negocio redondo. De ser cierto ello, lo que la gente buscaba en Colombia eran dólares y no pesos, que luego, me imagino, convertían a pesos para poder comprar allí. Es una trama para una novela, ir a una casa de cambio con bolívares, comprar dólares y venderlos inmediatamente para adquirir pesos, una triangulación que nos muestra lo creativo que son los dueños de las cajas de cambio en el otro lado del país o serán los guionistas gubernamentales.

Se mencionan ONG, pero sin nombar a ninguna esa es una acusación que causa sospechas, siempre las ONG han estado en la mira del gobierno desde hace más de una década, cualquier argumento es sano para convertirlas en agentes del mal, además, al no especificar a ninguna TODAS son culpables, lo que hace pensar con cara de poco amigos sobre la seriedad de lo planteado.

Por último, los billetes son llevados y guardados en el exterior para su posterior reingreso. Estamos hablando de montos nada despreciables, si lo multiplicamos por dólares: su compra, casi cien a uno; su transporte (será vía marítima o aérea, no se aclara), luego está el alquiler de galpones y pagos a empleados y vigilancia, posteriormente reenvío a la nación, con sus costos de traslado. Aunque lo más insólito, se va a reintroducir en la economía nacional. Solo hago dos preguntas: ¿No significaría un problema de gran magnitud el reingreso de billetes por esas cantidades a circulación, lo que aumentaría la liquidez y con ello la inflación y la segura caida de un gobierno recién inaugurado en el cargo? ¿Que valor tendrán los billetes de esa denominación para un futuro no muy lejano, cuando la inflación actual sigue creciendo haciendo inútiles tales denominaciones? Recuerdo que incluso se estuvo manejando como tendencia en los medios, que los billetes eran utilizados para reimprimirlo en otros tipos de monedas como la colombiana o la gringa, como parece que no funcionó tal historieta, se buscan otras excusas.

En conclusión, ha sido otra mentira más que nos están intentado vender de una guerra económica tan real como la utilidad de esos billetes de 100 en el futuro. No es grave que te pongan la etiqueta de estúpido, sino que aún crean que realmente lo eres y, lo peor que solo sean cortinas de humo para esconder la realidad real. Aunque lo patético es que no saben ni siquiera montar las mentiras.

Ahora solo resuena en mi cabeza una canción que hizo famosa Héctor Lavoe: Mentiras, parapanpan Mentiras...

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