Tuesday, April 23, 2013

Cosas de generales y soldados



Jorge Cruz, Caracas, 23 de Abril de 2013
Una cosa es la política, esa que se debate, en las redes se han dicho de todo, con insultos y enemistades incluidas, otra es la política, las de los planes, programas y proyectos.
Esta última tiene a actores de diferentes rangos dependiendo de las esferas o niveles de importancia o sujetos de las tomas de decisiones. Ven desde las de carácter local y municipal hasta global. Me interesan estas últimas por su influencia en gran parte del planeta y porque en realidad son estas las que más determinan nuestro devenir como país.
Un comerciante o dueño de un abasto, no se preocupa mucho por la tendencia política de sus clientes o incluso por quienes gobierna a nivel municipal, regional o nacional, con tal que pueda seguir vendiendo y obteniendo recursos suficientes para vivir o continuar amansando fortuna.
Las transnacionales actúan de manera similar, no se preocupan mucho si el gobierno de un país es un dictador de derecha, centro izquierda democrática, izquierda autoritaria o democrática…, con tal que le permita seguir obteniendo ganancias. Por el contrario, si el gobernador de turno está en contra de sus intereses pecuniarios, entonces si actúa para lograr que la balanza vuelva a su favor, con lo cual apoya invasiones, movimientos contrarios dentro del territorio, entre otros.
No es necesario invadir, movilizar tropa, solamente cuando los perros de la guerra (corporaciones que producen armamento) necesitan aumentar las ventas, pero no tan seguido que pueda llevar  a ser insolvente a un país y con ello recuperar el monto de las ventas. Además, se suma a ello la percepción positiva  hacia una guerra de la población, porque  la pérdida de vidas humanas en esos hechos hace que, por más propaganda a favor del conflicto, llega el momento de cansancio y molestia por la desaparición de familiares y con ello una tendencia a no seguir apoyándola.
En pocas palabras, las transnacionales generan políticas que no son lineales, cuenta con altibajos; pero algo queda claro, siempre van a actuar cuando un gobierno les resulte contrario a sus interés monetarios.
Toda esta introducción es para recordar que si un país como Venezuela, que tiene un recurso de alta importancia, petróleo, está en la vigilancia por tales grupos.
La realidad es que, a pesar de la verborrea, no ha sido molesta la dirigencia que está en el país, porque ha sido obediente a los mandatos: su producción, en especial a EE.UU. no se ha detenido y dos, que tal vez sea el más importante, el rol de nuestros países es el de explotar y exportar nuestros recursos mineros (una industrias absolutamente sucia) sin importar el impacto ambiental o sociocultural que pueda ello generar.
Para quienes no crean, solamente es necesario revisar la producción nacional, el petróleo es responsable de más del 90% de los ingresos al país.
Hay otra noticia que reafirma esto: cada vez es mayor la importación de gasolina desde los EE.UU., es decir, vendemos petróleo con poco valor agregado y compramos gasolina (petróleo tratado y por ello más caro).
Pero hago otras afirmaciones. Pregunto ¿Cuántos parques nacionales o nuevas figuras de los ABRAE se han creado en los últimos 14 años? Respuesta, ninguna; nueva pregunta ¿Cuántas de las existentes han sido afectadas por diversos usos? Muchas; otra más ¿En la IV República se exploraba o explotaba oficialmente minería en el estado Amazonas? No; sin embargo, ya hay planes de hacer exploración en este estado, con empresas chinas al frente.
Como podemos ver, nuestro gobierno ha sido un alumno muy aplicado en cumplir las políticas de las transnacionales: seguir exportando minerales, permitir o incrementar otros rubros mineros (gracias a los acuerdos con los chinos), destruir cualquier otra industria no minera, porque la nueva fase es el Neo extractivismo. Para aquellos que duden solamente les pido revisar los planes mineros de países con escasa o casi nula tradición de estos recursos: Uruguay y Argentina (no podemos olvidar que ellos han sido básicamente agropecuarios en su producción), sin excluir los que ya de por si lo hacen, que son el resto de Suramérica.
Si lo ojeamos a escala nacional, la película no cambia mucho. Las políticas se deciden por las tendencias dentro de quienes gobiernan. Son los grupillos quienes se reparten las posibilidades de acceso a los recursos. Es un siempre presente, de aquel decir de la IV: “A mí que me pongan donde haiga”. Si hay obras, hay comisión.
Por ello, me parece algo trivial la batalla que ha venido ocurriendo entre colegas, los dimes y diretes que muchas veces no es que se esté discutiendo sobre ideologías, sino sobre visiones partidistas. De allí que se ha gastado tanto espacio en tratar de demostrar si tu tendencia has sido más violenta que la que yo respaldo, p.e.
Lo real es que quienes deciden las políticas son otros actores y nosotros solamente seguimos enredados en lo que nos dice la propaganda del grupo que seguimos. Como en toda guerra, los que sufren bajas y heridas son los soldados, los generales muchas veces se toman un café y ríen de las consecuencias de sus decisiones, los daños colaterales, o sea, nosotros.

No comments:

Post a Comment