Jorge Cruz, Caracas 8 de octubre de 201
Debería decir que no me asombra, pero si, el dualismo, el maniqueísmo
que se nota a cada rato en las redes en artículos o textos.
Por momentos me pregunto si estoy leyendo algo serio o un
guión de telenovela, esos donde hay una mala, muy mala y una buena que al final
tiene un final feliz.
La villana o villano es el capitalismo y especialmente el
imperio (entiéndase EE.UU.). Lo primero que oculta esa visión es que hay
diversos tipos de capitalismos, lo segundo es aún peor, hay un malvado que todo
lo controla, que sabe de antemano que va a pasar, que cada segundo está
pensando como maltratar o atacar, cual dios o mejor diablo, hay una
sobrevaloración impresionante en este discurso.
Del otro lado hay dos actores, por un lado los países que
sufren los ataques de los gringos y por el otro, los países boyscout, los
buenos de la peli, que hacen todo para beneficiar a los de abajo (primer grupo).
Con ello negamos que ha habido homicidios cometidos o
auspiciados por esos buena gente (países tan imperialistas como el primer
nombrado, tales como Rusia o China, por ejemplo). Ellos financiaron a
movimientos diversos de guerrillas y sus brazos políticos, los cuales causaron
muertes de personas civiles, inocentes que no tenía que haber muerto, que a su
vez, los que los consideran como buenos
los justifican diciendo que eran muertes necesarias para la liberación o
simplemente los ignoran, aunque en lo interno también causaron millones de
muertes, tales como las matanzas por hambre durante el gobierno de Stalin,
principalmente, o por ajusticiamiento en el periodo de Mao.
En resumen, quiero decir que ni son tan ángeles de la guarda
las repúblicas con tendencias o netos imperialistas, que intervienen en otras
para defender sus intereses o negocios, ni las naciones que son apoyadas son santas,
ni Saddan Hussein era una figura de manos limpias, como tampoco lo era Muammar
Gaddafi (por ejemplo, el benefició enormemente a su tribu, los Gaddafa, en detrimento
de las otras que moran en el territorio libio, a las cuales les causó innumerables
muertes y persecuciones políticas, pagadas con cárcel), como no puede señalarse
como un corderito de dios a Bashar al-Ásad, los gobierno de larga duración, e
incluso con nepotismo, existen por la mano dura o represión que instauran,
donde pueden aplicar una o las tres formas de desaparición: física total
(asesinato), física a la sombra (detención por años) o económica, imposibilidad
de conseguir ingresos, empleo o contratos.
En la lucha por el poder no existen límites, no importa que
supuesta ideología vendan, todos buscan ascender y una vez allí permanecer lo
más largo posible, sin importar que para ese fin tengan que realizar masacres o
desapariciones individuales. No hay un capitalista imperialista requeté malo y
unos socialistas pobladores del cielo, hay élites que buscan como obtener
mayores beneficios a costa de los oprimidos, tanto en uno como otro “sistema”.