Jorge Cruz, Caracas, 13 de julio de 2015
Hay términos que se vuelven populares por su sonoridad, su
descripción de una situación, entre otros factores. Ese verbo o sustantivo,
bachaquear o bachaquero(a) ha estado de moda últimamente, no pasa un día en el
cual no aparezca en nuestra habla o un titular de cualquier medio de
comunicación.
Muchas veces su sonoridad me parece a ritmo musical:
bachatear ¡qué tan lejos está de ello! Es un recurso de mi cerebro evitarlo,
para descansar un poco, para huir de esa realidad que nos oprime y deprime.
Lo hemos culpado como una de las principales actividades
causante de nuestros males, pero hasta dónde es esa actividad la causante de
los trastornos económicos que se le imputan.
Nuestra historia
económica desde la colonia ha sido la de un país que exportó materia prima
(especialmente rubros agrícolas) e importó gran parte de lo que necesitaban
esos círculos pudientes, estas “salidas” con el tiempo se convierten en contrabando,
por lo cual la corono española decide crear la Casa Guipuzcoana, que intentó
controlar la fuga sin pago de impuestos y enriquecimientos ilícito de ciertos
grupos; pero la realidad dominó las intenciones, la CG se encargó realmente de
controlar parte del contrabando que salía del país.
En pocas palabras, los entes del Estado o sus funcionarios
se han caracterizado por auspiciar este tipo de actividad porque genera
ingresos para grupos cercanos al poder y es más rentable que hacerlo por los
causes legales.
La historia no ha cambiado, seguimos exportando materia
prima, petróleo ahora, se continua importando grandes cantidades de productos y
se van por caminos verdes cantidades de estas importaciones hacia búsqueda de
mejores ganancias.
Lo anterior es lo que no enseña la historia. En el momento
actual estamos ante un proceso de reventa, ya sea en países fronterizos o a lo
interno, con pingues ganancia para toda una cadena de intermediarios y sobreprecio
para el consumidor final.
Sin embargo, debemos preguntarnos por qué este desorden
económico, indagar las causas del caos reinante
Hay unos principios que no debemos olvidar, así funcionamos
como seres humanos: Ante una demanda siempre habrá, al menos un oferente;
segundo, entre mayor sea el margen de ganancia en una oferta mayor será el
número de oferentes; tercero, los controles son eficiente entre menor sea lo
controlado; cuarto, a mayor número y permanencia en el tiempo de los controles
mayores son las rendijas por la cuales se violarían esos controles, si se
cumplen el punto número uno y especialmente el segundo; quinto, se genera una
economía paralela; y, sexto, si se cumple el número dos la posibilidad de que
personas allegadas al poder o mafias que permean los funcionarios o personas
allegadas al poder se incrementa de manera directa a las ganancias que pueda
reportar.
Llevemos esto a ejemplos, las drogas: siempre habrá al menos
un oferente de sicotrópico, sea sin mayores controles, como el alcohol, o
prohibida, como la cocaína; las drogas ilegales generan mayores ganancias, por
ello hay mayores mafias involucradas en su tráfico; el consumo de alcohol tiene
pocos controles (conducir en estado de ebriedad, por ejemplo) por lo que no son
necesarios operativos para controlar su consumo, excepto los de conductores;
son diversas las leyes, los operativos para perseguir la siembra,
procesamiento, distribución y consumo de la cocaína, los controles permanentes
para evitar su traslado en aeropuertos, sin embargo el negocio de la cocaína no
ha disminuido en términos generales; emerge una economía, ya que se crean
empleos directos en los diversos pasos de la producción e indirectos que se
benefician del efectivo ganado por los directos: familiares, comercios,
transportistas, entre otros; y por último, sabemos que en los diversos pasos
para obtener el alcaloide mencionado están inmerso grandes figuras, algunas han
llegado a ocupar cargos altos (Álvaro Uribe fue presidente de Colombia y había
aparecido en la lista de personas ligadas al tráfico de estupefacientes),
surgen grupos armados que de manera directa intervienen a alguna de las fases
(los campesinos que la siembran, los que cosechan, los que compran los insumos
necesarios, los que empaquetan…) o de manera indirecta cuando básicamente
cumplen labores de seguridad para las zonas donde se realizan algunos de las
etapas de su cultivo, producción o traslado (estos grupos armados son
independientes de su ideología, únicamente participan por la pingues ganancias
que reporta este tipo de actividad).
Venezuela tiene una economía deformada desde hace ya varios
años por existir un control de cambio que ha sido anclado por decisiones
políticas no así económicas. Este control de cambio a ahogado la producción
nacional a no poder competir con productos foráneos, por ejemplo, un queso
uruguayo importado a Bs. 6,30 resulta más económico que un queso fresco
nacional, a pesar que el queso uruguayo necesitó de un tiempo de maduración y
el nacional sale al mercado una vez procesado (quiero aclarar que esto cambió,
actualmente se tiene que importar a precio de mercado negro del dólar, sólo me
sirve de ejemplo del daño que producía a la industria nacional); hace menos de
dos años un queso uruguayo se podía adquirir por Bs. 30 el kilo, mientras que
el nacional ya estaba por los Bs. 90 el más económico.
Peor aun cuando el gobierno no tiene dólares para importar
materia prima a dólar preferencial y quiere obligar al productor a vender a un
precio regulado, que tiene como referencia dicho dólar, aun cuando este
empresario tiene que importar a dólar negro.
Pero regresando al bachaqueo, esta ha sido una actividad de
larga data, cuando la economía venezolana estaba en mejores condiciones, se
traían de contrabando muchos productos desde puntos como Cúcuta o Maicao, por
la frontera con Colombia o La Línea desde Brasil (para nombrar los más
conocidos) y se iban por los caminos verdes productos regulados o subsidiados
por el gobierno, como la leche en polvo hacia el otro lado de la frontera.
También ha habido un producto que siempre ha sido apetecido por su calidad y
bajo precio: gasolina. Generalmente era transportada en bidones o tanques de
doble fondo por individuos, con el tiempo esta actividad fue tomando mayor
peso, la relación con las monedas de otros países se invirtió, ahora el Bs. es
más barato y las ganancias para un traficantes son altísimas, por lo que su contrabando
se incrementó, ha habido denuncias de realizar esto desde estaciones de
gasolina, directamente, a puntos al otro lado de la frontera por medio de
tuberías. Cuando se cumplen los principios señalados las mafias hacen su
aparición con fuerza y los implicados son altas figuras del gobierno.
Las ramificaciones que este tipo de mercado crea es
descomunal, un ejemplo de ello es el cambio en el mercado negro, en la frontera
se manipula porque entre más bajo el bolívar mayores ganancias, si esto además
incrementa la demanda, ya que los poseedores de bolívares no los quieren, sino
que desean una moneda más dura, con lo que se cumple nuevamente los principios
para la relación de la moneda nacional de Venezuela con otras.
En resumen, el bachaqueo es una consecuencia de malas
políticas, cambio de moneda mantenido artificialmente por muchos años, por lo
que la pregunta sería quiénes son los que están bachaqueando el bolsillo del
venezolano. No son los minoristas los verdaderos culpables, que hacen largas
colas para poder obtener una ganancia que les resuelva el día, ellos son
generalmente la cara visible, los que tienen menores ganancias, pero como
sabemos la soga siempre se rompe por el lado delgado, los tontos de la partida.
La propaganda gubernamental ha sido efectiva en culparlos de todos los males,
sin realmente señalar los mayoristas, los líderes de las mafias, menos aún los
culpables de la situación en la que vivimos: Acorralados por la escases, porque
a pesar de estar en el poder por más de 15 años, de tener bajo su mando
empresas que dominan el mercado (la láctea, café, azúcar, para sólo poner unos
pocos ejemplos), expropiar fincas productivas, los resultados desastrosos en lo
agrícola, lo industrial, lo educativo y pare de contar. Son los que están en el
poder los que están bachaqueando nuestra economía, los que han destruido la
producción nacional y con las finanzas de los sectores que no estamos en el
poder.