Tuesday, January 3, 2017

Esa cosa injusta llamada justicia



Jorge Cruz, Caracas 02-01-2017

La imagen de la justicia en Venezuela no tiene una venda, una espada y una balanza, sino una máscara para esconder sus ojos con conjuntivitis, un martillo y una deshojada constitución. Una justicia que parece decir: Dime con quién andas y te diré que castigo tienes.

Siempre he dicho que la justicia sólo existe o se cumple para los que tienen el poder económico y/o político, no importa la ideología que esgrimen, quienes están arriba siempre salen favorecido por ella.

Voy a hablar de dos casos que confirman mi afirmación: los estudiantes detenidos en febrero entre mayo de 2014 (con referencia especial a los recientemente liberados) y el caso de la jueza Afiuni.

Los estudiantes
Recientemente, el 31 de diciembre (2016), fueron liberados 5 chicos que fueron parte de unas protestas en las cuales fueron participes principales estudiantes.

Las protestas, en su mayoría pacíficas, fueron reprimidas con fuerza desmedida: más de 2000 detenidos, heridos, torturados y muertos, en general la casi totalidad de los últimos no han sido investigados y menos aún incriminados por esos actos; con la excepción de contados casos como las condenas a varios miembros de las fuerzas represivas del gobierno a años de cárcel. Incluso uno de los líderes de un partido político que estuvo detrás de estas manifestaciones. Leopoldo López, aún está preso, con una acusación de ser el causante de todas las muertes, aunque como ya lo desarrollé en un artículo anterior en mi blog (www.jorgecruzo.blogspot.com) del mes de marzo del 2014: ¿Fue provocada la violencia del 12 de febrero? Y las condenas a autores del asesinato de Bassil da Costa reciente lo confirman, la violencia fue preparada por el gobierno, que posteriormente se convierten en protestas en diversos puntos del país, en especial Caracas.

Los estudiantes recientemente liberados estaban en un campamento levantado en un municipio que está en manos de la oposición, allí se llegó en la madrugada y pusieron presos a los que estaban pernoctando, algunos fueron liberados al poco tiempo, otros, como los de este caso, solamente después de estar más de dos años y medios, por un delito que la misma constitución reconoce como legal: protestar. A estos estudiantes no se les pudo acusar de estar causando disturbios porque al momento de la detención estaban durmiendo, simplemente el gobierno alegó que  se estaba generando un Golpe de Estado, cuando sabemos que toda protesta tiende a desestabilizar a los patronos, estén al nivel que estén, sino no sería protesta.

Como vemos fue una detención injusta, con argumentos más que rebatibles, has sido estudiantes que los han hecho perder dos años y más de cinco meses por realizar algo que es legal. Sin embargo, lo más injusto es que todos los estudiantes detenidos, cuyos número van por cerca de los 3000, sin excepción tienen régimen de presentación de diverso lapsos y pesa sobre ellos que si son sorprendidos nuevamente su castigo puede ser de varios años en la cárcel.

La jueza
Quizás el caso que reviste mayor ilegalidad y burla de la ley es el de la jueza Afiuni. Luego de dar la libertad condicional de Eligio Cedeño (que significó la huida del país del mismo), quien tenían una rencilla personal con el presidente de ese momento Hugo Chávez (según se comentó) y a quien se le acusaba de apropiación de dinero (dólares preferenciales) en unas compras que supuestamente nunca realizó.

El presidente dijo en una alocución que la jueza debía cumplir condena por 30 años, desde esa sentencia presidencial, estuvo en la cárcel hasta que se le dio libertad condicional  14 de junio de 2013, que aún sigue cumpliendo, desde su detención el 17 de diciembre de 2009.

Ella se encontró entre la espada y la pared, hacía cumplir la ley o violarla, habían pasado dos años sin que los fiscales presentaran una acusación formal y, por lo tanto, debió decidir en dar su libertad; tal como lo expresó:

"Quizás yo pequé de ingenuidad. Pero ése era el deber ser, por Dios. No me arrepiento para nada. A cualquier otra persona que hubiera estado privada de libertad en forma inconstitucional, se la hubiera otorgado".

Como vemos aquí la “justicia” ha sido inclemente, a pesar que ella cumplió con la ley, pero pesó sobre todo ello el poder de la presidencia, quien sin tener porque decidió de antemano su castigo.
Sin embargo, tenemos un caso algo similar en el cual estuvieron involucradas personas cercanas al gobierno y el final ha sido diferente.

En el mes de mayo de 2010 estalló una denuncia por el hallazgo de 11 mil toneladas de comida en mal estado, las cuales habían sido importadas por una entidad de PDVSA (PDVAL), una compra en la cual estaban implicados millones de dólares que se perdieron.

Se detuvieron a los directivos de PDVAL, nuevamente pasan los dos años contemplados en la ley y los fiscales no presentaron acusación alguna, por lo que las personas detenidas, afines y funcionarios del gobierno, salieron en libertad, sin ninguna represalia para los involucrados.

Como vemos, en ambos casos estuvo de por medio mucho dinero que fue mal usado por parte de, en el primero, un empresario privado y en el segundo, servidores públicos de altos cargos; en ambos casos los fiscales asignados no presentan los argumentos necesario para su detención; en ambos casos se les da libertad condicional; la diferencia está en su desenlace: María Lourdes Afuini aún está cumpliendo condena y el juez que liberó a los del caso PDVAL no tuvo ninguna acusación y menos aún pagar cárcel.

Otra diferencia importante es que en el primer caso el presidente de la república dictó sentencia, algo que es exclusivo de poder judicial o moral y en el segundo caso hubo un silencio cómplice, por lo que para este último caso no hay nadie con sentencia (hay que hacer una salvedad, las personas están en cargos actualmente, como si no hubieran cometido ningún delito), a pesar que hubo mal manejo de los recursos del Estado en ambos casos.

En pocas palabras, la justicia en Venezuela está absolutamente parcializada o quizás es más apropiado decir partidizada, ya que responde al partido de gobierno o los funcionarios de alto rango.

En el caso de los estudiantes pareciera más una forma de intimidación que de aplicación de la ley, es decir, si protestas vas a estar varios años preso, porque no se acepta otro punto de vista o crítica. En el caso de la jueza hemos visto como los administradores de la ley son condescendientes con los militantes del partido del gobierno y verdugos contra los que no piensan igual.

La justicia tiene los ojos rojos, con la vista parcializada y repartiendo condenas a todo aquello que luzca opositor. El daño mayor es que se está generando jurisprudencia, ilegalidad legalizada.

Necesitamos con urgencia un tratamiento para que se tenga una justicia algo más neutral y ponga fin a la conjuntivitis.